LA CUNA DEL ÑAÑIGUISMO
En el municipio Regla se fundó la primera asociación Abakuá de Cuba, a semejanza de las sociedades secretas que existieron en la región nigeriana de Calabar.
YILIAN ARZUAGA PIÑA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
La primera sociedad secreta Abakuá de la que existe registro en Cuba cumple 180 años en este 2016. Surgió en el municipio de Regla, justo frente a la Bahía de La Habana, con el nombre de Akuabuton, bajo el amparo y protección del Cabildo de Apapa Efi, procedente de Calabar, Nigeria.
A partir de ese momento, 1836, las alianzas en esta religión denominan “juegos” o “potencias” a todos los grupos independientes y reconocen a sus miembros como “hermanos de sociedad” o “ecobios”, también apodados Abakuá o ñáñigos, explicó Luis Alberto Pedroso, licenciado en Historia del Arte, quien ha realizado investigaciones del fenómeno religioso y es especialista por casi 35 años del Museo de Regla.
Esta primera cofradía, integrada por negros de origen africano unidos por la fraternidad y la reciprocidad, fue creada en un período de auge del tráfico esclavista, comprendido en la primera mitad del siglo XlX y se sincretizó con el catolicismo y los cultos ya existentes, añadió.
En las potencias solo son admitidos hombres. De acuerdo con Miguel Freire Quintero, morionko, es decir, organizador de la música del plante Itia Ororo Candé, babalao, santero y palero, el concepto que se maneja desde aquella afiliación inicial es: "Hombre no es solo aquel que no es homosexual, sino aquel que es buen padre, buen hijo, buen hermano y buen amigo y, sobre todo, cumplidor del código moral establecido por los antepasados formadores del Abakuá”.
En sus inicios, la entrada en la sociedad ñáñiga solo se otorgó a hombres que hubieran demostrado su habilidad en el okuto mágico, celebración de los ñáñigos. Tras el óbito, otra festividad, el hombre pasa a ser ñáñigo, explicó Vladimir Valdés Farías, Isue, organizador y guía del Ireme en el plante Moñongo Efó.
La primogénita hermandad de Regla estaba caracterizada por una compleja organización jerárquica. En ella se celebraban rituales secretos, celosamente guardados, materializados en un tambor llamado ekue, el que representaba la voz de Abasí, el dios supremo sincretizado con Jesucristo, agregó.
Esta secta contó con adeptos honestos que buscaban en la organización una realización personal que la sociedad les negaba. Entre sus integrantes se encontraron mayomberos, santeros e incluso católicos, porque la religión no entraba en contradicción con otras creencias.
Sin embargo, muchos delincuentes se aprovecharon de los principios básicos de ayuda mutua y protección para escapar de la persecución de la justicia y terminaron dañando la imagen de la sociedad y llevándola a los límites de la marginalidad, de acuerdo con el artículo Abakuá, huellas en la cultura, publicado en la edición No3 de la revista “El Caimán Barbudo”.
Los representantes de estas agrupaciones cada 6 de enero, Día de los Reyes, realizan una peregrinación desde el Cementerio de Regla hasta el Monumento, donde anualmente expresan la disposición de mantener vivas sus raíces.
Pie de foto: Frente a la Iglesia de Regla se encuentra el monumento a la primera sociedad secreta Abakuá de Cuba.
Ficha técnica:
Tipo de título: Llamativo.
Tipo de lead: Sumario de Qué.
Tipo de cuerpo: Lead + Pirámide invertida + Dato adicional.
Tipo de fuentes:
Directas: Luis Alberto Pedroso,licenciado en Historia del Arte, quien ha realizado investigaciones del fenómeno religioso, y es especialista por casi 35 años del Museo de Regla; Miguel Freire Quintero, morionko , babalao, palero, santero; y Vladimir Valdés Farías, Isue del plante Moñongo Efó. Documental: Artículo “Abakuá, huellas en la cultura”, revista El Caimán Barbudo.
Primer valor-noticia: Prominencia de los protagonistas.
Otros dos valores-noticia: Singularidad. Proximidad o cercanía.
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