EL PERIODISMO DE JOSÉ MARTÍ: COMPROMETIDO Y SINCERO
Amo el periódico como misión y lo repelo como disturbio. (José Martí)
DAINERYS MACHADO VENTO,
estudiante de cuarto año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
“Si a José Martí le hubieran pedido que llenara uno de esos innumerables y larguísimos formularios que todos tenemos que llenar a cada rato, y tuviera que especificar su profesión, hubiera puesto, indudablemente, periodista. Porque ésa fue, en definitiva, su más constante profesión, su labor más profesional, el trabajo de pan ganar. Y fue también el instrumento eficaz de su lucha revolucionaria y de formación ideológica. Martí, desde que comienza a darse a conocer, es como periodista.”
Las palabras iniciales, durante una conferencia de prensa dictada por el ensayista y político José Antonio Portuondo, en 1973, resumen la esencia de Martí periodista. A esa faceta del Héroe, la que acaso más nos acerca a él desde las aulas de nuestra pequeña Facultad de Comunicación, va dedicado este trabajo.
En el libro El Periodismo en José Martí, Camila Henríquez Hureña presenta una especie de ensayo sobre la obra del Apóstol. En esas páginas plantea: “La vida y la labor de Martí están desde el inicio comprometidas y necesitan ser comunicadas. Ésta es una de las razones que explican que, dentro de las circunstancias reinantes en la época, la obra en prosa de Martí hecha para publicarse impresa –es decir, dejando aparte los discursos y las cartas privadas- sea, casi en su totalidad periodismo”. Y continúa:
“Su obra literaria pura es breve. Exceptuando la mayor parte de sus poemas y algunas obras de prosa de la juventud, Martí no escribió nada que no estuviera destinado a impulsar la liberación de Cuba, o no respondiera a la necesidad de mantener la vida, al honrado esfuerzo por ganarse el pan, como decía él mismo recordando acaso al Cid Campeador...”.
Desde los 16 años Martí encuentra lo que podríamos llamar su vocación de periodista, o lo que muchos han coincidido en nombrar como la forma más factible que halló el revolucionario para divulgar sus ideas.
A tan temprana edad publica su primer periódico, aprovechando la efímera libertad de prensa de la colonia española que era su Patria, y los pocos recursos que le brindaba la época. Titulado El Diablo Cojuelo, apareció en La Habana el 14 de Octubre de 1869. En sus páginas trata con tono satírico la situación del país, recurso casi exclusivo a aquellas líneas, con seguridad, por su juventud.
El día 23 del mismo mes aparece La Patria Libre. Este “pequeño semanario cosmopolita” -así rezaba en la cabeza de la primera página- fue creado por el maestro Rafael María de Mendive, y aunque Martí no colaboró con ningún trabajo periodístico, en la publicación apareció su poema Abdala. Ambos periódicos aparecieron solamente un día.
Por la juventud con la que Martí se inclina hacia el periodismo, el periodista Mario García del Cueto plantea en el año 1973: “Si temprana es la inquietud política que lo mueve a desafiar al dominio español, combatido ya en la manigua con la irrupción armada de Céspedes, igualmente temprana es su vocación periodística, ligada a aquella otra. Ambas, puede asegurarse, le brotan casi simultáneamente, como ideas mellizas que se disponen a librar, acompañándolo a lo largo de su fecunda existencia una gran epopeya redentora.”
La prensa no es aprobación bondadosa o ira insultante. Es proposición. Estudio. Examen y consejo. (José Martí)
Martí colaboró durante toda su vida con veinte publicaciones del continente. Su obra llegó al periódico manuscrito de los estudiantes cubanos, El Siboney. Cuando es deportado a España por primera vez se publica en Madrid, en 1871, el folleto El presidio político en Cuba. Publican sus trabajos La Soberanía Nacional, de Cádiz; el semanario La Discusión; El Jurado Federal; La Cuestión Cubana, de Sevilla; la Revista Universal, de México; El Progreso, de Regla y Guanabacoa; la revista The Hour, de Nueva York. Colabora con The Sun, de Nueva York; funda en Caracas, en 1881, la Revista Venezolana. Publica La Edad de Oro en 1889, en Nueva York, mientras se desempeña como corresponsal del diario caraqueño La Opinión Nacional y del argentino La Nación.
Sus boletines los firmaba generalmente con el seudónimo Orestes, y su trabajo publicado en el habanero El Progreso fue rubricado por él con la letra X.
De todos los oficios prefiero el de la imprenta, porque es el que más ha ayudado a la dignidad del hombre. (José Martí, Apuntes)
“Pero el periodismo de Martí remata y culmina con el periódico del Partido Revolucionario Cubano, Patria, que ve la luz en 1882. Éste va a ser, de veras, el periódico de Martí, es decir, el periódico donde se va a verter, donde se va a mostrar todo lo que Martí entiende sobre lo que debe ser la prensa ideológica del movimiento libertador. Al hacer Patria, reafirma su posición de que el periódico debe ser fundamentalmente formador...” (Portuondo, ídem)
José Martí busca crear en Patria el periódico donde el hombre que lucha se vea reflejado, donde se depure la ideología del hombre nuevo. Como casi siempre, se adelanta a su época al plantear desde el primer número:
“...Decir todo lo que nos conviene –y no dejar de decir nada que a alguien pueda convenir. Que todos encuentren en el diario lo que pueden necesitar y saber. Y decirlo con un lenguaje especial para cada especie: -escribiendo en todos los géneros, (...), desdeñando lo inútil y vistiendo siempre lo útil elegantemente. Que un periódico sea literario no depende de que se vierta en él toda la literatura, sino que se escriba literalmente todo...”
Martí alude así la concreción del trabajo periodístico, su síntesis, para lograr que sea comprendido y analizado en plazos cortos y sin mayores esfuerzos. El objetivo: que la dificultad de la lectura no alejara personas, necesarias todas, para impulsar la Guerra Necesaria.
Un palacio está ahí, donde nadie lo ve; un periódico es el palacio en viaje a donde todo el mundo lo vea. Un periódico sin generosidad, es un azote. Un periódico generoso es una columna. (José Martí)
En la presentación de las Obras Completas de José Martí, Critica y Periodismo (V), publicadas en 1961 por el Patronato del Libro Popular, se lee: “Gran parte de su trabajo fue periodístico. Gran parte de la actividad periodística de José Martí estuvo dedicada a ejercer una función crítica”.
Abiertos los ojos a todas las manifestaciones humanas, no podía ser indiferente a Martí el arte de su tiempo amén de la literatura...
“Martí como crítico es indulgente pero justo. Si comprende que es de humanos errar, no por ello deja de señalar para que se le supere, la falta y se revuelve airado contra el trasgresor, y lleno de pasión si lo encuentra mal intencionado. Como en toda su producción, Martí, dueño de conceptos y de temas de sentido universal, trata en sus crónicas de múltiples cuestiones...
“Es que Martí no sujeto a escuelas, libre, apresaba en su obra no tan sólo creaciones aisladas, sino alientos de vida.”
El volumen recoge, entre otros trabajos, Guatemala: La tierra del Quetzal; las criticas al libro Versos de Pedro Castera, a la obra poética del mexicano Heriberto Rodríguez y al drama Hasta el cielo, de José Peón Contreras. Incluye trabajos periodísticos de distintas épocas, publicados, por consiguiente, en diversos periódicos y en cada palabra refleja esa intención de criticar para mejorar, no para destruir.
Ejemplo entre los ejemplos, con una indiscutible actualidad en cuanto a estilo, forma y contenido, todo joven periodista que se acerca a la labor de Martí sabe que entre esas líneas está el camino hacia un mejor periodismo: comprometido y sincero, sencillo, pero profundo.
DAINERYS MACHADO VENTO,
estudiante de cuarto año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
“Si a José Martí le hubieran pedido que llenara uno de esos innumerables y larguísimos formularios que todos tenemos que llenar a cada rato, y tuviera que especificar su profesión, hubiera puesto, indudablemente, periodista. Porque ésa fue, en definitiva, su más constante profesión, su labor más profesional, el trabajo de pan ganar. Y fue también el instrumento eficaz de su lucha revolucionaria y de formación ideológica. Martí, desde que comienza a darse a conocer, es como periodista.”
Las palabras iniciales, durante una conferencia de prensa dictada por el ensayista y político José Antonio Portuondo, en 1973, resumen la esencia de Martí periodista. A esa faceta del Héroe, la que acaso más nos acerca a él desde las aulas de nuestra pequeña Facultad de Comunicación, va dedicado este trabajo.
En el libro El Periodismo en José Martí, Camila Henríquez Hureña presenta una especie de ensayo sobre la obra del Apóstol. En esas páginas plantea: “La vida y la labor de Martí están desde el inicio comprometidas y necesitan ser comunicadas. Ésta es una de las razones que explican que, dentro de las circunstancias reinantes en la época, la obra en prosa de Martí hecha para publicarse impresa –es decir, dejando aparte los discursos y las cartas privadas- sea, casi en su totalidad periodismo”. Y continúa:
“Su obra literaria pura es breve. Exceptuando la mayor parte de sus poemas y algunas obras de prosa de la juventud, Martí no escribió nada que no estuviera destinado a impulsar la liberación de Cuba, o no respondiera a la necesidad de mantener la vida, al honrado esfuerzo por ganarse el pan, como decía él mismo recordando acaso al Cid Campeador...”.
Desde los 16 años Martí encuentra lo que podríamos llamar su vocación de periodista, o lo que muchos han coincidido en nombrar como la forma más factible que halló el revolucionario para divulgar sus ideas.
A tan temprana edad publica su primer periódico, aprovechando la efímera libertad de prensa de la colonia española que era su Patria, y los pocos recursos que le brindaba la época. Titulado El Diablo Cojuelo, apareció en La Habana el 14 de Octubre de 1869. En sus páginas trata con tono satírico la situación del país, recurso casi exclusivo a aquellas líneas, con seguridad, por su juventud.
El día 23 del mismo mes aparece La Patria Libre. Este “pequeño semanario cosmopolita” -así rezaba en la cabeza de la primera página- fue creado por el maestro Rafael María de Mendive, y aunque Martí no colaboró con ningún trabajo periodístico, en la publicación apareció su poema Abdala. Ambos periódicos aparecieron solamente un día.
Por la juventud con la que Martí se inclina hacia el periodismo, el periodista Mario García del Cueto plantea en el año 1973: “Si temprana es la inquietud política que lo mueve a desafiar al dominio español, combatido ya en la manigua con la irrupción armada de Céspedes, igualmente temprana es su vocación periodística, ligada a aquella otra. Ambas, puede asegurarse, le brotan casi simultáneamente, como ideas mellizas que se disponen a librar, acompañándolo a lo largo de su fecunda existencia una gran epopeya redentora.”
La prensa no es aprobación bondadosa o ira insultante. Es proposición. Estudio. Examen y consejo. (José Martí)
Martí colaboró durante toda su vida con veinte publicaciones del continente. Su obra llegó al periódico manuscrito de los estudiantes cubanos, El Siboney. Cuando es deportado a España por primera vez se publica en Madrid, en 1871, el folleto El presidio político en Cuba. Publican sus trabajos La Soberanía Nacional, de Cádiz; el semanario La Discusión; El Jurado Federal; La Cuestión Cubana, de Sevilla; la Revista Universal, de México; El Progreso, de Regla y Guanabacoa; la revista The Hour, de Nueva York. Colabora con The Sun, de Nueva York; funda en Caracas, en 1881, la Revista Venezolana. Publica La Edad de Oro en 1889, en Nueva York, mientras se desempeña como corresponsal del diario caraqueño La Opinión Nacional y del argentino La Nación.
Sus boletines los firmaba generalmente con el seudónimo Orestes, y su trabajo publicado en el habanero El Progreso fue rubricado por él con la letra X.
De todos los oficios prefiero el de la imprenta, porque es el que más ha ayudado a la dignidad del hombre. (José Martí, Apuntes)
“Pero el periodismo de Martí remata y culmina con el periódico del Partido Revolucionario Cubano, Patria, que ve la luz en 1882. Éste va a ser, de veras, el periódico de Martí, es decir, el periódico donde se va a verter, donde se va a mostrar todo lo que Martí entiende sobre lo que debe ser la prensa ideológica del movimiento libertador. Al hacer Patria, reafirma su posición de que el periódico debe ser fundamentalmente formador...” (Portuondo, ídem)
José Martí busca crear en Patria el periódico donde el hombre que lucha se vea reflejado, donde se depure la ideología del hombre nuevo. Como casi siempre, se adelanta a su época al plantear desde el primer número:
“...Decir todo lo que nos conviene –y no dejar de decir nada que a alguien pueda convenir. Que todos encuentren en el diario lo que pueden necesitar y saber. Y decirlo con un lenguaje especial para cada especie: -escribiendo en todos los géneros, (...), desdeñando lo inútil y vistiendo siempre lo útil elegantemente. Que un periódico sea literario no depende de que se vierta en él toda la literatura, sino que se escriba literalmente todo...”
Martí alude así la concreción del trabajo periodístico, su síntesis, para lograr que sea comprendido y analizado en plazos cortos y sin mayores esfuerzos. El objetivo: que la dificultad de la lectura no alejara personas, necesarias todas, para impulsar la Guerra Necesaria.
Un palacio está ahí, donde nadie lo ve; un periódico es el palacio en viaje a donde todo el mundo lo vea. Un periódico sin generosidad, es un azote. Un periódico generoso es una columna. (José Martí)
En la presentación de las Obras Completas de José Martí, Critica y Periodismo (V), publicadas en 1961 por el Patronato del Libro Popular, se lee: “Gran parte de su trabajo fue periodístico. Gran parte de la actividad periodística de José Martí estuvo dedicada a ejercer una función crítica”.
Abiertos los ojos a todas las manifestaciones humanas, no podía ser indiferente a Martí el arte de su tiempo amén de la literatura...
“Martí como crítico es indulgente pero justo. Si comprende que es de humanos errar, no por ello deja de señalar para que se le supere, la falta y se revuelve airado contra el trasgresor, y lleno de pasión si lo encuentra mal intencionado. Como en toda su producción, Martí, dueño de conceptos y de temas de sentido universal, trata en sus crónicas de múltiples cuestiones...
“Es que Martí no sujeto a escuelas, libre, apresaba en su obra no tan sólo creaciones aisladas, sino alientos de vida.”
El volumen recoge, entre otros trabajos, Guatemala: La tierra del Quetzal; las criticas al libro Versos de Pedro Castera, a la obra poética del mexicano Heriberto Rodríguez y al drama Hasta el cielo, de José Peón Contreras. Incluye trabajos periodísticos de distintas épocas, publicados, por consiguiente, en diversos periódicos y en cada palabra refleja esa intención de criticar para mejorar, no para destruir.
Ejemplo entre los ejemplos, con una indiscutible actualidad en cuanto a estilo, forma y contenido, todo joven periodista que se acerca a la labor de Martí sabe que entre esas líneas está el camino hacia un mejor periodismo: comprometido y sincero, sencillo, pero profundo.
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