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Isla al Sur

CUANDO EL CUBANO DE ADENTRO ESCRIBE…

CUANDO EL CUBANO DE ADENTRO ESCRIBE…

ALBERTO CABRERA TOPPIN,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Bien podría decirse que “con piedad” comienza Enrique Milanés León a narrar sus “Crónicas raras y otras redundancias”, que más que crónicas, parecen un ajiaco donde el humor es el caldo que mezcla estos textos con otros artículos.

El autor, miembro del equipo redactor del semanario camagüeyano Adelante, presenta sus puntos de vista acerca de temas que pudieran calificarse de no tan relevantes en la sociedad de la Isla, pero que sin duda constituyen un testimonio de la trayectoria social cubana. Así, aborda la falta de sensibilidad de los vendedores de flores en las afueras de los cementerios, la violencia contra la mujer, la presencia del reguetón, el empleo creciente de armas blancas por los jóvenes…

Sin embargo, el premiado periodista no se detiene dentro de las fronteras nacionales y va mucho más allá, al punto de dejar plasmada la vida parisina desde la óptica de los inmigrantes y los sectores más bajos de la mencionada sociedad europea; asimismo, presenta una serie de trabajos breves sobre Belice, haciendo énfasis en la cultura precolombina y la riqueza natural del país centroamericano. En dichas narraciones, se evidencia una mayor profundidad en sus consideraciones personales al narrar cómo viven los habitantes de la citada nación y al comparar implícitamente la situación beliceña con la cubana.

Además, hace crítica a ciertos eventos del ámbito internacional que en su época llamaron la atención, como la sesión de fotos al desnudo de ciertas deportistas olímpicas, la compra creciente de atuendos contra puñaladas debido a la progresiva violencia en Japón, la adquisición masiva de burros y sus maltratos en Gran Bretaña por los niños de ese país…, aunque en ciertas ocasiones pierde un poco el tono asumido. Ejemplo de ello está presente al tratar el tema de la guerra estadounidense en Iraq, por mucho que haya empleado recursos como la comparación con personajes literarios.

Muy recurrente resultan los personajes de El Quijote, Sancho Panza y los actuantes de la obra de Cervantes, con los que enfoca la atención del lector en tópicos como la pérdida de valores, la poca profesionalidad de ciertos funcionarios y el uso del lenguaje.

Asimismo, es evidente la presencia de neologismos y juegos de palabras, en varios casos a partir de títulos de obras bien conocidas (“¿El amor? en los tiempos del dólar” por “El amor en los tiempos del cólera”, “Del humor y otros demonios” por “Del amor y otros demonios”, ambas pertenecientes a Gabriel García Márquez), y en otras haciendo empleo de palabras que rozan la paronimia (“La sospechosa ‹‹hembría›› de los machos”, “El Quijote: duelo entre la moda y el modo”).

Notable resulta, incluso, la organización de los textos, generalmente agrupados de forma que sus temáticas sean semejantes o estén en evidente contraste. Así, sitúa de manera contigua crónicas sobre la sociedad norteamericana y la criolla.

Con un lenguaje coloquial y un tono marcadamente ocurrente, Milanés invita a reflexionar sobre lo que pasa a nuestro alrededor. Eso sí: exige mostrar una sonrisa, nada difícil de regalar al leer sus muy originales líneas llenas de cubanía.

DE LO RARO Y MARAVILLOSO

VERÓNICA ALONSO CORO.
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Cronicar el mundo. Es este un empeño que puede parecer de niño soñador, meta demasiado alta de alcanzar para la mayoría de los mortales. Pero existen algunos seres especiales, pintores de la cotidianidad, maestros del análisis y la concatenación de realidades, que aparecen como dioses del día a día, para contar a los otros el lado alegre, triste o complicado de las cosas que no por comunes dejan de ser interesantes.

Como “paisano vestido de escribiente” se calificó Enrique Milanés León, periodista camagüeyano que reúne artículos, algunos de los que llama inventos inclasificables en el presente volumen: “Crónicas raras y otras redundancias”. Basándose muchas veces en memorias, analiza sin prejuicios la realidad actual, sin ceñirse a las fronteras de temas cubanos o discursos recurrentes.

Dividido por temáticas en cuatro partes fundamentales, la compilación recoge además de los ya publicados, materiales inéditos de autor. Raros, más por excepcionalmente escritos que por los asuntos que trata, los textos tienen la capacidad de conmover, hacer reír e incluso arrancar carcajadas inesperadas del lector, quien no podrá evitar enredarse crónicamente en estas líneas.

Con toques de lo que pudiera semejar un realismo mágico, Milanés recrea su propio universo, pero que puede volverse de todos, porque esta es su virtud mayor, llevar y hacer concordar lo personal con el resto de las visiones. Casi puede intuirse, hasta sin conocerle, que García Márquez y Carpentier dejaron una huella en este autor y que el lenguaje de Martí lo marcó alguna vez.

Al igual que en la obra del Maestro, en esta se asoman neologismos de todas las formas y colores. Se salen de la pluma del cronista para bañar el texto de una acogedora policromía de letras. ¿Alguna vez le ha indicado el camino a un turista “intranjero” o se ha leído un reporte “lentejuado” sobre algún tema, o ha escuchado “maríamente” los versos de la Loynaz?

Con maestría de sabio, este periodista manipula, como las brujos buenos, el lenguaje a su antojo. París, la muerte, mujeres, los sueños y aguaceros. Todo cabe en este libro de pequeño formato pero enorme por su contenido, donde las palabras aparecen matizadas por inteligentes juegos de palabras.

“Platero y Shrek”, “El terror a la cuartilla en negro”, “Mi enemigo lector” y “La sospechosa `hembría´ de los machos” son solo una muestra de lo anterior. Tanto los títulos como los cuerpos de los artículos tienen una alta carga coloquial, no por eso se vuelven vulgares o carentes de estilo, y sí atractivos para una generalidad que excluye a los extremadamente conservadores y partidarios de reglas estrictas sobre redacción periodística.

Los textos de “Crónicas raras y otras redundancias”, redactados espontáneamente como llegaron, según la propia opinión del autor, logran traspasar limitaciones temáticas y brindar esencias del mundo de hoy, sin olvidar el pasado. De principio a fin, se convierten en derroche de un talento no tan renombrado como otros, pero no por eso menos brillante.   

UNA MIRADA “CRÓNICA” DEL PERIODISMO

THU TRAN LE ANH,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

A través del libro “Crónicas raras y otras redundancias”, Enrique Milanés León enseña a los lectores sus trabajos periodísticos con un sello distintivo, a primera vista llama la atención, las emociones transmitidas desde el título hasta el final.

Como plantea la sinopsis del libro: “Enrique Manuel Milanés León nació en Camagüey en el año 1971, se formó en Periodismo en la Universidad de Oriente en 1990. Es reportero del semanario Adelante de Camagüey, miembro de la UPEC. Ha colaborado con las revistas provinciales Antenas y Senderos y en el sitio Cuba Literaria. Trabajos suyos han aparecido en los diarios Granma y Juventud Rebelde y en diversas publicaciones digitales extranjeras. En el 2001, obtuvo el premio del género entrevista en el Concurso 26 de Julio de la UPEC. Ha merecido el Premio Príncipe de la TV Camagüey, en dos ediciones, y el Premio Pisto Manchego de la UPEC provincial”.

Recibió en Prensa Escrita el premio en numerosos certámenes, como el Concurso de Periodismo 26 de Julio en su edición del 2011, el Concurso Nacional de Crónica Miguel Ángel de la Torre, a lo que se suman sus publicaciones en la revista La Calle del Medio y en el diario Juventud Rebelde.

El libro “Crónicas raras y otras redundancias” incluye cuatro partes principales en que los relatos aparecen en varias formas diferentes. El autor pierde la imagen de los personajes literarios y utiliza como un medio coloquial, la interacción directa con el lector, también utiliza los fenómenos de la sociedad para enseñar.

El objetivo de los argumentos, según el periodista, es ser leídos por cualquier persona que le puedan gustar porque estas historias fueron redactadas de forma espontánea y sencilla. También plantea que las crónicas deben apelar a los sentimientos y a las emociones de las personas.

Además, a diferencia de géneros periodísticos como el reportaje y la nota informativa, que tienen un límite del tiempo, los mensajes transmitidos en las crónicas perduran más allá de su momento de creación.

El creador del argumento se describe como una persona a la cual no le interesa la objetividad del periodista sino el objetivo que debe tener cada periodista en su labor. También describe las características que poseen sus crónicas: estas hablan de personas, sueños, pesadillas, viajes y otras experiencias.

Estos productos periodísticos llegan al lector fácilmente porque tratan sobre los problemas actuales, son como un canal para comentar su opinión sobre los fenómenos destacados en la sociedad.

Y porque fueron hechos de manera natural y espontánea, los trabajos salieron como su diario personal donde se expone su pensamiento, sentimientos y también el comentario sobre todo lo que observa.

El periodista tiene una medida de escribir de manera original y con ideas creativas renovadas. Sus más de 20 años de experiencia en el semanario camagüeyano, le han aportado un estilo propio, por ello puede crear cualquier género que se proponga.

Para los lectores que le interesa el tema periodístico, el libro es una oportunidad para descubrir un modo de aprender y disfrutar, gracias a la creatividad que en él se plasma.

HIJAS DEL SÍ MÁS QUE EL DEL NO

SANDRA MADIEDO RUÍZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Enrique Milanés León, periodista y escritor cubano, cautiva a los lectores desde el prólogo del libro Crónicas Raras y otras redundancias, debido a la originalidad y belleza estilística de sus crónicas las cuales “parecen más hijas del No que del Sí y (…) no pretenden con sus letras sentar cátedra ni parar de entusiasmo a catedráticos”.

De todo un Paco, Del humor y otros demonios, Musas mozas y  Un verano allá en Belice, constituyen los capítulos del compendio de crónicas pertenecientes a los géneros de opinión.

Parte jurásico, El periódico, la gente y los molinos y Delante de la fachada, son muestra de títulos llamativos presentes en toda la obra y ello evidencia el derroche de imaginación por parte del autor que capta el interés del lector.

Mediante un estilo directo, en ocasiones literario, tono humorístico y una diversidad de recursos expresivos como la anáfora en Sin piedad, la ironía en Reconocer al diploma, la metáfora en Cuba: Crónicas Mulatas y el símil en Atenas en cueros, evidencian la maestría  y la estrategia de Milanés para que -el lector no “lance” el libro por la ventana y se quede, lea y disfrute- del contenido de la obra.

Uno de los valores del texto es la adecuación del lenguaje de las crónicas al tema. Por ejemplo, en Atenas en cueros, el periodista del periódico Adelante, de Camagüey, escribe acerca de que en las Olimpiadas de esa ciudad griega del año 2004, varias atletas posaron para diversas revistas como Dios las trajo al Olimpo.

Apuntes con cierto desconcierto, Cubanos tocan el cielo de los mayas y Otras postales, sin poses son modelos de crónicas de viajes, en las cuales la descripción permite al lector imaginarse los sitios y pensar que se encuentra en esa región.

Al respecto, la Doctora Miriam Rodríguez Betancourt, profesora Titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, expresó: “Nuestro colega  Milanés, mediante el contraste, acude a los detalles singulares de ese singular país que es Belice”.

Para el autor, una crónica “es cautiva de una frescura que ha de perdurar aún cuando el autor, ya marchito definitivamente, no esté para constatarla (…) el interés de la crónica debe sobrevivir a las marcas del tiempo y el espacio (…)”, Por lo que considero que lo logra, debido a que por sus temáticas, muchos de los trabajos continúan vigentes como ¿El amor? en los tiempos del dólar, donde conduce a la reflexión de que en la actualidad el interés material es, para muchos, más importante que los sentimientos.

Hijas del Sí más que del No son las crónicas que los lectores encontrarán en las páginas del libro, las que harán reír y llorar, pensar en diversas situaciones y hasta saltar de la emoción a más de un catedrático.

REDUNDANCIA SIN LÍMITE A LOS JUEGOS

ROSALIA CARMONA LEDESMA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

¿Redundante? Este vocablo es apenas una pista del original secreto ideado por el periodista y reportero camagüeyano Enrique Milanés, al escribir su libro Crónicas raras y otras redundancias.

Tardar minutos en descifrar el enigma no resulta extraño, sin embargo, está ahí, en ese poder seductor que logra enganchar a quienes se remiten a sus páginas, “sus enemigos”, quizás -y cito nuevamente- “de buenas enemistades pueden salir lecturas fervorosas”. Beber en esta fuente de enemistad común significa embriagarse de un “enrique-ser milanezco” que va desde el título mismo del volumen, hasta los detalles más profundos de sus crónicas de “tanta fidelidad acuartillada”.

Cree saber este cronista por qué lo abandonó su musa azul: “por descubrir indiscretamente sus secretos cuando su esencia misma es el misterio”. Tanto Del humor y otros demonios, como De todo un paco, Musas mozas y Un verano allá en Belice -cuatro partes divididas- no prescinden de la crónica ni de sus atributos sensitivos. Regalan pues: relatos a la par de comentarios; interés humano; lenguaje con alas poéticas; así como descripciones que pintan contextos y personajes (1), no solo con palabras y hechos, sino también con creatividad y otros aperitivos intelectuales. Una tradicional “completa”, hecha a la medida del cubano, con sazón diferente: comino puntual y auténtico ají; pero ojo, recetas exclusivas de un mercado con seudónimo, “el milanezco”.

Recursos linguoestilísticos por doquier: metáforas, símil, anáforas, prosopopeyas, sinestesias, sinécdoques, paradojas, quiasmos y aliteraciones que vienen al caso en esta “hambre” insaciable del “hombre”.    

Y si de juegos se trata, los calambres no faltaron. Se impone el estilo auténtico del “ser-enrique” para lograr, raras veces visto, un sabroso ardid a través de la redundancia. Así, como cuando “los días van gastando el almanaque, de almanaques preñados de ajenos recuerdos y recuerdos que han muerto no recuerda cómo”. Elegancia, ese su don, sin límite a los juegos de palabras, o al uso de cacofonías “ruborizadoras”.  

Imposible simplificar la obra a uno o varios temas cuando ombligorredundancia, maríamente Loynaz, la desciencia y Platero y Shrek, lo dicen todo o casi todo de estas cuartillas inventadas para reflexionar y soñar. No se limita a temas como la moda, las guerras, la economía u otros. Hay espacio para el sentimentalismo; el periodismo real, cubano y extranjero; la historia; las madres; la vida, que como este libro, pretende ser vivida/o.

Podría resultar difícil concluir la lectura sin antes suplicar un permiso abstracto al León “premiado en numerosos certámenes, como los Concursos de Crónica Miguel Ángel de la Torre y el de Periodismo 26 de Julio en el 2011, a lo que se suman sus publicaciones en la revista La Calle del Medio y en el diario Juventud Rebelde” (2). Con los pies sobre la tierra reconozco que mis deseos no son en esta reseña las prioridades, mas anhelé contagiarme del “estilo milanezco” en estas líneas que me propuse enviar a la cocina con mucho respeto y sin embarazo.   

Notas:

(1) Rodríguez Betancourt, Miriam. Acerca de la crónica periodística. Selección de textos. La Habana, Editorial Pablo de la Torriente Brau, 2005, páginas 8, 9 y 10.

(2) Tomado del sitio online: http://camaguebaxcuba.wordpress.com/2012/07/11/se-impone-radio-cadena-agramonte-en-premio-provincial-de-periodismo-pisto-manchego/.

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