SKATEBOARDING: VITALIDAD INTENSA
Los patinadores de La Habana coinciden en que cada vez más personas, sobre todos jóvenes, circulan en las calles sobre una tabla.
Texto y foto:
OANH DINH VAN (OANY),
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Es sábado en la tarde, la esquina 23 y G está llena de amantes de las patinetas. La céntrica avenida se convierte en una marea de muchachos, que con un estilo hip-hop, se preparan para mostrar el último truco que aprendieron con mucho esfuerzo.
Jorge Fernández es uno de ellos. Delata emoción en la voz al hablar del skateboarding: deporte poco conocido en Cuba, pero que tiene sus adeptos entre gran grupo de capitalinos. A través de sus vivencias, podemos conocer acerca del patinaje, el amor, la pasión, el bien y el mal experimentados al subirse encima de una tabla.
Jugar con la muerte
Una de las mayores problemáticas que enfrentan los jóvenes al practicar este surf terrestre es que ponen en juego su vida. Un hecho común es verlos surfeando en la calle llena de autos, lo cual supone un peligro porque están poco protegidos. “Cuando me siento en el parque a leer el periódico y los veo corriendo por ahí sin cascos ni nada, el miedo se apodera de mí, porque pueden tener un accidente”, expresa Daimy Díaz González, una anciana que vive cerca de 23 y G.
En el 2002, la Federación Europea de Skate financió una pista detrás del capitalino hospital Clínico de 26, único lugar destinado para patinar. La opinión general del grupo es que realmente no está muy buena, además, ese no es su estilo, pues lo de ellos es la calle.
Para hacerlo correctamente tienen que mantener el equilibrio, la coordinación de brazos y piernas, manejar bien las técnicas en las rectas y curvas, en el salto, en los trucos, pero no siempre logran su objetivo y caen al suelo.
Ellos patinan sin aditamentos como rodilleras, casco, sin embargo, alegan que son skaters de street, de la calle, y eso exige mucha movilidad y con los protectores es muy incómodo; piensan que es mejor sin protección, pues pueden reaccionar más rápido.
Sobre este tema, Lázaro Froilán Cleto Betancourt, Doctor y profesor de la Facultad de Ortopedia de la Clínica Central Cira García, comenta: “Los patinadores tienen que afrontar muchos riesgos en los que pueden sufrir algunas fracturas serias, causadas por una mala caída.”
Ricardo López, Médico General Integral (MGI) del Hospital Calixto García, explica cómo cuando estaba de guardia una noche, un muchacho vino porque se cayó por practicar un salto arriesgado y tuvo que quedarse hospitalizado un mes. “El joven se sentía muy adolorido por su fractura de clavícula, además, muchos no lo valoran, pero una operación de tal magnitud suele ser muy difícil. Este pasatiempo de verdad es peligro.”
María Luisa Sánchez cuenta cómo es ser madre de un skater: “Mi hijo solo tiene 13 años y le encanta andar en patineta. Una vez llegó a casa con un brazo fracturado y aguantando el dolor para que yo no le prohibiera seguir con su afición. La verdad es que no me gusta nada ese deporte, pero parece que no puede vivir sin practicarlo.”
Además, han provocado desordenes comunitarios. “En una ocasión, cuando éramos un grupo de muchachos, estuvimos haciendo volteretas por el piso frente al hotel Habana Libre y salió el personal de seguridad de esta instalación y los policías para llamarnos la atención", recuerda Helear Cruz Galardy, miembro del Team 23.
Cándido Barrera Boza, policía de la estación ubicada en 1ra. y Malecón, explica que en los últimos años y a raíz del auge del skateboarding, ha tenido llamadas de vecinos quejándose por esta práctica y, además, en varias ocasiones ha llevado algún muchacho a comisaría por maltrato a la autoridad.
Leonor Casanova, vecina de la calle 23, afirma que está cansada de regañar a “esos muchachos”, ya que le interrumpen su horario de sueño con sus gritos y exclamaciones de triunfo ante un buen salto.
También, hacen actividades peligrosas como engancharse de los automóviles. “Yo lo realicé cuando era adolescente, para trasladarme de un lugar a otro sin mucho esfuerzo y con rapidez, pero una vez me caí y nunca más lo he vuelto a intentar”, dijo el patinador Ariel Gómez.
Un poco de historia
El Skateboarding nació en 1963 en California, Estados Unidos. Se origina del surf y es su similar en tierra. Mickey Muñóz y Phil Edwards, sus creadores, le quitaron las ruedas a unos patines y se las pusieron a una tabla de madera, así fue mejor para algunos practicantes que ya no necesitaban ir al agua para sentir la sensación tan deseada. Hoy, junto al estilo hip-hop, se hace uno de las aficiones favoritas de la juventud.
Sin embargo, el término puede variar según la posición geográfica en la que se utilice; para los hispanohablantes, el nombre adecuado es monopatín o patineta.
23 y G: una esquina, un club
En esta intersección, a diario se encuentran adolescentes, jóvenes y niños de hasta 10 años para hacer “magia”. Aquí todos se conocen, sin demasiadas preguntas, ni complejos rituales, cualquiera puede llegar, sentarse a observarlos y, si lo desea, puede formar parte de este mundo.
“23 y G es un lugar muy especial para nosotros los skaters. Es el punto que comenzó todo, fue donde se dio el primer salto, en este nació el deporte en La Habana”, alega Rubens Ladrón de Guevara Águila, profesor de la escuela primaria Juan Aurerio Triana y miembro de 23 y G.
En honor a esta céntrica avenida, los amantes del monopatín, término con el que se conoce la afición callejera en Latinoamérica, crearon un grupo denominado Team 23.
Aún cuando el clima puede ser sofocante, para los muchachos del equipo, esto no representa una dificultad. "Cuando yo patino me olvido del mundo, de los problemas, del hambre y la sed", contó Freddy Garriga, un joven que lleva 10 años “surfeando en las calles”.
“Nos encanta patinar”
Otro de los elementos distintivos de este deporte es la vestimenta al estilo hip-hop. Los pantalones holgados, los tenis altos y las camisetas combinadas con llamativas gorras, es lo que distingue a los muchachos.
Ariel Gómez Lago, patinador del Team 23, vestido con ropas negras, compartió la manera en la que se apasionó con esta forma de vida: “Empecé por los juegos de vídeo, luego busqué en filmes, revistas, Internet y me fui interesando. Esto, combinado con una forma diferente de vestir y pensar, me hizo introducirme en este mundo.”
Los más pequeños también disfrutan del skateboarding. "Es muy emocionante", comentó Julio Cesos de 12 años, alumno de la escuela primaria Velleda. “La primera vez mis amigos y yo al caer de las patinetas nos rasguñamos la piel, dolió mucho, pero mejoramos y seguimos”, recordó.
Dificultades de los patinadores en Cuba
La población cubana que disfruta este deporte afronta muchas dificultades. No hay organización alguna ni directores formales, pero sí mencionaron a una persona como el máximo representante, Che Pando, quien inició todo, tiene 40 años y todavía patina; él es como un líder del Team 23.
También expresaron que en La Habana no se comercian skates y aditamientos protectores a nivel estatal, todo lo que tienen es por donaciones realizadas por algunos amigos en el exterior, quienes lo hacen para ayudar; además, las tablas son caras, el precio de una patineta estándar ronda entre los 90 y los 120 dólares.
El pequeño Javier E. García, aficionado al skateboarding, plantea como la primera vez que quizo comprarse una tabla fue a una casa de venta, la única en su tipo, pero no pudo adquirir nada porque todo era muy costoso: “Fue como entrar en un museo: lo puedes ver todo, pero no tocar nada”.
Por otra parte, en Cuba no se preparan torneos para los patinadores. “No existe ninguno en que podemos participar, lo que se hace lo organizamos nosotros. No hay nada a nivel nacional, todo es muy local. En una ocasión el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) intentó montar una competencia, pero fracasó por falta de apoyo monetario y mala organización”, afirma Juan Carlos Hernandez, miembro del Team 23.
Antonio Diáz Zuzávila, vocero del INDER, manifiestó que aunque sí hay un auge del skateboarding, no se puede afirmar que es de interés general como otros deportes de mayor popularidad.
Muchos de estos skateres son desempleados, pues si no están practicando a diario pierden habilidades. “Nosotros trabajamos de forma intermitente, a veces cuando encontramos una ocupación, pero al final nunca nos establecemos en algún centro de forma fija”, dijo Enrique Pérez, patinador.
Sin embargo, el líder de Team 23, Che Pando, sí trabaja como tatuador, tiene bastante reconocimiento entre la juventud habanera ya que realiza muy buenos diseños, que disfrutan personas extranjeras de muchos lugares diferentes.
Por otro lado, Alejandro Barrios, patinador aficionado, no sigue el ejemplo de Pando. Piensa que ya con el salario de sus padres él no tiene nada que preocuparse, que para el futuro falta mucho y la escuela solo le retrasa.
“Al parecer, para algunos, estos jóvenes son de otro mundo, no aceptan verlos como disfrutan la vida a su manera. Muchas personas los observan con ojos de desaprobación”, aseguró Joan Reyes Ramírez, espectador .
La psicóloga María Elena Llorens, directora de la Clínica del Adolescente Pedro Borrás, explica que la mayoría de estos muchachos encuentran en el patinaje un grupo de amigos afines, donde pueden ser comprendidos sin riesgo de rechazo, ya que se rodean de personas con sus mismas aptitudes sociales.
“Está más que claro que no quieren que patinemos, es como una guerra entre ellos y nosostros”, comenta el skater Ariel Gómez Lago. “Pero es nuestra filosofía de vida, lo que sabemos hacer y cómo vivimos, no necesitamos nada más”, agrega.
Al caer la tarde, las camisetas de los patinadores estaban mojadas de sudor y sucias por las reiteradas caídas al pavimento, pero lo disfrutan porque hacen lo que les gusta y eso es lo más importante. Aunque este deporte callejero incluye muchos riesgos implícitos de un accidente, nada puede quitar el placer que sienten cuando patinan.
Pie de foto: El patinaje es uno de los deportes favoritos de jóvenes aventureros.
Ficha técnica:
Tipo de título: Genérico.
Tipo entrada: Descriptiva.
Tipo de cuerpo: Por bloques temáticos.
Tipo de transiciones: Conjunciones: Pero, Aunque, Además, En otros lugares, Por otra parte, Por otro lado, Sin embargo.
Tipo de cierre: De conclusión.
Tipo de reportaje: Interpretativo-Explicativo.
Tema: Práctica del patinaje en La Habana.
Situación problémica: El patinaje es interesante, pero también es peligroso, y existen muchos riesgos de accidentes para sus practicantes.
Objetivos colaterales: En Cuba, el patinaje no es un deporte oficial. Mostrar el pensamiento de vida que poseen estos jóvenes.
Estrategia de fuentes:
Documentales:
De FOX News Latino. Consultado en 28/4/2014 de la página web: http://latino.foxnews.com/
latino/news/slideshow/2012/11/28/
cuba-skateboarding-revolution/?intcmp=related#slide=25
De EcuRed, artículo “Patinaje en Cuba”. Consultado en 28/4/2014 de la página web: http://www.ecured.cu/index.php/Patinaje_en_Cuba
Activas:
Jorge Luis Fernández (protagonista; valorativo).
Rubens Ladrón de Guevara Águila, profesor de la escuela primaria Juan Aurerio Triana (protagonista; analíticos).
Freddy Garriga (protagonista; analíticos).
Ariel Gómez Lago (protagonista; analíticos, sintéticos).
Julio Cesos, alumno de la escuela primaria Velleda (protagonista; analíticos).
Helear Cruz Galardy (protagonista; analíticos).
Javier E. García (protagonista; sintéticos).
Juan Carlos Hernandez (protagonista; analíticos).
Enrique Pérez (protagonista; analíticos).
Alejandro Barrios (protagonista; analíticos).
Lázaro Froilán Cleto Betancourt, Doctor y Profesor de la Facultad de Ortopedia de la Clínica Central “Cira García” (especialista; sintéticos).
Ricardo López, Médico General Integral (MGI) del Hospital Calixto García (especialista; analíticos, sintéticos).
María Luisa Sánchez, madre de un patinador (testigo; hipotéticos).
Cándido Barrera Boza, policía de la estación 1ra. y Malecón (testigo; sintéticos).
Daimy Díaz González (espectador; hipotéticos).
Joan Reyes Ramírez (espectador; analíticos).
Leonor Casanova (espectador; analíticos).
Antonio Diáz Zuzávila, vocero del INDER (especialista; hipotéticos).
Psicóloga María Elena Llorens, directora de la Clínica del Adolescente Pedro Borrás (especialista; analíticos).
Soportes:
Hecho: Los pro y los contra del patinaje en Cuba.
Antecedentes: La práctica del skateboarding en otros países.
Contexto: Actualidad de los jóvenes seguidores del skateboarding.
Situaciones colaterales que también pudieran incidir: Accidentes provocados por la falta de protección en la práctica, fracturas debido a las caídas o accidentes de tránsito por el empleo de la vía pública.
Proyecciones: Quizás si existieran alguna institución o personal que los respaldaran estos jóvenes tuviesen un lugar seguro e incluso algún evento para su afición. Actualmente no hay proyección oficial.
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