NACEN COTORRAS EN CAUTIVERIO
Ana María Zayas Pérez ha dedicado 25 años de su vida a la reproducción de Amazonas leucocephalas en espacios vitales pequeños y cerrados, logrando resultados jamás conocidos.
Texto y foto:
DIANELIS REMEDIOS SEGUÍ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Ana María Zayas Pérez es la única persona en Cuba que logra reproducir cotorras en cautividad, además, el presente año se cumple un cuarto de siglo desde su descubrimiento sobre el dimorfismo sexual de estas aves a simple vista, tema que hasta entonces se presentaba como enigma para biólogos e investigadores.
El Doctor en Ciencias Hiram González Alonso, del Instituto de Ecología y Sistemática del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, sustenta: “El principal valor del estudio realizado por Ana María radica en lograr la reproducción de la cotorra cubana en un espacio reducido de 0.94 metros cúbicos, con buena salud, hecho que se consideraba imposible”.
“Para conocer bien a esta especie de psitácidos cubanos tuve que investigar sobre sus hábitos alimenticios y de convivencia. Desde el municipio de La Lisa, donde vivo, con perseverancia y muchas horas dedicadas a la observación de su comportamiento logré descubrir lo que se presentaba como un acertijo para científicos de todo el mundo: diferenciar el sexo de estos animalitos”, explica Ana.
Desde 1990 Ana convive con Amazonas leucocephalas (nombre científico de la cotorra cubana), pero no es hasta 1995 que nota una diferencia de tonalidad en la región garganta-pecho: en el macho, de un color rojo intenso, y en la hembra de un rojo más claro, ahí llegó a la conclusión que se trataba del dimorfismo sexual (diferencia entre ambos sexos) del ave.
En el año 2000 se verifica por vía endoscópica la determinación fenotípica del género de estos animales por los veterinarios Carlos Soto Piñeiro y Eliecer Cruz López. El éxito fue absoluto, los jóvenes veterinarios sexaban al animal después que Ana María determinaba a simple vista si era hembra o macho.
Las cotorras alcanzan la madurez sexual entre los tres y cinco años de edad y realizan una sola puesta anual con no más de cinco huevos. Tras 25 años de mucho trabajo y dedicación, Ana conserva hoy la cuarta generación de Amazonas leucocephalas, con un total de 54 ejemplares.
Sus investigaciones son reconocidas por instituciones internacionales como el Museo de Historia Natural de París y la Sociedad Caribeña de Ornitología. La revista de esta última, El Pitirre, en el volumen 15, No.2, reconoce: “Ana, sin haber estudiado biología o veterinaria, ha conmovido por completo los medios científicos mundiales a través de su descubrimiento del dimorfismo sexual de las Amazonas leucocephalas”.
La condición de especie en peligro de extinción de las Amazonas leucocephalas es debido a que el comercio de psitácidos -animales capaces de hablar- es el segundo con más demanda a nivel mundial y una de las especies más explotadas en la naturaleza cubana a causa de su vistoso plumaje y su facultad de repetir palabras, en especial las cotorras.
Pie de foto: Ana María Zayas Pérez tiene actualmente más de 20 jaulas, donde conserva a sus saludables 54 ejemplares.
Ficha técnica:
Tipo de título: Llamativo.
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Tipo de fuentes: Directas, documentales y no documentales.
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