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Isla al Sur

NECESIDAD DE UN MODELO COMUNICATIVO CUBANO

NECESIDAD DE UN MODELO COMUNICATIVO CUBANO

A la memoria de Enrique González-Manet, pionero de los estudios sobre  el impacto social y económico de las nuevas tecnologías de comunicación y el nuevo orden internacional de la comunicación. El destacado profesor cubano falleció ayer, 1ero. de noviembre de 2015. Esta entrevista la concedió en 1998 para un trabajo de investigación de Teoría de la Comunicación, en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

IRAIDA CALZADILLA RODRÍGUEZ Y GRISELDA RODRÍGUEZ CASTAÑÉ

La actividad teórica e investigativa en los medios de comunicación masiva no gozaron en Cuba, en ninguna época, de esplendores conceptuales. Antes de 1959, los modelos comunicativos estuvieron en la senda trazada por las escuelas norteamericanas, pero sin llegar a definiciones precisas para un país, un entorno, una historia, una cultura y una tradición diferentes, para un emisor y un receptor cuyas raíces distaban en demasía de la heredad yanqui.

Al triunfo del Primero de Enero, y cuando los medios de comunicación masiva pasaron al nuevo poder, con una esencia clasista cuyo carácter está determinado por el régimen de propiedad estatal sobre estos medios y, por tanto, comienzan a cumplir una función social cualitativamente nueva, identificada y comprometida con la defensa, el avance y consolidación de la Revolución, se hubiera pensado en un despegue definitivo en el estudio de tan importantes fuentes movilizativas por lo sensible de su incidencia en factores económicos, políticos e ideológicos de la nación.

Sin embargo, en 40 años, el desarrollo teórico y la actividad investigativa concreta, aún está por madurar, sistematizarse, tenerse como herramienta imprescindible del trabajo práctico, para cumplir las diversas y específicas funciones que nuestra sociedad demanda y sigue prevaleciendo el voluntarismo a la hora de enfrentar el fenómeno comunicativo y la correlación entre lo que se transmite y lo que recepciona o desecha el destinatario.

En los medios de comunicación masiva en Cuba existen estudios particulares en determinados órganos, pero hay falta de organicidad por ausencia de un centro que cohesione, diseñe y sistematice políticas comunicativas de manera científica.

Por tanto, es difícil definir nuestro modelo en una sola escuela, hecho que de tener una respuesta en estudios teóricos y científicos no nos preocuparía, pues en el último cuarto de siglo el eclecticismo en el campo de la comunicación vincula unas y otras escuelas y paradigmas. La situación crítica se encuentra, justamente, en el no estudio orgánico.

Porque, ¿acaso podemos desconocer -si de escuelas se trata-, que en nuestros medios hay presencia del paradigma informacional con el énfasis en los resultados, la comunicación como transmisión de información y el criterio de eficacia en la cantidad máxima de información?

Por otra parte, también hay espacio para la acción participativa cuando se hace hincapié en el proceso, se establece un diálogo que permite una participación activa, encauzada hacia la reflexión y la problematización.

Ante la ausencia de un modelo -ya sea clásico, autóctono o de interacción-, y a lo cual no se le pudo dar respuesta ni siquiera en el crédito de Teoría de la Comunicación, este equipo de trabajo decidió entrevistar al periodista, profesor e investigador Enrique González-Manet, quien, es necesario aclararlo, tampoco tuvo una definición exacta de la situación.

Enrique González-Manet, experimentado investigador de estas últimas dos décadas, es profesor titular de la Universidad de La Habana, investigador en Comunicación y asesor del Instituto Cubano de Radio y Televisión.

Y es, esencialmente, un pionero de los estudios sobre  el impacto social y económico de las nuevas tecnologías de comunicación y el nuevo orden internacional de la comunicación, asesor de la agencia ALASEI, del Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales, de la revista española FUNDESCO/TELOS, y de la brasileña Política y Comunicación. Es, además, autor de varios textos especializados.

He aquí, entonces, el cuestionario y sus respuestas.

-Antes del triunfo de la Revolución, ¿qué escuela se aplicó en los medios de comunicación masiva, la norteamericana o la europea? Dentro de ellas, ¿qué paradigmas fueron los predominantes?

“Más por mimetismo e influencia comercial y económica, los medios de prensa escrita, radio y televisión, reproducían el modelo norteamericano en género y estilo. Este ascendiente era favorecido por la asociación de anunciantes y agencias publicitarias, cuyas operaciones principales estaban relacionadas con la introducción y venta de firmas y productos norteamericanos. Procter and Gamble, General Electric y General Motors, figuraban entre los principales patrocinadores de programas audiovisuales y los mayores inversionistas en espacios pagados.

“Algunos diarios, como El Mundo, Diario Nacional o Información, acentuaban su similaridad con publicaciones consideradas arquetípicas como el New York Times, Washington Post o el Chicago Tribune, de factura sobria y equilibrada. La prensa llamada “amarilla” o sensacionalista también tenía sus émulos en Cuba. La prensa europea, considerada más académica y literaria, seguía patrones semejantes encabezados por el Le Monde, de París, y el London Times, de Inglaterra”.

-¿Qué se hizo después de la Revolución?

“Los medios de prensa y difusión -cine, radio, diarios y televisión-, fueron el centro de los enfrentamientos políticos e ideológicos entre la naciente Revolución y los intereses intervencionistas y   reaccionarios. Una   lucha   sin   cuartel -esencialmente de clase- se libró en estos medios entre 1959 y 1961, cuando estos instrumentos de la burguesía y el imperialismo fueron nacionalizados o abandonados por sus antiguos propietarios.

“La televisión y la prensa escrita jugaron un papel central en la movilización popular y la formación de una conciencia política antiimperialista. A diario se libraba un duelo entre los medios revolucionarios y los intereses burgueses y reaccionarios, como en el caso del periódico Revolución y El Diario de la Marina. La televisión fue foro y escuela, instrumento de acción y convocatoria, utilizada con frecuencia por Fidel para dirigir el proceso revolucionario. Fue el primer caso en el mundo en el que un dirigente político establecía comunicación inmediata y total con el pueblo, medio al que también se unía la radio. Ni antes ni después, ninguna otra revolución o movimiento social ha hecho un uso tan continuado y efectivo, con tan alta credibilidad, de los medios de información como en Cuba”.

-¿Cuáles fueron las investigaciones con vistas a conocer el impacto sobre los receptores?

“Los resultados de las campañas y acciones de la Revolución a través de los medios no eran objeto de investigación académica o profesional, sino que se medían por la interacción entre estos y la capacidad de respuesta de las masas, cuya apelación -en la mayor parte de los casos- era inmediata, como en el caso del rechazo a la invasión mercenaria de Playa Girón y la Crisis de Octubre.

“No se han realizado estudios de campo, sino investigaciones empíricas y análisis de tendencias vinculados principalmente a la Unión de Periodistas de Cuba, en particular, al Centro de Estudios de los Medios Masivos, cuya actividad se mantuvo durante un decenio, y a la entonces Facultad de Periodismo, de la Universidad de La Habana”.

-¿Cómo se insertó Cuba en el mundo de las investigaciones sobre comunicación?

“Aún no puede decirse que Cuba se ha insertado en el mundo de la comunicación, pues su característica es la discontinuidad y la falta de sistematización. Es el caso del CEMEDIM, en la UPEC; de la ausencia de estudios aplicados en instituciones que agrupan a economistas y sociólogos; de la falta de trabajos de proyección política e internacional por parte de la Facultad de Comunicación y, sobre todo, de la carencia de una política nacional de comunicación que contribuya a priorizar el tema.

“Puede decirse que el esfuerzo más sostenido fue realizado por el ICAIC mediante la organización de seminarios internacionales en el marco de los Festivales del Nuevo Cine Latinoamericano, a los cuales concurrían anualmente investigadores y críticos de prominencia mundial como Herbert I. Schiller, Ignacio Ramonet, Armand Mattelart, Oswaldo Capriles, Patricia Anzola, Rafael Roncagliolo, Fernando Reyes Matta, Fernando Santoro y Octavio Getino, entre otros. Estas actividades se realizaron durante un decenio.

“En la actualidad, el Centro de Investigaciones del ICAIC ha retomado el interés por el tema y dado continuidad a encuentros semejantes mediante el ciclo anual de conferencias y estudios enmarcados en el Universo Audiovisual del Niño. Esta iniciativa cuenta ya con varios folletos y libros que recogen las ponencias e investigaciones presentadas por especialistas nacionales y extranjeros.

“Pese a estas dificultades, ha habido un cierto adelanto que en mucho se debe a la labor mantenida a través de los años por la Editorial Pablo de la Torriente Brau, de la UPEC, para dar a conocer las últimas tendencias del desarrollo informativo y comunicacional, publicar análisis críticos y divulgar textos básicos.

“De gran importancia en esta línea de reflexión profesional y política sobre el carácter contemporáneo de los medios de difusión son las menciones realizadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro, en la conferencia magistral pronunciada en la Universidad de Santo Domingo, y en el discurso de clausura de la UNEAC, en los cuales destacó la importancia de su estudio para comprender los procesos de cambios históricos actuales y los mecanismos del poder transnacional en la era de la globalización. A partir de estas reflexiones, el tema ocupa un lugar de prioridad en la agenda política del país”.

-¿Qué caminos siguieron los periodistas en el orden investigativo?

“La investigación o búsqueda profesional de los muy pocos especialistas que se interesan por el tema obedece a la iniciativa personal, el nivel de experiencia y las posibilidades de acceso a información pertinente. Otro factor es el nivel de competencia y el dominio de idiomas, en particular, el inglés, pues el mayor por ciento de las bases de datos, programas expertos y la información circulada por INTERNET, está en este idioma debido a la hegemonía que sobre este sistema ejerce Estados Unidos.

“Dado que no existe una política de importación de títulos específicos sobre el tema -fenómeno no atribuible al período especial- las búsquedas en nuestro país pueden orientarse a las revistas generales o especializadas, básicamente The Economist, Bussines Week y Newsweek; y a los fondos de la Facultad de Comunicación y el Centro de Documentación de la Oficina de Cultura de la UNESCO para América Latina y el Caribe, sobre todo esta última, que cuenta con publicaciones seriadas y anuales, informes mundiales y de conferencias internacionales”.

-¿Qué pasa hoy en la información y la recepción? ¿Qué paradigmas prevalecen? ¿Qué modelo debe existir en el socialismo?

“Hoy existe una superabundancia de información y entretenimiento a nivel internacional, determinada en gran parte por el control de mercados y la concentración financiera de corporaciones transnacionales gigantes. La transmisión directa por satélite y la distribución por cables de fibras ópticas permiten la oferta de 60 a 100 canales por precios que van de 10 dólares en Guatemala, a 35 dólares en Argentina.

“Estos servicios de 24 horas diarias inundan a los países del Tercer Mundo con programas irrelevantes basados en valores y enfoques a la medida de las sociedades de consumo, para lo cual hace falta tener ojo crítico y capacidad de discriminación. Cada vez, un menor número de empresas mayores dominan el mundo de la información y la comunicación como en el caso de Disney/ABC y Time-Warner/CNN o la World Televison News/Reuter.

“Prevalecen los paradigmas de la espectacularidad, la superficialidad y el entretenimiento, basados en criterios de eficacia comercial y rentabilidad.

“El modelo socialista, por su carácter político, ha de estar basado en la realidad, la utilidad social y los proyectos de desarrollo, en el compromiso con la comunidad. Al mismo tiempo, debe rehuir los enfoques burocráticos y “oficialistas” y apelar a la iniciativa y el talento creador. De lo que se trata es de inducir la participación y la movilización a través de la información, a diferencia del sistema capitalista tradicional, que impone una agenda de temas e intereses basada en el consumo, la comercialización y la empresa privada a partir de la manipulación de la opinión pública.

“En este contexto, es posible hacer desaparecer una noticia o evento, alterar su naturaleza o modificar su significación. Agencias y grandes consorcios convergen en esta estrategia con una asombrosa coherencia. Un ejemplo es la desaparición de las Conferencias Cumbres del Movimiento de Países No Alineados, en las que se reúne un centenar de jefes de Estado y de Gobierno para tomar acuerdos que afectan a las dos terceras partes de la humanidad: para los países industrializados, los NOAL no existen, ni las Cumbres se han realizado nunca. No hay antecedentes de que estas actividades se reflejen o comenten en la prensa y los medios occidentales, aunque son “cubiertas” exhaustivamente por corresponsales y enviados especiales”.

-¿Qué saldos dejaron los seminarios latinoamericanos de periodistas que se organizaron en Cuba y qué instituciones los auspiciaron?

“Pocos seminarios han sido organizados en nuestro país sobre estos temas, en su mayor parte por la Unión de Periodistas de Cuba, el Instituto Cubano de la Industria Cinematográfica y la Facultad de Comunicación.

“De los esfuerzos realizados por la UPEC quedan textos que reflejan las ponencias presentadas, lo mismo que con el ICAIC, que ha logrado ayuda editorial de la UNAM de México y organismos como la UNESCO y la UNICEF.

“Un saldo apreciable ha sido fijar los temas y tendencias críticas de la investigación, aunque poco se ha logrado en términos de sistematización, coordinación de esfuerzos y proyectos de trabajo institucional.

“Ha faltado una mayor conciencia política de estos fenómenos y un enfoque actualizado sobre los procesos de cambio estructural impulsados por las  nuevas tecnologías de comunicación. Tampoco aparecen relacionadas las telecomunicaciones, la globalización y las tendencias de reforzamiento del neoliberalismo, objetivo número uno de la actual estrategia norteamericana”.

-¿Puede señalar los vínculos de Cuba con la UNESCO en relación con la comunicación?

“Cuba participó activamente en el sector de la comunicación de la UNESCO desde 1978, al contribuir, como miembro del Consejo Ministerial de Cooperación para la Información de los NOAL, a la introducción en esa organización internacional del debate sobre el Nuevo Orden Internacional de la Información y la Comunicación (NOIIC), contrario a la doctrina norteamericana del “Libre acceso” y el “Libre flujo”.

“Durante  un  decenio  (1978-1988),  Cuba lideró en los NOAL -conjuntamente Yugoslavia, Túnez, India, Sri Lanka y Egipto-, la ofensiva política del Movimiento por una información justa y equilibrada, y por el derecho a revertir la corriente informativa Norte-Sur. Fue en la II Conferencia del Consejo Ministerial de los NOAL, celebrada en La Habana en 1978, que se acordó politizar el tema de la comunicación en la ONU, trasladarlo de ECOSOC a la Comisión Política Especial, dar al Nuevo Orden un punto permanente en el orden del día y crear el Comité de Información de la ONU, integrado inicialmente por 40 países.

“Cuba sostuvo exitosos debates políticos en la UNESCO, en particular mediante la movilización de los NOAL y el Grupo de los 77, contra todos los intentos y medidas de Estados Unidos y sus aliados por minimizar y despolitizar el tema de la comunicación, y así evitar las acusaciones contra las grandes corporaciones transnacionales que ejercían el control mundial de la información. Durante un largo período (1980-1984), Cuba ocupó un asiento en el Programa Internacional de Desarrollo de la Comunicación (PIDC) de la UNESCO, donde contribuyó a frenar los intentos estadounidenses por reducir o erradicar la investigación crítica y desconocer y rechazar la propuesta de un Nuevo Orden de la Información. Cuba fue también asesora del Presidente del Movimiento NOAL en el sector de la información y la comunicación en la UNESCO y en la ONU.

“Nuestro país también ha colaborado estrechamente con la Oficina de Comunicación de la UNESCO para América Latina y el Caribe, mediante estudios, conferencias y asesorías, durante el decenio mencionado, así como ha participado en la creación de la Agencia Latinoamericana de Servicios Especiales de Información (ALASEI), con sede en México, surgida como un proyecto de la UNESCO entre 1980 y 1988. Igualmente, fue un factor que contribuyó a la conciencia crítica sobre la comunicación a través de su participación directa e indirecta en la elaboración del Informe McBride/Muchas Voces, un Solo Mundo”, cuyas recomendaciones, finalmente, no tuvieron consenso por la oposición de Estados Unidos.

-¿Qué nexos tuvo nuestro país con la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación?

“Nuestro país ha pertenecido a título individual a esa institución, de curso muy irregular y vulnerable desde su creación a inicios de los 80. Del mismo modo, ha pertenecido también a la Asociación Internacional de Investigadores de la Comunicación (IAMCR), con sede en Inglaterra, gracias al financiamiento de la cuota individual por parte de algunos expertos simpatizantes de la causa cubana.

“Con altas y bajas, Cuba ha mantenido contactos con ALAIC y con otras instituciones y organizaciones de América Latina, como IPAL, en Perú; ABPEC, de Brasil; y los centros de investigaciones de las universidades Metropolitana, de México; Central, de Caracas; y la de Bogotá. Estos nexos han sido irregulares, nacidos de relaciones personales solidarias y sin apoyo suficiente de orden institucional por la parte cubana. El tema y las perspectivas de reforzamiento de estas relaciones no han tenido prioridad o respaldo.

“Con el Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales (ILET) hubo una fructífera relación durante su etapa progresista (1977-1982), durante la cual se efectuaron seminarios en su sede de México y se publicaron algunos textos y folletos de especialistas cubanos en su serie de análisis críticos. Un experto cubano formó parte de su consejo asesor. Vinculado a la socialdemocracia sueca y a la Fundación Dag Hammarskjold, ILET reflejó la curva de los tiempos: sus dirigentes, de origen chileno, regresaron al país en la perspectiva de una apertura política y, aunque abrieron oficina vinculada a la comunicación en Santiago, derivaron rápidamente hacia otros intereses. Hoy su director es embajador en la ONU y, el subdirector, embajador en Nueva Zelandia”.

-¿Cuándo aparece, por qué y para qué, el Nuevo Orden de la Información? ¿Qué resultados tuvo y cuál fue su repercusión? ¿Por qué feneció este movimiento?

“El NOIIC tiene sus orígenes en la IV Cumbre de Argel del Movimiento NOAL (1973), cuando se proclama que no puede haber autonomía económica sin independencia informativa. Desde entonces se ha convertido en una de las luchas políticas más apasionantes y poco conocidas de los últimos años, ignorada en gran parte debido a que ha tenido lugar en conferencias, círculos académicos y foros mundiales como la ONU y la UNESCO.

“Aunque fue propuesto por el Movimiento NOAL hace un cuarto de siglo, pese al tiempo transcurrido los fines y objetivos del Nuevo Orden se mantienen más vigentes que nunca antes, entre otras causas, porque la monopolización, globalización y control mundial de los mensajes por parte de las corporaciones transnacionales se ha hecho realidad. Y también porque son más necesarias que antes las políticas públicas de información para garantizar el desarrollo y la soberanía en esta época de transmisión por satélite y distribución por redes de fibras ópticas.

“A lo largo de estos años el NOIIC ha proclamado en dura confrontación con los países desarrollados -principalmente Estados Unidos- el derecho de los pueblos de Asia, África y América Latina, a contar con una información de doble vía, equilibrada y objetiva, frente a la engañosa doctrina norteamericana del llamado “libre flujo”, caracterizado por su direccionalidad Norte-Sur. Este concepto es también una expresión concreta de la “libre empresa” y el “libre mercado” en el sector de la comunicación.

“Estas acciones contribuyeron a la lucha por la descolonización y fortalecieron la convergencia de intereses progresistas en los organismos internacionales, así como el despertar de una conciencia crítica sobre estos temas en los países subdesarrollados, antes no priorizados y hoy considerados como uno de los puntos focales de la agenda mundial.

“De acuerdo con la Declaración Final de la V Conferencia de Ministros de Información de los NOAL (Abuja, Nigeria, 1996), el Movimiento retoma la línea de reafirmación y enfrentamiento que caracterizó la lucha histórica por el Nuevo Orden Informativo. Los ministros acordaron que la lucha por el NOIIC debe intensificarse a pesar del fin de la guerra fría, pues los desafíos y realidades que sustentan el NOIIC siguen vigentes y es urgente reafirmar los principios de independencia, igualdad de oportunidades y progreso social.

“Los  ministros  recalcaron la necesidad de una cooperación Sur-Sur y decidieron considerar seriamente nuevas estrategias para aumentar los recursos de la información a nivel nacional, regional y mundial, y reactivar el concepto del Nuevo Orden en las Naciones Unidas, UNESCO y otros foros internacionales, con el fin de acelerar su instauración, pese a los indicios de un aumento de la agresividad imperialista.

“Aunque está en peligro, el movimiento por un Nuevo Orden no ha desaparecido. Estas son las cuestiones de fondo asociadas a la información y la comunicación. No se trata solo del flujo equilibrado de noticias, de la reducción de tarifas de telecomunicaciones o el acceso a INTERNET.

“Mientras los países subdesarrollados se esfuerzan por fortalecer la soberanía nacional y la autonomía de decisión en este sector estratégico, un nuevo orden corporativo global está siendo construido por las empresas transnacionales con el respaldo político-militar de la administración norteamericana.

“Sin embargo, el NOIIC -más restringido, hostilizado en la UNESCO y en la ONU por Estados Unidos- se mantiene vigente como objetivo estratégico de la lucha por la descolonización informativa, como agente movilizador de la conciencia crítica y como medio de enfrentamiento ideológico”.

-¿Cómo reflejar adecuadamente la información e incidir en una buena comunicación emisor-receptor por parte de la prensa nacional, teniendo frente a las transnacionales y sus poderosos recursos?

“No se trata de más equipamiento para potenciar la difusión, sino de políticas de información, hábitos de recepción y naturaleza de las noticias. El mayor desarrollo de la edición de libros en Cuba -década de los 70- no coincidió con un aumento de la lectura o una mayor fertilización cultural. La mayoría de la población -excepto la de la tercera edad (más de 60 años)- no lee periódicos o solo busca la sección deportiva y de espectáculos. En las colas de los estanquillos jamás aparecen adolescentes o jóvenes adultos.

“Hay que comenzar por definir políticas de información que tomen en cuenta no solo los objetivos sociales a mediano y largo plazos, sino la demanda de un mercado potencial que reclama un mayor espacio para la cultura, la crítica y la comunicación interactiva.

“¿Cómo competir con las transnacionales y sus poderosos recursos? Ante todo, mediante el análisis de su oferta y la naturaleza de su producto y no solo del estudio de sus mecanismos de control, comercialización y distribución. La mayor parte de estas informaciones y mensajes son presentadas en un marco de espectacularidad, sensacionalismo e inmediatez, capaces de despertar la expectación y el interés tanto por el relato en sí como por la técnica de realización.

“Se impone un análisis a fondo de los objetivos del país en términos de cultura, educación y comunicación, para dar paso después al desarrollo y aplicación de estrategias de reafirmación de los valores propios, de modo original, atractivo e interesante. 

“No basta que los fines sean elevados si el mensaje no llega, o resulta aburrido.

“Se requiere tomar en cuenta todos los elementos que sirvan para neutralizar el impacto de la “información” extranjera y desmontar su articulación, pero también ofrecer trabajos que nos identifiquen y satisfagan la demanda de entretenimiento”.

(1998)

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