TODO DEPENDE DE LA CREATIVIDAD DEL INDIVIDUO
Profesor de varias generaciones de fotógrafos cubanos, para Félix Arencibia la práctica fue el criterio de la verdad. Su foto más querida era un retrato de Celia Sánchez Manduley. Acaba de fallecer, vaya para él este pequeño homenaje, quizás la última entrevista que diera.
JOSÉ CARLOS ARMÁN CATÁ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación de la
Universidad de La Habana.
Foto: LIBORIO NOVAL
Nunca imaginé que una persona diera respuestas tan breves y contundentes, que mezclara de forma casi perfecta la teoría y la práctica a lo largo de su carrera fotográfica. Félix Arencibia es uno de esos que considera a la fotografía como el "arte de pintar con luz".
Aunque su rostro señala el decursar del tiempo y la experiencia acumulada, su memoria permanece fresca. Antes de 1959: albañil, textilero; luego, con la Revolución, el florecimiento de un sueño que hasta entonces era inalcanzable, realizarse como creador y maestro en la fotografía.
Arencibia o "profe", como todos le dicen, es de esos que no tiran fotos al azar, sino que tallan incansablemente su piedra en bruto hasta convertirla en una obra de arte, llenando de contrastes y luces objetos inanimados, rostros inadvertidos a la vista de quienes miran con superficialidad.
Lo inexplicable con palabras, la cara azul de las cosas grises, la belleza de cuanto nos rodea, la coherencia de todo lo incoherente es atrapado por el lente de un fotógrafo que va transitando por la vida expectante de todo lo real maravilloso. Así nos llega en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, donde labora desde hace varios años.
¿Qué representa para usted la fotografía?
La fotografía es más de la mitad de mi vida. Es arte, profesión y oficio. Lo principal en un fotógrafo es amarla y reflejar en ella su verdad.
¿Es la fotografía creación artística o arte sustentado en una técnica para satisfacer una función estética?
Todo depende de la creatividad del individuo.
¿Su labor creativa ha recibido influencias?
Creo que sí, nunca dejamos de recibir influencias.
La práctica es el criterio de la verdad, ¿comparte usted esto? ¿Cómo establece la relación teoría-práctica?
La teoría, aunque necesaria, puede ser gris, pero el árbol de la práctica es eternamente verde. La mayoría de los fotógrafos cubanos aprendieron en la práctica.
Entonces, ¿qué rol desempeña la teoría?
La teoría la considero necesaria, pero no indispensable, para mí el mayor valor lo tiene la práctica. Usted puede dominar el principio de funcionamiento de una cámara analógica, los ángulos de toma y conocer la luz, en teoría, y sin embargo, no saber hacer una buena fotografía.
De los fotógrafos cubanos, ¿a quién prefiere?
Yo siempre he preferido la obra de dos grandes maestros cubanos, Osvaldo Salas y Rogelio Moré.
¿Por qué?
En la obra de ambos hay una gran plasticidad, intencionalidad, simbolismo. Sus instantáneas nos transmiten mensajes claros y precisos; además, desde el punto de vista técnico son fotos formidables.
¿Cuál ha sido para usted la mejor foto de todos los tiempos?
Sería muy difícil escoger una entre tantas. Es lo que yo llamo fotos tatuajes, aquellas que quedan grabadas en el recuerdo de las personas. En el momento que haces la pregunta me vienen a la mente infinidad de imágenes.
¿Vale una foto por mil palabras?
Sí. Te podría poner el ejemplo de cuando la agresión militar a Playa Girón, la mayoría de la gente recuerda la foto del Comandante lanzándose del tanque. El sentir de un pueblo decidido a defender su Revolución a cualquier precio fue representado magistralmente en esa imagen.
¿Qué opina sobre la fotografía periodística actual?
Tiene muy pocas posibilidades, el bloqueo ha afectado enormemente el desarrollo de los fotógrafos cubanos, el espacio es muy reducido en periódicos y revistas.
¿Sólo un problema de espacio?
Fundamentalmente, a eso súmale la falta de recursos para trabajar. En nuestro país hay excelentes fotógrafos, gente talentosa, que por falta de materiales no han podido desarrollarse a plenitud. A muchos los han invitado a participar en concursos internacionales y, por el bloqueo, le han negado la visa. Eso no puede dejar de tenerse en cuenta.
De sus fotos ¿cuál es la más querida?
La fotografía que hice a Celia Sánchez Manduley, la flor más autóctona de la Revolución, en el año 1974, cuando se efectuó el Tercer Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas.
¿Cuáles han sido los grandes momentos del fotorreportaje cubano?
Los primeros años de la Revolución con el suplemento especial Lunes de Revolución, que reunía a los más grandes fotógrafos de la llamada Fotografía Épica Cubana: Ernesto Fernández, Alberto Korda, Raúl Corrales, Mario Ferrer y otros.
¿Cómo valora la calidad de la nueva generación de fotógrafos?
Buena, con más cultura y posibilidades. Toda generación futura es mejor que la que le antecedió.
¿Qué determina que una fotografía sea buena?
La creatividad del fotógrafo, el amor que este siente por su profesión. El tiempo.
¿Cuál es su línea temática preferida?
El retrato
¿Qué representa para usted la tríada Fidel-Cuba-Revolución?
Todas las posibilidades de lograr hacer un mundo mejor. Fidel-Cuba-Revolución fue una luz que llenó de caminos y oportunidades a nuestro país a partir del 1ero. de enero de 1959.
Proyectos...
Seguir estudiando y enseñando, nunca he pensado retirarme, mientras me queden fuerzas seguiré dando lo mejor de mi. Todo aquel que enseña aprende dos veces.
A 38 años de haber impartido su primer curso (Camagüey, 1968), ¿qué se siente al ser maestro de maestros y preceptor de múltiples generaciones?
Una gran felicidad y orgullo, mi obra no solamente es mi trabajo, sino el de mis alumnos, esa semilla que he sembrado y cultivado durante toda la vida y la he visto crecer. Cuando ellos ganan un premio sé que en él está implícito mi esfuerzo y me siento muy complacido.
¿Contribuyó la revista Fonotécnica en la formación de Félix Arencibia?
Sí, durante más de 15 años me nutrí de gente de gran experiencia que me ayudaron mucho.
En su carrera, ¿cuáles han sido los momentos más importantes?
Los que he estado con Fidel, y el trabajo en Angola como fotógrafo de la revista Verde Olivo en misión internacionalista.
¿Qué vínculo debe existir entre la redacción periodística y los fotógrafos?
Trabajo en equipo
¿Es la fotografía un arte?
La fotografía es una forma de hacer arte e historia. Los fotógrafos son una especie de historiadores de la humanidad.
¿Qué opina usted acerca de la dicotomía que muchos expertos han denominado fotografía artística y fotografía aplicada?
Yo no creo en esa división. El fotógrafo que realiza fotografías aplicadas en un momento determinado puede hacer fotografía artística o lograr las dos en una instantánea.
¿Es el fotógrafo un creador?
Sí, ya que para lograr el efecto final éste tiene que seleccionar el ángulo de toma, la iluminación, el encuadre, es ahí lo importante y nunca me cansaré de decirlo: el fotógrafo no tira fotos, el fotógrafo hace fotografías.
¿Cómo quisiera que recordaran a Félix Arencibia?
Primero como amigo y después como maestro.
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