LA ESTIRPE DEL BICHÓN HABANERO
La Federación Cinológica de Cuba (FCC) reclama el origen de esta raza autóctona de la Isla.
Texto y foto:
LUAR LÓPEZ DE LA OSA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
El bichón habanero, único perro autóctono de Cuba, no es reconocido actualmente por la Federación Cinológica Internacional (FCI) como tal, debido a un falso reporte que en 1986 se emitiera de la inexistencia de la raza en el país.
Evelio Fernández Hernández, presidente de el Club Cubano del Bichón Habanero (CCBH), posee pruebas sobre el origen de esta raza en el archipiélago a partir del Blanquito de La Habana y del Caniche o Poodles.
Sus argumentos se basan en el surgimiento del Blanquito de La Habana, uno de los padres del bichón, a partir de los antiguos perros de aguas de españoles y los falderos de tipo Bichón, ambas razas traídas desde España durante el período colonial.
Luego de la Revolución de Haití, miles de colonos franceses emigraron a la Isla y trajeron consigo sus caniches, perros originarios de Alemania y adoptados por el país galo.
El bichón habanero se originó en Cuba como resultado del cruzamiento de esas dos razas y estuvo en los hogares de la aristocracia cubana durante los siglos XVIII y XIX, aclara Zoila Portuondo, ex presidenta del CCBH en su libro homónimo de la especie.
A principios del siglo XX, debido a la imposición de los gustos norteamericanos en la sociedad cubana, que dio un cambio en la moda y las preferencias caninas, el cachorro alcanzó popularidad entre las familias cubanas y no fue solo mascota de los ricos.
Al triunfo de la Revolución en 1959, muchas familias cubanas emigraron y se llevaron a sus mascotas. Por ello, el número de bichones habaneros en el país se redujo.
En 1986, el entonces presidente de la FCC declaró la inexistencia del canino en Cuba como parte de un informe a la Federación Cinólogica Internacional (sede en Thuin, Bélgica) debido a los pocos ejemplares presentes en el país.
A partir del 5 de septiembre de 1991, con la creación del CCBH, se trata de rescatar la legitimidad de la raza; pero no se ha establecido internacionalmente la naturaleza cubana de la especie. Ello le permitiría a la Isla imponer el estándar del perro en cualquier competencia canina.
Miguel Calvo, presidente de la Federación Cinológica de Cuba, ejemplificó con testimonios de la época colonial que evidencian el surgimiento del canino en estas tierras. Entre ellos el de la Condesa de Merlín, escritora cubano-francesa, en su libro Viaje a La Habana.
También citó el cuadro de Vicente Escobar, Retrato de una dama joven (1797), donde se muestra una mujer de la aristocracia cubana con un Blanquito de La Habana.
La altura del bichón habanero está entre los 23 y 30 centímetros. Posee cola larga y gruesa en la base, hocico ligeramente más corto que el cráneo y orejas por encima del nivel de los ojos. El pelo es fino, ondulado y más largo en el pecho.
El American Kennel Club (EEUU) y el The Kennel Club (Reino Unido) reconocen el origen cubano del perro. Actualmente el club cuenta con unos 1 010 bichones habaneros inscritos.
Pie de foto: Bar Habana Ginger es una bichón habanero campeona de certámenes en Panamá y México.
Ficha técnica:
Tipo de título: Llamativo.
Tipo de lead: Sumario de Quién.
Tipo de cuerpo: Lead + Pirámide invertida + Dato adicional.
Primer valor noticia: Curiosidad.
Otros dos valores noticia: Interés colectivo, Proximidad o cercanía.
Tipo de noticia: Blanda, simple, directa, hecho consumado.
Fuentes declaradas: Directas: Evelio Fernández Hernández, presidente del Club Cubano del Bichón Habanero; Miguel Calvo, presidente de la Federación Cinológica de Cuba. Documentales: Bichón Habanero, por Zoila Portuondo, 2001. Editorial Hispano Europea.
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