ROMEO Y JULIETA
Cuatro siglos después, la tragedia de William Shakespeare continúa siendo una historia que atrae a los lectores.
Texto y foto:
DANIELA OLIVA VALDÉS,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
“En la hermosa Verona, donde colocamos nuestra escena, dos familias de igual nobleza, arrastradas por antiguos odios, se entregan a nuevas turbulencias, (…) De la raza fatal de estos dos enemigos vino al mundo, con hado funesto, una pareja amante, cuya infeliz, lastimosa ruina llevara también a la tumba las disensiones de sus parientes (…)”.
Así comienza el prólogo de Romeo y Julieta, tragedia del siglo XVI, que tiene como tema principal el amor prohibido. Fue publicada por primera vez en 1597, pero escrita por el inglés William Shakespeare ocho años antes.
En 1599 se publica nuevamente por Cuthbert Burby y editada por Thomas Creede. Esa versión fue reeditada en 1609, 1622 y 1637. La última adaptación es la conocida en la actualidad.
La historia de amor está vinculada con la desgracia. Los protagonistas tuvieron la desdicha de pertenecer a familias antagónicas, los Capuleto y Montesco. Ambas, motivadas por el odio, los obligaron a vivir su idilio en secreto. El romance clandestino de los jóvenes representa la lucha de los seres humanos por la búsqueda de la felicidad y el verdadero amor.
Shakespeare devela en Julieta a una muchacha pura, imagen de belleza y perfección, vehemente y apasionada. En Romeo está presente la estampa de un joven hidalgo, caracterizado por el romanticismo e impulsividad. El dramaturgo, al unificar ambos personajes, logra la clásica tragedia romántica.
Esta obra teatral, también llamada La más Excelente y Lamentable tragedia de Romeo y Julieta (título original en inglés) permite adentrarnos en la singular composición y técnica dramática del autor. Además, aparece entre las más populares y representadas de Shakespeare, junto a Hamlet y Macbeth.
El libro cuenta con 172 páginas, estructurado en cinco actos, y cada uno presenta alrededor de seis escenas. Al escribir, el autor, emplea fluctuaciones entre comedia y tragedia, y utiliza subtramas para adornar la historia.
Gracias a la extraordinaria semejanza con que refleja los sentimientos del hombre, desde su primera puesta en escena, en 1597, ha sido centro de múltiples presentaciones teatrales, filmes, e incluso versiones musicales y piezas de ballet.
Esta es una lectura que expresa la lucha por el amor y contra las duras pruebas que el destino nos pone en el camino. Es un cuadro pintado desde la perspectiva de anhelantes pasiones y emotivas tragedias.
Pie de fotos: 1-Libro “Obras de William Shakespeare. Volumen III”, publicado en 1872; 2-Representación teatral de la famosa escena del balcón.
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