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Isla al Sur

LA BAHÍA LLENA DE PECES

LA BAHÍA LLENA DE PECES

Los especialistas Jesús Beltrán y Cristian Morales Campos, del Centro de Ingeniería y Manejo Ambiental de Bahías y Costas (CIMAB), retoman el tema de la situación medioambiental presente en la rada de La Habana.

Texto y fotos:
SANDRA MADIEDO RUÍZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

El astro rey aparece en el horizonte. Un buque saluda el aniversario 423 de la construcción del Castillo de los Tres Reyes del Morro. Aquel fotógrafo graba el instante. Al unísono, “una de las radas más hermosas del mundo” pierde el reflejo del cielo y proyecta la mezcla de hidrocarburos y aceites.

Una periodista observa las escenas y preocupada por la salud de la bahía de La Habana, busca respuestas en el Centro de Ingeniería y Manejo Ambiental de Bahías y Costas (CIMAB).

Ella llega en una invernal mañana. El investigador Cristian Morales Campos la espera en su oficina. La periodista inicia sus preguntas.

-¿En qué consiste el trabajo

que realizan en el CIMAB?

Es una organización dedicada al estudio y manejo del litoral con la misión de contribuir a la preservación del medio ambiente mediante la búsqueda y aplicación de soluciones científicas y técnicas.

El centro se ramifica en tres grupos de trabajo. La división de Contaminación, que realiza investigaciones en los cuerpos marinos, en  las zonas costeras y bahías; el departamento de Ecología Industrial, el cual propone soluciones para el tratamiento y gestión de los residuos sólidos y líquidos; y la oficina de Ordenamiento Litoral, encargada de la caracterización física del medio: oleaje y corrientes marinas.

-¿Cuál es la labor en la bahía?

Realizamos estudios, identificamos las fuentes contaminantes y proponemos soluciones para mitigar la afectación.

Un hombre sonriente interrumpe el diálogo. Es Jesús Beltrán, el  director del departamento de Contaminación. Beltrán tiene más de cincuenta años y lo esperábamos desde un buen rato para que contestara algunas interrogantes.


 
-Director, ¿cuáles son las fuentes

que contaminan a la bahía?

La población aledaña vierte la materia orgánica de origen doméstico directamente al alcantarillado. La infraestructura creada para la recogida y recolección de desechos sólidos en el litoral habanero y la rada estaba concebida para alrededor de seiscientas mil personas y viven dos millones, lo cual rompe el equilibrio y se añade más de lo que puede limpiar el sistema.

Los ríos Luyanó, Martín Pérez y el arroyo Tadeo están altamente contaminados porque mediante ellos se transportan los residuales caseros e industriales que llegan a la bahía. La fuente más comprometedora es la refinería Ñico López por el volumen de hidrocarburos que derrama al ecosistema. 

-Cristian, ¿qué medidas se

toman para reducir la afectación?

La recogida de desechos y construcción de plantas de tratamiento en los ríos contaminados. Por ejemplo, cualquier persona que pase por los elevados de Fábrica y Vía Blanca verá la edificación de una planta.

-Beltrán, ¿por qué la refinería es

la más comprometedora?

Constituye el mayor contaminador petrolífero. En la actualidad, la ciudad ensucia más a la bahía que la Ñico López. ¿Cuál es el problema? Que la fábrica incide constantemente de forma aguda porque tiene fugas y derrames. Si trabajara periódicamente con su sistema de tratamiento no existieran graves consecuencias. La refinería toma medidas, insuficientes aún, para mitigar la carga contaminante por hidrocarburos.

Jesús Beltrán se levanta e indica en un mapa las características de la rada: “Se compone de tres ensenadas: Guasabacoa, Marimelena y Ataré. Esta última presenta altas muestras de deterioro”.

-¿Es la bahía habanera la más

impactada del país, director?

La que presenta de manera global los índices de afectación elevados. La contaminación de la rada en la década del ochenta constituye la más inconveniente de América Latina y el área caribeña.

A través del cristal de la ventana señala a la bahía y con esperanza promete: “En el futuro verás una rada llena de peces porque está menos impactada que diez años atrás”.

-Apareció en el 2010 un manatí

con su cría, ¿qué importancia

le concede, Beltrán?

Es significativo, pero en realidad resultan relevantes los hallazgos de pelícanos y especies pelágicas, que van y vienen, porque la calidad del agua y los niveles de oxígeno son mayores.

-¿Se recupera la bahía,

investigador Morales?

Paulatinamente, requiere tiempo, esfuerzo y bastante dinero. Ella mejora con las acciones, los recursos destinados por el Estado y las instituciones que en su función laboran, pero queda muchísimo trabajo por delante.

Al término de hora y media de diálogo solo se escucha el sonido del tecleo de los especialistas. La periodista se despide. Sube a la lanchita de Regla, y recorre el trayecto Casablanca- Habana Vieja. Se sienta en el Malecón y sueña con la bahía llena de peces prometida por el director Beltrán.

Pie de foto: Jesús Beltrán (a la izquierda) y Cristian Morales Campos (a la derecha), están seguros de la recuperación paulatina de la bahía habanera.

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