EL EVANGELIO EN LA PIEL
Desde hace más de dos décadas, la matancera Lourdes Martínez Pastrana ve aparecer en su cuerpo señales cristianas.
Texto y foto:
MARÍA DEL ROCÍO RAMOS SUÁREZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
No siempre se necesita ver para creer. Así lo demuestran quienes, a pesar de la ausencia de imágenes y pruebas documentales, consideran que Lourdes Martínez Pastrana, residente en el poblado de San Antonio de Cabezas, provincia de Matanzas, tiene un padecimiento más inclinado hacia lo divino que hacia lo médico.
“Todo comenzó cuando tenía 33 años. Sin dolores ni molestias previas, empecé a sudar sangre por la frente y, días después, por las manos y pies”, manifestó quien, desde hace más de dos décadas, es marcada por símbolos religiosos, fundamentalmente en fechas próximas a celebraciones litúrgicas.
“Meses más tarde, vi en mi muslo derecho las siglas latinas INRI, que fueron colocadas en la cruz donde fue crucificado Cristo y cuyo significado en español es Soy Jesús de Nazaret, el Rey de los Judíos”, continuó.
La doctora en Medicina General Integral del policlínico Felipe Poey, en el municipio de Nueva Paz, provincia Mayabeque, Daysi Pastrana Alemán, comentó que no encuentra en la ciencia una explicación lógica para este fenómeno, pero ha visto cómo aparecen en los brazos de la paciente imágenes de nuestra Señora de la Caridad del Cobre y la Virgen de Guadalupe.
La especialista destaca que lo más sorprendente es percibir cómo, después de aplicársele agua, la sangre desaparece, pero las señales permanecen intactas, “como si estuvieran grabadas en la piel”.
Por otra parte, la periodista de Radio Güines, Ania Cano Fernández, contó: “En más de una ocasión he tenido la oportunidad de ver cómo una especie de signo religioso brota en la piel de Lourdes, desde cruces en la frente hasta frases y puntos rojos en manos y pies.
Rogelio Fundora Toledo, médico del policlínico Felipe Poey, aseguró no haber visto otro caso similar en sus años de experiencia. Manifestó, además, que las sudoraciones ensangrentadas no tienen carácter religioso, sino que son producto de la enfermedad conocida como Hematidrosis, ocasionada cuando "los vasos sanguíneos se dilatan y contraen hasta romperse, provocando que la sangre se mezcle con las glándulas sudoríparas, consecuencia de la exposición a niveles máximos de estrés".
El libro Dermatología en Medicina General, de Thomas B. Fitzpatrick, da una respuesta científica para estas señales cristianas, considerándolas una entidad patológica denominada púrpura psicógena, caso extremo dentro de una larga serie de afecciones de la piel que poseen un desencadenante psicológico y requieren para su tratamiento el apoyo psiquiátrico.
Según los escritos de San Buenaventura, obispo franciscano proclamado Doctor de la Iglesia Católica, veneradas personalidades como San Francisco de Asís, Juana de la Cruz, Santa Catalina de Siena, el Padre Pío de Pietrelcina y Santa Rita de Casia, fueron portadores también de estos símbolos cristianos.
Pie de foto: Desde hace más de 20 años, Lourdes Pastrana ve cómo aparecen en su cuerpo lo que para algunos pueden ser señales divinas.
Ficha técnica:
Tipo de título: Llamativo.
Tipo de lead: Especial Comentado.
Tipo de cuerpo: Lead + Pirámide invertida + Dato adicional.
Fuentes: Fuentes documentales (escritos de San Buenaventura y el libro Dermatología en Medicina General, de Thomas B. Fitzpatrick).
No documentales: Lourdes Pastrana Alemán; doctores Daysi Pastrana y Rogelio Fundora; periodista Ania Cano.
Primer valor noticia: Curiosidad.
Otros valores noticia: Interés humano. Cercanía.
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