EN LA ESQUINA DEL CUADRILÁTERO, MUJERES PERIODISTAS
La presencia de reporteras femeninas en el sector deportivo crece; no obstante, persisten concepciones sexistas que obstaculizan su desarrollo profesional.
AYMELIS ALFARO CAMACHO,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
En la sociedad cubana actual la mayoría de las mujeres saben de béisbol, natación o cualquier otro deporte. Las niñas, jóvenes y adultas conversan sobre las Champions, los Juegos Olímpicos o la Liga de fútbol.
Pero, aun así, la presencia de la mujer en los medios de comunicación, en la especialidad deportiva, ha sido afectada por diversos criterios que frenan su desempeño laboral. Entre ellos se encuentran el machismo, la desconfianza en la capacidad de las mujeres para narrar las competencias y el estereotipo tradicional de que es un espacio solo para hombres.
Otro obstáculo es que a las reporteras les reservan temas “suaves” relacionados con la cultura o los deportes más “artísticos” y menos seguidos por la audiencia, como son la natación, el patinaje y la gimnasia aeróbica. Esto ocurre mientras los comentaristas hombres participan en las grandes coberturas de fútbol, boxeo y pelota.
¿Solo para hombres?
El periodismo deportivo cubano tiene sus inicios en 1870, con el anuncio de un juego de pelota, publicado en El Papel Periódico de La Havana, según referencia el escritor Carlos E. Reig Romero en su artículo Para una historia de los deportes en Cuba, del número 49 de la revista Temas.
A mediados del 70 surgieron otras publicaciones como El Pelotero y El Sportsman, bautizado como el Órgano de la Liga Cubana; que narraban, fundamentalmente, juegos de béisbol y boxeo. Inicialmente en esos periódicos y revistas escribían los mismos deportistas, hasta que figuras como Enrique José Varona emergieron con sus textos a partir de 1880.
El hito de romper con los tabúes e iniciar una etapa donde las féminas también conocían del mundo deportivo le correspondió a Elena E., quien, el 23 de octubre de 1881, publicó por única vez el artículo El base ball, según referencia Karlienys Calzadilla, periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, en su tesis de licenciatura sobre la mujer en el periodismo deportivo.
Después no hubo destacada participación de las damas en los asuntos deportivos, hasta 1960 con Mercedes Moreno, primera narradora-comentarista de la Televisión Cubana; Tamara Lam, en Juventud Rebelde; y Ana María Luján, en Prensa Latina. De esta forma se inició una etapa donde “el bello sexo” demostró a la sociedad que esos temas no solo era para hombres.
El talento no tiene sexo
La mujer ha demostrado que sí puede comentar sobre deporte y en algunos casos hasta narrarlo. Ejemplo de ello es Julia Osendi, quien también abrió el camino de la mujer en esta especialidad, con su participación como comentarista en la Olimpiada de Barcelona, en 1992.
Otro caso es el de Dayli Sánchez, quien inició en la televisión comentando del deporte masivo y en la actualidad ocupa el cargo de subdirectora del canal Tele Rebelde. Ella, al igual que otras féminas, no ha permitido que prejuicios sexistas obstaculicen su trabajo.
Elsa Ramos, reportera del periódico Escambray, en Santi Spíritus, también es una muestra de que el talento está por encima del sexo ya que ha obtenido en cinco ocasiones el Premio Nacional de Periodismo Deportivo en las modalidades de prensa escrita y digital.
Todas ellas han tenido que enfrentar numerosos prejuicios por parte de la población, de sus compañeros de trabajo e, incluso, de su familia. ¿Por qué les han impuesto obstáculos? Tal vez por temor o simplemente porque no se adecua al esquema social que impone que el área deportiva no es para las damas.
Muchos se justifican con el precepto machista de que la mujer no tiene tiempo porque debe atender el hogar y los hijos o porque una “señorita” no debe trabajar rodeada de hombres. Todos estos criterios reflejan cómo la mujer periodista aún es discriminada.
¿Gameover?
Según datos de la Unión de Periodistas y Escritores de Cuba (Upec), actualmente 2 182 mujeres trabajan como periodistas, lo cual representa el 51,1 por ciento del sector en el país. De esta cifra, ninguna fémina está registrada como comentarista deportiva, lo cual indica que solo colaboran en esa especialidad.
En el área deportiva la mayor cantidad de féminas se encuentran en la televisión y la prensa escrita. Entre ellas están Julieta García, del periódico Juventud Rebelde, Idania Pupo Freyre, del periódico Invasor, en Ciego de Ávila, y Glenda Torres, del Canal Habana. En la actualidad ha aumentado la cifra de las mujeres, pero puede ser mayor si rompemos con los esquemas sexistas que prevalecen.
La discriminación es una forma de violencia pasiva, es designar derechos y consideraciones sociales a un determinado grupo, por lo que favorece generalmente una actitud de rechazo. Todas estas actitudes constituyen actos que excluyen y obstaculizan el desarrollo de las periodistas.
Estamos en el siglo XXI, entonces, ¿por qué continuamos haciendo distinciones? Abrir el “círculo cerrado” del periodismo deportivo es un tema pendiente todavía. Depende de todos abrir paso al talento femenino en esta área.
Ficha técnica
Asunto a tratar: La discriminación de la mujer cubana en el periodismo deportivo.
Tipo de título: Llamativo.
Tipo de entrada: Afirmación argumentada.
Tipo de conclusiones: Explícitas.
Tipo de fuentes: Documentales: Reig Romero Carlos E.: Para una historia de los deportes en Cuba, 2007, revista Temas No. 49; Calzadilla, Karlienys. Tesis de Licenciatura en Periodismo, 2013, Facultad de Comunicación, Universidadde La Habana; Directas: Karlienis Calzadilla, periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana; Dayli Sánchez, subdirectora del canal Tele Rebelde del Sistema Informativo de la Televisión Cubana.
Los recursos empleados fueron la ejemplificación, la definición y la comparación.
Ejemplificación:
La presencia de la mujer en los medios de comunicación, en la especialidad deportiva, ha sido afectada por diversos criterios que frenan su desempeño laboral. Entre ellos se encuentran el machismo, la desconfianza en la capacidad de las mujeres para narrar las competencias y el estereotipo tradicional de que es un espacio solo para hombres.
Comparación:
Otro obstáculo es que a las reporteras les reservan temas “suaves” relacionados con la cultura o los deportes más “artísticos” y menos seguidos por la audiencia, como son la natación, el patinaje y la gimnasia aeróbica. Esto ocurre mientras los comentaristas hombres participan en las grandes coberturas de fútbol, boxeo y pelota.
Definición:
La discriminación es una forma de violencia pasiva, es designar derechos y consideraciones sociales a un determinado grupo, por lo que favorece generalmente una actitud de rechazo.