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Isla al Sur

Periodismo Retrospectivo-Trabajos docentes

DE PASEO REAL A LA REALIDAD

DE PASEO REAL A LA REALIDAD

El antiguo Camino del Sur, actual Calzada del Diez de Octubre, representó hace tres siglos una de las vías más transitadas de la Villa San Cristóbal, pero es ahora de las de mayor densidad poblacional y descuidadas de toda la ciudad.

Texto y fotos:
RITA MARÍA CAMBARA CASTILLO,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Entre coches de caballos de los más lujosos marqueses y condesas del siglo XVIII, casas coloniales, fincas y vegas de tabacos, se encontraba el caminante que se dirigía de la Villa San Cristóbal de La Habana hacia los pueblos aledaños a la ciudad; sin embargo, hoy día ómnibus metropolitanos, derrumbes y mucho hollín protagonizan lo cotidiano, en el Camino Real del Sur o Calzada del Diez de Octubre, invisibles a los ojos de urbanistas e historiadores.

La imaginación no alcanza para figurarse tal arteria de transporte y grandes negocios hace 300 años atrás, mientras en el presente existen más de 18 edificios críticos con peligro de derrumbe y con posibilidades de causar graves accidentes; entre ellos, la ciudadela del “Coppelita”, en el paradero de la Víbora, con 29 núcleos familiares en barbacoas y sin servicio sanitario.

Y la historia no termina ahí. Puede ser sorprendido cualquiera por un gran bache en la esquina de Vía Blanca, un riachuelo de aguas albañales frente a un solar en el cruce de Diez de Octubre y Quiroga o una montaña escultural de desechos, escombros y ratas en la sima de la Loma de la Iglesia, sitio histórico y simbología del municipio.Todo oculto en la oscuridad de la noche y la escasez de alumbrado público.

A pesar de ello, el Paseo de Santiago o Camino de Jesús del Monte -nombrada así en sus inicios- fue la principal y única vía que unía la capital con el campo. Además, la más extensa con cuatro kilómetros o 31 cuadras, la cual cambió al nombre actual de calzada el 9 de octubre de 1918, a petición de la Asociación de Emigrados Revolucionarios de Cuba.

Airam Gutiérrez, subdirector técnico de la vivienda del municipio Diez de Octubre y encargado de Planificación e Inversiones, dijo que existe un programa de reanimación de la vía, eliminando ciudadelas, limitando el cambio de fachadas y con la transformación de casonas derruidas en edificios de tres o cuatro apartamentos; es el caso del biplanta de la esquina Carmen y Plaza Roja.

Pero en pleno siglo XXI, las proyecciones sobre esta avenida no parecen cambiar mucho. Día tras día miles de visitantes y de citadinos atraviesan la localidad sobre ruedas a lo extenso de la vía que pasó de ser una carretera de reales, personajes ricos, hechos y actos de valentías y de los negocios más importantes de todas las épocas, a un baúl de olvidados recuerdos.

Diosdado Pazos, investigador de la historia local del municipio Diez de Octubre, planteó que el primitivo poblado de Jesús del Monte alcanzaba una extensión territorial de unas cinco leguas cuadradas, incluyendo las zonas posteriormente conocidas como Luyanó, Víbora, Jacobino, Arroyo Apolo y Arroyo Naranjo.

Agregó que el doblamiento del área se fue produciendo de un forma lenta y dispersa desde fines del siglo XVI, y a mediados del XVII ya existía el caserío de Jesús del Monte en terrenos del demolido ingenio San Francisco de Paula, que fuera propiedad de Francisco de Lara Bohoruqes, en las inmediaciones de la intersección del Camino Real y el de Luyanó.

La esperanza casi está perdida, pese a ello, los encargados de urbanismo en la localidad intentan rehacer contratos con empresas estatales que apoyen los intereses comunes, como por ejemplo, la esquina de la Casa del Pan en Toyo, reactivada por la Empresa de Panes y Harina, u otras como el cine en oscura incertidumbre.

Como comentó Josefina Batista, arquitecta de la comunidad y vecina del municipio: “La historia sigue estando aquí; las propias construcciones narran cómo sucedieron los años en cada esquina. La gente tiene que preguntar y nutrirse de información sobre el medio en donde viven, para valorarlo y cuidarlo, o si no, lo seguiremos perdiendo cada vez más”.

A lo que Fabricio López, joven habitante de la antigua zona de Jesús del Monte, apoyó diciendo que en la escuela imparten datos locales, entre ellos, la sublevación de los vegueros y la figura de Camilo Cienfuegos; no obstante, muchos ignoran quiénes vivieron y dieron vida a los lugares existentes.“Numerosas veces nos paramos delante de una tarja o una vivienda y no nos preguntamos qué sucedió allí y  el Gobierno, los urbanistas, no hacen nada”, sumó.

Por ejemplo, en el texto Calles de mi barrio, de Gilda Villa, se reflejan algunos de los lugares trascendentales, como la esquina de Toyo y Camino Real con el Bodegón (1804), de Dionisio Toyo; o también, el estudio cinematográfico pionero en Cuba (1913), en una casa de la esquina Santa Irene, perteneciente al cineasta Enrique Díaz, director del primer largometraje silente cubano, titulado Manuel García o el Rey de los campos de Cuba.

Entonces, ¿real o realidad en Diez de Octubre? “La Oficina del Historiador de la Ciudad quiere rescatar de conjunto el cruce con Luyanó y Jesús del Monte, pero certeramente, no tenemos fondos, ni presupuesto para reconstruir, embellecer, levantar casas o negocios en la avenida principal del municipio”, afirmó Airam Gutiérrez.  

Pie de fotos: 1-Una de las avenidas más antiguas de la capital, hoy con aguas albañales, derrumbes y mucho movimiento en horas tempranas de la mañana; 2-En el siglo XVIII, a causa del auge adquirido por el tabaco cubano en el mercado internacional, la metrópoli impuso el estanco del tabaco, lo que causó revelaciones, y el 23 de febrero de 1723 murieron ajusticiados por los soldados españoles 11 vegueros, cuyos cuerpos fueron colgados de los árboles de la Loma de Jesús del Monte; 3-Ocho de las once víctimas fueron sepultados en el Cementerio de la primitiva iglesia de Jesús del Monte, lugar aproximadamente indicado con el obelisco.

Ficha técnica:

Tipo de título: Llamativo.
Tipo de lead: Imaginativo.
Tipo de nota interpretativa: Explicativa.

Tema: La pérdida de la arquitectura, la historicidad, la memoria y destrucción de la avenida principal del municipio Diez de Octubre.

Situación problémica: Más de 18 edificios con posibilidades de derrumbe, numerosos baches, inexistencia de alumbrado público, modificación de la estructura arquitectónica de construcciones centenarias; posible destrucción total y parcial de la memoria histórica del antiguo Camino de Jesús del Monte.

Objetivos colaterales: Demostrar la importancia histórica de la Calzada de Diez de Octubre, su valor, a través del pasado y la necesidad de rescatar cualquier elemento mediante su rehabilitación.

Estrategia de fuentes:

Documentales:

Trabajo investigativo sobre la localidad Calles de mi barrio, de Gilda Villa Hernández. Datos curiosos y de interés sobre el municipio. Biblioteca Municipal Rene Orestes Reiné.

Folleto de Historia de la Localidad, de la Biblioteca de la Salle, Municipio Diez de Octubre.

No documentales:

Profesor Diosdado Pazos, investigador de la historia del municipio de Diez de Octubre. Tipo de fuente: especialista, tradicional, primaria, directa. Tipo de juicio: De valor, analítico.

Airam Gutiérrez, subdirector técnico de vivienda y de Planificación e Inversiones. Tipo de fuente: tradicional, permanente, primaria, directa, especialista. Tipo de juicio: De valor, analítico, hipotético.

Josefina Batista, arquitecta de la comunidad y vecina del municipio. Tipo de fuente: primaria, directa, especialista. Tipo de juicio: Analítico, sintético, de valor.

Fabricio López, vecino del municipio. Tipo de fuente: Testigo, primaria, directa. Tipo de juicio: Analítico, sintético.

Soportes:

Hecho: Destrucción total o parcial de la Avenida de Diez de Octubre.

Contexto: Más de 18 edificios críticos, serios problemas de vivienda, escasez de alumbrado público en la calle, baches, escombros en las esquinas, salideros de aguas albañales, destrucción de las fachadas originales de la calzada. Más demoliciones cada año, sin rescatar la arquitectura centenaria.

Antecedentes: No reparación de los servicios, indisciplinas, debido a la causa la escasez de vivienda, las personas construyen cuartos pequeños, agrandaron las casas con “permisos” que avalan la restructuración y se pierde cada vez más la estructura y armonía de la calzada, no atención previa debido a que ni hay presupuestos, ni inversiones.

Situaciones colaterales que también pudieran incidir: Mal trabajo de la empresas de servicios del país: bacheo, tendido eléctrico, planificación física, sanidad e higiene, entre otros.

Proyecciones: Airam Gutiérrez, subdirector técnico de la vivienda y del Departamento de Inversión y Planificación, plantea que no hay presupuesto y los inversionista no firman contratos, cabe la posibilidad de que se pierda por año más edificaciones, con ello, la historia.

DOS TEATROS, UN NOMBRE

DOS TEATROS, UN NOMBRE

El Campoamor, emblemática institución de las artes escénicas en la etapa neocolonial cubana, hoy no es solo símbolo del abandono, sino también un peligro para la vida humana.

Texto y foto:    
DANIELA HERNÁNDEZ GARI,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

La fachada se halla  en estado ruinoso por el paso del tiempo y la desidia de los hombres.Las ventanas selladas con tablones de madera y cubos de basura obstruyen el paso de lo que fuera la entrada principal del teatro Campoamor. Ha trascurrido medio siglo desde la clausura y el olvido de uno de los más emblemáticos escenarios de la capital cubana durante la neocolonia y el tiempo ha sabido aprovechar para sumirlo en total abandono.

Limbania Torres Simón, Máster en Historia del Arte e integrante de la dirección del Proyecto Plan Maestro de la Oficina del Historiador, señaló que el edificio está incluido en el programa de restauración, pero aún no existe fecha para acometerse.

Ante la imprecisión, se entrevistó a la ingeniera civil Johana Aedo Gutiérrez, directora de Inversiones de la Oficina del Historiador, quien aseguró que el teatro integrará las obras solo en el 2030, con un monto cercano a los 20 millones en moneda total, del cual un 30 por ciento será en divisa de no existir la unificación de la moneda.

Según el libro 500 años de Construcciones en Cuba, del licenciado Juan de la Cuevas Toraya, el primer Campoamor de La Habana fue construido en 1915 en la calle San Rafael, lugar donde estuvo el teatro Albisu desde 1870, máximo exponente del estilo lírico de la zarzuela española.

El texto refiere que en 1918 un incendio destruyó el Centro Asturiano, también ubicado en San Rafael. La sociedad española decidió demoler la manzana y en su lugar construir un lujoso palacio. En esta acción quedó destruido el Campoamor, incluido en el área.

Tres años después de estos sucesos, el 20 de octubre de1921 quedó inaugurado el Teatro Capitolio, en Industria y San José. La construcción estuvo a cargo de la sociedad Santos y Artigas, que invirtió 300 mil pesos en la obra, según explica Enrique Agüero Hidalgo, historiador del cine cubano, en el artículo publicado en la revista Cinema, 1925.

Una nota editorial aparece en esa publicación el 17 de enero de 1925, anunciando que el teatro Capitolio adoptaría el nombre de Campoamor, para trasladar el espíritu de un coliseo cultural a otro, manteniendo las tandas habituales de teatro y cine. Quedó inaugurado el 26 del propio mes con el filme El ídolo de las mujeres, de John Barrymore, y la actuación de la orquesta dirigida por el maestro Gonzalo Roig.

En las páginas de Arquitectura cubana. Metamorfosis, pensamiento y crítica, aparece una crónica de Miguel Barnet donde rememora, como fiel espectador de este teatro capitalino, las actuaciones de Eusebia Cosme, Berta Singermann, Lola Flores e Imperio Argentina, entre otras grandes figuras de la época.

"El edificio se encuentra en pésimas condiciones desde su cierre en 1965. Recuerdo ver en las carteleras a personalidades como Jorge Negrete, Hugo Carril, Pedro Vargas y Libertad Lamarque. Ruinas es lo que queda de una gloria pasada, pero estoy seguro que existe interés en su reparación", declaró José Cabo Quintana, quien ha vivido desde 1938 frente al Campoamor.

Adys Govea Isaac, amante del teatro vernáculo, visitó el Campoamor cinco años antes de su cierre para disfrutar de los espectáculos de Candita Quintana, los hermanos Álvarez Guédez y Pototo y Filomeno. Comentó que en esa fecha, aunque conservaba una magnífica acústica y mantenía una alta reputación por el elenco de artistas que intervenían en las funciones, el teatro mostraba ya cierto grado de deterioro.

"Mi yerno murió dentro del teatro mientras recogía escombros, cuando una viga le cayó encima. Él no fue la única víctima, varias personas han muerto a causa de los derrumbes, principalmente aquellos que viven dentro del edificio, pues no tienen a donde ir", aseguró Dora Miraval Cordero, residente desde 1975 en una de las viviendas colindantes al Campoamor.

María del Carmen Pérez, directora del Centro Provincial de Patrimonio Cultural de La Habana, perteneciente al Ministerio de Cultura, refirió que según los archivos de la institución, el teatro Campoamor aparece inventariado como una construcción civil con grado de protección 1, que cerró sus puertas en el año 1965 por problemas constructivos.

En reciente entrevista concedida a la periodista Cristina Escobar para el canal Telesur, el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, manifestó que el proyecto de rehabilitación comprende al teatro Campoamor, ícono de la cultura cubana. Precisó que una vez terminada la Manzana de Gómez y sus alrededores, La Habana renacerá.

"¡Teatro Campoamor, no dejes que lo que queda de ti caiga estrepitosamente al suelo! ¡Yérguete como lo que fuiste, un coloso de la comedia y el vodevil, de la zarzuela y la opereta, del vernáculo y de las ensaladillas humorísticas¡ ¡Que como en el pasaje de Elías del Antiguo Testamento surjas de tus huesos hoy secos y de tus cenizas!", escribió Miguel Barnet en sus crónicas.

Pie de fotos: 1-En esta imagen se muestra el esplendor arquitectónico del teatro Campoamor (Facilitada por la Fototeca de la Biblioteca de San Gerónimo, perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana); 2- Desde 1965, el teatro está abandonado y ha tenido varios derrumbes.

Ficha técnica:

Tipo de título: Genérico.
Tipo de lead: De ambiente.
Tipo de nota interpretativa: Retrospectiva-Explicativa.

Tema: El teatro Campoamor, una vez símbolo de las artes escénicas y la cinematografía, tanto internacional como nacional, en la actualidades un edificio en peligro de derrumbe que amenaza la vida humana.

Situación problémica: La edificación se encuentra en un estado tan deplorable que ha causado con el pasar de los años varios accidentes que han ocasionado la pérdida de la vida humana.

Objetivos colaterales: Rescatar la memoria de uno de los teatros más importantes de La Habana y la necesidad de su inmediata reparación.

Estrategia de fuentes:

Tipo de fuentes: Documentales y no documentales, tradicionales, transitorias, primarias, directas e indirectas.

Documentales:

De la Cuevas Toraya, Juan. 500 años de Construcciones en Cuba. Ediciones Chavin. La Habana. 2001.

Agüero Hidalgo, Enrique. “Cuando el teatro Capitolio se le cambió el nombre por el de Campoamor”. Revista Cinema. La Habana. Enero de 1925.

Colectivo de autores. Nota editorial. Revista Cinema. La Habana.17 de enero de 1925.

Colectivo de autores. Arquitectura cubana. Metamorfosis, pensamiento y crítica. Ediciones Artecubano. La Habana. Julio del 2002.

Entrevista realizada por la periodista Cristina Escobar al Dr. Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad. Trasmitida por Telesur el 4 de julio del 2015.

Directas:

Limbania Torres Simón, Máster en Historia del Arte e integrante de la dirección del Proyecto del Plan Maestro de la Oficina del Historiador. Tipo de fuente: Oficial. Tipo de juicio: Valor.

Johana Aedo Gutiérrez, ingeniera civil y directora de Inversiones de la Oficina del Historiador.Tipo de fuente: Oficial. Tipo de juicio: Valor y Analítico.

José Cabo Quintana, quien ha vivido desde 1938 frente al Campoamor. Tipo de fuente: Testigo. Tipo de juicio: Valor.

Adys Govea Isaac, amante del teatro vernáculo, visitó el Campoamor cinco años antes de su cierre, en 1965. Tipo de fuente: Testigo. Tipo de juicio: Valor.

Dora Miraval Cordero, residente desde 1975 en una de las viviendas colindantes al Campoamor. Tipo de fuente: Testigo. Tipo de juicio: Valor.

María del Carmen Pérez, directora del Centro Provincial de Patrimonio Cultural de La Habana, perteneciente al Ministerio de Cultura.Tipo de fuente: Oficial. Tipo de juicio: Valor.

Soportes:

Hecho: 50 años de la clausura y posterior abandono del teatro Campoamor.

Antecedentes: El teatro ha sido víctima del abandono y el paso del tiempo, por lo que ha sufrido varios derrumbes que han costado vidas humanas.

Contexto: Desde su clausura y abandono en 1965, el teatro ha sufrido varios derrumbes y se encuentra en un estado precario, sin embargo, su rehabilitación no ha sido prevista hasta el año 2030.

Situaciones colaterales que también pudieran incidir: Abandono total del edificio al paso del tiempo.

RACISMO EN CUBA

RACISMO EN CUBA

Más de cincuenta años de revolución no han podido borrar los rastros de la discriminación racial que existió en nuestro país durante cinco siglos de colonia y seudorrepública.

ALEJANDRO BENÍTEZ GUERRA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Con solo dieciocho años, Michael Brown fue baleado en plena calle el 9 de agosto del pasado año (2014), en el poblado estadounidense de Ferguson. Un miembro de la policía local lo confundió con un pandillero, solo por el hecho de ser negro.

Noventa millas al sur, el joven habanero Daniel Sánchez Acosta, de 23 años, considera que “en Cuba el racismo no existe, porque cosas como esas no pasan, aquí todos se tratan como iguales”.

Pedro Serviat, en su libro El problema negro en Cuba y su solución definitiva, publicado en 1986, afirmó que con el triunfo revolucionario la discriminación por el color de la piel quedó reducida a cero.

Tales afirmaciones distan de la realidad. Juan Alvarado Ramos, en el artículo Las relaciones raciales en Cuba, publicado en la Revista Temas de julio-septiembre de 1996, aseveró que en una investigación realizada en La Habana y Santiago  de Cuba, por el Centro de Antropología del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA),  en 1995, el 75 por ciento de los encuestados estuvo de acuerdo en que el prejuicio racial seguía siendo común en la Isla.

El estudio reflejó que en tres barrios  habaneros, el 58 por ciento de los blancos consideró que los negros son menos inteligentes; un 69 por ciento afirmó que los negros no tienen los mismos valores y  decencia que los blancos; y  el 68 por ciento se opuso al matrimonio interracial.

Según Heriberto Feraudy, presidente de la Comisión José Antonio Aponte, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) -dedicada a la lucha contra la discriminación racial-, “el problema existe, es subjetivo, está en la mente de las personas, por eso es tan difícil de erradicar”.

¿Es este problema nuevo para la sociedad cubana? ¿Surgió de la nada? La respuesta la ofrece el propio Feraudy: “Han sido muchos años de explotación, inferiorización, exclusión”. Esta siempre ha sido una historia en blanco y negro.

De látigos y grilletes

“Los esclavos que fueron capturados en África como animales salvajes, ya eran discriminados por los colonialistas, y lo fueron durante cuatro siglos de esclavitud y neoesclavitud, colonialismo y neocolonialismo en Cuba”, opinó Heriberto Feraudy.

La esclavitud africana ya existía en Europa antes de la conquista de América, fundamentalmente en la Península Ibérica. Por la rápida extinción de la población aborigen, Cuba fue una de las colonias donde primero se introdujo la mano de obra negra de forma masiva, en los finales del siglo XVI.

El empleo de africanos como base de una economía de plantación, determinó que entre 1763 y 1845 se introdujeran en Cuba 636 465 esclavos –hasta entonces habían entrado a la Isla unos 60 000-. Sin embargo, el censo de 1846 reveló la existencia de una población esclava o “libre de color” solo de 473 055, lo que refleja la elevada mortalidad de este grupo humano.

¿Por qué? Martí, el gran visionario, manifestó en su artículo El plato de lentejas, publicado en el periódico Patria del 6 de enero de 1894: “El látigo, lo mismo que el sol, se levantaba allí todos los días. Los hombres, como bestias, eran allí arreados, castigados, puestos a engendrar, despedazados por los perros en los caminos. El hombre negro vivía así en Cuba.”

Es por eso que en una entrevista publicada en La Jiribilla en junio de 2011, Fernando Martínez Heredia, presidente del Instituto de Investigación de la Cultura Cubana Juan Marinello, afirmó que “el siglo XIX —y no los tres siglos anteriores— fue el de la implantación en Cuba de un racismo tremendo”, basado en la férrea explotación de la fuerza de trabajo esclava, base de la economía.

Rompiendo cadenas

El 10 de octubre de 1868, el hacendado oriental Carlos Manuel de Céspedes liberó a sus esclavos, los llamó sus iguales y convocó a luchar por la libertad de la patria y sus semejantes. Así, el Ejército Libertador estuvo compuesto en un 60 por ciento por negros y mulatos, y el 40 por ciento de su oficialidad tenía ese color en la piel. Diez años lucharon con un mismo objetivo hombres de todas las razas contra el colonialismo español.

“La república rebelde repudió la utilización de categorías raciales de identificación en la documentación del ejército, y un gran número de ciudadanos proclamó una y otra vez (y muchos lo hacen aún hoy) la inexistencia de la discriminación racial y la irrelevancia de las razas”, explicó Ada Ferrer en el libro Cuba insurgente. Raza, nación y revolución.

El gobierno colonial, sin embargo, quiso y logró presentar la guerra como una lucha de razas. Ya desde finales del siglo XVIII, los defensores del régimen pregonaban que una Cuba independiente se convertiría en una nueva Haití, donde una revolución negra barrería todo rastro del amo blanco. Este temor evitó que muchos blancos se unieran a la gesta independentista.   

La abolición de la esclavitud, en 1886, no puso fin a la explotación de un recién liberado negro que siguió siendo oprimido, segregado, y se vio trabajando aún al pie del cañaveral, ahora con un mísero salario. Una vez más, fue necesaria la lucha armada.

Al respecto, afirmó en su libro Ada Ferrer: “Mientras la barrera entre las razas se hacía cada vez más rígida en los Estados Unidos y los castigos para los transgresores eran cada vez más brutales, el movimiento revolucionario cubano parecía dispuesto –a veces con impaciencia– a derribar esa barrera en su país. Y fue la victoria de esa revolución lo que la intervención norteamericana contribuyó a frustrar.”

República y republicanos

“Todos los cubanos son iguales ante la ley. La República no reconoce fueros ni privilegios personales”, así plantea el Artículo 11 de la Constitución que nació en 1902 con una Cuba que sus gobernantes llamaron independiente, pero que no lo era en absoluto.

En febrero de 1910, el senador Gaspar Cisneros Betancourt expresó: “Yo niego que aquí haya cuestión de razas, no las hubo en Cuba libre y no puede haberla en Cuba republicana”. Y, sin embargo, eran negros y mestizos los de peor situación económica, que integraban mayormente el grupo de los pobres y explotados, porque no eran contratados en los bancos, tiendas, o centros estratégicos para la economía, como no fuera el central azucarero.

El periodista y escritor cubano Federico de Ibarzábal resumió la situación en su folleto El problema negro: ensayo e interpretación, publicado en 1935, y donde expresó: “Es verdad que con el advenimiento de la República el negro sigue incorporado a la vida política de esta, filtrándose así en sectores que hasta ese momento le estaban vedados. Pero queda, casi como 400 años atrás, al margen de la vida social.”

En entrevista para este reportaje, el Doctor en Economía Política Esteban Morales Domínguez, uno de los principales especialistas sobre el tema racial en nuestro país, afirmó que: “En la República, los norteamericanos tomaron el poder, empezaron a organizar la Isla como ellos querían, y le dieron participación casi exclusivamente a blancos, no aceptando incluso que los negros trabajaran en sus empresas.”

Morales agregó que los presidentes republicanos no hicieron absolutamente nada por resolver el problema del negro, “salvo Batista, quien no se asumía como negro ni mulato, decía que era indio. El dictador dio cierta participación a negros y mestizos en el ejército, la policía y la guardia rural, sin llegar nunca a ocupar posiciones importantes. La aviación y la marina continuaron vetados para ellos.”

En esta época, el país vivió un racismo rapaz e institucionalizado, con barrios residenciales donde se ponía: “No se admiten perros ni negros”, y clubes exclusivos como el Havana Yatch Club, donde no permitieron entrar al entonces presidente Fulgencio Batista, por ser ese un lugar “solo para blancos”.

Llegó el Comandante y mandó a parar

Ya en marzo de 1959, el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, abordaba el problema del negro  y reclamaba que había que darle oportunidades. Las medidas revolucionarias le otorgaron acceso total a salud, educación, y otros antes imposibles para ellos, reconociendo sus derechos como seres humanos.

En fecha tan temprana como el año 1962, en la Segunda Declaración de La Habana, el tema racial se dio por concluido y durante muchos años el fenómeno dejó de debatirse, salvo en casos como el de Pedro Serviat, en 1986, para decir que todo estaba resuelto.

“La tendencia fue a olvidarse del problema, y hubo condiciones para eso. Una de ellas fue la política social de la Revolución, extraordinariamente humanista, que daba a los negros participación social”, explicó Esteban Morales.

El profesor afirmó que un segundo elemento fue que “en Cuba, de manera inmediata, empezó la contrarrevolución, y eso hizo que dentro del contexto de una política social igualitaria para todos, los negros se olvidaran un poco de la situación racial, y se pusieran codo con codo con la población blanca para defender a la Revolución.”

Desde la cotidianidad

El Período Especial de los años noventa, como toda época de dificultades económicas, trajo consigo una agudización de los problemas sociales, “y en esa crisis los más afectados fueron los que históricamente siempre lo habían sido, los negros y mulatos, ya que, en general, vivían en peores condiciones que la población blanca”, opinó Heriberto Feraudy.

Sobre el tema, escribió en su blog Esteban Morales, en un artículo llamado Cuba: raza después de 1959: “Ellos se encontraban entre los que menos habían logrado forjarse un proyecto de vida estable y aprovechado las numerosas oportunidades de superación que la Revolución inauguró.”

Ya en septiembre del año 2000, Fidel expresaba en un discurso dado en la ciudad de Nueva York: “…tiempo tardamos en descubrir (…) que la marginalidad, y con ella la discriminación racial, de hecho es algo que no se suprime con una ley ni con diez leyes, y aun, en 40 años, nosotros no hemos logrado suprimirla”.

Javier Núñez, negro de 43 años residente en el capitalino municipio de la Habana Vieja, considera que aún queda racismo en Cuba, “en la forma de referirse a nosotras, las personas de color. Yo tengo dos hijas de madres diferentes, ambas de piel blanca, y siempre persiste el comentario, hasta dentro de la familia. Incluso han ofendido a mi compañera”.

Por su parte, Eliécer Medina, blanco de 54 años residente en Centro Habana, sostiene que en el plano familiar, a la hora de hacer parejas, “se mira mucho si el novio es blanco o negro, si tu hijo o nieto va a salir de una forma u otra. Todos debemos ser tratados como iguales. Eso debería lograrse.”

Hoy, la Cuba revolucionaria es hogar de blancos, negros y mulatos arquitectos, albañiles, médicos, catedráticos, que viven, estudian y trabajan bajo el mismo sol, pero también tiene personas que miran a otras, cubanas como aquel, por encima del hombro, solo por tener un tono distinto debajo de la ropa.

Y es que, como planteó Ibarzábal, allá por el año 1935,  “este no es un problema de educación, ni de intelectualización, ni económico, como ven ustedes. Es un problema ´de color´, no más”.   

Pie de foto: La política igualitaria y humanista de la Revolución busca la integración definitiva de las razas y la eliminación de la discriminación.

Ficha Técnica:

Tipo de título: Llamativo.
Tipo de entrada: Anecdótica.
Tipo de cuerpo: De bloques temáticos.
Tipo de transiciones: Por subtítulos.
Tipo de cierre: De conclusión o resumen, mediante una cita textual.

Tema: El racismo en Cuba y sus bases históricas.

Situación problémica: Tras más de cincuenta años de Revolución, en Cuba persiste la discriminación racial.

Objetivos colaterales: Visibilizar el problema de la discriminación racial en Cuba y hacer comprender su origen histórico.

Estrategia de fuentes:

Activas:

Daniel Sánchez Acosta, joven de 23 años. Fuente testigo-no implicada con juicio valorativo.

Heriberto Feraudy, presidente de la Comisión José Antonio Aponte de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Fuente oficial con juicio de valor.

Esteban Morales Domínguez, Doctor en Economía Política y especialista en el tema racial en Cuba. Fuente especializada con juicio de valor.

Javier Núñez, ciudadano residente en el capitalino municipio La Habana Vieja. Fuente testigo-implicada con juicio analítico.

Eliécer Medina, ciudadano residente en el capitalino municipio Centro Habana. Fuente testigo-no implicada con juicio valorativo.

Documentales:

Libro El problema negro en Cuba y su solución definitiva, de Pedro Serviat.

Artículo Las relaciones raciales en Cuba, de Juan Antonio Alvarado Ramos, publicado en la Revista Temas de julio-septiembre de 1996.

Artículo El plato de lentejas, de José Martí, publicado en el periódico Patria del 6 de enero de 1894.

Entrevista a Fernando Martínez Heredia publicada en La Jiribilla.

Libro Cuba insurgente. Raza, nación y revolución, de Ada Ferrer.

Constitución de la República de Cuba de 1902.

Diario de sesiones del Senado republicano, 14 de febrero de 1910.

Folleto El problema negro: ensayo e interpretación, de Federico de Ibarzábal.

Soportes:

Hecho: En Cuba persiste la discriminación racial.

Antecedentes: Durante 400 años de dominio español y casi 60 años de pseudorrepública, los negros y mulatos cubanos sufrieron un fuerte racismo institucionalizado. Anclado en la mente de las personas, más de 50 años de Revolución no han logrado solucionar completamente ese problema social.

Contexto: La discriminación racial, aunque va en contra de los principios de la sociedad revolucionaria, aún persiste en la mente de muchas personas.

Situaciones colaterales: Durante muchos años el tema racial en Cuba se dio por resuelto porque hubo un gran avance con el triunfo revolucionario. El problema se mantuvo oculto, camuflado, y resurgió durante la crisis económica de los años 90.
 

“¡MELENA VOLVIÓ A NACER!”

“¡MELENA VOLVIÓ A NACER!”

A 54 años de la proclamación del municipio como Primer Territorio Libre de Analfabetismo en Cuba, la pedagoga Nilda Lucía Porbén Lazo evoca aquel día en que el pueblo victorioso invadió  las calles.

Texto y foto:
DARIAN BÁRCENA DÍAZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

El 5 de noviembre de 1961 el sol salió un poco más temprano en Melena del Sur, como premonición de un hecho trascendental. La joven Nilda Lucía Porbén Lazo se levantó y, como de costumbre, se armó con la cartilla, el manual y una bandera cubana que la acompañaba a todas partes. Salió en dirección a la improvisada escuela, en la cual cada mañana impartía clases, como parte de la Campaña de Alfabetización.

Entonces se  encontró con Paula Rita Brito, quien se desempeñaba como maestra voluntaria y le dijo que la gente comentaba sobre el fin de la Campaña ese día. Su primera reacción fue salir corriendo con todas las cosas que llevaba en la mano, pero se detuvo frente al local donde sesionaba en aquellos momentos la Comisión Municipal de Alfabetización y encontró a Orestes Martínez, coordinador de la obra.

Miles de dudas se arremolinaban en su cabeza, pues pensó que la población se había negado a continuar, también en sabotajes, como los sufridos por los maestros de las lomas de Garzón, cuando iban en el tren y personas criminales intentaron descarrilarlo. Sin más demora, le preguntó a Orestes el porqué de la suspensión de las clases.

Su cara era pura angustia, pero al escuchar a Orestes se tranquilizó: se declaraba al pueblo Libre de Analfabetismo, y el Comandante en Jefe asistiría al acto: “¡Oye!, volví a mi casa en un santiamén, me cambié de ropa y regresé para ayudar en los preparativos”, dice.

La hoy septuagenaria maestra jubilada, educadora de varias generaciones de meleneros, rememora fascinada el ambiente del pueblo tras el anuncio de que se declararía a Melena Territorio Libre de Analfabetismo.  

“Mi padre llegó del campo y me abrazó en medio de la calle, con orgullo manifestaba su beneplácito por la rotunda victoria del saber ante la ignorancia y exclamó: ʻYo sabía que Fidel no fallaría en su promesa, por eso lo admiro tantoʼ, mientras yo gritaba con fuerza consignas revolucionarias y la multitud me secundaba.

“¡Si tú hubieras visto a Melena, parecía otra!, porque Melena no fue siempre polvo y baches como es hoy, colocamos pencas de guano con flores en los postes de la electricidad y colgamos en las casas faroles, que eran el símbolo principal de la Campaña, además de banderas cubanas y fotos de Fidel. ¡Aquello era una fiesta!
“Todos colaboramos con el engalanamiento del pueblo, que ese día volvió a nacer, incluso los recién alfabetizados hicieron cartas de agradecimientos a sus maestros y al líder de la Revolución.”

-En una época de tabúes contra las mujeres que trabajaban, ¿se sintió discriminada en algún momento?

“Para nada, las mujeres fuimos muy bien tratadas, siempre  desde el respeto y la cortesía. La discriminación nunca la sentí, por el contrario, siempre me felicitaban por el desempeño y los alumnos manifestaban orgullo porque su maestra era mujer. Yo había terminado en enero la Escuela Normal para Maestros y en febrero empecé en la Campaña, esa fue mi primera experiencia como docente”.

-¿Cómo fue el recibimiento delos meleneros a Fidel?

“Aquello fue apoteósico, nunca había visto tantas personas congregadas en el parque. Todo el mundo esperaba ansioso su llegada, pues al fin y al cabo era él quien inició esa cruzada victoriosa. Yo me subí en una de las palmas para ver con claridad, porque aunque no lo creas, yo era delgada en aquel entonces.

“En cuanto arribó Fidel, me lancé de la mata a la velocidad de un rayo y me fui colando entre la gente hasta alcanzar la primera fila, donde estaban mis compañeros y la familia. La multitud comenzó a gritar consignas revolucionarias y exclamaciones de ¡Viva Fidel!, además, se cantó el Himno Nacional, el de la Alfabetización y se le rindieron honores a Conrado Benítez García, maestro asesinado por bandas contrarrevolucionarias en El Escambray.

“Oírlo hablar fue algo histórico, su seguridad, su precisión con las cifras y su visible alegría por el triunfo de la Campaña era las cosas  más impresionantes. Comprendí que las promesas de la Revolución eran verdaderas, y desde ese momento la confianza del pueblo en ella creció notablemente.

“El clímax llegó cuando le entregaron las cartas de los alfabetizados. Fue un momento único y todos los maestros lloramos varios minutos, él también estaba visiblemente emocionado, pero no soltó ni una lágrima. Cada vez que me acuerdo, siento tremenda nostalgia.”

-Aquel día, junto a sus compañeros, recibió la medalla por su participación en la Campaña, ¿qué significó para usted?

“Imagínate, un gran honor, y por encima de las medallas lo más importante fue haber cumplido con la Patria, la mayor recompensa eran los rostros felices de nuestros alumnos. Las preseas son algo material, pero lo verdaderamente imperecedero de la jornada no se puede fundir en metal: las lágrimas, los abrazos y el júbilo popular. Me sentí muy feliz, porque se reconoció, además de nuestro aporte, el de los alfabetizados: el eslabón más fuerte de la cadena.

“Después marchamos hacia el municipio de Güines, donde aún no se habían concluido las labores y allí colaboramos con los maestros del lugar, quienes se dedicaban en cuerpo y alma a ese esfuerzo, porque querían contribuir, como el resto de los cubanos, a cumplir la promesa que hiciera Fidel en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), de que Cuba sería el primer país latinoamericano en erradicar el analfabetismo. Y la cumplimos.”

-El 22 de diciembre, luego de una ardua labor, el Comandante en Jefe declaró a Cuba libre de analfabetismo, dando cumplimiento a uno de los postulados de la Historia me Absolverá, ¿cómo describiría lo que sintió en aquel momento?

“Me sentí plena como maestra, pero principalmente como cubana, porque al fin se consiguió una de las mayores conquistas de la Revolución, erradicar la ignorancia, germen de la neocolonia, el cual, a partir de ese día quedaba en el olvido. Vinieron dos observadores de la ONU, para comprobar la efectividad de la noticia, quienes quedaron perplejos ante la magnitud del hecho.

“Esta victoria ratificó mi status de revolucionaria y acrecentó la confianza inquebrantable  en Fidel. La Campaña constituye una de las obras más relevantes de la Revolución en sus primeros años, porque reafirmó la máxima martiana de que“ser culto es el único modo de ser libre” y aseveró el compromiso del Comandante de cumplir los sueños del Apóstol.”

-¿Considera que la educación cubana contemporánea cumple con su propósito como soñó en 1960-61?

“Definitivamente sí, la educación cubana ha sabido mantener la tradición de excelencia, establecida desde tiempos coloniales con Félix Varela, José de la Luz y Caballero, José Martí, entre otros. El sistema educacional es reconocido mundialmente por su eficacia y transparencia, y por llevar a los alumnos los contenidos con la mayor exactitud posible, siempre dentro del alcance de nuestros recursos, aunque no son los mejores,  pero así hemos resistido y trabajado, y nadie puede dudar que continuaremos haciéndolo, en nuestra lucha constante por combatir la incultura.

“El sistema educacional enfrenta hoy disímiles retos, pero confío en que el amor por el magisterio será el farol que alumbre, como en la Campaña, el avance del saber por los caminos oscuros de la ignorancia, y logre salir airoso”.

Pie de foto: Nilda Lucía Porbén Lazo, profesora de varias generaciones de meleneros, conserva entre sus tesoros la medalla por su labor en la Campaña de Alfabetización.

Ficha técnica:

Objetivo central: Describir los acontecimientos acaecidos durante la fecha en que se declaró a Melena del Sur libre de analfabetismo, narrados por la  voz de una de sus protagonistas: Nilda Lucía Porbén Lazo.

Objetivo colateral: Brindar nuevos detalles sobre algunos eventos de la Campaña que son poco conocidos por los meleneros y rendirle un sencillo homenaje a los maestros voluntarios y a todas las personas que de una forma u otra aportaron al éxito de la obra.

Tipo de entrevista:

Por los participantes: Individual.
Por su estructura: Mixta.
Por su contenido: Retrospectiva.
Por el canal que se obtuvo: Conversación cara a cara.

Tipo de título: De cita textual y de admirativa
Tipo de entrada: Narrativa.
Tipo de cuerpo: Mixto.
Tipo de preguntas declaradas: 1-En una época de tabúes contra las mujeres que trabajaban, ¿se sintió usted discriminada en algún momento? Directa; 2-¿Cómo fue el recibimiento de los meleneros a Fidel? Abierta; 3-Aquel día, junto a sus compañeros, recibió usted la medalla por su participación en la Campaña, ¿qué significó para usted? Abierta; 4-El 22 de diciembre, luego de una ardua labor, el Comandante en Jefe declaró a Cuba libre de analfabetismo, dando cumplimiento a uno de los postulados de la Historia me Absolverá, ¿cómo describiría lo que sintió en aquel momento? Abierta; 5-¿Considera usted que la educación cubana cumple con su propósito como soñó en 1960-61? De opinión.
Tipo de conclusión: De opinión o comentario de la entrevistada.
Tipo de fuentes: Directas.

UNA BATALLA CONTRA LA HIERBA Y EL OLVIDO

UNA BATALLA CONTRA LA HIERBA Y EL OLVIDO

A 60 años de la colocación del Obelisco a las tropas mambisas en el municipio artemiseño de Güira de Melena, los pobladores lo borran de la memoria histórica y subsiste en un caos total.

Texto y fotos:
YAIMA MALAGÒN FRANCHI-ALFARO,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

El municipio artemiseño de Güira de Melena recuerda cada momento histórico acontecido en sus calles o predios con una construcción conmemorativa. Sin embargo, a 60 años (2015) del emplazamiento del obelisco en homenaje al paso de la Invasión a Occidente, comandada por Antonio  Maceo y Máximo Gómez, pocos conocen de su existencia y del pésimo estado en el cual permanece.

Colocado en el año 1955 y con un invaluable significado patriótico, hoy un pequeño monumento sucio, despintado y con aspecto que desdicen del hecho al que intenta recordar, es lo que queda de la construcción situada en el lugar conocido como bodega “Pedro Díaz”, donde el 4 de enero de 1896 la Columna Invasora, bajo el mando del Titán y El Generalísimo, divisaron el poblado güireño.

“En esa zona que ahora tiene una tarja prácticamente ilegible se efectuó una entrevista entre ambas personalidades, en la cual Antonio Maceo tomó la responsabilidad del ataque al pueblo, al saber que el jefe del Cuerpo de Voluntarios no estaba dispuesto a rendirse, sino a presentar una fuerte resistencia”, relató Rigoberto Castañeda Díaz, historiador municipal.

Una encuesta aplicada a 150 estudiantes de la Escuela Secundaria Básica Urbana (ESBU) José Manuel Seguí Jiménez, reveló que el ciento por ciento no conoce sobre la huella histórica de la campaña invasora en el municipio.

Por otra parte, Enrique Santiesteban, profesor de Historia en la ESBU, comentó: “En la asignatura solo se abordan los hechos más relevantes del territorio y si tiene algún recordatorio donde ocurrió, pues organizo una visita con los estudiantes sea aniversario o no de la fecha, además del contenido del programa para la enseñanza, aunque el tema de la Invasión del 95 nunca nos ha conducido a la arquitectura conmemorativa por no saber de su emplazamiento”.

Esta incongruencia en el aprendizaje de la historia local hace que estudiantes de noveno grado como Laura Castillo y Alejandro Pérez, ratifiquen el nulo conocimiento del sitio donde estuvieron Gómez y Maceo para trazar la estrategia de ataque al pueblo. “Pensar que pasaron tan cerca de nuestras casas y no sabíamos del monumento erigido en homenaje al paso de dos figuras legendarias y de las tropas mambisas”, opinó Castillo.

La denominación dada fue la de Obelisco a las tropas mambisas, levantado en hormigón y bronce, con dimensiones de cuatro metros de alto y seis de ancho, según datos del Museo Municipal.

Al decir de Rigoberto Castañeda Díaz, el autor del  monumento se desconoce hasta nuestros días y tampoco aparece ningún dato de algún promotor o donante.
Pese a la poca legibilidad de la placa de bronce, aún es posible descifrar, bien de cerca, el texto que tiene inscrito: “En este lugar se efectuó la entrevista entre los Generales Máximo Gómez y Antonio Maceo, que determinó la entrada de las fuerzas invasoras en Güira de Melena el 4 de Enero de 1896”.

Nilma Ravelo Acosta, directora del Museo Municipal, insistió en el poco conocimiento sobre el obelisco, incluso resaltó que no fue registrada la fecha de la colocación. En la institución solo existen dos fotos y unos escasos documentos sobre controles realizados al mismo.

“Una centuria después de los acontecimientos históricos, allí se colocó una tarja y se celebró una ceremonia, pero luego quedó sumido en el olvido y la desatención”, agregó José Luis Perdomo García, vecino de la zona desde hace 70 años.

Un control realizado al terreno, el 12 de febrero de 1987 por la Delegación de Patrimonio Cultural y el Departamento de Monumentos, recoge en el aspecto denominado Uso Actual, que el obelisco “se utiliza para actos políticos-revolucionarios”, mientras Perdomo García alega que solo recuerda como ceremonia el día de la inauguración.

A su vez, Yenise Valdés González, miembro del buró municipal de Partido Comunista de Cuba, comentó que actualmente no cuentan con Conservador de Bienes Patrimoniales e Históricos, respuesta que hace pensar que el deplorable estado de tarjas y monumentos continuará durante un prolongado tiempo.

Es por esta situación que los vecinos del Barrio Pedro Díaz  se preguntan, ante tanta destrucción del monumento, que quiénes son los encargados del cuidado sistemático de los lugares históricos del municipio.

A la interrogante respondió el arquitecto Ramón Echazabal Díaz, director municipal de la Oficina de Monumentos y Asuntos Históricos: “Puede ser una granja o escuela, en fin, el propietario del terreno es el responsable de la conservación y el mantenimiento”, por lo cual el obelisco parece destinado a desaparecer, tanto en lo físico como en el imaginario de los güireños.

No obstante, pese al desapadrinamiento de la construcción, Echazabal Díaz anunció,“para combatir la hierba y el olvido”, que se realizará el engalanamiento del monumento y actividades para el próximo 4 de enero, cuando se cumple el aniversario 120 (2016) del paso de la Invasión a Occidente por el municipio.

Pie de fotos: 1-En este lugar se efectuó la entrevista entre Gómez y Maceo para definir el destino de la Invasión a su paso por el territorio güireño; 2-El obelisco subsiste en un caos total, agudizado por la pérdida de sus cercas perimetrales.

Ficha técnica:

Tipo de título: Genérico.
Tipo de lead: Especial de Contraste.
Tipo de nota: Interpretativa-Explicativa-Retrospectiva.

Tema: El aniversario 60 de la colocación del Obelisco a las tropas mambisas en el municipio de Güira de Melena, su desconocimiento y deplorable estado constructivo.

Situación problémica: Desconocimiento del Obelisco a las tropas mambisas en el municipio de Güira de Melena y el pésimo estado constructivo y estético en el cual se halla.

Objetivos colaterales: Demostrar cómo influyó en nuestra historia local y nacional, a pesar de encontrarse en una zona rural. Dotar de sentido de pertenencia al municipio de Güira de Melena por este obelisco y que se realice alguna acción que permita su reconstrucción.

Estrategia de fuentes:

Documentales:

Inventario Nacional de Construcciones y Sitios Históricos de Güira de Melena, 1987.

Datos del Museo Municipal.

Directas:

Rigoberto Castañeda Díaz, historiador municipal. Especializada y oficial. Juicio de valor.

Enrique Santiesteban, profesor de Historia en la Secundaria Básica. Implicada. Juicio  de valor.

Laura Castillo y Alejandro Pérez, estudiantes de noveno grado. No implicadas. Juicio de valor.

Nilma Ravelo Acosta, directora del Museo Municipal. Especializada y oficial. Juicio analítico.

José Luis Perdomo García, vecino del barrio Pedro Díaz. Testigo. Juicio de valor y analítico.

Yenise Valdés González, miembro del buró municipal de Partido Comunista de Cuba. Implicada y oficial. Juicio analítico.

Ramón Echazabal Díaz, director municipal de la Oficina de Monumentos y Asuntos Históricos. Especializada, implicada y oficial. Juicio de valor y analítico.

Soportes:

Hecho: Desconocimiento y pésimo estado constructivo y estético del Obelisco a las tropas mambisas en el municipio de Güira de Melena.

Contexto: La celebración del aniversario 60 del emplazamiento del Obelisco las tropas mambisas.

Antecedentes: El lugar que ocupa fue un importante escenario de lucha y lo que allí sucedió, logró contribuir al desarrollo exitoso de la Invasión a Occidente en 1895 al mando de Máximo Gómez y Antonio Maceo.

Situaciones colaterales que pudieran influir: La escasa divulgación de temas relacionados con la historia local, además del lugar donde se encuentra ubicado el obelisco.

Tipos de juicios: De valor y analíticos.

UNA DEUDA REPARABLE CON MENDIVE

UNA DEUDA REPARABLE CON MENDIVE

En los próximos aniversarios, 195 del nacimiento y 130 de la muerte del tutor espiritual de José Martí, es necesario indagar sobre su vida intelectual fuera de los muros del Colegio San Pablo.

MARÍA CARLA O'CONNOR BARRIOS,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

“Y ¿cómo quiere que en algunas líneas diga todo lo bueno y nuevo que pudiera yo decir de aquel enamorado de la belleza, que la quería en las letras como en las cosas de la vida, y no escribió jamás sino sobre verdades de su corazón o sobre penas de la patria?”. No existen palabras más dotadas de ternura y afecto sobre Rafael María de Mendive que las de José Martí, el eminente alumno que entregó la vida a la justa causa de alcanzar la independencia.

Tal desprendimiento solo pudo ser gracias a la mano fértil de aquel profesor del Colegio San Pablo, que supo sembrar la semilla de la independencia en el alma del joven Pepe y de quien en 2015 se cumplen los aniversarios 195 del nacimiento y 130 de muerte.

Es por eso, quizás, que a Mendive se le reconozca más por su magisterio e influencia en el pensamiento de una generación de jóvenes, en la que descollara Martí, mientras poco se abunda en otras facetas de su vida intelectual.

El renovador del buen gusto

La periodista Josefina Ortega, en su artículo Rafael María de Mendive: un poeta, publicado en la revista cultural La Jiribilla, precisa que la trayectoria en la literatura del maestro espiritual del Apóstol, comenzó cuando estudiaba en el Real Colegio de San Carlos y luego en la Facultad de Leyes de la Universidad de La Habana.

De esa época, datan los primeros sonetos que publicó en la prensa del interior del país, por ejemplo, en El Correo de Trinidad. Historiadores y críticos literarios suponen que  quiso escapar de la rigurosa mirada de los conocedores de la capital; pero también, El Faro Industrial, publicación habanera, reprodujo algunos de estos poemas, con reseña favorable del  destacado profesor universitario y bibliógrafo, Antonio Bachiller y Morales.

“Incluso, el propio Mendive reconoció en una ocasión que gracias al estímulo de Bachiller y Morales perseveró en el cultivo de la poesía”, afirma el periodista Oscar Ferrer, Premio en Biografía y Memorias de la Editorial de Ciencias Sociales en 2004, quien estudia la figura del maestro espiritual de José Martí hace más de treinta años.

En 1847, el profesor del Colegio de San Pablo publicó su primer libro, Pasionarias, que le abrió las puertas al parnaso criollo de las letras. La poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda, figura cimera del Romanticismo literario cubano, opinó sobre él: “Es un cantor sumamente tierno, cuya alma noble y apasionada se transparenta siempre en sus versos”.

Autores como Max Henríquez Ureña consideran que su obra poética no alcanza la profundidad de los grandes románticos del siglo XIX en la Isla, y disímiles textos solo citan a José Jacinto Milanés, Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido), Domingo del Monte, Cirilo Villaverde y Gertrudis Gómez de Avellaneda, como los principales exponentes de dicha tendencia literaria.

Aimeé Almeida, profesora del Departamento de Estudios Lingüísticos y Literarios de la Facultad de Artes y Letras, en la Universidad de La Habana, explica que la lírica de Mendive fue reconocida internacionalmente por publicaciones de la época y lo calificaron como “el renovador del buen gusto, lo que explica que en 1851 sus versos fueran incluidos en la antología Poetas españoles y americanos del siglo XIX”.

El independentista cubano José Manuel Carbonell, discípulo del Héroe Nacional, lo define como “poeta de tono menor, su poesía, más propicia a la ternura del idilio que al estruendo de la tragedia y la epopeya (…) Modelo de equilibrio mental, y de buen gusto (…) Moderado siempre, a la derecha del romanticismo, jamás cayó en sensiblerías cursis, ni se adornó con trapos y floripondios cubiertos de lentejuelas”.

En torno a esto, el narrador, crítico y ensayista Cintio Vitier, deja constancia de que “gracias en buena parte a Mendive, los poetas cubanos dejaron descansar la trompa épica, para la que pocos tenían suficiente aire, y se acercaran con sencillas cítaras, como él, al arroyo”.

Mendive, periodista

La obra intelectual del maestro del Maestro se centró en una etapa donde el surgimiento de revistas de corta duración con tendencia enciclopédica y romántica, era una constante. Ejemplos de ello fueron Guirnalda Cubana, Revista Habanera, Álbum de lo Bueno y lo Bello, El Correo de la Tarde y el Diario de La Habana.

“Estos folletos recogen los intentos de la intelectualidad criolla de buscar en los elementos folklóricos y costumbristas su afirmación. Sin embargo, se manifiestan permeados por la influencia neoclásica europea que dificulta la expresión de un contenido propio”, explica la Premio Nacional de Historia, María del Carmen Barcia, investigadora del Centro Fernando Ortiz.

El profesor del Colegio San Pablo incursionó como periodista en muchas de las publicaciones anteriores, asimismo, dirigió y fundó las revistas Flores del Siglo (1945-1846) y Revista Habanera (1853-1857). Sus textos respondían a las tendencias del periodismo de opinión, típico de la época, en la que el estilo tendía a lo literario y la presencia del autor era total.

El eslabón entre Varela y Martí  

Enrique Román, periodista y profesor de la asignatura Historia de la Prensa en la Facultad de Comunicación, de la Universidad de La Habana, respecto a la influencia de la lírica y la prosa de Mendive en la obra del Apóstol expresó que “no existe ninguna conexión entre uno y otro, en cuanto a temas y estilos poéticos. Es más fácil de explicar si se ven como dos caminos distintos. No fue Mendive gran poeta; de hecho, sus cualidades intrínsecas palidecían cuando se empeñaba en ser poeta civil. Escritos como A Italia, en la muerte del Conde de Cavour y Benito Juárez, no tienen méritos sobresalientes.

“Martí, sin embargo, realiza un proceso inverso, ya que se inicia como escritor con Abdala, una llave maestra dentro de su obra y la literatura cubana del siglo XIX, y está demás hablar del resto de sus creaciones literarias”.

-¿Qué rol desempeñó entonces en la vida del joven Pepe?

“Rafael María de Mendive estudió en el Colegio San Carlos, donde el padre Félix Varela elaboró la doctrina emancipadora, que dio una nueva definición a la ética en Cuba. Mendive es un eslabón intermedio entre las ideas políticas y filosóficas de la Ilustración católica, y Martí”.

-Si Mendive predicaba las ideas independentistas, ¿por qué se dice que al final de sus días se unió al autonomismo?

“El autonomismo, a pesar de que no defendía la independencia, fue un movimiento reformista que realizó grandes críticas a la metrópoli y al sistema político de la Isla, por lo que tampoco se puede juzgar como una corriente conformista y lacaya a la corona. También, hay que tener en cuenta que durante la Tregua Fecunda, Mendive era un hombre de aproximadamente sesenta y tantos años, considerado bastante mayor en una época donde las personas morían a temprana edad. Sucedió en más de una ocasión que muchas figuras del independentismo se aliaron a esta corriente porque no tenían posibilidades de conexión con el movimiento separatista. Ese pudo ser el caso del maestro del Colegio San Pablo”.

¿Distanciamiento ideológico o solo físico?

Otro aspecto de la vida de Rafael María de Mendive poco tratado es la ausencia de contactos posteriores con José Martí. Se conoce la íntima relación profesor-alumno que sostuvieron, y cómo el adolescente junto a otros estudiantes del Colegio San Pablo, acompañaron siempre a la esposa del maestro a la prisión del Castillo del Príncipe donde fue encarcelado, tras los sucesos del teatro Villanueva, el 22 de enero de 1869, en que se escucharon vivas a Cuba y a Carlos Manuel de Céspedes, durante la representación de la obra El perro huevero.

Sin embargo, Pedro Pablo Rodríguez, investigador del Centro de Estudios Martianos y Premio Nacional de Historia, afirma que no hay constancia de una correspondencia epistolar entre el maestro y el aventajado alumno, años después, tras el destierro de Mendive en 1869, y del Apóstol, en 1871.

Agrega que si no quedaron evidencias de diálogo escrito en la extensa bibliografía martiana, recogida por diversos historiadores es porque no existe, a pesar del constante intercambio de cartas que mantuvo el Apóstol con figuras como Manuel Mercado, Juan Gualberto Gómez y la familia Mantilla, entre otras.

Salvador Arias, también investigador del Centro de Estudios Martianos, sugiere que la ausencia de contacto pudo deberse a la inclinación de Mendive hacia el autonomismo, tras la culminación de la Guerra de los Diez Años. Pero coincide que no debió ser la causa ya que el Hombre de Dos Ríos mantuvo amistad con figuras como Nicolás Azcárate, declarado seguidor de la corriente, a quien no convenció de abandonarla.

La única referencia conocida, escrita por José Martí sobre su maestro, es el artículo publicado en el diario El Porvenir, de Nueva York en 1891, en aniversario de la muerte del mentor, donde  aseveró: “De su vida de hombre yo no he de hablar, porque sabe poco de Cuba quien no sabe cómo peleó él por ella desde su juventud…”.

Queda claro que en el despertar del joven Pepe al mundo del pensamiento más avanzado de su época, Rafael María de Mendive ocupó un lugar cimero, lo cual bastó para ganarse un sitio especial en la historia de Cuba. Su obra intelectual merece también reconocimiento y mayor divulgación.

No por gusto, José Martí expresó: “Prefiero recordarlo, a solas, en los largos paseos del colgadizo, cuando, callada la casa, de la luz de la noche y el ruido de las hojas fabricaba su verso; o cuando, hablando de los que cayeron en el cadalso cubano, se alzaba airado del sillón, y le temblaba la barba”.

Pie de fotos: 1-Rafael María de Mendive es conocido como “el renovador del buen gusto”; también es considerado el eslabón intermedio entre la doctrina de la emancipación del padre Varela y el pensamiento revolucionario martiano; 2-Portada de la revista Flores del Siglo, dirigida por Rafael María de Mendive y José Gonzalo Roldán.

Ficha técnica:

Tipo de título: Llamativo.
Tipo entrada: De cita directa.
Tipo de cuerpo: Cuerpo en bloques.
Tipo de transiciones: Mediante subtítulos y conectores de párrafos.
Tipo de cierre: Cierre de caso.

Tema: La vida intelectual de Rafael María de Mendive fuera del ámbito del Colegio San Pablo.

Situación problémica: El desconocimiento de las facetas de periodista y poeta del maestro espiritual de José Martí.  

Objetivos colaterales: Dar a conocer otros aspectos de su vida como su posible relación con el Partido Autonomista y la ausencia de correspondencia epistolar con el aventajado alumno, así como su colaboración con distintos periódicos y revistas de la época.

Antecedentes: Investigaciones realizadas sobre la vida y obra de Mendive.

Contexto: La próxima celebración de los aniversarios 195 del natalicio y 130 de la muerte del profesor del Colegio San Pablo.

Estrategia de fuentes:

Documentales:

Semblanza, Rafael María de Mendive. Martí, José. Diario El Porvenir. Nueva York, 1891.

Artículo, Rafael María de Mendive, un poeta. Ortega, Josefina. www.lajiribilla.cu. Consultado: (04/04/2015).

Libro, Panorama Histórico de la Cultura Cubana. Henríquez Ureña, Max. Editorial Ciencias Sociales. La Habana.

Libro, Evolución de la Cultura Cubana. Tomo III, La Poesía Lírica en Cuba. Carbonell, José Manuel. Imprenta El Siglo, La Habana, 1928.

Reseña biográfica, Rafael María de Mendive, el maestro de José Martí. González Cabrera, Rommell. Radio Artemisa, 24/11/2008. www.radioartemisa.cu. Consultado: (04/04/2015).

Valoraciones de José Manuel Carbonell y Cintio Vitier sobre Mendive. Página web, www.cubaliteraria.cu. Consultado: (06/04/2015).

Artículo, Recuerdos de mi viaje a Italia. De Mendive, Rafael María. Revista Habanera (1853-1857). Biblioteca Nacional de Cuba.

Directas:

Oscar Ferrer, periodista y escritor, Premio Biografía y Memorias 2004, de la Editorial Ciencias Sociales. (Fuente especializada). (Tipo de Juicio: De valor).

Aimeé Almeida, profesora del Departamento de Estudios Lingüísticos y Literarios de la Facultad de Artes y Letras, Universidad de La Habana. (Fuente especializada). (Tipo de juicio: De valor).

María del Carmen Barcia, Premio Nacional de Historia, investigadora del Centro Fernando Ortiz y profesora de la Facultad de Historia, Universidad de La Habana. (Fuente especializada). (Tipo de juicio: Analítico).

Enrique Román, periodista y profesor de la asignatura Historia de la Prensa, en la Facultad de Comunicación, Universidad de La Habana. (Fuente especializada). (Tipos de juicios: De valor, analítico e hipotético).

Pedro Pablo Rodríguez, Premio Nacional de Historia e investigador en el Centro de Estudios Martianos. (Fuente especializada). (Tipo de juicio: Analítico y de valor).

Salvador Arias, investigador del Centro de Estudios Martianos, especialista de La Edad de Oro. (Fuente especializada). (Tipo de juicio: Hipotético).



MEMORIAS DEL ROCK CUBANO

MEMORIAS DEL ROCK CUBANO

El Patio de María, fundado por María Gattorno en 1987, representó durante 16 años el punto de encuentro de grupos de rock habaneros y un giro en la mirada a este tipo de música.

GABRIELA SABINA BRAVO,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de la Habana.

Los años 80 no fueron de esplendor para el rock cubano, sino tiempos en los que este género tuvo que enfrentar una difícil situación en su difusión, y en la propia aceptación a nivel cultural. Sin embargo, en una casa comunal del barrio La Timba, María Gattorno tuvo el coraje de abrir un Patio, donde cada sábado, metaleros, punks y simpatizantes de este tipo de música, iban a ofrecer conciertos a un público fundamentalmente joven.

“Todo comenzó con un par de locos que habían hecho un piquetico de rock, ensayaban en el parque Manila, por las noches, y siempre acababan en peleas con ladrillazos. Llegaron al Patio, dando tumbos a ver dónde podían practicar. Solo duraron un mes, pero dejaron la semillita. Luego llegó Ojo por Hoja, unos muchachos con un proyecto muy interesante, para hacer rock sinfónico. Yo era la jefa de actividades de la Casa Comunal de Cultura de Plaza, y me presionaron para que tocaran. No había condiciones para dar un concierto, me reuní con ellos y acordamos hacer un ensayo con público y así fue, no se puso en ninguna parte, no hubo carteles, no se comercializó, pero en la noche de aquella especie de espectáculo, la gente caminaba por las paredes. A partir de ese momento, nos fuimos preparando más, se buscaron mejores equipos y, aproximadamente un año después, se hizo el concierto de inauguración”, evoca hoy María.

-El 10 de diciembre de 1988 estaba previsto el primer concierto que daría el Patio de María, ¿por qué se suspendió?

El transporte no llegó a tiempo. Ese día iba a tocar Zeus y había que ir a buscar los equipos a la Finca de los Monos, que era donde ellos ensayaban, pero el camión se rompió en el camino. El público no entendía lo sucedido, estaba cansado de tantas mentiras, me insultaban, tiraban cosas. Les juré a todos los rockeros presentes que el sábado próximo sí iban a tener concierto, y les imploré para que asistieran. La semana siguiente sí hubo presentación.

El 17 de diciembre de 1988 se inauguró, pero se inauguró con sangre, no calculé el medio en que aquello estaba pasando, en La Timba. Fue un choque de trenes, también había mucha tensión entre los rockeros, se habían atrincherado en las distintas tendencias. Juan Carlos (vocalista de Combat Noise) terminó con 34 puntos en la espalda. Hubo un momento en que vi a un muchacho que siempre estaba allí, le decían “Pan con leche”, fui a separarlo de una bronca y me agarré de su chaqueta de cuero, yo era muy delgada, él se la quitó sin darse cuenta, y terminé en el piso. La mesa que teníamos para trabajar, solo le quedó una pata, la utilizaron como arma.

-¿Cómo fue el trabajo para convertir la Casa Comunal de Cultura en un escenario para conciertos de rock?

En los comienzos, El Patio no tenía tarima, era solo un escalón. El público que se encontrara después de la tercera fila casi ni podía ver el concierto, la potencia del sonido era de 400 wat para un bafle, y había un micrófono, pero muy pequeño. Después, gracias a una madrugada entera de trabajo, estrenamos la plataforma, en la que pusimos mesas, cajas y maderas conseguidas en el taller de carpintería de enfrente.

-¿Por qué Patio de María si su nombre real era Casa Comunal de Cultura?

La controversia que hay por el nombre es, si fue Luis Enrique Coll (ícono y promotor de la música rock en Cuba), o Dagoberto Pedraja (guitarrista de los grupos Gens y Kent). Sin embargo, yo recuerdo que fue El Lucho (Luis Enrique), pero quizás estoy siendo injusta. Alguien propuso como nombre, El Patio, yo me negué, no era un apodo rockero, y ahí surge la voz que dijo: “¡El Patio de María!“, también me negué, pero de una manera muy rara, todos le empezaron a llamar así y se quedó, para mi orgullo y felicidad. 

-Tuvo la mala fama de lugar para drogadictos y rockeros violentos. ¿Cuánto hay de verdad o de mito en ello?

Eso es todo un clásico. Los rockeros son un segmento de la población, igual que cualquier otro, donde están los que se drogan y los que en su vida han llevado un cigarro a sus labios, pero como promedio general, tienen un nivel intelectual muy superior a la media. Yo me sentaba en el piso a conversar con unos que para entenderles había que traducir “del castellano a la baba”, y te estaban hablando de Hermann Hesse. Muchos de ellos defendieron sus tesis universitarias en El Patio. Los mismos policías, decían que cuando tenían que comunicarse con los rockeros, se encontraban con personas que sí sabían hablar.

-La oficialidad en aquellos años no estuvo de acuerdo con el movimiento de rock, ni con El Patio. ¿Qué obstáculos tuvo que enfrentar?

Tuve que enfrentarme con todas las jerarquías. A mí me llamaba hasta la policía especializada. Recuerdo que un lunes, a las 9:30 de la mañana, cuando llegué al Patio, me estaban esperando en mi oficina dos agentes de la seguridad de la Plaza, me trataron con mucho respeto, habían ido a documentarse sobre el Patio de María. Me dieron en la vena del gusto, pues pude explicarles exactamente lo que eran los rockeros, jóvenes que tenían una larga historia de atropellos y abusos por incomprensión de su música, de su vestimenta y de sus comportamientos en los escenarios. 

-En el año 1991 se llevó a cabo el proyecto Rock contra Sida. ¿Qué saldos dejó este encuentro?

Este proyecto fue muy hermoso, y gracias a él se resolvieron cosas fundamentales en El Patio como el bebedero, el refrigerador, las planchas del techo, un sonido de dos kilos de potencia. En todas las actividades se repartían condones a la entrada, era como el ticket inverso, para entrar yo te doy un condón, había plegables con prevención contra el Sida. Este trabajo fue patrocinado por una ONG de Barcelona. Después el trabajo se amplió contra las drogas.

Los rockeros se vincularon tremendamente, logramos buen vínculo con el Sanatorio de Santiago de las Vegas, que era donde estaban los rockeros 0 positivos o enfermos de Sida, les daban pases para ir a los conciertos y conversaban sobre su experiencia con los demás. Después llevábamos grupos al Sanatorio para ofrecer conciertos. 

Hubo organizaciones cubanas que apoyaron el proyecto de Rock contra Sida, como el Centro Nacional de Educación Sexual y el Centro Nacional de Educación para la Salud.

-En octubre del 2003 se cerró el Patio de María. ¿Por qué?

Por una controvertida decisión del gobierno.

-El Maxim se inauguró en el 2007 para ofrecer conciertos de rock. ¿Cree que El Maxim es una continuación del Patio?

Uno nunca puede negar el desarrollo. No se puede ver al Maxim como al Patio, en El Patio no había comercialización.

La vida es muy sabia, nos cortaron de raíz, y lo que vino después fue la obligatoriedad de reconocer al movimiento y darle un profesionalismo que no le habían dado hasta ese momento.

-Hoy es conocida como la madre de todos los rockeros de Cuba. ¿Qué significa esta identificación para usted?

Esta frase es muy bonita, pero es muy grande, y yo solo me conformo con ser una amiga, una muy buena amiga.

Pie de fotos: 1-María Gattorno fue la principal promotora y organizadora del rock en La Habana, la persona que hizo posible la existencia de un Patio para jóvenes rockeros; 2-El Patio de María ofreció sistemáticamente cada sábado, durante 16 años, conciertos de rock.

Ficha técnica:

Objetivo central: Reconstruir la historia del Patio de María en los años 1980-1990 y el movimiento del rock en La Habana.

Objetivos colaterales: Conocer aspectos sobre la construcción del lugar, las dificultades enfrentadas y las causas del cierre.

Tipo de entrevista: Retrospectiva.
Por los participantes: Individual.
Por su estructura: Clásica de preguntas y respuestas.
Por su contenido: Testimonio.
Por el canal que se obtuvo: Cara a cara.

Tipo de título: Genérico.
Tipo de entrada: Evocativa o retrospectiva.
Tipo de cuerpo: Clásico de preguntas y respuestas.
Tipo de preguntas declaradas: 1-El 10 de diciembre de 1988 estaba previsto el primer concierto que daría el Patio de María, ¿por qué se suspendió? De exploración; 2-¿Cómo fue el trabajo para convertir la Casa Comunal de Cultura en un escenario para conciertos de rock?  De exploración; 3-¿Por qué Patio de María si su nombre real era Casa Comunal de Cultura? De exploración; 4-Tuvo la mala fama de lugar para drogadictos y rockeros violentos. ¿Cuánto hay de verdad o de mito en ello? De opinión, polémica; 5-La oficialidad en aquellos años no estuvo de acuerdo con el movimiento de rock, ni con El Patio. ¿Qué obstáculos tuvo que enfrentar? De exploración; 6-En el año 1991 se llevó a cabo el proyecto Rock contra Sida. ¿Qué saldos dejó este encuentro? De exploración; 7-En octubre del 2003 se cerró el Patio de María. ¿Por qué? De exploración- Polémica; 8-El Maxim se inauguró en el 2007 para ofrecer conciertos de rock. ¿Cree que El Maxim es una continuación del Patio? De opinión; 9-Hoy es conocida como la madre de todos los rockeros de Cuba. ¿Qué significa esta identificación para usted? De opinión.
Tipo de conclusión: De opinión del entrevistado. 
Tipo de fuentes: Directa y Documental.

 

 

 

HABLANDO DE WALKER EVANS

HABLANDO DE WALKER EVANS

Acerca de la estancia en Cuba del famoso autor, habla Jeff L. Rosenheim, curador del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. 

ANDY JOSÉ RIVERA GÓMEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de la Habana.

Walker Evans fue uno de los fotógrafos más influyentes del siglo XX. Su labor comenzó a despuntar en el período de la depresión norteamericana entre 1935 y 1936, donde logró capturar imágenes por las que sería recordado como pionero en edición y apropiación fotográfica.

Fue contratado por el gobierno estadounidense para fotografiar la ayuda que este prestaba para el mejoramiento económico del pueblo norteamericano durante el período de “La gran depresión”, pero Evans dejó a un lado la propaganda política y sintió la necesidad de capturar la imagen no mostrada del país y sus pobladores.

“El artista estadounidense Walker Evans llegó a La Habana en los últimos días de la sangrienta presidencia de Gerardo Machado. Era mediado del mes de mayo de 1933 y Evans no podía entonces saber que, muy pronto, sus fotografías se convertirían en un testimonio indispensable de la vida en una gran ciudad colonial al borde de una revolución”, explica Jeff L. Rosenheim, curador y dueño del estate del autor en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York*.

-¿Por qué llega  este fotógrafo norteamericano a La Habana?

“Cumpliendo una misión encomendada por Lippincott, un editor de Filadelfia, Evans disponía solamente de unas cuantas semanas para producir un juego completo de fotografías para El Crimen de Cuba, crítica incendiaria sobre el régimen brutal de Machado y el abierto apoyo que el gobierno de los Estados Unidos extendió a su corrupta administración.”

Para realizar este trabajo, Evans contaba con “una cámara de estudio, de madera, que requería de un trípode pesado, grandes placas fotográficas y largas exposiciones”.

“Capturó vistas minuciosas compuestas de la impresionante arquitectura colonial de la ciudad (edificaciones, fachadas y patios), estudios detallados de los decadentes anuncios pintados y retratos formales de una amplia gama de ciudadanos de La Habana, incluidos estibadores de carbón, editores de periódicos, artistas, prostitutas, manifestantes estudiantiles, vagabundos y desempleados.”

“Para poder cumplir con su objetivo y sentirse en libertad para tomar fotografías, Evans tenía que evitar el escrutinio de los policías vigilantes, de los muchos informantes que tenía Machado y de sus esbirros contratados.”

-¿Quiénes lo ayudaron durante su estancia en Cuba?

“Todo parece indicar que los aliados más importantes que tuvo Evans fueron dos periodistas, José Antonio Fernández de Castro y su hermano, Jorge Fernández de Castro. En aquella época, José Antonio era profesor de historia en la Universidad de La Habana, defensor de la literatura de vanguardia, Jefe de Redacción del Suplemento Dominical y de la revista semanal Orbe, ambas publicadas por el periódico Diario de la Marina. Por ser miembro activo del movimiento de la oposición, frecuentemente había sido encarcelado por Machado y tenía, al igual que su hermano, historias de la vida real para compartir con su colega de Nueva York.”

-¿Cómo reacciona el artista al llegar a La Habana?

“El mismo día de su llegada a Cuba, Evans comenzó a escribir un diario que ofrece una medida excelente, aunque en ocasiones paranoica, del temperamento emocional del artista cuando inició su trabajo con la cámara en La Habana. Siendo un consumado estilista literario, Evans se apropia del fraseo de la novela detectivesca para describir sus primeras impresiones de la ciudad y de su primera reunión con José Antonio Fernández de Castro.”

-¿Cómo consiguió el acceso a  imágenes que comprometían tanto a la dictadura de Machado?

“Al parecer, los hermanos Fernández de Castro y sus asociados habían ofrecido a Evans y sus cámaras una vía relativamente segura a través de las calles generalmente peligrosas de la ciudad y, lo que resultaba igualmente importante, un acceso especial a las imágenes de archivo del periódico que el fotógrafo explotó en busca de pruebas más explícitas sobre la crueldad de Machado.”

“Con su cámara de estudio, Evans sacó copias del negativo de fotografías que mostraban dramáticas escenas de crimen, ocultas en los archivos secretos del Diario de la Marina. Estos negativos muestran a policías abalanzándose sobre peatones, consignas revolucionarias y muertes violentas que Evans jamás hubiera podido fotografiar incluso si, de día o de noche, se hubiera encontrado en persona ante tales escenas.

“Sin embargo, cuidadosamente orientado por sus escenas, pudo documentar sin ningún percance la tiranía de Machado de una forma más profunda. Y así, trabajando con plena conciencia de las consecuencias, grabó de contrabando las tres imágenes más incendiarias entre las 31 reproducciones en El Crimen de Cuba.”

-¿Qué opina de las fotografías tomadas por Evans? 

“Resucitó la vida perdida de esas personas y, en un simple gesto, les insufló una nueva existencia a los cadáveres desechos y a la ardua causa revolucionaria. La prestidigitación conceptual y artística es prácticamente imperceptible. Evans se refiere a estas fotografías en particular como «Documentos del Terror».”

-Entre mayo y junio de 2007 estuvo expuesta en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, una obra en homenaje a Walker Evans, ¿qué opinión le merece tal recreación?

“Más de setenta años después, un equipo de jóvenes artistas descubrió en las fotografías de Walker Evans sobre la ciudad algo del aplastante poder (y de la impotencia) que él encontró en las imágenes de la morgue archivadas en el periódico. Han convertido las imágenes tomadas en 1933, en provocadoras «Pinturas Anónimas» de nuestros tiempos.”

*Las citas textuales y todo el contenido de esta entrevista imaginaria, fueron tomadas del artículo “Plata y Oro”, del curador Jeff L. Rosenheim, y aparece en el libro “ORBIS. Homenaje a Walker Evans”, de José Toirac & Meira Marrero, publicado por Ediciones Portón Caribe, S.A., 2007.

Pie de fotos: 1-El norteamericano Walker Evans, reconocido como el padre de la fotografía documental; 2-Jeff L. Rosenheim, curador y dueño del estate de Walker Evans en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.

Ficha técnica:

Objetivo central: Investigar sobre la estancia del Walker Evans en La Habana.

Objetivos colaterales: Indagar sobre las reacciones del fotógrafo ante la situación en que estaba inmerso el país y acercar al lector a la obra del padre de la fotografía documental.

Tipo de entrevista:
Por los participantes: Imaginaria. 
Por su estructura: Clásica. De preguntas y respuestas.
Por su contenido: Retrospectiva.
Por el canal que se obtuvo: Lectura del libro ORBIS. Homenaje a Walker Evans, deJosé Toirac &Meira Marrero.

Tipo de título: Genérico.
Tipo de entrada: De presentación.
Tipo de cuerpo: Clásico. De preguntas y respuestas.
Tipo de preguntas declaradas: 1-¿Por qué llega  este fotógrafo norteamericano a La Habana? Informativa; 2-¿Quiénes lo ayudaron durante su estancia en Cuba? Directa; 3-¿Cómo reacciona el artista al llegar a La Habana? Abierta; 4-¿Cómo consiguió el acceso a  imágenes que comprometían tanto a la dictadura de Machado? Directa; 5-¿Qué opina de las fotografías tomadas por Evans? De opinión; 6-Entre mayo y junio de 2007 estuvo expuesta en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, una obra en homenaje a Walker Evans, ¿qué opinión le merece tal recreación? De opinión.
Tipo de conclusión: De opinión del entrevistado.
Tipo de fuentes: Documental: José Toirac & Meira Marrero. ORBIS. Homenaje a Walker Evans. Ediciones Pontón Caribe, S.A., 2007.