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Isla al Sur

¿QUÉ ES UN EDITOR?

¿QUÉ ES UN EDITOR?

ELIO DELGADO LEGÓN,
Periodista y editor de la Agencia de Información Nacional,
Cortesía para Isla al Sur.

Muchas veces me he preguntado qué es un editor. Después de casi 30 años realizando esa labor, aún no he encontrado una definición académica que me satisfaga completamente.

Consultado el diccionario de la Real Academia Española, la primera definición de editor es: el que edita. Otra definición más completa es: Persona que publica por medio de la imprenta u otro procedimiento una obra, ajena por lo regular, un periódico, un disco, etc., multiplicando los ejemplares. Y también, persona que edita o adapta un texto.

Ahora bien, existe el editor de libros y el de prensa, y entre uno y otro hay algunas diferencias, tanto en su contenido de trabajo como en su preparación.

En ambos casos, hay algunas materias que deben ser conocidas en profundidad, como la Gramática, la Sintaxis, la Ortografía, los signos de puntuación y un uso amplio del vocabulario.

El editor de libros requiere además otra preparación a la cual no me voy a referir, pues no es mi objetivo.

En cuanto al editor de prensa, que es el que nos interesa en este caso, además de toda esa preparación en cuanto al uso del idioma, requiere una actualización constante en todos los temas que se le puedan presentar en su trabajo. No concibo un periodista, pero mucho menos un editor, al que no le interese estar informado sobre cualquier tema, ya sea política, economía, ciencia, deportes, cultura, etc.

Un editor de prensa tiene que enfrentarse constantemente a todos esos temas y, aunque no sea un especialista en ninguno de ellos, debe tener suficiente nivel de información para detectar un nombre incorrecto de una personalidad de cualquier ámbito, una cifra fuera de lo normal, una unidad de medida mal utilizada, un dato histórico colocado en una fecha incorrecta, el nombre de una organización u organismo mal escrito, un cargo erróneo; en fin, un sinnúmero de incorrecciones que deben ser corregidas.

Ahora bien, no existen cursos de preparación de editores. El editor, para hacer un trabajo eficiente, tiene que afrontar una superación permanente. En primer lugar, tiene que ser un lector insaciable, sobre todo de la prensa, sin desdeñar ningún tema, aunque no sea de su interés desde el punto de vista informativo. Puede que no le guste el deporte, pero debe mantenerse informado de lo que sucede. Tal vez no entienda mucho de los temas económicos, pero tiene que tratar de conocer, al menos lo fundamental.

Aunque haya estudiado Historia, debe leer lo que se publica en la prensa sobre el tema. En fin, nada debe ser ajeno para un editor de prensa. Y si le queda algún tiempo libre, debe leer buena literatura, pues eso siempre amplía el horizonte.

En otras palabras, el editor tiene que ser un autodidacta, disciplinado y consciente de su responsabilidad, si pretende realizar un trabajo eficiente.

A los reporteros y redactores, por la premura con que generalmente trabajan, se les escapan numerosos errores. A veces, eso ocurre por falta de revisión, porque confían en que el editor detectará cualquier error. Sin embargo, el que así actúa está corriendo el riesgo de que un editor distraído o no bien preparado, le publique el gazapo y se perjudique el prestigio del periodista y de la publicación en cuestión.

Para tener una idea de la diversidad de problemas que se pueden presentar en un trabajo periodístico y que el editor debe detectar, citaré algunos ejemplos de los que he visto más recientemente.

En una información del martes 14 de junio se afirmaba, refiriéndose al juicio de Los Cinco, que el jurado no aceptó muchos argumentos atenuantes de la defensa y sí todos los agravantes de la fiscalía y después dictó sentencias desproporcionadas… El jurado no tiene nada que ver con ninguno de esos aspectos, ni dicta sentencias. Sólo declara al acusado culpable o no culpable de los cargos que se le imputan. Por lo tanto, en lugar del jurado debió decir la jueza, que es quien dirige el juicio y dicta sentencia.

En otra información del domingo 12 de junio decía que el desembarco del Granma ocurrió en diciembre de 1957. También en fecha reciente, salió una información en la que se mencionaba a Julio Muriente, dirigente del Movimiento Independentista Hostosiano, de Puerto Rico, pero en la información decía Julio Murientes… del Movimiento Independiente Hostosiano. Además de la S en el apellido, no es lo mismo un movimiento independiente que independentista.

He puesto estos tres ejemplos, todos recientes, para que se tenga una idea de la responsabilidad que entraña la tarea de un editor, aunque en mi opinión, el primer editor de un trabajo periodístico debe ser el propio autor.
Resumiendo: el editor tiene que partir de cuestionar todos los datos que se le presentan, nombres, cargos, fechas, cifras, etc. Debe darle corrección al texto periodístico para que sea preciso e inteligible para el lector; revisar también la ortografía, la gramática, la sintaxis y asegurarse de que el contenido es correcto. Para cumplir cabalmente su cometido, el editor debe  hacer uso, además, de tres herramientas fundamentales que tiene a su alcance: el diccionario, la Internet y el sentido común.

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