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Isla al Sur

LA ¿DULCE? VIDA

LA ¿DULCE? VIDA

En nuestro país se registran de 1 a 1,5 diabéticos por cada 1 000 habitantes.

LAURA PRADA ARIAS,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana

La Diabetes Mellitus (DM) es la octava causa de muerte en Cuba. Por esta enfermedad han fallecido 14 227 personas por cada 100 mil habitantes desde el año 2000 hasta la fecha, según el Anuario Estadístico de Cuba. Ello significa que en ese lapso murieron al menos más de millón y medio de cubanos. Tal auge ha sido motivado por factores que van desde los hábitos alimentarios y de vida, hasta factores genéticos presentes en nuestra población.

Esta realidad condujo a que el país se trazara un programa para controlar la evolución de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes diabéticos. El plan, llevado a cabo con disciplina, constancia y prescripción adecuada, reporta satisfactorios resultados, si se considera el entorno de dificultades económicas y de bloqueo que Cuba ha debido sortear en el último decenio.

Su principal propósito es disminuir los efectos de la diabetes sobre la población; en específico, incidir sobre la morbilidad, la mortalidad prematura, la frecuencia y severidad de las complicaciones agudas y crónicas, e influir en las condiciones en que desenvuelven su vida y erradicar los problemas las personas diabéticas, según sustentan documentos del Ministerio de Salud Pública publicados en el 2000, año en que realizó la última pesquisa.

Para enfrentar la tarea, las autoridades del sector y la comunidad científica, así como otros actores sociales y políticos han debido elevar el conocimiento del problema DM en Cuba, su magnitud, y desarrollar metodologías educativas apropiadas para las personas con diabetes, sus familiares, la población y los promotores de salud, así como apoyar investigaciones destinadas a la prevención y control del padecimiento.
Maldita dulzura

La enfermedad es una alteración metabólica, ocasionada por múltiples causas. Se caracteriza por la hiperglicemia crónica –más azúcar en sangre- acompañada de trastornos en la asimilación de los carbohidratos, grasas y proteínas, producidos por un funcionamiento deficiente del páncreas al secretar insulina.

“Se presenta con síntomas como sed, secreción y excreción de gran cantidad de orina, pérdida de peso o visión borrosa, que puede evolucionar a cetoacidosis (déficit grave de insulina en pacientes diabéticos insulinodependientes no diagnosticados), estupor, coma y muerte, si no se trata efectivamente. Sin embargo, la hiperglicemia puede evolucionar por años, originando complicaciones tardías antes que el diagnóstico de DM sea hecho”, explicó la doctora Rosa Albis Leonard, endocrinóloga del hospital capitalino Hermanos Freyre de Andrade.

Con solo dos años de nacida, Laurent Guevara comenzó a sufrir desmayos: “Nos asustamos mucho y enseguida fuimos al médico. Después de realizarle varios análisis y glucemias provocadas, le diagnosticaron pre-diabetes, es decir, intolerancia a los azucares y carbohidratos”, cuenta Norma Santana, la madre.

La paciente asistía cada seis meses al especialista en Endocrinología, con el propósito de controlar su desarrollo y prevenir cualquier problema de tiroides. Parte del tratamiento consistía en visitar las consultas de psiquiatría, para ayudarla a conocer y controlar la enfermedad.

“Ahora tengo 20 años, pero atravesar la niñez sin poder comer dulces o retozar como otros niños fue muy difícil, por lo que resultó importante el vínculo constante con los médicos. Con el tiempo, comencé a conocer mi organismo y así puedo evitar las crisis”, comenta hoy Laurent.

Estudios a escala mundial demuestran que la diabetes es una enfermedad hereditaria. Por ello, es común ver en una misma familia varios casos.

“Cuando mi segunda hija mostró los mismos síntomas, fue diferente, pues enseguida supimos de qué se trataba. Además, otros familiares presentan la enfermedad”, agregó Norma.

La mortalidad por Diabetes Mellitus varía de acuerdo con la prevalencia de la enfermedad, la calidad de la atención médica y las características étnicas. Según el Atlas Mundial de la Diabetes (2007), el Medio Oriente tiene la mayor (17, 3 por ciento), seguido por Europa (14, 4), Norteamérica (14, 2), América Latina y el Caribe (13, 8), Asia (12, 5), el Pacífico (11, 9) y África (11, 8).

Proliferación de un problema

En el año 2000, la cifra mundial de personas con diabetes era de 165 millones. Se pronostican 239 millones para el 2010 y 300 millones para el 2025. El aumento de diabéticos se debe a la mala nutrición, al estrés y a los hábitos de vida sedentaria a los que se somete la sociedad. Todas esas causas ocasionan trastornos metabólicos en el organismo y tipifican modos de vivir propios de sociedades desarrolladas.

“La enfermedad se convierte en un problema de salud cuando trae consigo un deterioro de otras partes del cuerpo como los ojos, el corazón o la aparición de lesiones en las extremidades inferiores –que resultan los órganos más vulnerables-; además de algunas complicaciones reproductivas tanto en mujeres como en los hombres”, comenta Rolando Fernández, especialista en Medicina Interna del hospital Hermanos Ameijeiras.

Y agregó: “Uno de los trastornos más comunes es el llamado “pie diabético”, cuya evolución negativa conduce casi siempre a la amputación del miembro por infección o gangrena.

Cristobalina Herrera, padece de diabetes hace 27 años. En 1993 fue necesario amputarle un pie por causa de un pequeño golpe con una silla, pues se le infectó. Desde entonces es insulino-dependiente. “Cada tres meses voy al endocrino y me revisan la vista y los riñones, además de ver el estado de los pies”, cuenta.

La incidencia de nuevos casos por año de diabéticos registrados es de alrededor de 1 a 1, 5 por cada mil habitantes. En nuestro país, la tasa de incidencia de diabetes del tipo 1 en menores de 15 años se mantiene entre 2 a 4 casos por año cada cien mil  habitantes.

Independientemente de la densidad poblacional, las provincias que muestran mayor número de casos son, por orden de incidencia, La Habana, Ciudad de La Habana, Sancti Spíritus y Camagüey; mientras que las de menor incidencia son Las Tunas, Ciego de Ávila, Cienfuegos y Santiago de Cuba.

Según la doctora Rosa Albis, la DM tipo 1, que convierte a sus víctimas en seres insulino-dependientes (DMID), es denominada también diabetes juvenil, pues afecta a niños y adolescentes: “Se cree que es producida por un mecanismo autoinmune del cuerpo humano. Constituye de un 10 a un 15 por ciento de los casos, y es de evolución rápida.

“La tipo 2, o no-insulino-dependiente (DMNID), también conocida como diabetes del adulto, suele aparecer en personas mayores de 40 años y es de evolución lenta. Muchas veces no produce síntomas y el diagnóstico se realiza por la elevación de los niveles de glucosa en un análisis de sangre u orina”.

Un camino amargo ¿puede ser dulce?

Como toda estrategia de salud a largo plazo, la lucha contra la diabetes en Cuba parte del momento en que se concibe una nueva vida, y su seguimiento forma parte del programa nacional de atención a la embarazada y al recién nacido.

De acuerdo con estudios sistemáticos del Instituto Nacional de Endocrinología (INEN), el 4 por ciento de todas las embarazadas son diabéticas. Entre los hijos de éstas se registra un 1, 7 por ciento de mortalidad perinatal, cifra que contrasta con el 0, 9 por ciento representado por la población no diabética.

Las pacientes diabéticas embarazadas con un control deficiente de su enfermedad tienen mayor riesgo de abortos y anomalías congénitas en el feto.

En el caso de Elena María Álvarez, le diagnosticaron la enfermedad desde pequeña: “Los médicos me recomendaron no tener hijos, pues el embarazo podría acabar mi vida. Adopté dos niños y ahora tomo las precauciones necesarias para no salir en estado y evitar sustos”.

La Diabetes Gestacional se detecta durante el embarazo, aunque después de transcurrido éste, la persona continúe con la intolerancia a la glucosa o no. En esos casos resulta necesario reclasificarla a las seis semanas después del parto.

La paciente Tamara Sordía, quien a los tres meses de gestación debutó como diabética, recuerda: “Fue un tiempo muy difícil porque tenía que seguir una dieta muy rigurosa. Por suerte, gracias a los cuidados de los médicos y de la familia, hoy ni mi hijo Sebastián ni yo padecemos la enfermedad”.

El sexo femenino es más propenso que el masculino a padecer DM, pues es la mujer quien gesta y pare y generalmente se queda haciendo una vida sedentaria en el hogar. A ello se suma que, como regla, las féminas cubanas, si bien son presumidas, no cuidan adecuadamente el peso corporal, ni suelen practicar ejercicios de forma sistemática.

En el estudio El problema de la diabetes en Cuba, realizado en el año 2008 y presentado por el doctor Oscar Díaz, jefe del Grupo Nacional de Endocrinología, se demostró que, por cada mil habitantes, las mujeres representan el 41, 5 por ciento de los enfermos, mientras los hombres son solo el 25 por ciento.

El doctor Díaz, Director del Instituto Nacional de Endocrinología, explicó: “En general, la Diabetes Mellitus presenta tasas de prevalencia mayores en los grupos de edades más avanzadas.”

Entre las principales complicaciones de la Diabetes Mellitus se encuentran las calificadas como agudas, entre las cuales están el coma diabético, el hipoglicémico y las infecciones. Otras de las afectaciones que pueden derivarse de la enfermedad son las neuropatías, que crean riesgos de úlceras y amputaciones, la macroangiopatía –accidentes vasculares- y la microangiopatía –insuficiencia renal,  pérdida de visión.

Lo principal para ganarle a la diabetes

Grandes son los esfuerzos de Cuba para enfrentar este desafío por la salud del pueblo. La preparación de especialistas capaces de satisfacer las necesidades de los pacientes de diabéticos y la producción autónoma de insulina son otros componentes del programa nacional de atención al diabético.

Con respecto a los primeros, un papel principal corresponde a los médicos de la familia, base del sistema, que deben estar preparados para orientar al paciente en la evolución de cada estadio de la enfermedad, seguidos por los especialistas a nivel de policlínico y hospital, sujetos a cursos y entrenamientos, así como ocupados de evaluar periódicamente las estadísticas. Les siguen los especialistas de los hospitales, concentrados en atender dolencias específicas asociadas a la diabetes, para los cuales el sistema nacional de salud dispone cursos, entrenamientos y talleres, incluidos eventos nacionales e internacionales.

En cuanto a la producción de medicamentos, la industria farmacéutica cubana realiza desde hace años ingentes esfuerzos por asimilar un amplio grupo de genéricos que cubren el más amplio espectro de necesidades del diabético nacional. Además, se trabaja en paralelo en un programa para la producción de insulina y otro para el desarrollo del Heberprot ©, producto desarrollado por la industria biotecnológica del país para curar el pie diabético.

Casos como los de Laurent, Tamara, Cristobalina y Elena, deben ser inspiración que ayude a concientizar  a la sociedad cubana sobre la necesidad de establecer un sistema efectivo de control sobre la diabetes.

“Para evitar la proliferación de esta enfermedad, la atención primaria realiza múltiples acciones profilácticas con todos los miembros de la comunidad. La educación diabetológica se basa en el autocontrol, los chequeos periódicos, el cumplimiento de los tratamientos específicos indicados, la eliminación de los factores de riesgo y las complicaciones que pueden producirse en la población enferma o con predisposición a padecer DM”, opina el especialista en MGI Héctor González, quien se desempeña en el área de salud atendida por el Policlínico Héroes de Girón, en el municipio Cerro.

Raisa Martínez, enfermera del Consultorio 22, quien atiende dicha área desde el inicio del Programa del Médico de la Familia, asegura: “Hay que trabajar sobre todo con la población sana e insistir en la necesidad de realizar ejercicios físicos de forma sistemática, así como tener una nutrición adecuada a las necesidades individuales. En todo caso, lo más importante es conocer y establecer una permanente y comprensiva relación de comunicación con los pacientes.”

Recuadro:

Prevalencia de diabetes en Cuba según dispensarización. Se registra por edad y sexo por 1 000 habitantes (Fuente: Dirección Nacional de Estadísticas, MINSAP, 2006).

Grupos de edades                Masculino    Femenino    TOTAL
< 15                                      0.2               0.2                  0.2
15-24                                      5.0               7.5                  6.5
25-59                                    20.9             33.1                27.0
60-24                                  112.8           178.8              150.9
65 +                                    77.8           132.4              106.6
TOTAL                                    25.0             41.5                33.3  

 

Ficha técnica:

Tema: Aumento de muertes por diabetes en Cuba.

Propósito: Indagar sobre las causas del aumento de la Diabetes Mellitus en el país.

Objetivos colaterales: Explicación de la enfermedad, causas de muerte y programas de salud que lleva a cabo el país.

Estrategia de fuentes:

Directas:

Consulta a personas aquejadas por la enfermedad, así como a especialistas que expliquen los daños que causa a la población.

Norma Santana, madre de Laurent.

Laurent Guevara, prediabética.

Cristobalina Herrera, diabética insulina dependiente.

Elena María Álvarez, diabética que no puede tener hijos.

Tamara Sordía, padeció diabetes Gestacional.

Rolando Fernández, especialista en Medicina Interna del hospital Hermanos Ameijeiras.

Rosa Albis Leonard, endocrinóloga del hospital capitalino Hermanos Freyre de Andrade.

Héctor González, doctor del Policlínico Héroes de Girón, en el municipio Cerro.

Raisa Martínez, enfermera del Consultorio 22

Documentales:

Estadísticas para sustentar los propósitos del reportaje, bibliografía especializada sobre el tema para tener un background sobre el tema analizado.

Estudio: El problema de la diabetes, del doctor Oscar Díaz, jefe del Grupo Nacional de Endocrinología.

Programa Nacional de Atención al Diabético.

Datos de la Oficina Nacional de Estadísticas.

Soporte a emplear:

Hecho: La diabetes en Cuba.

Contexto: Las muertes y consecuencias que trae.

Antecedentes: Cifras y datos de años anteriores.

Proyecciones: Futuras soluciones del problema.

Textos complementarios: Un recuadro.

Tipos de juicios:
Analíticos: Presentes en todo el trabajo al exteriorizar los datos que sustentan el conflicto a investigar.
Sintéticos: Para buscar las causas del aumento de la diabetes en Cuba.
De valor: Las opiniones de los especialistas.

Tipo de título: Llamativo.
Tipo entrada: De sumario.
Tipo de cuerpo: Bloques temáticos.
Tipo de transiciones: Dadas por los subtítulos y repeticiones de palabras que se han venido usando a lo largo del trabajo.
Tipo de cierre: De conclusión.

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