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Teoría-Trabajos docentes

LA INTERPRETACIÓN COMO BRÚJULA PERIODÍSTICA

LA INTERPRETACIÓN COMO BRÚJULA PERIODÍSTICA

Tema: Giovanni di Lorenzo, director del diario alemán Diet Zeit, avizora que el futuro del periodismo será un periodismo de orientación y profundización: ”Vivimos en un momento de crisis, la gente necesita orientación”.

CLAUDIA PÉREZ VILA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Cada tiempo o época trae cambios de índole social, política, económica, que van de la mano con el avance tecnológico de un país. El periodismo, basado en las acciones que el hombre realiza y sus efectos en el medio en el que convive, sirve como archivo histórico donde se albergan los sucesos que giran alrededor de la persona que los propicia.

Desde la década del 90, con la aparición de Internet, los periódicos a nivel mundial se encuentran en una situación desventajosa, pues la red de redes le ha ganado partido en puntos tan importantes como la inmediatez y la información visual. Un periodismo que analice los sucesos de una manera más profunda sería una posible salida para este puzle.

Giovanni di Lorenzo, director del diario alemán Diet Zeit, avizora que el futuro del periodismo será un periodismo de orientación y profundización: “Vivimos en un momento de crisis, la gente necesita orientación”.

Philip Meyer, profesor titular de la cátedra Knight de Periodismo, en la Universidad de Carolina del Norte, expresó: “El punto débil del tradicional periodismo de actualidad es que el periodista carece de una certeza de criterio para calibrar las fuentes en conflicto y se ve forzado a utilizar el tradicional objetivismo, el cual implica la temeraria suposición de que todas las voces profesan un equivalente afán por la verdad" (Meyer, 1993, p. 37).

La objetividad como nos han enseñado y hemos comprado en el corto tiempo de carrera, no existe en el periodismo, pues quienes escriben las noticias son personas y estas son eminente subjetivas y parciales. No obstante, debemos ser consientes en el momento de buscar las fuentes para que sean las adecuadas. La rutina diaria de un medio impide muchas veces una búsqueda exhaustiva de la información. La labor de los medios impresos es tratar de guiar al lector alternando la información que aparece mayoritariamente en Internet con la de las fuentes y de esta manera, tener un producto comunicativo más completo

Roberto Mesa Matos, periodista de radio Granma, expresa: “Los nuevos tiempos exigen  destrezas a la hora de comunicar y también profundizar en todos los temas tratados para orientar a los lectores. No hacemos nada con dar la noticia fríamente cuando ya fueron publicadas en Internet con antelación. Necesitamos llegar a la salida de este laberinto en el cual se encuentra la prensa, no solo cubana sino mundial. Para eso es necesario indagar con más profundidad en el por qué de los acontecimientos y darle seguimiento a  la noticia, que es, en la mayoría de las ocasiones, lo que no hacemos”

El teórico estadounidense, Eugene Roberts también da su valoración en cuanto al problema en que vive la prensa impresa en estos años y acota: "La sociedad -especialmente nuestra sociedad democrática- empieza a fallar cuando no es adecuadamente informada. ¿Informa a sus lectores un periódico que se niega a hacer periodismo en profundidad? La respuesta es, enfáticamente: no. Sin el deseo de llevar a cabo un periodismo que interprete la realidad, un periódico falla a sus lectores. Les da cobertura incompleta" (1988: 12)

Un ejemplo de periódico que a pesar de tratar en sus páginas temas de historia, ética y exhaustivos artículos ha logrado ampliar su público en los últimos tres años y ya es leído por un sector académico es el Diet Zeit. Entonces, sí es posible captar la atención de los lectores desde una perspectiva que los invite a pensar y a querer saber más de lo que se está tratando. Esto solo se logra con una verdadera interpretación de la realidad.

La información en Internet y su dominio inminente ha desviado la atención de los lectores que anteriormente adquirían el periódico hacia las multimedias y las galerías de imágenes que hacen más atractiva la noticia. Al respecto, Antonio Rubio, periodista de El Mundo y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, en España, coincide con el director alemán Di Lorenzo y brinda su valoración en cuanto a las nuevas tecnologías y las formas de hacer periodismo en el periódico español:

“Las nuevas tecnologías ayudan a hacer un periodismo más documentado, más profundo y más rápido (dentro de lo que se puede). Permiten entrar en bases de datos y conseguir más rápido la información. Pero hay una cuestión fundamental y que no tiene Internet, la agenda de contactos y relaciones del periodista. Esa se hace con el tiempo y con la confianza de tus fuentes. Necesitamos salir a la calle. La investigación está ahí fuera, debemos salir para buscarla, cogerla, atraparla” (2013: Web).

El volumen de información que recepcionan las personas cada día es enorme. Tratar de estructurar la noticia de manera tal que lo disponible en la red de redes, que es el sitio donde más información se almacena, sea solo una plataforma de lo que van a exponer los diarios al día siguiente, sería atrayente. Di Lorenzo en una entrevista realizada en 2012 por el periódico ABC, de España, afirma que si la prensa papel desaparece no sería por culpa de Internet, sino por su pérdida de calidad o credibilidad.

Miguel Mendoza Padilla, profesor de la Facultad Comunicación Social de la Universidad de La Plata, en el texto El Periodismo y su Relación con las Nuevas Tecnologías declara: “La interpretación ha sido llamado la exégesis del periodismo, porque busca las respuestas, realiza las investigaciones, ofrece la explicación de los hechos y busca satisfacer al lector todas sus dudas. Es por excelencia el género que forma opinión sin dar la propia, permite encontrar el valor relativo de la información, por comparación y profundización consigue llegar, el mismo, a la real valoración de los hechos presentados. El fin principal del periodismo interpretativo es relacionar la información de la actualidad con su contexto temporal y espacial” (Mendoza Padilla en Núñez Ladevéze: 1995,34).

Maria Elena Lima, reportera del periódico Girón, de Matanzas, compara las funciones del periodismo como una caja rusa o matrioska, ya que si informas correctamente, orientas; si orientas, educas; si educas, ayudas al ser humano a vivir y si aprendes a vivir es porque has comprendido el mundo y la sociedad

“Todos los periódicos del mundo mienten. Si no lo hacen dando solo una parte de la información, lo hacen dando una interpretación errónea a los sucesos”, declara Luis Sexto, periodista cubano y Premio Nacional de Periodismo (EP: 2014).

El también profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana expresa que esos medios, que muchas veces son muy buenos, tienen la tarea de preparar al público para asumir las circunstancias de acuerdo con sus intereses. La interpretación, la profundización y la búsqueda de información debe ser entonces el arma de los diarios actuales.

RECUADRO

LA INTERPRETACIÓN PERIODÍSTICA:
EL ARMA DE LOS DIARIOS ACTUALES

La profesora María Teresa Mercado Sáez, directora del Instituto de Disciplinas Económicas, Ambientales y Sociales de Valencia, España, expone su opinión en una entrevista vía correo electrónico, en la cual refleja su postura en cuanto a las nuevas formas de hacer periodismo.

-¿Cree usted que si no se hace un

periodismo de mayor búsqueda y profundización

desaparecerán los periódicos?

En los últimos años se ha hablado mucho de la crisis de los diarios en papel frente al imparable dominio de la información online. Algunos agoreros han puesto en duda, incluso, la pervivencia del periodismo. Sin embargo, son los medios convencionales los que están en crisis, no el periodismo. Es el modelo de negocio, basado en los ingresos publicitarios, el que no se está adaptando al mundo digital.

Los profesores hablamos en clase de la situación de los medios y de los periodistas, debatimos sobre el todo gratis en Internet. Algunos opinamos que ante la crisis de los medios, hay opciones, es posible crear iniciativas periodísticas distintas a las del siglo XX.

Lo que permanece es la necesidad de contar historias, estructurar, jerarquizar… Tomando prestadas las palabras de un gran periodista despedido de un diario español muy importante, esa labor nos hace indispensables frente al ruido que nos rodea, en la calle y en Internet, con sus incesantes tuits; porque los periodistas somos buscadores de   claves, explicamos los porqués. El periodismo nunca ha sido más necesario.

-¿Cómo tiene que ser, desde su punto de

análisis, el periodismo contemporáneo?

Interpretar el por qué de los asuntos, cubrir guerras y conflictos, política, la vida cultural de una ciudad, los descubrimientos científicos, viajes espaciales, cambio climático, partidos de fútbol o las carreras de F1 están entre las funciones del comunicador actual.

El periodismo da para mucho, da para todo, cuenta la vida; la Historia con mayúsculas y la intrahistoria, la de las personas, la de lo cotidiano, la que da sentido a la otra. Debemos reelaborar nuestra forma de hacer periodismo, debemos seguir profundizando y orientando, pero de otra manera y en medios distintos.

Bibliografía:

Rubio, Antonio: "El periodismo de investigación es la mejor especialización para el periodista". En http://233grados.lainformacion.com/
blog/2013/09/antonio-rubio-el-periodismo-de-investigaci%C3%
B3n-es-la-mejor-especializaci%C3%B3n-para-el-periodista.html. Consultado: 3-Mayo-2013.

El País: "El periodismo digital hace de todo menos dinero". En  http://www.elmundo.es/ elmundo/2010/12/10/comunicacion/1291979778.html. Consultado: 1-Mayo-2014.

Klein, Darío. "El papel del periodismo de investigación en la sociedad democrática."En http://www.razonypalabra.org.mx/
anteriores/n22/22_dklein.html. Consultado: 3 -Mayo- 2014.
 
Mendoza Padilla, Miguel.  "El Periodismo y su Relación con las Nuevas Tecnologías."   En http://www.santafe-conicet.gov.ar/
servicios/comunica/ponencias/sibilapr.htm. Consultado: 6-Mayo- 2014.

Profesor consultado:

Luis Sexto, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y Premio Nacional de Periodismo José Martí.

Periodistas consultados:

Roberto Mesa Matos, periodista de Radio Granma.

María Elena Lima, reportera del periódico Girón, de Matanzas.

RECURSOS PARA LA VERDAD

RECURSOS PARA LA VERDAD

Tema: Enrique Castejón Lara, Premio Nacional de Periodismo en Venezuela, plantea que el periodismo interpretativo debe apelar a tantos recursos argumentales como sean necesarios para explicar o dar sentido a una realidad compleja o de gran impacto en la sociedad y considera que el análisis —el examen o escrutinio de la realidad— es un paso necesario, imprescindible, y que el juicio personal del periodista nunca ha constituido —y nunca lo hará— un “argumento” o prueba demostrativa dentro del proceso de interpretación.

CINTHYA GARCÍA CASAÑAS,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Cualquier persona pudiera preguntarse ¿qué es interpretación?, y sin pensarlo mucho le vendría a la mente: explicar, analizar, profundizar,  llegar al fondo del asunto, infiriendo así, entonces, que periodismo interpretativo es aquel que consiste en la exposición y análisis de la más completa recopilación de datos.

No estaría muy lejos de la realidad, pues los trabajos interpretativos se asientan, además de las imprescindibles preguntas clásicas (Qué, Quién, Cuándo, Dónde), en el Por qué-Para qué y el Cómo. Es decir,  van al fondo de la noticia, detallan el suceso desde una perspectiva analítica, más allá de las informaciones tradicionales y destacan posibles consecuencias.

La noticia, dice Mitchell Charnley, teórico norteamericano, debe tener no sólo extensión, anchura y altura, sino también profundidad y orientación (1971: 30), con lo que concuerda José Luis Martínez Albertos, profesor español, al considerar que la primera exigencia de la prensa actual es el abandono de los modos de trabajo propios del periodismo exclusivamente informativo para adoptar el sistema de la prensa de explicación, el también llamado “'periodismo en profundidad” (1989: 133).

El periodista que se aventure en este complejo mundo de la interpretación debe ser capaz de buscar tantos elementos como le sean posibles para sustentar su trabajo. Pero elementos respaldados por autoridades competentes o personas implicadas en los hechos, pues en la mayoría de los casos, al interpretar, no hace una valoración personal y no emite juicios, salvo en el reportaje.

Enrique Castejón Lara, Premio Nacional de Periodismo en Venezuela, plantea que el periodismo interpretativo debe apelar a tantos recursos argumentales como sean necesarios para explicar o dar sentido a una realidad compleja o de gran impacto en la sociedad y considera que el análisis —el examen o escrutinio de la realidad— es un paso necesario, imprescindible, y que el juicio personal del periodista nunca ha constituido —y nunca lo hará— un “argumento” o prueba demostrativa dentro del proceso de interpretación.

El tratamiento del mensaje interpretativo se lleva a cabo por medio del análisis. Es una especie de hilo conductor que va relacionando unos y otros datos.  

Julio Batista Rodríguez, periodista del semanario Trabajadores, plantea que el papel esencial ha de ser el de presentar los análisis de los especialistas, estructurando un discurso lógico que posibilite la mejor comprensión del tópico abordado. “Justo en esa presentación de criterios autorizados se juega el periodista su credibilidad”, afirmó (EP, 2014).

Entre los elementos que sustentan la interpretación, de los cuales se vale el periodista, se encuentran las fuentes de información. Se le denomina así a todo aquello que genere, contenga, suministre o transfiera información.

Registro de la memoria histórica

Las fuentes clasificadas como documentales, son de gran importancia, pues aportan datos que dan mayor fortaleza a las ideas y aumentan la credibilidad.

Constituyen una forma de relacionar sucesos, buscar antecedentes, incluso, dar una visión general y ampliada del hecho en cuestión, según el sitio web Buenas Tareas.com “Periodismo interpretativo”, de un colectivo de autores de la Universidad de Málaga.

La documentación es una técnica básica del trabajo investigativo del periodista, por ser el pilar que sustenta la verificación. Recurrimos a ella en busca de antecedentes, puesto que todo lo pasado tiene algún registro en la memoria histórica.

Sonia Pérez Sosa, periodista de la revista Verde Olivo y profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, considera las fuentes documentales de gran utilidad. “Al brindar mayor cantidad de datos, el periodista trata de hacer ver y entender al lector los diferentes puntos de vista de una situación” (EP, 2014).

Otros recursos

Según Jorge Luis Michelena, periodista de Radio Metropolitana, la indagación en las fuentes documentales permite poder hilvanar datos en forma intencionada, pero los periodistas no deberían contentarse con reunir información y luego divulgarlas. “Al contrario, tienen la obligación moral de someter a crítica los datos”, agregó (EP, 2014).

Se acude a las fuentes activas para contrastar todas las informaciones con otras que tengan intereses distintos y más imparciales, que los implicados en la investigación. Hablar con todas las partes, afectadas o al tanto de la situación, también es recomendable, pues se hace necesaria la búsqueda de diferentes tipos de juicios.

Recordar que ambos tipos de fuentes (documentales y activas) son elementales. “Las utilizamos para expresar juicios que profundicen en el hecho noticioso, ofrecer otros puntos de vista y brindar la percepción del problema en toda su complejidad a los receptores. Es cuestión de utilizar estas fuentes en función de que el lector entienda y asimile la información” (Fagoaga, 1982: 26).

El ropaje de la objetividad

Ante tal idea de la interpretación surge la duda, ¿podrá el periodista plantear su criterio en la información presentada? Y pensamos en la tan mencionada objetividad, entendida también desde la imparcialidad.

Según Evelio Tellería Alfaro, periodista del semanario Trabajadores, hay disímiles formas de plantear el criterio del periodista sin que quede reflejado. Se puede aminorar la presencia de la opinión en un trabajo interpretativo, “no es preciso plasmar Yo pienso que, para demostrar tu intencionalidad” (EP, 2014).

En el periodismo la imparcialidad no existe, pues se asume una toma de posición ante la realidad. El periodista interpreta desde su subjetividad, por lo cual no es perfectamente objetivo, sino que analiza la realidad y la construye para hacerla llegar a un público no menos subjetivo que la asimilará de acuerdo con su propio análisis.

Para el periodista y profesor chileno Abraham Santibáñez, “interpretar, consiste en buscar el sentido a los hechos noticiosos que llegan en forma aislada. Situarlos en un contexto, darles un sentido y entregárselo al lector no especializado. Por exigencia profesional, además, esta interpretación debe tratar de prescindir de opiniones personales, debe basarse en hechos concretos y en opiniones responsables” (1995:22).‎

Explica Mitchel Charnley en su libro Periodismo Informativo, que el verdadero trabajo objetivo es aquel en que el receptor, con sus propios recursos, sin necesidad de insinuaciones del redactor, puede ver todas las circunstancias del suceso en su real perspectiva (1989: 55).

El profesor venezolano Enrique Castejón Lara, vía Twitter, comentó: “Objetividad inalcanzable... e irrenunciable, la información siempre es subjetiva, ya que marcha con la naturaleza humana”.

Bibliografía:

Castejón Lara, Enrique: La verdad condicionada. Editorial Corprensa. Caracas, Venezuela. 1992

Colectivo de Autores de la Universidad de Málaga: Periodismo Interpretativo. En sitio Buenas tareas. http://www.buenastareas.com/periodismointerpretativo. Consultado el 25 de abril de 2014.

Charnley, Mitchell: "Periodismo Informativo", Editorial Troquel. Buenos Aires, Argentina. 1971. p. 30.

Fagoaga, Concha: Periodismo Interpretativo, el análisis de la noticia. Editorial Mitre. Barcelona, España. 1982. p.86.

Gargurevich, Juan: Géneros Periodísticos. Editorial Félix Varela. La Habana, Cuba. 2006.

Martínez Albertos, José Luis: El lenguaje periodístico. Editorial Paraninfo. Madrid, España. 1989. p.133.

Santibáñez, Abraham: Periodismo Interpretativo. Editorial Andrés Bello. Chile. 1995. p. 22.

Profesora consultada:

Sonia Pérez Sosa, periodista de la revista Verde Olivo y profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

Periodistas consultados:

Julio Batista Rodríguez, periodista del semanario Trabajadores.

Evelio Tellería Alfaro, periodista del semanario Trabajadores.

Jorge Luis Michelena, periodista de Radio Metropolitana.

PERIODISMO PARA CLÍO

PERIODISMO PARA CLÍO

Tema: Fernando Rivas Inostroza, director de la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso argumenta que “las  publicaciones periódicas van dando curso a determinados acontecimientos en sus páginas, las que sirven al deseo ciudadano de estar informados o al tanto de lo que pasa y una vez que su corta vigencia expira se convierten en documentos que reflejan una época y que suelen mantenerse como depósito de un presente que siempre se escapa”.

MÓNICA LEZCANO LAVANDERA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Una de las vías de interpretación de la realidad son los medios de prensa. Gran parte de los públicos asume como verdadera una afirmación solo porque “salió en el periódico”. Pero, más allá de satisfacer las necesidades diarias de información, el periodista deviene “cronista de su tiempo”, al decir del Premio Cervantes, el cubano Alejo Carpentier.

Las publicaciones periódicas contextualizan las épocas. Al respecto, en el artículo Nuevas fuentes historiográficas, de la investigadora y profesora española María Dolores Saíz, aparece una cita del catedrático Robert Marrast, donde expone que “a través de la prensa es como mejor se puede aprehender el movimiento de las ideas en su curso y en sus agitaciones, determinar la persistencia de las corrientes de pensamiento y sus resurgimientos, su progresiva desaparición en provecho de las ideas que poco a poco se abren camino” (1975, citado por Saíz 1996: 132)”.

Según el catedrático español Miquel Rodrigo Alsina, la noticia es “una representación social de la realidad cotidiana que se manifiesta en la construcción de un mundo posible” (1989: 18), por lo que la aproximación entre los periodistas y los receptores se basa en “actitudes epistémicas colectivas que se han ido forjando por la implantación del uso social de los medios de comunicación como transmisores de una realidad social de importancia pública“ (Rodrigo Alsina, 1989: 31). Por tanto, el vínculo exclusivo entre la historia y la comunicación radica, fundamentalmente, en el papel de los medios como creadores de una realidad social.

Ante tales razones, el análisis de la prensa resulta de gran ayuda para los estudiosos de la memoria colectiva de un pueblo, quienes se interesan por los periódicos tanto como objeto histórico en sí mismo, como fuente para el estudio de numerosos temas sociales, económicos y culturales que condicionan las características de una época determinada.

Fernando Rivas Inostroza, director de la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, argumenta que “las  publicaciones periódicas van dando curso a determinados acontecimientos en sus páginas, las que sirven al deseo ciudadano de estar informados o al tanto de lo que pasa y una vez que su corta vigencia expira se convierten en documentos que reflejan una época y que suelen mantenerse como depósito de un presente que siempre se escapa”.

Confianza vs peligro

Al trabajar con la prensa como fuente histórica, ésta debe analizarse desde un punto de vista crítico, a fin de lograr los grados de certeza, verosimilitud y credibilidad que exige la historia.

El Doctor de Estado en Ciencias y Letras Humanas Manuel Martin Serrano (2009) avala el discurso periodístico como un instrumento de construcción y reconstrucción de la realidad en la cual se legitima un sistema social: las continuas interpretaciones que hacen los relatos -el discurso periodístico- del entorno social y de lo que en su ámbito acontece, contribuyen a mantener las representaciones colectivas, las visiones del mundo de los grupos o sujetos individuales, siempre y cuando, no se introduzcan visiones de la realidad diferentes.

Los medios de comunicación recrean la parte del entorno propio de cada reportero, ya que la intencionalidad y el contexto, junto la visión del autor, rigen el trabajo periodístico.

El periodista, como forjador de valores, debe partir de la honestidad para realizar sus trabajos. Pero no todos se sienten comprometidos a asumir esta responsabilidad ética, por lo que pueden manipular los medios en función de beneficios personales y nacionales. 

“Para el establecimiento de la verdad histórica, cada periódico aporta su propio material. Se trata de elementos fragmentarios, disociados, necesariamente simplificados, raramente objetivos, de una realidad siempre compleja. Aunque se puede cuestionar como fuente única, es una fuente complementaria de primer orden. El material que contiene (información, artículo, ilustración) tiene un valor en el marco en que esta documentación se sitúa: su significado no es completo si no va acompañado por un análisis del contexto en el que intervienen otros elementos, su origen, su situación, su presentación, así como los objetivos políticos y económicos del periódico” (Kayser, 1957, citado por Saíz, 1996: 133).

La periodista Bárbara Avendaño, de la revista Bohemia, opina que las noticias pueden ser manipuladas de acuerdo con los intereses políticos de los medios que la emiten: “Por tales razones, no podemos quedarnos con la parte de la realidad que se plasma en la prensa, hay que investigar por otras vías y confrontar la información”.

Historiador de los días

Cada información periodística que llega al público se aproxima a un retrato del presente. Por eso es necesario tratarla cuidadosamente, con la vista puesta en el futuro, porque si hoy se trabaja mal, ¿qué opinión quedará para las próximas generaciones?

Miriam Rodríguez Betancourt, Premio Nacional de Periodismo y profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, argumenta que las noticias periodísticas constituyen testimonio de una época: “De ahí la importancia de que la información del día a día aborde temas relevantes de la sociedad, para que los historiadores encuentren en ese archivo las claves para interpretar determinados períodos, y conocer cómo vivieron y pensaron poblaciones enteras”.

La prensa cubana, en cualquiera de sus medios, es también una fuente histórica. A propósito, Rodríguez Betancourt asevera: “Una de las críticas más agudas que se le hacen a nuestras publicaciones es, precisamente, la insuficiente aproximación a temas candentes de la actualidad, prefiriendo una agenda de actos oficiales y asuntos, muchas veces, de relativo interés e influencia. A lo efímero de la noticia se añade la intrascendencia de sus temas y el tratamiento rutinario de ellos, algo imperdonable cuando vivimos un presente pletórico de hechos significativos”.

En ese hilo de análisis, la joven periodista de la revista Bohemia Mónica Baró Sánchez, acota: “Junto a esas carencias, se suma el reto de interactuar de forma dialógica con un receptor que se hace progresivamente más activo gracias a las nuevas tecnologías que tiene a su alcance”.

Todo producto periodístico se completa solo con la interpretación diversa y enriquecedora que puede darle su público. Lograr tales complementos es proyectar una mejor forma de narrar la cotidianidad de la gente, y así fundar un relato auténtico que intente parecerse a la vida, para dar cuenta de ella cuando la mirada se eche atrás.

Recuadro

HISTORIA DESDE EL PRESENTE

El profesor Fernando Rivas Inostroza considera que la prensa en Chile suma nuevos retos al enfrentarse a los cambios tecnológicos, pero no pierde su valor como fuente histórica.

Las publicaciones periódicas son recipientes de visiones y percepciones sociales que quedan para la posteridad, aún cuando el desarrollo vertiginoso de las tecnologías de la informática y las comunicaciones condiciona una mayor actualización de las noticias. Ante ello, se impone la necesidad de crear un producto comunicativo de interés para el público, que puede convertirse en un reflejo de la época actual.

Fernando Rivas Inostroza, director de la Escuela de Periodismo de  la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, asume este escenario como clave para desarrollar un mejor trabajo reporteril, y así lo afirma vía correo electrónico.

-La prensa sirve de guardiana a la
verdad histórica, pero, ¿es el periodismo
actual un reflejo exacto de la realidad?

No, a mi modo de ver eso no existe. De la realidad sólo tenemos retazos y sombras. Lo que hacemos los profesionales de la palabra es iluminar el ambiente, pero nunca aprehendemos la verdad tal cual es.

-¿Considera que la prensa de
hoy satisface las necesidades
informativas de la población?

Los medios de comunicación en Chile están en deuda y creo que siempre lo van a estar en todas partes. La prensa ayuda mucho, forma conciencia, pero nunca será suficiente. No obstante, cada sociedad debiera valorar y pujar por la mayor libertad de prensa posible, cuidando condiciones de equidad, de modo que no se reproduzcan también a nivel del discurso las desigualdades sociales ya existentes en otros ámbitos. Eso es nefasto porque institucionaliza el poder, lo hace inamovible y favorable respecto a algunos -habitualmente los mismos-. La libertad de prensa introduce el siempre refrescante aire que renueva el pensamiento y fija la vista en aquellas situaciones sociales que están pendientes. La crítica tiende a ser corrosiva, pero también es el mejor medio para cuestionar la realidad y tratar de mejorarla.

-En Chile, ¿de qué medios (impresos,
televisivos, radiales, digitales) la
población consume más información?

Indudablemente por televisión, y cada vez más desplazándose a la TV por cable. Los diarios en papel están en fase de declinación, trasladándose al soporte de Internet. La lectura digital crece exponencialmente. La radio mantiene su adhesión y se le valora por su calidez, cercanía y apoyo en momentos de catástrofes como terremotos, incendios, tal como los hemos vivido en Valparaíso. La juventud y las nuevas generaciones hacen uso masivo de Internet, particularmente de redes sociales como Facebook, donde las fotografías y los videos tienen un alto consumo.

-Con el desarrollo de las nuevas
tecnologías, ¿considera que los medios
impresos pudieran perder su valor?

No, al contrario. Es un efecto paradójico. Volver o llegar al papel será el premio para aquellos textos y discursos que van a quedar convertidos en objetos. Por ahora estamos en la masificación del mundo digital y nos encandilamos con sus posibilidades, pero llegará el momento en que sea común y empezará a ajustarse su valor. En cambio el papel, el libro, que será más caro, implicará contar con un objeto valioso, único y de alcance prácticamente exclusivo, de modo que al papel llegará lo selecto, lo mejor. No es su muerte, yo lo veo más bien como el camino hacia una nueva elitización.

-¿Considera que todos los trabajos
periodísticos pueden ser analizados
como fuentes documentales una vez
pasado el momento "caliente"
de  la noticia?

Sí, todo documento de prensa es un testimonio. Y este testimonio no está tanto en el documento, como en quien lo revisa y lo articula con la historia del país y con su propia biografía. Los documentos sólo son un depósito que hay que saber manejar, pero su trascendencia y su valor lo asigna y declara el investigador. Habitualmente, lo que no es considerado o desechado por irrelevante o de mala factura puede contener elementos tremendamente relevantes que no saltan de inmediato a la vista, sino después de una lectura muy atenta, reposada y en contraste con el panorama de elementos acumulados en su vida por el investigador.

Bibliografía:

Rivas Inostroza, Fernando: Analizando los medios y la comunicación: teoría y métodos. Valparaíso. 2009.

Rodrigo Alsina, Miquel: La Construcción de la Noticia. Ediciones Paidós, Barcelona. 1989.

Kayser, Jacques (1957) en: Saíz, María Dolores: Nuevas fuentes historiográficas. Historia y Comunicación Social. Servicio de Publicaciones Universidad Complutense. Madrid. 1996.

Marrast, Robert (1975) en : Saíz, María Dolores: Nuevas fuentes historiográficas. Historia y Comunicación Social. Servicio de Publicaciones Universidad Complutense. Madrid. 1996.

Serrano, Manuel Martin: La producción social de comunicación, Vol. 1y 2. Editorial Pablo de la Torriente. La Habana. 2009

Periodistas consultados:

Bárbara Avendaño, periodista de la revista Bohemia.

Mónica Baró Sánchez, periodista de la revista Bohemia y educadora popular.

Profesora consultada:

Miriam Rodríguez Betancourt, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y Premio Nacional de Periodismo José Martí 2010.

 

 

 

INFORMACIÓN E INTERPRETACIÓN EN EL PERIODISMO

INFORMACIÓN E INTERPRETACIÓN EN EL PERIODISMO

Tema: Acerca de las confluencias y divergencias entre la nota informativa y la interpretativa, Hugo Ríus Blein, Premio Nacional de Periodismo José Martí, acota: “Ambas convergen en que se inspiran en la actualidad palpitante, se construyen ateniéndose estrictamente a la veracidad de los hechos, con intención de objetividad, y proporcionan datos concretos. Pero mientras la nota informativa prefiere la síntesis de los hechos escuetos representados, la nota interpretativa se atreve a señalar matices, contrastes y contradicciones y a deslizar evaluaciones. Y si en una se enmascara la inseparable subjetividad del periodista, en la otra puede hacerse relativamente visible”.

VI TRAN KIM TUONG,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Hugo Ríus Blein, Premio Nacional de Periodismo José Martí, acota sobre las confluencias y divergencias entre la nota informativa y la interpretativa: “Ambas convergen en que se inspiran en la actualidad palpitante, se construyen ateniéndose estrictamente a la veracidad de los hechos, con intención de objetividad, y proporcionan datos concretos. Pero mientras la nota informativa prefiere la síntesis de los hechos escuetos representados, la nota interpretativa se atreve a señalar matices, contrastes y contradicciones y a deslizar evaluaciones. Y si en una se enmascara la inseparable subjetividad del periodista, en la otra puede hacerse relativamente visible”.

Sobre este tema, existen dos maneras importantes de construirla que son la nota informativa y la nota interpretativa. Ellas tienen algunos puntos similares, sin embargo, también tienen diferencias. La nota informativa es un elemento básico para desarrollar la nota interpretativa.

El estilo informativo debe cumplir estas condiciones: concisión, claridad, objetividad, precisión, construcción que capte la atención, variedad, ritmo, originalidad, sencillez, corrección y propiedad.

En el libro La Nota, la profesora Iraida Calzadilla Rodríguez precisa la nota informativa “como el relato o exposición de un hecho noticioso, redactado en forma impersonal. La caracteriza el interés general que tiene y la actualidad del hecho expuesto. Es importante señalar que constituye la materia prima de la que se nutre el periódico o espacio noticioso de cualquier medio de prensa, y de ella parten casi todos los géneros” (2005: 34).

La nota informativa está basada en las respuestas a seis preguntas básicas: qué, quién, cuándo, dónde, cómo y por qué-para qué. Su estructura es el lead, el cuerpo y los datos adicionales. El lenguaje de la nota informativa se distingue por una exposición directa, limpia, y un propósito utilitario.

Marta Rojas, escritora y periodista del diario Granma, define cómo “la nota informativa, o información simplemente, es la célula principal y el torrente sanguíneo del periodismo. Cualquiera que sea el estilo que el periodista se ha ido creando hasta lograrlo, debe responder en la nota informativa a las seis preguntas clásicas: qué, quién, cuándo, cómo, dónde y por qué. Ese es, a mi juicio, el mejor orden, pero puede variar”.

En la nota informativa como síntesis sobre un hecho, deben enunciarse los acontecimientos como ocurrieron verdaderamente y utilizar una o dos fuentes. Puede citar desde elementos documentales hasta personas.

No obstante, a pesar de que la nota informativa es un género que requiere de precisión. El periodista necesita escribir con realidad y objetividad, no puede añadir su opinión de forma subjetiva.

No hay contradicción en que hoy se publique una noticia y mañana u otro día, como seguimiento, se elabore una crónica o reportaje e, incluso, un artículo de opinión, que partió en principio de una informativa.

La nota interpretativa es uno de los géneros más desconocidos, profundiza más en los hechos, ofrece datos que le aportan al lector nuevos elementos que ayudan a comprende mejor lo sucedido y le da más cultura sobre ese suceso. La nota interpretativa puede comentar sobre lo ocurrido a partir de los elementos que agrega.

Estos elementos pueden diferir de los que forman el relato objetivo de los hechos. El periodista debe acudir a fuentes múltiples, que expresen las diversas miradas al receptor y se adentren en la complejidad del tema.

En un artículo colectivo de Beatriz Albert Pino, Asalia Gort Peguero, Gabriela Ávila Gómez, Alex Pérez Pozo, Lester Upierre Rodríguez, estudiantes de primer año de Periodismo, Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, se sostiene: “El primer nivel es insuficiente porque no explica los procesos sociales, los intereses subyacentes en los hechos. Es necesario que se den a conocer los acontecimientos de la manera más rápida posible, pero luego es necesario que se brinden todas las explicaciones necesarias, con antecedentes, y las consecuencias que pueda tener en un futuro más o menos próximo, para que el lector sepa atenerse y cómo actuar en esa circunstancia o en otras similares que se pudieran producir” (2012: Web).

El catedrático chileno Abraham Santibáñez acota que esta interpretación debe tratar de prescindir de opiniones personales, debe basarse en hechos concretos y opiniones responsables que sean pertinentes y debe ser presentada en forma amena y atractiva (2012: Web).

Para la profesora Calzadilla, en la nota interpretativa hay que mantener el lead y el cuerpo y desarrollar los datos porque ya se aparta de la clásica estructura de la pirámide invertida. Posee una cantidad de informaciones más que la nota informativa, aparecen los hechos escuetos representados y se atreve a señalar matices, contrastes y contradicciones.

“Especialmente importante en la nota interpretativa es el empleo de las múltiples fuentes, con el propósito de que expresen juicios que profundicen en el hecho noticioso, ofrezcan varias miradas al receptor y se adentren en la percepción del problema”, afirmó la docente en Construcción de la nota interpretativa: de lo factual a los significados (2009: Web).

La nota informativa y la interpretativa utilizan la tercera personal para su redacción. El lead incluye los contenidos principales y brinda a los lectores las cuestiones más interesantes de la nota.

“Las seis preguntas básicas están contenidas en las diferentes variantes que facilitan los cuerpos informativos, de manera que se vaya explicitando cada dato. Además del hecho noticiable, que se mantiene desde la nota informativa, en la interpretativa son obligados los antecedentes, contextos y proyecciones. Es decir, esta variante abarca el problema del pasado, presente, futuro, da al mensaje una dimensión mayor y no se conforma con una discursividad lineal”, acota Iraida Calzadilla (2014: Web).

Orlando Ruiz Ruiz, periodista del semanario Trabajadores, expresó: “Aunque en su esencia la nota informativa y la interpretativa guardan una estrecha relación, la segunda, a diferencia de la primera, incorpora un nivel de reflexión e interpretación del hecho, que lo clasifica y ayuda a entender en toda su dimensión” (EP, 2014).

Podemos concluir, entonces, que existen semejanzas y diferencias entre ambos géneros periodísticos. Según el Construcción de la nota interpretativa: de lo factual a los significados, Calzadilla manifiesta: “En ambos estilos los modos expresivos de los periodistas ofrecen una visión lo más cercana a la realidad. Sin embargo, en la nota interpretativa se plasma la noticia en toda su pluralidad, asociada a otros hechos del pasado, el presente y se atisban consecuencias probables” (2009: Web).

Ella declara también que el estilo informativo se distingue por la descripción del hecho; en tanto, el interpretativo propone aristas heterogéneas para entender y alcanzar el conocimiento integral de la noticia. Mientras los textos informativos narran un acontecimiento de forma “objetiva” e “imparcial” y se asientan en contenidos factuales, los interpretativos proponen valoraciones y análisis que el receptor toma o excluye, es decir, hay en ellos una voluntad de trascender (2009: Web).

Si bien es cierto que las dos están escritas en tercera persona, en la interpretativa se sitúa en el contexto del hecho noticioso y al ofrecer mayor contraste de fuentes en la selección de esta, se evidencia más la subjetividad del periodista.

Bibliografía:

Calzadilla Rodríguez, Iraida. La Nota. Editorial Pablo de la Torriente Brau, La Habana, Cuba, 2005.

Calzadilla Rodríguez, Iraida. Cuadernos desde el aula. Notas interpretativas. Curso académico 2008-2009. Facultad de Comunicación, Universidad de La Habana. Cuba.

Beatriz Albert Pino, Asalia Gort Peguero, Gabriela Ávila Gómez, Alex Pérez Pozo, Lester Upierre Rodríguez, estudiantes de primer año de Periodismo, Facultad de Comunicación, Universidad de La Habana. La nota interpretativa: Un género necesario, islasur, 2012. En: islalsur.blogia.com. URL: http://islalsur.blogia.com/
2012/072603-la-nota-interpretativa-un-genero-necesario. Consultado: 26/07/2012.

Calzadilla Rodríguez, Iraida. Construcción de la nota interpretativa: de lo factual a los significados. Ciego de Ávila, Cuba, 2009. En: mesadetrabajo.blogia.com. URL: http://mesadetrabajo.blogia.com/
2009/101708-construccion-de-la-nota-interpretativa-de-lo-factual-a-los-significados. Consultado: 17/10/2009.

Periodistas consultados:

Orlando Ruiz Ruiz, periodista del semanario Trabajadores.

Marta Rojas, escritora y periodista del diario Granma.

 

PERIODISMO PARA LA HISTORIA

PERIODISMO PARA LA HISTORIA

Tema: Para el periodista e investigador chileno Piero Castagnetto Garviso, “desde hace ya un tiempo a esta parte, la historiografía nacional y local ha apreciado a la prensa como una fuente primordial –previo análisis crítico– para muchas de sus vertientes o especialidades, tanto historia política como económica, social, cultural, etcétera”.

WALKIRIA JUANES SÁNCHEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Denominada por no pocos teóricos como “la  memoria del tiempo presente”, la prensa impresa es una fuente imprescindible para todo trabajo investigativo que busque conocer las costumbres, tradiciones y sucesos reales de una nación. La historia que está contenida en las páginas de los periódicos va enriqueciéndose con la aparición de las nuevas ediciones, y constituye una fuente documental del pasado y el presente.

Sin embargo, el investigador chileno Fernando Rivas, señaló que los periódicos y diarios no son textos inocentes, ni guardianes de la verdad absoluta; por el contrario, “son recipientes de visiones y percepciones sociales, registradas y validadas públicamente para la posteridad (2014: Web).

Periodismo para investigar

Para el periodista e investigador chileno, Piero Castagnetto Garviso, “desde hace ya un tiempo a esta parte, la historiografía nacional y local ha apreciado a la prensa como una fuente primordial –previo análisis crítico– para muchas de sus vertientes o especialidades, tanto historia política como económica, social, cultural, etcétera” (2014: Web).

La periodista del semanario cubano Trabajadores, Felipa Suárez Ramos, explicó que muchos investigadores recurren a la prensa para validar datos en su trabajo, y para respaldar antecedentes o declaraciones que obtienen de las fuentes; “también la utilizan para ilustrar y describir determinados hechos o momentos históricos, sociales y culturales”, señaló (EP, 2014).

Un texto histórico es una referencia de la realidad con los elementos del propio hecho. Las interpretaciones que se hagan de este deben ajustarse a lo verídico y todos los datos deben gozar de credibilidad.

En el periodismo, los requerimientos son similares, solo que este no asume los hechos frívolamente. Lo publicado responde a la agenda política, perfil editorial e intencionalidad del medio para el que trabaja el periodista. Como dice Mario Vargas Llosa, escritor,  investigador y politólogo peruano, “para el periodismo o la historia, la verdad depende del cotejo entre lo escrito y la realidad que lo inspira” (2014: Web). 

La profesora Maida Díaz Padilla, de la Facultad de Filosofía, Historia y Sociología de la Universidad de La Habana, comentó que el trabajo con la prensa como fuente para la investigación debe hacerse con cuidado, en busca de obtener los requerimientos de fiabilidad que exige la historia. “Debemos percatarnos de los deslices o errores que contienen los textos; tener en cuenta las jerarquizaciones y valoraciones del periodista, y discriminar adecuadamente la información para no mezclar hechos concretos con proyecciones futuras”, agregó (EP, 2014).

Por tanto, las publicaciones periódicas reflejan los acontecimientos y satisfacen el deseo ciudadano de estar informado. Una vez que su corta vigencia expira se convierten en documentos probatorios de una época, y constituyen un depósito del presente convertido en pasado.

Fernand Braudel, investigador y teórico español, advirtió sobre la calidad con que deben enfrentarse las informaciones y opiniones de la prensa impresa. Los acontecimientos registrados, “por cautivadores que sean, no siempre representan la secuencia de hechos del tiempo que pasa, solo reflejan un instante de relevancia momentánea. La historia no es el relato de acontecimientos sin más, no es solamente la medida del hombre, del individuo, sino de  los hombres, de todos los hombres y de las realidades de su vida colectiva” (Braudel, 2002).

Alina M. Lotti, periodista de Trabajadores, considera que los diarios son una fuente importante, pues “suelen compendiar mucho de  lo sucedido, o la forma en que los redactores vieron pasar los acontecimientos; aunque están expuestos al error, a la intencionalidad del periodista, y a los intereses de su medio que, según la política editorial, jerarquizan y discriminan la información” (EP, 2014).

Por su parte, Julio Moyano, investigador del Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional General San Martín, de Buenos Aires, piensa que debemos tener conciencia de esto para calibrar y ubicar los testimonios o antecedentes que se extraigan: “Además, sus informaciones pasan por la calidad o prestigio informativo de que goce el medio, hay disparidad de niveles y notorias diferencias respecto a la relación que debe haber entre el acontecimiento y la representación periodística del mismo” (2014: Web).

Fernando Rivas escribió que revisar la prensa, tanto aquella que está vigente como la que permanece caduca en las hemerotecas, implica un acto de inmersión, de buceo entre las páginas, el cual debe comprender distintos niveles de investigación, análisis, y cuantificación y calificación de los antecedentes, para que todos los pequeños datos extraídos sirvan como ilustración y fundamentación de argumentos mayores (2014: Web).

La prensa y su contexto

Para Piero Castagneto, un periódico debe ser comprendido según el papel que desempeñó dentro de la sociedad, los intereses que representó, y los contenidos que privilegió. Pero también, respecto a la posición que ocupó dentro del sistema informativo y su articulación con otros medios; y tener en cuenta los sectores sociales de los que fue vocero, o de los que fue contraparte (2014: Web).

El teórico español, José Miguel Delgado Idarreta sugiere que “la indagación en la prensa debe ser combinada con la utilización de otras fuentes, a modo de confrontar la información y reconstruir el acontecimiento en una perspectiva más amplia, para entenderlo y dar cuenta de él” (2014: Web).

En el siglo XVIII la prensa aparece como el vehículo divulgador de la Ilustración y de las nuevas ideas. A inicios del XIX surge en Europa el concepto de libertad de expresión, de imprenta, y el auge de todo tipo de publicaciones periódicas como folletos, hojas volanderas, panfletos y otros. Mientras que el siglo XX afianza y divide el modelo del periodismo de empresa por una parte y, el de opinión por otra.

Pero, entre tantas transformaciones, la prensa sufrió desventajas. Tal es el caso del deterioro del modelo de “objetividad” que trajo el nuevo milenio, y el acercamiento real a que el Periodismo está regido por la intencionalidad. Por esto, el carácter documental de las publicaciones necesitaría de otros argumentos para sustentar su credibilidad como: fiabilidad de las fuentes utilizadas, y la notoriedad, reconocimiento y prestigio del medio.

Alina M. Lotti, aseguró que la revisión de la prensa como fuente para la investigación histórica debe ser contextualizada, con conocimiento sobre los grupos e intereses que involucra y defiende;  con las motivaciones que impulsan a sus redactores, con los discursos a través de los cuales se canalizan esas intenciones, y con otras publicaciones. Hacer un careo entre la misma prensa, para poder descartar datos imprecisos.

“Los textos no son neutros ni ingenuos,  y  tampoco dan cuenta de verdades absolutas; cuando más, entregan interpretaciones de los hechos, que son tratados y jerarquizados de acuerdo con concepciones y motivos muy particulares, siempre plagados de subjetividad según los intereses del periodista, quien responde a algo mucho mayor, su ideología”, expresó.

Bibliografía:

Castagneto Garviso, Piero: Bosquejo histórico de la prensa en Valparaíso (1826-1973). En: Tributo a Valparaíso, URL: http//www.universite.cl/ universidad editorial.com.  Consultado: 27-4-2014.

Rivas, Fernando: La prensa escrita como documento histórico: cuidado, prevenciones y consideraciones. En: Sitio Web de la Universidad de Valparaíso. URL: http//www.topuniversities.com. Consultado 27-4-2014.

Vargas Llosa, Mario: La verdad de las mentiras. Ensayos sobre literatura (1990). En  Seix Barral, Biblioteca Breve. URL: www.seix-barral.es. Consultado: 27-4-2014.

Braudel, Fernand: Las ambiciones de la historia. Editorial Crítica. Barcelona, España. 2002.

Moyano, Julio: Aportes lingüísticos para el análisis del texto periodístico como fuente de investigación histórica (1996-2010). En: Sitio oficial de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas de la Universidad de Buenos Aires. URL: http//www.fcsyh.com. Consultado: 27-4-2014.

Delgado Idarreta, José Miguel. La prensa: fuente historiográfica. En: Sitio oficial del Instituto de Estudios Riojanos URL: http://dialnet.unirioja.es. Consultado: 27-4-2014.

Periodistas consultados:

Felipa Suárez Ramos, periodista del semanario Trabajadores.

Alina M. Lotti, periodista del semanario Trabajadores.

Profesora consultada:

Maida Díaz Padilla, de la Facultad de Filosofía, Historia y Sociología de la Universidad de La Habana.

LA RELATIVIDAD DE LA VERDAD

LA RELATIVIDAD DE LA VERDAD

Tema: Roberto Herrcscher, periodista y profesor universitario en Argentina, asevera que “escuchar a alguien distinto a nosotros contar su historia, desde su punto de vista, construyendo la narración desde la que ven el mundo y nos ven a nosotros es una experiencia que siempre nos descoloca, a veces nos confunde, pero a la larga nos enriquece”.

 

DARÍO ALEJANDRO ALEMÁN CAÑIZARES.
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Roberto Herrcscher (1962-actualidad), periodista y profesor universitario en Argentina, asevera que “escuchar a alguien distinto a nosotros contar su historia, desde su punto de vista, construyendo la narración desde la que ven el mundo y nos ven a nosotros es una experiencia que siempre nos descoloca, a veces nos confunde, pero a la larga nos enriquece”.

A partir de esta frase, expresada por uno de los catedráticos que con más fervor defiende el periodismo literario, sería positivo argumentar la relación que debe existir entre periodista y fuente ante una disparidad de criterios.

El objetivo del periodista es de por sí subjetivo. La búsqueda de la verdad se le presenta como un horizonte solo alcanzable desde el punto de vista de la honestidad profesional, la ética y la remisión a múltiples y diferentes fuentes que hagan comprobable su relato. Por ello, la aproximación a lo indiscutiblemente cierto conlleva estrategias comunicacionales, la mayoría enfocadas al sujeto proveedor de información del periodista: la fuente.

Para un mejor acercamiento conceptual al tema convendría citar al teórico español José Caminos: “La fuente perfecta será la persona que tiene documentación importante y está ansiosa por contar lo que sabe” (1997: 65). Pero no siempre todas las fuentes piensan igual, cada una tiene su apreciación, incluso, distinta a la del periodista. Cada ser humano mantiene criterios propios respecto a cuestiones de índole cultural e ideológica, lo que se vuelve un problema para el comunicador cuyo trabajo dependa directamente de las declaraciones de otros.

Apreciación y realidad

El presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), Antonio Moltó Martorell, es del criterio que la verdad periodística es una mediación, una apreciación desde lo subjetivo, por lo cual necesita de manera irremediable las distintas visiones de un hecho aunque se contradigan (EP, 2014). Por lo que la búsqueda idílica de lo objetivo pasa a ser, en la práctica, el uso correcto de las fuentes. Es imprescindible ese buen manejo, al igual que plantearse estrategias para así dar una visión panorámica del tema en cuestión.

Yoslei Carrero, periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana y profesor de la Facultad de Comunicación, considera que “el comunicador está para ofrecer modelos de interpretación de la realidad, y hacia dicho empeño debe tener en cuenta todas las aristas y dotarse de un registro de fuentes variado, donde en alguna medida se vean representadas las diversas miradas del asunto” (EP, 2014).  Teniendo en cuenta esto, podemos apreciar que es el manejo de las fuentes la médula del trabajo periodístico, la esencia, la manera de brindar al lector una información completa, contextualizada y lo más cerca posible de esa verdad absoluta imposible de lograr, pero irrenunciable en cuanto a propuesta ética.

Los más grandes problemas que enfrentó y enfrenta el periodismo en los últimos años están relacionados con un deficiente manejo de las fuentes informativas (Suárez, 2014: Web). Los profesionales de la comunicación de masa optan por conformarse con una línea declaratoria, sin contraparte ni visión alterna que brinde posiciones distintas respecto a lo analizado. 

Según el analista político venezolano, Simón Alberto Osorio, “es lamentable que dicho problema suceda en una época donde nuestra profesión ya se ha abierto un ancho camino en el campo teórico y cuenta, como una de sus premisas principales, con la norma que dicta que la sociedad tiene derecho a saber la verdad completa, comprobable, en forma oportuna, sin intereses ni prejuicios personales” (2007; 76). Esto último da pie forzado para nuestro próximo análisis.

Deontología y censura

Albert Einstein (1879-1955) expresó en una entrevista: “¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”, y qué peor prejuicio que el de censurar los criterios de las personas debido a fines personales o a disparidad de opiniones del periodista con la fuente.

Los periodistas, quienes a lo largo de su existencia como gremio se han quejado de la censura, deben tener mucho cuidado de censurar una fuente. La noticia requiere de distintas perspectivas para ser tridimensionalizada y desarrollada de manera óptima, de forma tal que el receptor sienta que se le está entregando una verdad.

La profesora española María del Pilar Tello cree que los comunicadores deben asumir una enorme responsabilidad al buscar la mayor objetividad posible y promover la investigación seria y contrastada sin caer en la cacería de brujas o aceptar sin mayor ética ser el vehículo de vergonzantes venganzas personales (2014: Web).

Manuel Enrique Lagarde, director de Cuba Sí, asegura: “En la interpretación, el periodista habla a través de las fuentes por lo que su intencionalidad depende de la exhaustiva búsqueda de estas.” Aunque se esté parcializado respecto a una cuestión, no sería profesional el no abundar en las opiniones encontradas. Pero todo tiene sus límites y sus amarres a ciertas normas éticas y de carácter editorial marcadas principalmente por la ideología y la política.

Si bien la multiplicidad de ópticas y miradas de un tema es un derecho del receptor y a la vez un deber del periodista, es válido aclarar que hay situaciones que ameritan una actitud intransigente ante esta dualidad de perspectivas. Cuando la fuente, por muy autorizada que sea su voz, no cumple con las características encuadradas en la política editorial del medio, debe ser rechazada.

Con respecto a esto último, Antonio Moltó declaró: “Siempre se ha de buscar opiniones diversas en el asunto, pero hay que escoger bien a las fuentes. Se apela en nuestro país a que se respete la diversidad dentro de la Revolución, pero no a que se cuente con el enemigo. La política debe condicionar al periodista” (EP, 2014).

Buscar diversidad no es sinónimo de irse a la desbandada y agarrarse de los criterios más opuestos que puedan encontrarse; ese contrapunteo excesivo puede caer en sensacionalismos y violaciones de reglas editoriales que pudieran ser graves.

No toda información es válida como contraste. Todo acto comunicativo conlleva un fin y la prensa no escapa a ello: la intencionalidad está irremediablemente ligada a su existencia, por lo que si bien deben cumplirse los derechos y exigencias del buen lector que pide diversidad, no se pueden traicionar principios ideológicos y morales propios del periodista.

Al final, la verdad será siempre nuestra verdad, con sus matices, pero nuestra; eso impide abrir toda brecha posible a quienes piensen conscientemente en transgredir y manipular la información mediática para fines personales de índole publicitaria, económica o política. No es digno el medio que no represente los intereses de la mayoría, y estará en constante conflicto con quien haga suyo el compromiso de informar al pueblo.

A manera de resumen, podríamos decir que la expresión inicial de Herrcscher es cierta, pero lleva sus paréntesis, comillas y notas al pie de página. Las opiniones de fuentes que contrasten nuestras visiones personales son enriquecedoras, nos dotan de multiplicidad de perspectivas y nos facilita el valorar de manera más justa cualquier cuestión, pero siempre dentro de los marcos que restringen la política editorial, la ideología y la ética personal del periodista.
 

Bibliografía:

Documental:

Osorio, Simón Alberto: Mordaza a la información en tiempos de guerra. Caracas, Venezuela 2007. Editorial: Comunicación y sociedad.

Caminos, José: Periodismo de Investigación: teoría y práctica. Síntesis, Madrid, 1997.
Tello, María del Pilar: Las fuentes periodísticas. http://www.generaccion.com/magazine/995/fuentes. Fecha de consulta: 2/05/2014.

Suárez. C: Las fuentes de información periodísticas. www.perio.unlp.edu.ar/

grafica2/documentos/Las_fuentes.doc. Fecha de consulta: 5/05/2014.

Profesor consultado:

Yoslei Carrero: periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana y profesor de la Facultad de Comunicación.

Periodistas consultados:

Antonio Moltó Martorell, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba.

Manuel Enrique Lagarde, director de CubaSí.

EL VALOR HUMANO: HILO CONDUCTOR EN EL REPORTAJE

EL VALOR HUMANO: HILO CONDUCTOR EN EL REPORTAJE

Tema: Doctoranda en Ciencias la Información por la Universidad de La Laguna, Ana Hernández asevera: “Resaltar el aspecto humano en un reportaje es, sin duda, un buen método para captar audiencia. No solo porque al espectador se le antoja más cercana la noticia, sino por una simple cuestión ya probada: ese tipo de informaciones ha sustituido desde los años setenta a la frialdad institucional. Y las meras cifras no interesan. Entran por un oído y un amplio porcentaje sale por el otro. En cambio, en los reportajes humanos quedan las sensaciones. Y cada vez son más quienes confían en el poder de lo personal”.

PHUONG VU LAN (OLIVIA),
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

El reportaje es un relato extenso y completo que da al lector una mirada más profunda y cantidad de información sobre un tema. En este género periodístico, a partir de los números -el gancho que refuerza la exactitud de la investigación-, el valor humano también es esencial para llamar la atención a los lectores.

Doctoranda en Ciencias la Información por la Universidad de La Laguna, Ana Hernández, doctora en Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna, aseveró: “Resaltar el aspecto humano en un reportaje es, sin duda, un buen método para captar audiencia. No solo porque al espectador se le antoja más cercana la noticia, sino por una simple cuestión ya probada: ese tipo de informaciones ha sustituido desde los años setenta a la frialdad institucional. Y las meras cifras no interesan. Entran por un oído y un amplio porcentaje sale por el otro. En cambio, en los reportajes humanos quedan las sensaciones. Y cada vez son más quienes confían en el poder de lo personal”.

El interés humano ha sido reconocido en el periodismo desde siempre como uno de los valores-noticia más importantes. Es válido no solo para el reportaje, sino también para cualquier género periodístico, incluida la información.

Acerca de la humanización en el reportaje, Vicente Leñero y Carlos Marín, autores del libro Manual de Periodismo, comentaron que la presencia del “elemento humano” es una de las diferencias notables entre el ensayo y el reportaje (1990:196).

Gabino Manguela Díaz, periodista del semanario Trabajadores, precisó que toda historia o contenido informativo que logra despertar sensaciones de empatía, apelar a los sentimientos, tiene mayor impacto en el público. Desde ese punto de vista, encontrar la manera de resaltar el valor humano en la construcción del reportaje es un elemento fundamental para que este sea un producto comunicativo más atractivo, más completo (EP, 2014).

Según la jefa del departamento Nacionales del periódico cubano Granma, Karina Marrón González, la información circula de manera múltiple y masiva, y descifrar las claves para contar historias de modo que estas “toquen” al lector es vital para cualquier redactor o medio de prensa, en su propósito de atrapar a las audiencias. Los individuos se encuentran cada vez más aislados de sus semejantes, debido a los patrones de vida impuestos por las sociedades de consumo y urge ante tal situación un buen método para captar esa audiencia (EP, 2014).

“Siempre he pensado que la magia del periodismo radica en la posibilidad de alcanzar el más perfecto equilibrio entre la objetividad ─a veces fría─ de la noticia o información y lo que ese texto puede incidir en el estado anímico, en la sensibilidad de quien la lee, la escucha o la ve. Lograr que el material periodístico se “meta” en el sentimiento del sujeto tiene varias vías, pero la más “periodística” es cuando lo hace a través de la fibra humana”, expresó el periodista Gabino Manguela Díaz (EP, 2014).

Mientras en la nota informativa se da cuenta del hecho y nada más, el reportaje muestra la realidad en su integralidad, tratando de llevar al lector múltiples y diversas aristas de un suceso. Para convencer al receptor, la humanización del tema es esencial en el propósito.

Juan Gargurevich en su libro Géneros Periodísticos, planteó que no podemos decidir ahora qué tipo de información se llamó Reportaje en distintas épocas del periodismo para ubicarlos históricamente con la definición actual como referencia (2006:154).

Para determinar la forma y calidad del reportaje, evaluamos el contenido y el grado de información que se ofrece. Por tanto, es esencial la armonización de ambas categorías: forma y contenido.

Igualmente válida para comprender la humanidad de esta género, resulta la definición que dio Gabriel García Márquez, periodista, escritor colombiano, autor de Cien años de soledad, acerca de que este género le parecía el más natural y útil del periodismo, porque “puede llegar a ser no solo igual a la vida, sino más aún: mejor que la vida” (2005:36).

En el Manual de Periodismo, Leñero y Marín también refirieron que “en el reportaje, el periodista hace intervenir su propia sensibilidad literaria para dar vida a lo que cuenta. Respetando la realidad, la personalidad del periodista se vuelca en el reportaje de la misma forma en que un escritor se vuelca en la novela” (1990:198).

Ricardo Ronquillo Bello, subdirector editorial del periódico cubano Juventud Rebelde, opinó que un buen reportaje lleva la narración de los hechos, los antecedentes. El periodista tiene que profundizar en la comparación de las cifras, la descripción sociológica de los fenómenos que están ocurriendo, la visión de los científicos, de los estudios de la economía, etc. (EP, 2014).

En efecto, cuando abordamos aspectos humanos ─sin los lastres de la sensiblería─, nos acercamos de una manera cálida a nuestro interlocutor. “Es como si lográramos una conversación privada y desprejuiciada con esa persona”, planteó Manguela Díaz.

El periodista ejemplificó: “Siempre recuerdo al compañero Fidel cuando ─tribuna mediante─, ofrecía datos y estadísticas, y al día siguiente muchísimas personas eran capaces de enjuiciar y repetir las cifras. Ello viene a demostrar que no les resultaron aburridas”.

Sonia Regla Pérez Sosa, periodista de la revista cubana Verde Olivo y profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, aclaró que “el valor humano en los reportajes hace que los lectores se vean más identificados con el tema que el periodista les ofrece. Pues así les proponemos compartir y vivir las mismas sensaciones, experiencias que los protagonistas de la historia, para transmitir más íntimo, más creíble la información. Permite que la información tenga en cuenta parte de su vida, de su entorno y los receptores nos sientan más cercanos” (EP, 2014).

Según el estudio Periodismo de la Agencia de Vietnam, conocemos la información a través de los hechos y los hechos a través de las personas. Siempre damos prioridad a los factores humanos porque la gente se dirige hacia sus propias historias (2005:243).

“Hay cosas que no se enseñan, sino que se aprenden con la observación, el talento, la sensibilidad... Para lograr algún valor humano en un reportaje lo primero es que quien lo escribe sea precisamente eso, humano. Si quien escribe no se sensibiliza, entonces muy difícilmente podrá trasmitir ese sentimiento”, señaló Manguela Díaz.

No obstante, señalaron Leñero y Marín en el texto ya citado: “La inclusión del elemento humano, de los casos vivos, es un recurso lateral; no es parte central del reportaje; sirve como ilustración, únicamente”, pues “los lectores comprenderán mejor un problema cuando se ejemplifica, cuando se traduce la exposición fría y objetiva de los datos añade la presentación de casos concretos, humanos, que se ven afectados por el problema”.

No es que las cifras no interesen. “En determinados materiales periodísticos, es el gancho que demuestra la exactitud de la información, en ello radica la potencialidad del periodista porque ese número hay que brindarlo con el embrujo que solo el talento es capaz de ofrecer”, comentó Manguela.
Karina Marrón González indicó: “El reportaje no es mejor mientras más largo sea, sino que en él cada elemento que aparece debe ser absolutamente necesario, útil para conseguir la tesis que se plantea desde el inicio”.

El valor humano en un reportaje es la aguja delgada y necesariamente puntiaguda, con la que el periodista debe unir todos los retazos que conforman la idea total si aspira a conmover y convocar. Resulta imposible que la tesis tome cuerpo real y cercano ante los ojos del lector cuando se carece de humanidad en lo que se escribe.

Bibliografía:

Calzadilla Rodríguez, Iraida. La Nota. Editorial Pablo de la Torriente. La Habana, Cuba. 2005.

Gargurevich, Juan. Géneros Periodísticos. Editorial Félix Varela. La Habana. 2006.

Huong dan cach viet bao (El estudio de Periodismo). Editorial de la Agencia de Vietnam. Ha Noi. 2003.

Leñero, Vicente y Marín, Carlos. Manual de Periodismo. Editorial Pablo de la Torriente. La Habana. 1990.

Periodistas consultados:

Karina Marrón González, jefa de la Redacción Nacionales, periódico cubano Granma.

Gabino Manguela Díaz, periodista cubano del semanario Trabajadores.

Ricardo Ronquillo Bello, subdirector editorial del Periódico cubano Juventud Rebelde.

Profesora consultada:

Sonia Regla Pérez Sosa, periodista de la revista cubana Verde Olivo y profesora de la Facultad de Comunicación, Universidad de La Habana.

 

EL PERIODISMO INTERPRETATIVO Y SU VALOR SOCIAL

EL PERIODISMO INTERPRETATIVO Y SU VALOR SOCIAL

 

Tema: Los profesores venezolanos de la Escuela de Comunicación Social de Barquisemeto, estado de Lara, María Carolina Alcalde Román y Rafael Jonquera, apuntan: “El porvenir del periodismo interpretativo en nuestros medios dependerá del periodista mismo. En la medida que sea capaz de comprender el mundo que lo rodea podrá elaborar trabajos convenientes y útiles que tengan valor para el público”.

 

LAYDIS SOLER MILANÉS, 
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Para Abraham Santibáñez, profesor, periodista y teórico chileno, el periodismo interpretativo “consiste en buscar el sentido a los hechos noticiosos que llegan en forma aislada. Situarlos en un contexto, darles un sentido y entregárselo al lector (o auditor) no especializado” (2014: Web).

Alejandro Rost, profesor e investigador de la Universidad Nacional del Comahue, Argentina, explica que como señalaba el famoso periodista estadounidense Walter Lippman, en 1956: "La antigua distinción entre hecho y opinión no se adapta a la realidad de las cosas por ser el mundo moderno tan complicado y difícil de entender, se ha vuelto necesario no sólo informar acerca de las noticias, sino también explicarlas e interpretarlas" (2014: Web).

Con el surgimiento de la televisión, la radio y el Internet, la prensa impresa ha perdido la inmediatez de la noticia, entonces debe acudir a la interpretación para ganar más lectores; pero muchas veces en los medios, es sustituida por los géneros de opinión e información y ha decaído su uso.

Los profesores venezolanos de la Escuela de Comunicación Social de Barquisemeto, estado de Lara, María Carolina Alcalde Román y Rafael Jonquera, apuntan: “El porvenir del periodismo interpretativo en nuestros medios dependerá del periodista mismo. En la medida que sea capaz de comprender el mundo que lo rodea podrá elaborar trabajos convenientes y útiles que tengan valor para el público” (2014: Web).

José Luis Martínez  Albertos, profesor español, afirma que el periodismo que hace culto a la rapidez en la transmisión de la noticia “es insuficiente porque no explica los procesos sociales, los intereses subyacentes en los hechos. Es necesario que se den a conocer los acontecimientos de la manera más rápida posible, pero luego es necesario que se brinden todas las explicaciones necesarias, con antecedentes, y las consecuencias que pueda tener en un futuro más o menos próximo, para que el lector sepa atenerse y cómo actuar en esa circunstancia o en otras similares que se pudieran producir” (2014: Web).

La interpretación debe mantenerse dentro de la prensa actual, sobre todo en la impresa, donde es menos abundante la primicia noticiosa, para enriquecer la información que de otra forma estaría demasiado abstracta o difícil de comprender para la población.

Julio Batista Rodríguez, periodista del semanario Trabajadores, manifestó que en Cuba los problemas fundamentales que afectan el empleo del género interpretativo son la poca accesibilidad a las fuentes, falta de espacio en la hoja del periódico, puesto que un trabajo de este tipo necesita un mayor número de líneas por la cantidad de fuentes consultadas e investigación realizada, y carencia de competencia profesional en el gremio.

“El facilismo es otro de los factores que afecta a la interpretación como estilo, muchos prefieren buscar una o dos fuentes que hacer una investigación más detallada”, subrayó (EP, 2014).

La subdirectora de Juventud Rebelde y profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, Yailín Orta Rivera, opina que todos los géneros deben abundar por igual en los medios de comunicación masiva. Sin embargo, “el interpretativo ha quedado a la saga, se apela más a lo informativo, la crónica y el comentario; depende de los periodistas y de los medios retomarlo”, añadió (EP, 2014).

También afirmó que: “La interpretación propicia un mejor acercamiento del lector hacia un tema. Permite buscar información para indagar con mayor profundidad un hecho. Respondiendo, entre otros, al cómo, el por qué y el para qué del acontecimiento. Ayuda a establecer consecuencias y pronósticos de un suceso, de ahí su utilidad social a la hora de presentar un problema a las masas, no ocurre lo mismo con la información y la opinión. Investiga los antecedentes, humaniza el fenómeno. Pone a las personas frente a una realidad en la cual son ellas mismas quienes arriban a la interpretación; no quiere decir que no haya una conducción del periodista, pero se hace menos explícita que en los géneros opináticos”.

José Luis López, periodista cubano del diario Juventud Rebelde, explicó que en el caso de los deportes, la radio y la televisión transmiten en vivo las competencias. “Si yo al otro día escribo lo mismo que sucedió, seguro nadie lo lee. Hay que buscar la forma de interpretar lo ocurrido, y darle muchos más datos al lector que los brindados por otros medios. El receptor agradece cuando lo haces razonar sobre un hecho ofreciendo causas de, por ejemplo, por qué tal equipo de pelota perdió una competencia, y no le escribes solamente la información” (EP: 2014).

Pero el futuro del género interpretativo no solo depende de retomarlo en los diversos medios de comunicación, sino también de realizarlo con calidad para lograr el interés y credibilidad del público, de ahí la importancia de buscar las fuentes adecuadas para abordar una problemática social con la que el receptor se sienta identificado.

“La materia prima de la prensa, más que las noticias y la información a secas, es el intercambio libre de puntos de vista diversos que (…) buscan entre sí la armonía de pareceres contrapuestos y complementarios, en lo que se refiere a los problemas que forman parte del bien común de la sociedad”, expresó el periodista y teórico colombiano José María Baldoví Giraldo (2014: Web).

Juan Francisco Beltrán, periodista independiente e investigador ecuatoriano, manifiesta que “desde las aulas universitarias escuchamos que el rumor no es noticia, que no debemos especular, que estamos obligados a confirmar informaciones” (2014: Web). Estas afirmaciones se aplican en cualquier género y estilo, pero principalmente son de vital importancia en la interpretación, donde la contrastación de fuentes es esencial. Si el periodista no tiene la suficiente ética para cumplirlas, entonces su trabajo pierde veracidad y la redacción carecerá de valor para el público, sin importar el tema que trate.

Beltrán pone el siguiente ejemplo de una mala forma de redactar una información: “Se sabe que el quinto voto es de Henry Cuji”. Y a continuación le añade preguntas que le hubiera hecho al autor del texto si él fuera su editor: ¿Se sabe?, ¿quién sabe, el autor, los asambleístas, todo el mundo?, ¿qué documento o declaración respalda esta afirmación? “Nada es obvio, si tu mamá te dice que te quiere, compruébalo”, señala en una manera coloquial, pero cierta.

La interpretación prevalecerá si los periodistas son capaces de abordar los temas sociales que sean de utilidad para el público de la mejor manera posible. Alejandro Rost enuncia: “Es importante la credibilidad ganada por la investigación del hecho, los buenos argumentos, las fuentes fidedignas y reconocidas, las formas que el profesional use para redactar la información empleando los recursos para lograr que los lectores conozcan el hecho como si hubiesen sido parte de él” (2014: Web).

María Carolina Alcalde Román y Rafael Jonquera manifiestan que “el periodismo interpretativo es la nueva tendencia que marca pauta en el mundo de la información, debido a la necesidad que tienen tanto las masas como los periodistas por adentrarse en la profundidad del conocimiento y de esta manera lograr llegar a la verdad” (En Vu Quang, 2014: Web). Por lo tanto, la interpretación todavía tiene mucho camino por recorrer en este planeta cada vez más vertiginoso.

Bibliografía:

Badoví Giraldo, José María: Periodismo Interpretativo. En: baldovi555.blogspot.com. Consultado: 10.2.2014.

Francisco Beltrán, Juan: El periodismo interpretativo un género mal interpretado. En: http://lacolumnaquinta.wordpress.com/
2012/01/21-el-periodismo-interpretativo-un-genero-mal-interpretado/ Consultado: 10.2.2014.

Martínez Alberto, José Luis: Periodismo de explicación. En: http://www.canalsocial.net/
GER/ficha_GER.asp?id=9950&cat=medioinformacion. Consultado: 10.2.2014.

Rost,  Alejandro: Periodismo de Explicación. En: http://red-accion.uncoma.edu.ar/

asignaturas/periodismoexplicacion.htm  Consultado: 10.2.2014.

Santibáñez, Abraham: Periodismo interpretativo. A la sombra de Henry Luce. En: http://www.icei.uchile.cl. Consultado: 6.4.2014.

Vu Quang, Huy: El líder del periodismo del siglo XXI. En: http:// islalsur.blogia.com030202-el-lider-del-periodismo-del-siglo-xxi.php Consultado: 28.4.2014.

Periodistas consultados:

José Luis López, periodista del diario Juventud Rebelde.

Julio Batista Rodríguez, periodista del semanario Trabajadores.

Profesores consultados:

Yailín Orta Rivera, subdirectora del diario Juventud Rebelde y profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.