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Isla al Sur

¿QUÉ ES LO PRIMERO?

¿QUÉ ES LO PRIMERO?

MERCEDES ALONSO,
desde República Dominicana,
cortesía para Isla al Sur.

La pregunta sigue siendo: en salud ¿qué es lo primero? Y la reflexión viene al caso, luego de escucharle estas frases al secretario de Estado de Salud Pública en la República Dominicana, Bautista Rojas Gómez, durante su comparecencia en un programa matutino de la televisión nacional.

Se refería el funcionario a las distintas situaciones que se confrontan con las plantas físicas de los hospitales y otras cuestiones que afectan el desempeño de los hombres y mujeres de la batas blancas y, por encima de todo, las consecuencias que paga la mayoría de la población dominicana ante un servicio médico que, aunque el secretario repite que: “El dolor de este pueblo tiene que ser un dolor de todos”, sabemos cómo se intensifica donde más se agudizan las dolencias, en esa mayoría sin recursos a todo lo largo y ancho de la geografía nacional.

Los meses que corren son harto peligrosos para el país: lluvias intensas que, en ocasiones, paralizan a provincias y territorios enteros. Enfermedades como el dengue y la malaria, entre otras, encuentran caldo de cultivo para su proliferación en estos tiempos.

Las políticas públicas de salud siguen siendo ineficientes y la interrogante ya no es ¿hasta cuándo?, sino ¿por cuánto tiempo tendrá esta sociedad la suerte de sobrevivir a epidemias enteras y a tantos riesgos, sin la prevención requerida?

Si como plantea el secretario de Salud Pública, en cada zona rural, aún en la más lejana, las vacunas antetitetánicas, por ejemplo, se conservan en perfecto estado de refrigeración, ¿por qué mueren personas por el tétanos?

¿Cuántas posibilidades habrán de salir ilesos en esas comunidades donde las inundaciones de estos días han coadyuvado a la reproducción del mosquito Aedes Aegypti, causante del temido dengue, que cada año cobra nuevas víctimas entre las familias dominicanas?

Encima, el A1H1 parece no haber concluido su período de multiplicación por el mundo y en el país, aunque nadie ha sido infectado, el temor prevalece; porque, en lo que se acaben de poner de acuerdo las autoridades y el Colegio Médico Dominicano, la prestación de dichos servicios, que siempre han sido insuficientes, ahora lo son mucho más.

Como si los tiempos estuvieran para divergencias e intensificación de ineficiencias, sobre todo en la salud, y en estos días de crisis...

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