MORRO-CABAÑA
DAYNERIS MACHADO VENTO,
estudiante de cuarto año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
El Cíclope luminoso mira hacia al Cabaña. Le niega su luz, y rápidamente vuelve a inundarla de resplandores amarillos. El Cíclope luminoso no puede negarle la mirada a su Cabaña, entrañable amiga, confidente eterna.
Ayer vestidos de barras y estrellas, llorosos, abandonados. Hoy llenos de letras, de páginas, de libros y sonrisas. Ayer y hoy, Faro y Cabaña.
Y si el Faro se apagara, la Cabaña padecería su ausencia, como dama abandonada en el altar. Y si a la Cabaña se le extraviara una de sus piedras, solo una de sus antiquísimas piedras, el Morro inundaría el mar de puntos luminosos, como lágrimas brillantes que se apagarían un día para siempre.
Historias de caballeros entre fosos y escaleras; historias de héroes entre oficinas improvisadas con vista al mar. El mar. Siempre el mar, golpeando al tiempo detenido.
Un cañonazo, el mismo de hace doscientos años. Justo en el momento del sonido de guerra el Cíclope luminoso y la Cabaña se miran, sonríen, cierran los ojos arrugados y llenos de vida, y se asientan un poco más en el lecho del mar...corazón habanero.
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