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Isla al Sur

LA ISLA DE LOS DELFINES AZULES

LA ISLA DE LOS DELFINES AZULES

La novela cumbre del escritor norteamericano Scott O`Dell es una muestra clara de la capacidad humana para adaptarse y sobreponerse a cualquier dificultad.

LUIS A. AUTIÉ CANTÓN,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

¿Imaginan quedar solos en una isla totalmente desierta, tener que valértelas para sobrevivir, sin ayuda de nadie? Scott O`Dell, en su novela de aventuras La isla de los delfines azules, nos ubica en ese escenario.

Karana, la protagonista de la historia, queda abandonada en la Isla de los Delfines Azules cuando sus padres y hermana deciden huir, luego de que unos cazadores de nutrias mataran a la mayor parte de los habitantes de la isla. La obra transcurre durante 18 años y abarca el final de la niñez y el principio de la adolescencia de la muchacha.

Durante el tiempo que Karana vive sola en la isla, tendrá que aprender a armonizar con todo lo que le rodea, como única forma posible para sobrevivir. Su relación con los animales del lugar será un tema importante a lo largo de toda la trama, a tal punto que logra domesticar a un perro salvaje y mantenerlo como su mascota. A medida que pasa el tiempo, el animal se vuelve una suerte de familiar para ella, el único ser al que le puede hablar y contar sus problemas.

O`Donell, nacido en Norteamérica, dedicó casi la totalidad de su obra a los niños y jóvenes. Escribió 29 novelas de aventuras, de las cuales solo tres están dirigidas a lectores adultos. La Isla de los Delfines Azules es reconocida como el pináculo de su carrera.

Mediante un lenguaje simple y preciso, de fácil comprensión para lectores de corta edad, O`Dell logra mezclar, en poco más de 200 páginas, porciones de introversión y acción. Además, su hábil manejo de la descripción ayuda al lector a participar en cada pasaje de la historia como si estuviera viviéndolo.

Cabe destacar que la historia está basada en hechos reales, por lo que, teniendo en cuenta que sucedió en realidad, cada momento de la trama será capaz de despertar emociones verdaderamente intensas.

Quien lea La Isla de los Delfines Azules aprenderá, de la mano de Karana, a pescar, a cazar, a defenderse de los lobos y otros depredadores, a construir un refugio en cuevas y farallones, entre otras cosas. Pone de manifiesto la capacidad del hombre para volverse recursivo y dar valor utilitario a cualquier elemento que tenga a su alcance.

Esta novela es una muestra clara de la capacidad humana para adaptarse y sobreponerse a cualquier dificultad. No obstante, podría ser interpretada como un símbolo de la pequeñez humana ante el poder gigantesco de la naturaleza. En cualquier caso, nos hará reflexionar, y lo más importante: al leerla aprenderemos a no bajar la cabeza ante los problemas, a coger el toro por los cuernos. La Isla de los Delfines Azules nos enseña a vivir.

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