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Isla al Sur

DANIEL, LUCÍA Y SUS PARGOS

DANIEL, LUCÍA Y SUS PARGOS

Azul y rosado, estos dos colores abren paso al tratamiento de temáticas como la homosexualidad y el machismo en la más reciente novela de Elena Corujo.

SEALYS GARDÓN PANTOJA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

 

“A veces mi papá me llama Azul. A mí no me molesta porque sé que fue el nombre que siempre quiso para mí [...] Hay cosas que no se entienden, porque el rosado es un color alegre, bonito, y a mí me gusta tanto como el azul.” Así nos abre la puerta de su mundo Daniel, uno de los dos protagonistas de la última entrega literaria de la escritora pinera Elena Corujo: la novela para jóvenes “Los pargos azules”, que acompaña otros volúmenes de su andar artístico como “Coralita querida” y “Caridad no es mi madrastra”.

La historia, publicada en 2015 por la editorial latinoamericana Norma y finalista del concurso homónimo de literatura infantil y juvenil, transcurre en Caibarién, poblado costero de Villa Clara, provincia donde nació la autora. El mar se convierte en refugio a los problemas de los personajes principales, un par de adolescentes llenos de inquietudes.

Daniel quiere aprender a pelear porque es acosado, golpeado y chantajeado por compañeros de aula que se burlan de él por tener un padre homosexual y peluquero, con quien logra confianza y complicidad a pesar de la homofobia del abuelo.

Lucía, una amiga del barrio, sí sabe pelear y lo defiende. Es la otra voz, una niña de buen corazón y nada presumida que vive en medio de una familia pobre y disfuncional, sin figura paterna. Su hermano mayor, a cambio de dinero, permite a algunos hombres mirarla por la ventana mientras la obliga a bañarse, por eso llora y se encoge en una esquina de la habitación.

En 20 capítulos, titulados alternamente con el nombre de ambos muchachos, la escritora ilustra, con sensibilidad y sin melodramas, problemáticas de la sociedad, punto de partida para cada uno de sus textos, según dice.

Especial interés despierta la cubierta, confeccionada en Colombia, agradable al tacto y la vista. En ella se dejan ver dos pares de pies medianamente sumergidos en el agua llena de peces, como cuando alguien se sienta frente al océano en busca de paz o de respuestas.

La obra de Corujo ha desfilado por escenarios internacionales como México, donde le entregaron el Premio Internacional de Poesía Desiderio Macías Silva; Ecuador, que le otorgó el de literatura juvenil Libresa; Estados Unidos, país que le concedió el de la Fundación Herencia Latina; y Cuba, en 2012, cuando una de sus novelas anteriores resultó mención en el concurso Casa de las Américas.

En la Feria Internacional del Libro de La Habana 2016, la editorial Áncoras, de la Asociación Hermanos Saíz, reeditó su libro “La tienda de nadie”, también dedicado a adolescentes y calificada por los lectores como su mejor novela, un texto de alta calidad narrativa, demostrada en el estilo coloquial logrado, pero cuando los cubanos lean "Los pargos azules" encontrarán otra maravillosa entrega.

Creerán conocer a quienes viven en aquellas páginas. Los saludarán en los primeros capítulos, tomarán una taza de café en sus salas y se quedarán para saber de primera mano las sorpresas que esconden las escasas paredes donde viven los protagonistas. Así van a sufrir, reír, respirar  el aroma del pescado frito..., se embriagarán de silencios. Cuando el libro termine, se descubrirán rendidos por las olas que le van a golpear el rostro, repletas de pargos azules y rosados, como los del pueblo pesquero donde transcurre la historia de Daniel y Lucía.

Pie de foto: "Los pargos azules", novela para jóvenes de Elena Corujo, trata con delicadeza y sin sensiblerías temas como la homofobia

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