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Isla al Sur

REGRESA EL HÉROE DE SHERWOOD

REGRESA EL HÉROE DE SHERWOOD

Nueva versión de Robin Hood al alcance de los lectores cubanos.

Texto y foto:
MARIANA BRUGUERAS MÁS,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Ciento setenta y dos páginas repartidas en catorce capítulos relatan, en la cuarta edición cubana de Robin Hood, las diferencias entre normandos y sajones en la lejana Inglaterra del siglo XIII.

Esta novela de aventuras, cuyo autor original permanece en el anonimato hasta nuestros días, retorna al público lector gracias a una nueva entrega de la Editorial Gente Nueva, que destina buena parte de sus producciones al público infantil y juvenil.

Con lenguaje claro y preciso, sin exceso de recursos expresivos ni  palabras rebuscadas, la historia cuenta la vida de Robin en el bosque de Sherwood, refugio temporal del héroe y sus fieles seguidores ante las injusticias del despiadado príncipe Juan, tirano que ocupa el lugar del rey Ricardo Corazón de León.

Aprovechando que este último había marchado a la cruzada de Jerusalén en 1189, su malvado hermano Juan transgredió la ley y se convirtió en gobernador del país. Bajo su mandato, la crueldad y la ilegalidad se hicieron habituales y pagaban las consecuencias propietarios de tierras, pequeños agricultores, campesinos y siervos, a quienes despojaba de sus bienes o acusaba falsamente.

La novela enaltece el espíritu justiciero de los encapuchados de verde que, camuflados en la floresta del bosque, se valen de emboscadas y vengativos robos para cobrarles sus desmanes a los ricos, “a los bandidos, ladrones, extorsionistas y hombres de mal que encontremos entre los nobles, el clero y los burgueses de la ciudad”, les dice a sus amigos Roberto de Locksley, verdadero nombre de Robin Hood. Y en ese grupo de enemigos incluye también a “falsos abades, monjes, obispos y arzobispos”.

Robin, ejemplo de amor, justicia y lealtad, se erige en salvador de los más desfavorecidos; roba a los más ricos para dar a los pobres. Como antagonista, su adversario Guido de Guisbourne resume los valores más negativos: la envidia, la crueldad y el egoísmo.

Al editor, biógrafo, actor y escritor inglés Roger Lancelyn Green debemos esta versión de uno de los más conocidos clásicos de la literatura universal que trasciende hasta nuestros días.

Con una vasta creación literaria, Lancelyn Green es el autor de libros como El rey Arturo y sus caballeros de la Tabla Redonda y Una historia de Troya. Publicó, además, varias biografías, entre ellas la del crítico literario, locutor de radio y ensayista Clives Staples Lewis, que le hizo merecer, en 1975, el Mythopoeic Scholarship Award, premio otorgado anualmente en Estados Unidos a los mejores trabajos especializados en el campo del mito y la fantasía.

Muchas son las adaptaciones literarias y traducciones realizadas a Robin Hood en el transcurso de los años, así como las veces que se ha llevado a la pantalla grande, la televisión, a piezas de teatro, canciones y comedias musicales.

Leer las páginas de este libro es conocer la historia de la vieja Inglaterra, sufrir por su régimen opresor, luchar por el bien común y convertirse en encapuchado proscrito para ser mejores seres humanos, dispuestos a ver el mundo con nuevos ojos. Es vivir en carne propia la aventura de quienes lo arriesgan todo por la honestidad y la justicia, en la eterna lucha del bien frente al mal.

Pie de foto: La cubierta de Antonio Salgado Caparó muestra la imagen de Robin Hood, protagonista del libro de aventuras.

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