CINE Y TELEVISIÓN: ENTRAMADO DE PROMOCIÓN MERCANTIL Y POLÍTICA
El ensayo Propagandas silenciosas, de Ignacio Ramonet, invita a reflexionar sobre si “la distracción televisiva pudiera condicionar al descerebramiento colectivo”.
Texto y foto:
KARLA PICART RODRIGUEZ
estudiante de primer año de Periodismo
Facultad de Comunicación
Universidad de La Habana.
¿Cuán manipulados somos por los medios de difusión? ¿Cómo influye en la conducta ciudadana un simple spot televisivo? Propagandas silenciosas, ensayo del escritor y periodista español radicado en Francia, Ignacio Ramonet, nos presenta en un transitar de lo no literario y pinceladas literarias, a través de ejemplos amenos, un exhaustivo análisis de cómo el cine y la televisión se convierten en promoción mercantil y política.
Un antecedente de manipulación mediática citado por el autor constituyen las narraciones de la guerra de Camboya, entre vietnamitas y khmeres rojos, publicadas en 1981 por The New York Times, contadas por el reportero Christopher Jones y que resultaron ser totalmente falsas. El periodista lo había escrito desde una gran imaginación.
Revelador y ecuánime el enfoque expuesto, a partir de la cada vez más estrecha asociación entre el cine y la televisión, y el incisivo empleo de spots propagandísticos como mecanismos hegemónicos generadores de decisiones, que van desde la elección presidencial, hasta la de una marca de cigarrillos.
El también autor de Cien horas con Fidel, culpa a la irrupción de Internet y la nueva ofensiva cultural estadunidense, como nuevos aparatos de enajenación social y manipulación de las masas. Señala: “en la misma trama de las imágenes se difunde la americanización".
Para ilustrar el fenómeno en Europa, dice: “son una especie de seres transculturales, híbridos irreconocibles, que poseen una mentalidad norteamericana en un cuerpo europeo”. Ramonet reflexiona, además, sobre la advertencia de que “una nación cuyo medios masivos de difusión están dominados por el extranjero no es una nación”.
Con un prólogo de Ricardo Alarcón de Quesada, tomado del discurso con motivo de la presentación de la primera tirada del texto en 2002, por Ediciones Valquimia, de Venezuela, la editorial Arte y Literatura realizó una reedición corregida en el año 2003. Esta vez impresa en Bogotá y con una entrevista al autor de Fidel Vascós González para la publicación.
El ensayo reitera la consigna que enarbolan los grandes monopolios de la comunicación: consumir. Logran con esto substraer a las personas de su capacidad de generar ideas propias, y que como pichones abran la boca y traguen. En el contenido se cita a Donald Rumsfeld, político estadounidense, quien ha definido la época actual como “guerra fría”, “una lucha en que los componentes políticos, económicos y propagandísticos tienen tanta o más importancia que los militares”.
Desde un sentido humanista, el ensayista español puntualiza: “gracias a las tecnologías de la información los mecanismos son mucho más temibles, porque estimulan con vigor los equipos de violencia simbólica, los cuales apenas encuentran resistencia en mucha de las presentes culturas”.
Ramonet expone su propio aviso: “la americanización nos penetrara por los ojos con la temible eficacia de una silenciosa propaganda. De ahí la urgencia de aprender a desconfiar de las imágenes reiterativas y machacadas que nos suelen dar el cine y la televisión para que las mastiquemos y las rumiemos.”
En toda la lectura, el escritor invita a la reflexión sobre situaciones de la vida diaria relacionadas con los medios, que al ser cotidianas no deben carecer de importancia. Todo su empeño se resume en meditar si, ¿son realmente los medios una satisfacción hipnótica que llevará a olvidar el mundo en que vivimos?
Pie de foto: Propagandas silenciosas ofrece una visión crítica de la influencia ejercida por los medios de comunicación.
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