FLUCTUACIÓN EN EL MERCADO LABORAL
Un muestreo realizado entre 100 estudiantes universitarios reveló que el 89 por ciento de ellos no considera la plaza estatal cubana atractiva para ejercer lo estudiado.
Texto y foto:
NÁYARE MENOYO FLORIÁN,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Ella está en una encrucijada, quizás deba tomar la decisión más importante de su vida. Laura necesita optar por ejercer la carrera soñada o trabajar en un lugar donde gane el suficiente dinero para mantener al hijo pequeño y a la madre enferma. Escucha historias de otras geografías, donde quienes se han ´´quemado las pestañas estudiando´´ tienen un futuro garantizado. Le cuesta escoger, y no es para menos. El puesto como licenciada en Arquitectura es remunerado con 380 pesos, 380 pesos, 380 pesos. Laura decide.
Esta noche mira la tele, hay un programa sobre Oscar Niemeyer, el famoso arquitecto brasileño que diseñó Brasilia -capital de Brasil-, el mayor ejemplo a seguir cuando empezó la carrera. Entonces ingeniaba crear una ciudad novedosa, atractiva. Ahora duerme. Tiene la seguridad de que sus seres queridos estarán bien, pero la sensación de frustración durará mucho.
Laura es una joven cubana. Sí, Cuba, donde felizmente hace 56 años la educación es gratuita, y todos tienen acceso a los distintos niveles de enseñanza. Sin embargo, en el panorama nacional emerge un fenómeno preocupante: para quienes egresan de la Universidad el mercado laboral no siempre es el escenario para la plena realización.
Un muestro realizado entre 100 estudiantes que cursan estudios superiores, 30 en la Universidad de La Habana (UH) en las facultades de Derecho, Matemática Filosofía y Física; 30 en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría (ISPJAE) en Eléctrica, Industrial, Química y Arquitectura; 20 en el Instituto Superior de Diseño (ISDI) y 20 en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona en las especialidades de Español Literatura y Biología, reveló que el 89 por ciento de ellos consideran el mercado laboral estatal poco atrayente para ejercer lo estudiado. El 90 por ciento de la misma muestra identifica como causa el bajo salario con que es retribuido el trabajo profesional.
Un puesto para todos, pero…
El Estado cubano garantiza la ubicación laboral a todos los egresados universitarios. Este es un proceso que se inicia en el último año de la carrera y está actualmente regido por la Circular Ministerial 141 del 2011 del Ministerio de Educación Superior.
Otamendi Hernández, director de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, vía correo electrónico precisó que ‘‘para el proceso se tiene en cuenta las demandas presentadas por los organismos de la Administración Central del Estado, los consejos de la Administración Provincial y los resultados de los balances territoriales de fuerza de trabajo calificada del periodo correspondiente, previamente actualizado’’. Esta fue la escueta respuesta tras la insistencia de la reportera por coordinar una entrevista que, entre otros aspectos, debía profundizar en información estadística al respecto.
La garantía de un puesto laboral para los egresados universitarios no es suficiente para emplearlos en el mercado estatal. Sobre este tema, Marisol Hernández Martínez, directora de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), indicó que tras la ampliación del trabajo por cuenta propia como parte del proceso de reordenamiento de la economía cubana, el 73 por ciento de los trabajadores son universitarios.
En su trabajo Algunas generalidades en torno a las políticas de empleo juvenil, María Josefa Luis Luis, investigadora del Centro de Estudios sobre la Juventud, acotó que los graduados que se opongan al cumplimiento del servicio social serán inhabilitados por tres años para el ejercicio profesional. Esta legislación mantiene su vigencia y se propone rectificar el resquebrajamiento que ha tenido lugar en su aplicación.
‘‘Si un graduado no está complacido con su plaza laboral, se analiza el porqué de su disgusto. La ubicación de cada estudiante es donde el país lo necesite: los estudios fueron gratuitos y esta es la manera de retribuirlos’’, señaló Yaíma Jiménez, especialista de Ubicación Laboral de la Universidad de La Habana (UH).
La cantera
Según estudios realizados por Annia Almeida Vázquez, Profesora Titular en la Facultad de Psicología de la UH, el 23 por ciento de una muestra de 1 600 estudiantes de 12 grado que aspiran a ingresar a la Universidad tienen como proyecto realizar los estudios y trabajar en el sector cuentapropista al unísono. Además, asumen como primera expectativa de vida emigrar luego del egreso universitario.
El estudio reveló que existe una tendencia a elegir carreras con posibilidades de abrirse espacio en otros contextos o para salir del país. ‘‘Hay criterios, como por ejemplo, querer ser médico, pero aspirar a tener una clínica privada, expectativas ajenas a la sociedad cubana’’, señaló la también Máster en Psicología de la Educación.
Agregó que uno de los factores incidentes en el mercado laboral para que los egresados universitarios lo consideren poco atractivo, es la situación económica. Pues desarrollo profesional y perspectivas de superación, no van aparejadas con el progreso económico. Entonces, se establece una ruptura entre el amplio horizonte profesional y la imposibilidad de lograr un nivel adquisitivo loable.
Abundó también en que por eso hay una cantidad de jóvenes aplicando a becas extranjeras. Muchas veces sin importar la especialidad y su correspondencia con la carrera estudiada. Lo importante es salir del país y aprovechar las ventajas materiales de la plaza.
¿Frustración?
Arribar a la Universidad significa el eslabón para estar más cerca de los anhelos profesionales. Hay quienes lo hacen por complacer a los padres o, sencillamente, para tener un título que exhibir. Lo cierto es que al ingresar a la casa de altos estudios, se lleva una mochila de proyectos, ideales, sueños y muchas ganas de cambiar el mundo.
La educación superior debe preparar al individuo no solo en los aspectos técnicos de la profesión, sino también moldear su espíritu para que sea un buen ente social. A veces se logra, a veces no, pero indudablemente, la Universidad ofrece un amplio panorama ideológico, cultural y humanista.
Niliet Conde Ortiz, estudiante de segundo año de la carrera de Sociología de la UH, piensa que es el momento de confirmación de quiénes somos y qué esperamos del futuro. ‘‘Cuando me gradúe estaré muy preparada gracias a los conocimientos aquí adquiridos, pero difícilmente podré ponerlos en práctica. Resulta casi imposible vivir con el salario de los profesionales cubanos. Si no hay un familiar en el extranjero, que trabaje en una corporación o posea un negocio particular, se vive al margen de las necesidades básicas’’.
Sobre este tema, Yuliet Ballester, estudiante de Microbiología, indicó: ‘‘Me gusta lo que estudio y si bien lo hago para mi superación personal, duele, los que trabajan en una paladar, venden discos, friegan carros, tienen mayor nivel adquisitivo que quienes aportan trabajo intelectual al país’’.
¿Los sueños son solo sueños?
Lamentablemente, el país no está en condiciones de aumentar el nivel adquisitivo de todos los profesionales cubanos. Es cierto que el salario debe ser proporcional a la producción, pero ¿no estamos ante el cuento de la gallina y el huevo?, porque si no hay suficiente motivación económica, no va a existir un incentivo laboral.
Al respecto, el doctor en Ciencias Económicas del Centro de Estudios de la Economía, Omar Everleny, explicó que el país no produce suficiente capital en materia de ingresos que permita un aumento salarial a los trabajadores estatales. Al tratar de aumentar los salarios se produciría una inflación en la economía nacional. Esto en términos coloquiales se traduce a gastar más de lo que se ingresa.
Guillermo Hernández, graduado en Telecomunicaciones del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría (ISPJAE), no se encuentra vinculado al mercado laboral estatal, pues considera que ganar 500 pesos no es suficiente para sus aspiraciones. Por eso trabaja como chofer de un taxi particular y vive sin lujos, pero con las necesidades básicas cubiertas.
Por su parte, María de Jesús Hernández, graduada del Instituto Superior de Diseño (ISDI) en el 2014, señala: ‘‘Sí, tengo muchos amigos fuera de la geografía nacional, y no niego que tienen una vida de película, viajan por el mundo entero, pero están frustrados profesionalmente. No critico a quien decide abandonar el país por razones económicas, pero allá afuera no todo es alfombra roja, mis amigos trabajan muy duro y como obreros, a veces limpiando pisos o cuidando ancianos para poder darse los ´´lujos´´ que se dan. Yo opté por mi profesión y Cuba’’.
Lo que a veces olvidamos
Por lo mucho que se repite el discurso a veces demeritamos su veracidad. No olvidemos, la calidad de vida de un país no se mide solo por los ingresos per cápita. A pesar de los bajos salarios, en Cuba la educación sigue siendo masiva y gratis, así como la salud. Los precios de los medicamentos son casi simbólicos y gran parte del presupuesto nacional es dedicado a la seguridad social. Además, la esperanza de vida es de 80 años.
Sobre este tema, en entrevista a Juventud Rebelde, la investigadora del Centro de Estudios sobre la Juventud, María Josefa Luis Luis, declaró: ‘‘Una encuesta realizada en el 2013, revela que los más nuevos quieren emplearse en el sector estatal. Pese a insatisfacciones con el salario y las condiciones de trabajo, se reconoce la seguridad y la garantía brindada por el trabajo estatal’’.
La juventud no debe perder de vista que su capacidad para ser emprendedores es necesaria, por su calificación tiene la responsabilidad de llevar adelante importantes planes de desarrollo del país.
Este tema debe estar en la agenda de los organismos decisores para hallarle una solución que no perjudique el bolsillo personal, pero tampoco la economía de la nación. En la medida en que se logre satisfacer las necesidades, más estimulados se sentirán no solo los jóvenes sino todos los trabajadores estatales. Y verán su labor como una necesidad, un estímulo y un motivo de realización personal.
Pie de foto: Anualmente cerca de 23 mil jóvenes ingresan a la casa de altos estudios con el propósito de convertirse en profesionales.
Ficha técnica
Tipo de título: Genérico.
Tipo de entrada: Narrativa.
Tipo de cuerpo: Por bloques temáticos.
Tipo de cierre: De conclusión o resumen.
Tema: Expectativas del mercado laboral estatal para los jóvenes que egresan de la Universidad.
Situación problémica: Un muestro realizado entre 100 estudiantes universitarios reveló que el 89 por ciento de ellos considera el mercado laboral cubano poco atractivo para ejercer lo estudiado.
Objetivos colaterales: Evaluar las causas que dan origen a este fenómeno; Mostrar cuáles son las principales alternativas que adoptan los egresados universitarios ante el fenómeno.
Estrategia de fuentes:
Documentales:
Algunas generalidades en torno a las políticas de empleo juvenil, María Josefa Luis Luis, Centro de Estudios sobre la Juventud, 2 011.
Sondeo realizado a 100 estudiantes universitarios.
Directas:
Otamendi Hernández, director de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). Fuente oficial, implicada. Juicio de valor.
Marisol Hernández Martínez, directora de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT). Fuente oficial, primaria, implicada. Juicio de valor.
Yaíma Jiménez, especialista de ubicación laboral de la Universidad de La Habana (UH). Fuente oficial, implicada y primaria. Juicio de valor y sintético.
Annia Almeida Vázquez, Profesora Titular de la Facultad de Psicología de la UH. Fuente especialista. Juicio de valor y sintético.
Niliet Conde Ortiz, estudiante de la Facultad de Filosofía de la UH. Fuente no oficial, directa, protagonista, implicada, testigo. Juicio de valor.
Yuliet Ballester Hernández, estudiante de la Facultad de Biología de la UH. Fuente no oficial, directa, protagonista, implicada, testigo. Juicio de valor.
Omar Everleny, Doctor en Ciencias Económicas del Centro de Estudios de la Economía. Fuente experta. Juicio de valor y sintético.
Guillermo Hernández, graduado en Telecomunicaciones del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría (ISPJAE). Fuente no oficial, protagonista, implicada, testigo. Juicio de valor.
María de Jesús Hernández, graduada del Instituto Superior de Diseño (ISDI). Fuente no oficial, protagonista, implicada, testigo. Juicio de valor.
Soportes:
Hecho: Los egresados universitarios no consideran el mercado laboral estatal como una plaza atractiva para ejercer lo estudiado.
Antecedentes: Un gran número de egresados universitarios deciden abandonar el mercado estatal.
Contexto: Situación en la que se encuentra la economía nacional que impide que la retribución monetaria del trabajo esté en correspondencia con el costo de vida. Además, como parte del reordenamiento de la economía que atraviesa el país la apertura de los negocios particulares abre una nueva fuente de empleo mejor remunerada.
0 comentarios