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Isla al Sur

“UN GÉNERO PARA MUCHACHOS QUE NO QUIEREN PENSAR”

“UN GÉNERO PARA MUCHACHOS QUE NO QUIEREN PENSAR”

Reflexiones de Ciro Bianchi Ross sobre la entrevista periodística. Anécdotas, opiniones y recomendaciones de un destacado periodista que arriba a sus 40 años de profesión.

DAILÉN VEGA MUGUERCIA,

estudiante de primer año de Periodismo,

Facultad de Comunicación de la

Universidad de La Habana.

Autor de Las palabras del otro (1983), Voces de América Latina (1988), Un hombre en la noticia (1990), Tras los pasos de Hemingway (1993), Yo soy el Chef (1996), García Lorca pasaje a la Habana (1997), La oreja de Dios (1998), Oficio de intruso (1999) y Así como lo cuento (2004); compilador de varios libros de Lezama Lima e  integrante del grupo que, auspiciado por la UNESCO, trabajó en la edición crítica de Paradiso, es una presentación obligada de Ciro Bianchi Ross, escritor y periodista merecedor de importantes  premios entre los que sobresalen el de Periodismo Latinoamericano "José Martí" y el de Periodismo Cultural por la Obra de la Vida "José Antonio Fernández Castro".

-¿Qué es para usted la entrevista periodística?

Nunca me gustó mucho la entrevista informativa, mi gran pasión ha sido la  entrevista de personalidad, he hecho muchas y he entrevistado grandes figuras como Oswaldo Guayasamín, Nicolás Guillén, Julio Cortázar, Mario Benedetti, Miguel Barnet, Alejo Carpentier, Lezama Lima y Gabriel García Márquez. La he visto como un hilo conductor entre el personaje y el público que lo admira. Ha sido un privilegio que me permite conocer gente que muchos quieren conocer y no pueden; pero es un género ingrato y manipulado, un género -como diría Luis Borges- para muchachos que no quieren pensar.

-En su primera vez como entrevistador, ¿qué sintió?

Tenía 17 años y estaba en el bachillerato cuando entrevisté a Alina de Feria que había  ganado un premio David.Saldría en el periódico El Mundo, donde colaboraban Cintio Vittier, Samuel Feijoo, Salvador Bueno y Alejo Carpentier, lo que me dio confianza, claro, entonces era más atrevido que ahora. Luego me percaté de que escribía en la página editorial de El Mundo, pero quizás no me leían, entonces me lancé a los grandes: Portocarrero, Mariano, Eliseo Diego.

-¿Cuál ha sido su entrevista más difícil?

No hay entrevista difícil, hay entrevistados muy difíciles: García Márquez que demoró la entrevista cinco años, hasta que nos encontramos un día en la casa de modas La Maissón y terminó dándome la entrevista en la mesita donde ponen el papel higiénico del baño; y Guayasamín, que a los veinte minutos me dijo que la entrevista había terminado, poniéndome de pie y de salida le comenté que había leído en la  revista Forbes de la alta sociedad, que él, protector de los indios, tenía unos treinta indígenas trabajando abusivamente en su casa. Luego Guayasamín me pidió que pasara nuevamente porque tendríamos que hablar. Un buen periodista siempre debe estar preparado con algún gancho para atrapar al entrevistado.

Nunca olvidaré cuando Carpentier estuvo en Cuba en el año 1974, con motivo de un homenaje nacional por sus 70 años. Supe que  se hospedaba en el  Hotel Nacional y durante seis semanas estuve insistiendo, a lo que él respondía: "Llame mañana bien temprano". A pocos días de su partida pude concertar la entrevista, al llegar al hotel estaba esperándome, me cargó un butacón de madera y cuero que había en el lobby para que me sentara  y me dijo: "Me faltan 300 cuartillas para terminar Consagración de la primavera, así que no me pregunte; aún no termino la traducción de los poemas de Picasso, así que no me pregunte; todavía no sé si puedo hacer un ballet con Alicia Alonso, así que tampoco me pregunte. No tengo nada que decir, así que mejor se va". Pero yo había ido para hacer la entrevista y de allí no saldría sin ella. Después de duros minutos de intentos logré que se interesara en un viejo poema, que ahora no recuerdo; pero lo que sí puedo decirte es que al rato no quería que me fuera.

-¿Qué piensa de las entrevistas polémicas?

¿Por ejemplo?

-¿Oriana Fallaci?

Negar que fue muy buena es absurdo. Sus trabajos son verdaderas clases sobre entrevistas. ¿Qué si se acomodaba y fabricaba entrevistas?, todos lo hacemos. Es un tipo de entrevista que gusta a los lectores, pero Oriana  fue un caso único. Esa agresividad hay momentos para usarla. Uno se retoca. Hay que poner trampas,  pero nunca agredir.

-¿Considera la entrevista un género puro?

No lo creo puro, aunque puede serlo, pero casi siempre va complementando testimonios, reportajes y crónicas.

-¿Qué tan importante resulta la preparación previa del periodista?

Fundamental. Muchas preparaciones previas han salvado entrevistas y su ausencia ha liquidado algunas. Claro, hay ocasiones que la inmediatez de la noticia no te permite una buena preparación, entonces debes conversar con tu entrevistado para lograr conocer cómo es y cómo piensa, para luego  poder preguntar.

-¿Qué recomienda a los jóvenes que se inician en el periodismo sobre la entrevista?

Que no muestren el cuestionario, pues muchas personas se asustan al ver las preguntas y deciden contestar entonces por escrito.

Que desconfíen siempre de la grabadora y presten mucha atención, demostrar interés en el tema es hacer sentir más cómodo al entrevistado. Hacerse imprescindible en la redacción, que se sepa que pueden contar contigo sin horario. Hacerlo todo y bien.

Ficha  Técnica:

Objetivos: Conocer la opinión de Ciro Bianchi Ross acerca de la entrevista periodística y sus experiencias como entrevistador.

Tipo de entrevista: De opinión

Tipo de título: De cita textual

Tipo de entrada: Directa, o de presentación

Tipo de Cuerpo: Clásico de preguntas y respuestas

Tipo de Cierre: De opinión del entrevistado

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