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Isla al Sur

Universidad Cooperativa de Colombia-Sede Bogotá

“EL MADRUGÓN” EN CRISIS

“EL MADRUGÓN” EN CRISIS

Un sector que lucha contra la informalidad, pequeños emprendedores que encuentran una manera de ofrecer su mercancía, un lugar donde se maneja parte del capital en la ciudad de Bogotá.

JULIANA SANTOS,
estudiante de cuarto semestre de Comunicación Social,
Universidad Cooperativa de Colombia, Sede Bogotá.

“Los colombianos, compran colombiano”, este es el lema que ha utilizado el gremio de confeccionistas emprendedores del “El Madrugón”, en el sector de San Victorino, en el centro de la ciudad de Bogotá, que reúne 3.000 puestos informales e indirectos, los miércoles y sábados desde las 3:00 a.m, hasta las 10:00 a.m y que se han visto afectados por los últimos tratados de libre comercio firmados por el gobierno internacionalmente.

Desde hace mas de 20 años, “El Madrugón” viene operando como un modelo de negocio y economía para pequeños productores, que desde las 11 de la noche los días anteriores a la venta empiezan a invadir las calles con bultos, cajas, mercancía de todo tipo y para todos los gustos, llamando al cliente para que se acerque a ver sus productos, mostrando así una nueva cara del comercio y el capitalismo en la capital de las oportunidades como se le llama a la urbe.

Desde sus inicios, esta forma de negocio genera empleo para más de 60.000 personas y trae ganancias para el país de 15.000.000 de dólares, es de un impacto positivo para la encomia del país, todo al menudeo, solo trueque de objetos por dinero, formas de pago como las tarjetas debito, crédito o cheques no tiene valor en este lugar.

La mercancía que allí se ofrece es hecha por colombianos, manufactura ciento por ciento colombiana, vendida en su casi totalidad al por mayor, lo que permite la economía en el producto, es el mercado popular que más clientes atrae en el país, los sitios donde los vendedores ambulantes se apoyan durante la venta semanal son parqueaderos, lugares públicos; un puesto en arriendo en este sector cuesta aproximadamente 15.000.000 de pesos y son espacios que varían de 1.20 m a 1.50 m, sin comodidad alguna.

Los tratados de libre comercio que derroca las barreras alancearlas, permitiendo de esta manera comercializar productos de exportación a precios aún mas bajos que los que  pueden brindar los vendedores en “El Madrugón”, pues viene de países donde es mucho más fácil adquirir la materia prima y el precio es mucho más módico, por esto la ropa que viene de países como China, Japón y América del Norte son muy baratas en comparación con las confeccionadas dentro del país.

Sin embargo, se tiene estimado que en algunos años se creara un nuevo centro mayorista, que se ubicara en el sector de San Victorino. La idea es tener un lugar para la renovación como punto importante de referencia de la moda para toda América Latina, que incluirá en sus puestos centros de salud, habitaciones, que permitirá que sus empleados cuenten con algunas comodidades y puedan obtener las prestaciones y garantías según la ley, pasando de un empleo informal a uno formal, de uno indirecto a uno directo y contribuyendo a una forma de empleo adecuada y digna para los colombianos.

ESCLAVOS DEL LIKE

ESCLAVOS DEL LIKE

ANYELLY JOHANNA PINZÓN ACOSTA,
estudiante de cuarto semestre de Comunicación Social,
Universidad Cooperativa de Colombia, Sede Bogotá.

Facebook  es  la red social más usada al contener variedad de  servicios de entretenimiento que ofrecen al usuario un espacio incondicional y eficaz, sin embargo, posee una gran capacidad para alterar las emociones, pensamientos y actitudes, específicamente en los  jóvenes que asumen  una posición “extremista” frente a la realidad en la que se ven sumergidos, es decir, publicar estados o fotos se ha vuelto una tarea que hay que cumplir para estar a la moda.

Entre los múltiples servicios que ofrece Facebook hay que destacar uno en especial: los grupos o páginas donde los usuarios se unen con intereses comunes como son la música, ideologías políticas, modas, etc. Independientemente del tema que se propague en la red social con fines específicos, algunos de estos grupos están siendo partícipes de una intolerancia frente la diversidad de la cultura, puesto que, en realidad hay ciertas actitudes muy discriminatorias por parte de los usuarios ya que éstos están utilizando Facebook para imponer la suya.

Con las nuevas innovaciones que implementa esta red social, ha traído consigo un nuevo servicio de entretenimiento: los giffs animados. Las imágenes ahora cobran vida en los perfiles de Facebook y causa gran conmoción a los usuarios, cuyo propósito es empezar  a apropiarse de sus conductas y sus pensamientos.

Cabe destacar que la nueva tendencia es compartir en el perfil giffs pornográficos, al parecer es fácil para accederlo y los jóvenes disfrutan de ello. Se ha caído en una red de sensacionalismo e insolencia  puesto que está eliminando las pocas posturas culturales que posee  la sociedad.

Indudablemente, en el mundo contemporáneo cada vez se vuelve invisible lo que es esencial para los ojos. En este momento quizá las personas no han entendido aún que hay una gran diferencia entre “tener sexo” y hacer el amor. Facebook nos acerca a “tener sexo”, al punto de cohibir la vida sexual con responsabilidad, como consecuencia de asumir decisiones apresuradas en el momento inequívoco.

Los contenidos o servicios consiguen llegar a un solo fin: entretener a los usuarios de diferentes formas no moderadas. El problema de las nuevas tendencias tecnológicas están al servicio del entretenimiento, todas las personas tienen derecho en su vida a tener un poco de espacio para salir de la rutina, pero en realidad prevalece que las sociedades se formen a partir de  una conciencia crítica para fomentar cambios en nuestro país.

Facebook no contribuye a constituir la  participación entre los jóvenes a un sistema crítico-constructivo, ésta simplemente ofrece un mundo superficial en el ciberespacio para cegar su realidad y reprimir la posibilidad de estar informado sobre las problemáticas del país. ¿Cómo es posible que se le dé más importancia a la publicación de fotos en Facebook, que la situación que atraviesa Colombia con la poca calidad que asienta la salud y la educación?

Somos esclavos del like, estamos sumergidos en una burbuja porque ni siquiera nos atrevemos a cuestionar nuestra realidad. Creería que el mejor perfil ya lo tenemos, solo que se está concibiendo el falso discurso de usar máscaras para llevar a cabo una vida social más fresca y completa. Soy libre de publicar lo que mi conciencia me dicta en hojas de papel, puedo conversar con amigos sin necesidad de una pantalla, e incluso puedo sentir su corazón latir cuando los abrazo.

 

UNA MUJER PARA ADMIRAR

UNA MUJER PARA ADMIRAR

Rosa Helena Gómez, una inspiración para las personas que conocen su vida.

Texto y foto:
MARCELA VÁSQUEZ CORTÉS,
estudiante de quinto semestre de Comunicación Social,
Universidad Cooperativa de Colombia, Sede Bogotá.

En este momento tiene 73 años, pero al observarla no revela su edad. Es una persona sabia, no por sus estudios, pues tan solo terminó la primaria, sino porque la vida ha sido su universidad. ¿Quién más que ella para dar un consejo o un regaño?, sus palabras llegan al corazón no precisamente por su léxico sino por la forma en que las dice: con amor de abuela, madre y amiga. Frases como “hay, mija, el diablo sabe más por viejo que por diablo” son las que la traen a mi mente.

Su vida no fue nada fácil. Ella es campesina de una vereda llamada  Hato Grande, cercana a Suesca, Cundinamarca. Con 15 años de edad abandonó el campo para poder sobrevivir con  su primera hija, en la capital y triunfó a su manera, con mucho esfuerzo. En el transcurso de ese tiempo tuvo sus otros tres hijos: el mayor, Gustavo, luego llegó Diana y después Alex, a quienes sacó adelante sin necesidad del apoyo del padre. Mi abuela es un ejemplo claro de las tantas madres cabeza de familia a quienes se les tiene que admirar.

Doña Rosa Helena Gómez es mi abuelita, casi mamá. Fue la persona que me crió y de quien aprendo valores y es mi inspiración para seguir luchando día a día. Siempre me pregunto que si ella pudo, por qué no yo, que tengo la vida más fácil. Mi abuela está para  alentarme y también para sus hijos y allegados siempre hay palabras de aliento. ES como si cada cada de esta mujer estuviera llena de sabiduría.

Y algo curioso: no estudió gastronomía, pero me atrevo a decir que tiene el mejor sazón que he probado en la vida. Para doña Rosa es una ofensa que se le deje la comida en el plato servida, y cuando alguien se encuentra enfermo y no come, ella dice: “Mijo, enfermo que come no muere”. Son frases tradicionales de las abuelas colombianas, pero aún así solo me recuerdan a esta magnífica mujer que es mi abuela.

Rosita, como muchos la llaman, todavía anda “dando lata”, según ella, pero no se imagina qué sería de todos nosotros, sus hijos y nietos, sin ella. No es psicóloga, pero arregla los problemas en un momento. No es abogada, pero nos defiende a capa y espada. No es publicista, pero le vende un hueco. No es profesora, pero tiene un carisma para enseñar los golpes de la vida sin que duelan tanto. No es profesional, pero es la mujer con más sabiduría que conozco, con más agallas y fuerza para sacar una familia adelante. 

CORFERIAS OFRECE OPTUNIDAD A PEQUEÑOS EMPRESARIOS

CORFERIAS OFRECE OPTUNIDAD A PEQUEÑOS EMPRESARIOS

INGRID ROJAS,
estudiante de cuarto semestre de Comunicación Social,
Universidad Cooperativa de Colombia, Sede Bogotá.

Diferentes ferias, exposiciones, eventos y convenciones se realizan en Corferias, un sitio especial en Bogotá para dar a conocer los talentos de la comunidad.

Esta sociedad, de carácter privado, ubicada en la Carrera 37 No.    24–67, impulsa el desarrollo industrial, social y cultural. Representa intereses a nivel empresarial, promoviendo participación por parte de diversos sectores.

La gerente de expoartesanías, Aida Furmanskic, manifestó que se tienen en cuenta requisitos previos, exactamente elegir a través de un proceso a los mejores, para así traer a los de mayor talento a la feria. Una de las mayores exposiciones es la de artesanías ya que se reúnen creadores de todo el mundo, quienes son portadores de sus culturas.

Corferias se cuenta como el primer socio latinoamericano de la Unión de Ferias Internacionales (UFI) y miembro fundador de la Asociación de Ferias de América Latina (AFIDA), además es afiliado a la International Association of Exhibitions and Events (IAEM).

Esta organización cuenta con 50 exposiciones anuales, las más importantes: la Feria del Libro, Fria del Hogar, la de Jóvenes empresarios, Agroexpo y Tecnotelevisión. Cada una cuenta con duración de15 días para que las personas puedan asistir y se divide en diferentes pabellones identificados para la correcta ubicación de los visitantes.

Paula Sepúlveda Osorio, trabaja en Corferias y fue participe de la Feria del Hogar: “Las personas de cualquier nivel social van a comprar para sus casas materiales a bajos costos y de buena calidad”. Estas convenciones que se realizan son muy útiles, ya que dan oportunidad a toda la comunidad de conseguir lo que necesitan.

Sepúlveda agregó que es “la oportunidad que tiene cada persona de mostrar lo que mejor hace”, pues eñ espacio también da cabida a quienes aún no han podido crear una empresa y desean ser reconocidos en el mercado.

Los medios masivos de comunicación deciden dar publicidad a este evento, ya que es el único que se presta en Bogotá para fomentar la cultura y la educación. Los diferentes países invitados muestran gratitud al despedirse, ya que ellos también tienen la oportunidad de promover su cultura.

Pie de foto: Principal representación de Corferias.

EL SUICIDIO

EL SUICIDIO

YURANY ANGÉLICA PASOS NIÑO,
estudiante de cuarto semestre de Comunicación Social,
Universidad Cooperativa de Colombia, Sede Bogotá.

Con el tiempo he logrado entender que el suicidio es parte de la humanidad y ahondar en las causas que pueden llevar a él, pero también tengo una idea rara respecto a este: es una decisión que pasa por tu mente al momento de tener algún problema circunstancial y hay una clara certeza que es la muerte.

Todos sabemos que hemos de morir, mas no sabemos cuándo; sin embargo, el suicida decide su momento o por el contrario, reacciona y considera que es una estupidez fatal.

Nos pasamos la vida tomando decisiones, simples y concisas como la manera diaria de vestirnos. Qué pasa cuando tenemos la opción de decidir terminar con nuestra vida. O ¿quién más podría tomar esta decisión por nosotros? Es difícil comprender que tan importante disposición de acabar con el destino de uno mismo, aunque suene absurdo, la vida es algo que no se repite, es otorgada y solo habrá una, no hay  más oportunidades de volverla a vivir, es incoherente que la persona que tome esta salida inconcreta, no piense antes valorar lo que ha vivido para derrumbar el dilema de pensar en suicidarse.

Es difícil de asimilar que nosotros tengamos el coraje de destruir de esa forma nuestra vida. Esta será la manera alternativa e irracional de solucionar problemas que según nosotros mismos no hay solución alguna; simplemente, la salida más fácil es el suicidio que sin importar cuántas veces pensemos en razonar que no es lo mejor, seguirá transcurriendo de forma inútil en la mente de personas que no enfocan y remedian sus dificultades de forma racional, sino acaban con su vida sin importar lo que sus allegados sufran después de una tragedia de tal magnitud.

El suicidio tiene como soporte el pensamiento del ser humano y el subconsciente maneja los pasos de la persona, quien opta por no ver ninguna solución a sus problemas; la parte psicológica y analítica de las cosas puede llegar a establecer momentos de locura, de depresión, donde no se avanza ni se busca ayuda, y aparece como salida quitarse la vida.

El cerebro la ciencia ha establecido que controla todo el cuerpo, es por eso que como tal la persona se moviliza sobre la base de sus emociones y puede llegar a hacerse daño. La forma inmediata es ignorar lo malo que hay en el ser humano valorando la vida, sus costes, costumbres y creencias.

Muchas personas hacen cosas sin tener en cuenta que con sus actitudes perjudican a otros, fundamentalmente desde los sentimientos y el amor. No hay manera de entender por qué lo hacen… ¡Oh, por Dios! eso no es querer su propia vida. Y la vida hay que defenderla a toda costa.

 

PONIENDO CARA POR LA VIDA: HAY UN TIEMPO PARA TODO

PONIENDO CARA POR LA VIDA: HAY UN TIEMPO PARA TODO

ANGIE CATHERINE RUIZ LUQUE,
estudiante de cuarto semestre de Comunicación Social,
Universidad Cooperativa de Colombia, Sede Bogotá.

La Asociación Pequeños Gigantes de Colombia anuncia su próximo congreso en Ibagué del 9 al 11 de noviembre (2013), en el cual se realizarán olimpiadas deportivas para gente chica y con diferentes discapacidades.

El dueño, fundador y director de la Asociación, Carlos Dueña, junto con la ayuda de todo su equipo de trabajo y sus diferentes ayudantes, entre los que se encuentran una tesorera, abogados, congresistas y los miembros como tal de la fundación, se preparan para su quinto gran evento, cita que convocan cada año.

La fundación cuenta con miembros con diferentes discapacidades físicas, y con personas pequeñas provenientes de diversos lugares del mundo; entre ellos se encuentran grupos de España, Estados Unidos, Colombia, Argentina y Brasil. Como tal la fundación no cuenta con un sitio fijo de reunión para sus actividades; debido a esto sus convocatorias se realizan en la gobernación, colegios de la ciudad y en parques.

“La fundación me parece muy buena, nos brindan una ayuda por medio de charlas que se realizan en el primer día del congreso, en las cuales nos hablan de las posibilidades que tenemos para desenvolvernos en la sociedad, los beneficios, las dificultades que presenta comúnmente nuestro desarrollo en la comunidad, y que aunque para muchas personas somos diferentes, somos seres humanos iguales a cualquier otro; los congresos son muy agradables porque por ellos se ejecutan las integraciones y se puede compartir y tener un momento de esparcimiento con las personas de la Asociación”, comenta Álvaro Novoa, miembro de la institución.

En el congreso que se tiene programado para el mes de noviembre del presente año, se tendrá una programación en el cual se encuentran las correspondientes charlas que se hacen anualmente con diferentes exponentes, la actividad de integración del grupo, incluye una fiesta, baile y diversión, y se concluirá el congreso con la reunión en un parque de la ciudad para realizar la despedida.

“Estamos a la espera del congreso, esperando con ansias sea una actividad de gran satisfacción para todo nuestro”, manifestó Carlos Dueña.

MITO Y REALIDAD EN COOPERATIVA

MITO Y REALIDAD EN COOPERATIVA

MARÍA FERNANDA ZORRILLA,
estudiante de quinto semestre de Comunicación Social,
Universidad Cooperativa de Colombia, Sede Bogotá.

Una de las universidades privadas más grandes de Colombia, la Universidad Cooperativa de Colombia que cuenta con 19 sedes en todo el país, muestra en su infraestructura elegancia, clase. Pero en Bogotá, en su sede principal, corren varias historias de extraños ruidos y apariciones.

La leyenda dice que la Universidad Cooperativa, sede principal, se encuentra sobre un antiguo cementerio, se rumora que allí, se enterraban a las personas pudientes de épocas pasadas. Debido a su ubicación en Teusaquillo desde 1958, este barrio es patrimonio cultural.

Otrora este barrio se caracterizó por tener casas que no superaban los dos pisos, en cuyo diseño se apeló a todo el repertorio estilístico con influencias neocoloniales, francesas e inglesas.

Para 1935 era considerado el mejor barrio de la ciudad por sus amplios espacios verdes, como el famoso parque O'Higgins, conocido también como Teusaquillo y ubicado en la calle 34 con carrera 17.
Estudiando mapas y fotos de la época, no se encontró ningún cementerio en el lugar donde hoy se conoce la Universidad Cooperativa.

Andrés Méndez, decano de la Facultad de Comunicación Social, cuenta que ha oído varias historias en torno al cementerio, pero él se ve un poco escéptico con relación a este tema. También reitera que según datos históricos, en tiempos pasados, en el lugar donde hoy queda la sede principal de la Cooperativa, se ubicaban una serie de casas.

Pero esto no es lo que creen algunos estudiantes, muchos relatan cómo los han asustado varias veces. Julián Moreno, alumno de Ingeniería Industrial, dice que un día vio varias sombras en el último piso del bloque 1 y sintió algunos ruidos extraños.

Lo mismo manifiesta Karen Noguera, estudiante de Comunicación Social, quien el día de la fiesta universitaria entró al bloque principal y en el primer piso sintió una presencia detrás de ella y como si le hubiesen hablado. Quedó perpleja.

Esta leyenda no se ha podido comprobar, pero Wilson Urrego, uno de los celadores que se encuentra en las horas de la noche, manifiesta que “no sabemos si el rumor sea cierto, pero nosotros hacemos ronda solo hasta la media noche, pues en ciertos lugares del primer piso se oyen ruidos extraños, realmente aterradores”.

Por el contrario, Sara Rodríguez, celadora en la mañana, relata que nunca ha escuchado ruidos raros, que en la noche es un lugar tranquilo, pero que de igual forma le da un poco de temor hacer la ronda, luego de ciertas horas en la noche.

BOGOTÁ MI UTOPÍA

BOGOTÁ MI UTOPÍA

ANGIE VELANDIA,
estudiante de quinto semestre de Comunicación Social,
Universidad Cooperativa de Colombia, Sede Bogotá.

Al hablar de Bogotá como visitante radicada en tierra ajena, no puedo hacer más que dar una pequeña luz de lo que la rutina me permite observar. En breves y enredadas palabras explicar ese intangible que a mis ojos hace de Bogotá más allá de una ciudad, de un lugar determinado, de la capital del país: una ciudad rica en historias, en hibridación cultural, en sentido aunque pobre en identidad ciudadana.

Al recordar Bogotá, a mi mente no solo vienen imágenes del Bronx, la calle de los hijos olvidados del consumo, ni las imágenes producidas por agencias turísticas de los lugares históricos que bien pueden tener un valor significativo inmenso, pero no son para mí la caracterización de Bogotá. A mi mente vienen todas aquellas personas que habitan la ciudad y que aún enajenados y sin sentido de pertenencia alguna, forman parte de lo que es ella, crean su espacio sobre el espacio, le dan a Bogotá un aire de cajón de mesa de noche, en donde en medio del caos y el desorden, si se cuenta con el tiempo y la perspectiva adecuada se puede encontrar el cúmulo de diversidad, de cosas  pequeñas, pero que significan.

Esta ciudad agoniza culturalmente, es cierto. Es un tejido de varios conocimientos, costumbres, criterios, es el lugar de paso de sus habitantes y de visitantes, pero para un comunicador social, aunque errada es una utopía, es el lugar soñado, ¿Por qué? ¿Que sería de un médico si no tiene pacientes que atender? O ¿un zapatero sin zapatos que arreglar?, ¿un astrónomo sin estrellas que observar? En fin, me extendí.

Es la agrupación de ese intangible tan soñado para mí como comunicadora, ya que aquí en estas calles ahuecadas y no tan cuidadas de esta fría, distante y ruidosa ciudad,  encuentro que desde mi profesión tengo mucho que hacer, y en cada calle, cada esquina cada ocasión encuentro un sinnúmero de elementos que me sirven para mi formación.

Bogotá es una utopía en un universo paralelo, tal vez no posea unos códigos de comportamiento asertivos como se desea de las ciudades utópicas, pero más allá de la rutina, de los rostros desconfiados, de los pasos ligeros, el afán y la gastritis, hay un universo de significaciones  atravesando cada espacio de Bogotá, cada persona significa una historia que a la vez recopila más historias, que poseen experiencias positivas o negativas.

De cualquier forma enriquecen el conocimiento; es esa combinación de experiencias de culturas la que aporta el alma moribunda de la ciudad, tal vez todos lleguen aquí ya sea en busca a un sueño, a la fuerza, en busca de oportunidades, o porque no había donde más; tal vez tengan sueños diferentes, comprar un carro, casa, estudiar, ropa de marca, o simplemente sobrevivir y comer. De pronto, nadie sienta que posee algo en común con la ciudad que bien o mal le presta abrigo. Tal vez nadie sueñe con fortalecerla o crear unas normas de convivencia e integración que vayan más allá de mirar a otro lado.

Quizás pocos quieran la ciudad. Tal vez Bogotá se convirtió en la mujer vieja y fea que todos desprecian; pero al compartir un espacio y combinar una serie de experiencias de sueños y culturas, nos identificamos con el sueño capitalino, que cada quien lo lleva según su perspectiva y sus ideales.
En esa cansada y extenuante rutina, esa enajenación, en ese conjunto de mundos individuales en el que estamos constantemente sumergidos, creamos y fortalecemos el alma de Bogotá, así esta sea la niña malcriada y revoltosa que algún día tendremos que hacer madurar.