ENTRE MÚSICO Y PINTOR: PERIODISTA
Virgilio Diago Urfé creció en una familia de artistas, pero eligió el periodismo para dedicarle gran parte de su vida.
Texto y foto:
NAILEY VECINO PÉREZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Virgilio Diago creció rodeado de músicos y pintores (su padre, Roberto Diago, artista de la plástica, y su abuelo músico al igual que la madre), sin embargo, ha dedicado gran parte de su vida al periodismo, profesión que dice llegó por azar, pero que se quedó en él como si hubiera sido el anhelado sueño de la infancia convertido en realidad. El por qué no haber sido músico, pintor, o tal vez poeta, se resumió en la primera respuesta.
“Acababa de salir del Servicio Militar cuando hicieron una prueba para entrar al Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), como técnico de cámara en el noticiero de televisión. Como yo había pasado un curso de fotografía anteriormente y estaba vinculado a la técnica en lo militar, me aceptaron.
“Entré como asistente de cámara y a la vez grababa algunas cosas de interés personal. En el año 1978 asumí también como técnico de equipo y es entonces que se celebró el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.
“El periodista que iba a cubrir el evento era Esio Corona y en el momento de empezar no estaba allí. Fidel llegó y se acercó a nosotros para saludar. Espontáneamente cogí el micrófono e hice lo que sería mi primera entrevista. Luego de eso sucedió algo que me transformó la vida.
“Al terminar la actividad, Fidel se sentó conmigo, el director del noticiero en aquel momento y dos compañeros más, y dijo refiriéndose a mí: ‘Vieron, este muchacho qué preparado está’; y mirándome entonces agregó, ‘Mijo, tienes un gran futuro. De aquí saldrá un excelente periodista’.
“Al día siguiente, cuando llegué al noticiero, el director me esperaba con el expediente en la mano. Mandó a buscar al administrador y le dijo en tono de risa: ‘¡Ponle ahí de que con fecha de ayer él es periodista del Noticiero de la Televisión y con la de hoy, una amonestación por haberle hecho una entrevista a Fidel sin pedir permiso a la Redacción’. Así comenzó todo”.
-¿Influyó el hecho de haber crecido en una familia de artistas el haberse vinculado desde el inicio al sector de la cultura?
“En mi familia todos eran músicos, pero yo comencé a hacer algunos trabajos vinculados con la Revé, grupo con el cual las personas me empezaron a identificar, específicamente con un número llamado Gente Chévere”.
Mientras recuerda, canta una estrofa de la canción y enciende el tercer cigarro: “Mis primeros pasos por la cultura fueron en el programa Pentagrama 4, dentro de la Revista de la Mañana en la sección cultural, motivado por defender la música cubana, hasta que un buen día, luego de casi 10 años, me entero que era el Jefe de Redacción.
-¿Podría decirse entonces que la música es otra de sus aficiones?
“La música nació conmigo, así como la pintura, son cosas que siento muy cerca. El periodismo es un mundo inmenso, aunque arriesgado, tiene espacio suficiente para llevar siempre ambas pasiones. También me gusta la pesca. ¡Y comer! Me encanta sentarme a la mesa con un gran banquete, sobre todo, si es en compañía de mi familia y amigos”.
-¿En cuánto es diferente el Virgilio profesional al Virgilio de la casa?
“El noticiero es mi trabajo. Dentro de él soy bastante exigente y tajante, quizás por ello hasta tenga fama de pesado, pero me gusta la seriedad para que las cosas salgan bien hechas. Tengo la facilidad de no mezclar las cosas laborales con las del hogar. Todo lo que pasa allí, allí se queda. En la casa, bueno, convivo con una periodista más, esto hace que de vez en cuando las ideas de ambos choquen, pero creo que soy bastante chévere, ¿verdad amor?”, pregunta a Grisel Oquendo, su esposa.
-Se ha desempeñado tanto en la radio como en la TV, ¿en qué medio se siente más cómodo?
“Los dos son primo-hermanos. Tienen similitudes y particularidades. En cuanto a la expresión, por ejemplo, en la TV dices lo que vas viendo en el telepromter y en la radio lo que te indica el guión que llevas en la mano. En ambos es preciso hacerte entender a la primera, no puedes repetir. Es todo en tiempo y lleva mucha concentración. En fin, creo que la televisión me atrapó, porque la radio para mi es más difícil”.
-¿Qué han significado en su carrera, los premios y reconocimientos?
“Mucha gente ha repetido esto, pero es necesario decir que no trabajo por un premio. Tampoco me gusta competir ni nada parecido, lo que importa es el día a día y la superación en lo que hago. Reconocimientos sí, tengo varios guardados en una maleta y los agradezco”.
-¿En algún momento pensó dejar el periodismo y dedicarse a otra profesión?
“Hubo un tiempo en que sí quise irme del Noticiero”.
-¿No era el Noticiero donde se había quedado atrapado?
“Sí, pero también pasé momentos muy difíciles. ¡Realmente me sentí derrotado! Pero aprendí a sobrellevar los problemas como una barrera más que derribar. Ahora puedo demostrarle a quienes en algún momento me miraron por encima del hombro, que pude llegar muy lejos. Incluso hay quien ahora depende de mí”.
-¿Se siente realizado profesionalmente?
“Siempre falta algo por cumplir, pero he sido una persona a la que la vida condecoró con creces. Llegué al Noticiero como asistente de cámara y me formé como periodista, ¿quién diría que llegaría a ser jefe de redacción? Ese es el periodismo, la vida que me ha permitido recorrer el mundo, crecer como persona y realizar algunos caprichos”.
La última pregunta coincidió con el último cigarro de la caja que había comprado justo antes de empezar.
-¿Podría situar toda su trayectoria en un momento especial?
“Es difícil situarme en uno. De cada anécdota siempre se guarda ese momentico especial. ¿Cómo olvidarme de los días como corresponsal de guerra en Angola, o de cuando cené en los dos restaurantes de la Torre-Eiffel, o de cuando nos recibieron con un gran sopón en Panamá, o de la familia, que ya se han vuelto los vendedores del “pan con macho” allá en El Cobre, en Santiago? Son experiencias que tienen individualmente un significado y una importancia para mí, sería un error poner por encima una de cualquier otra. Por tanto, creo que lo más importante es hasta donde he podido llegar con lo que aprendí de cada una, y el convertirme en lo que soy: Virgilio Diago, un viejo y orgulloso periodista”.
Pie de foto: Virgilio Diago Urfé, periodista y Jefe de Redacción del Noticiero Nacional de Televisión.
Ficha técnica:
Objetivo central: Conocer aspectos de la vida y obra del entrevistado.
Objetivos colaterales: Conocer de qué modo influyó el periodismo cultural en su vida.
Tipo de entrevista:
Por los participantes: Individual.
Por su estructura: Clásica de preguntas y respuestas.
Por su contenido: De personalidad.
Por el canal que se obtuvo: Cara a cara.
Tipo de título: Genérico.
Tipo de entrada: De presentación.
Tipo de cuerpo: Clásico de preguntas y respuestas.
Tipo de conclusión: De comentario del entrevistado.
Tipo de fuentes: Directa.
Tipo de preguntas declaradas: 1-¿Cómo llegó al periodismo?: Abierta y de exploración; 2-¿Influyó el hecho de haber crecido en una familia de artistas el haberse vinculado desde el inicio al sector de la cultura?: Directa; 3-¿Podría decirse entonces que la música es otra de sus aficiones?: De recapitulación; 4-¿En cuánto es diferente el Virgilio profesional al Virgilio de la casa?: Abierta y de exploración; 5-Se ha desempeñado tanto en la radio como en la TV, ¿en qué medio se siente más cómodo?: Directa; 6-¿Qué han significado en su carrera, los premios y reconocimientos?: Abierta; 7-¿En algún momento pensó dejar el periodismo y dedicarse a otra profesión?: Cerrada y de exploración; 8-¿No era el Noticiero donde se había quedado atrapado?: Polémica; 9-¿Se siente realizado profesionalmente?: Directa; 10-¿Podría situar toda su trayectoria en un momento especial en específico?: Directa.
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