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Teoría-Trabajos docentes

FÓRMULA PARA EL BUEN PERIODISMO

FÓRMULA PARA EL BUEN PERIODISMO

Tema: El  profesor y periodista alemán Emil Dovifat expresó: “Quien proponga noticias sobre los más recientes acontecimientos, lanzándolas a un público muy amplio en períodos cortos y regulares, desarrolla, sin dudas, una labor de carácter espiritual que también contiene una tendencia política. Ya pasaron los tiempos en que se creía que las noticias podían ser tratadas como patatas, sardinas o cualquier otra mercancía, y la gente se figuraba poder obtenerlas con objetividad químicamente pura. Hoy se reconoce la significación política incluso de la recogida y formación de las noticias en su aspecto puramente técnico.”

LEANNY VISTEL PÉREZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación.
Universidad de La Habana.

Carlos Marín en su Manual de Periodismo sostiene que: “Lejos de ser un trabajo desinteresado e imparcial, el periodismo constituye una manifestación de la lucha de clases, de los intereses económicos y políticos que representa cada empresa periodística, y aún de las diversas posiciones que se dan dentro de cada  institución informativa. El tratamiento de los hechos periodísticos expresa un modo de percibir y analizar la realidad: proyecta una postura frente a los hechos”.

La ideología en el periodismo

El periodismo es un bien social regido por las posiciones políticas-ideológicas marcadas por el estado. Los profesionales de esta actividad deben perseguir el propósito de acercarse a la verdad, ser objetivos en las informaciones en cuanto a la diversidad de fuentes, sin mostrar posiciones inadecuadas o tomar partido con una u otra de las partes al tratar la información, pero la realidad demuestra que es una necesidad asumir determinadas posturas ante un hecho dado sin perder la percepción ni la objetividad.

El profesor alemán Emil Dovifat expresó: “Quien proponga noticias sobre los más recientes  acontecimientos, lanzándolas a un público muy amplio en períodos cortos y regulares, desarrolla, sin dudas, una labor de carácter espiritual que también contiene una tendencia política. Ya pasaron los tiempos en que se creía que las noticias podían ser tratadas como patatas, sardinas o cualquier otra mercancía, y la gente se figuraba poder obtenerlas con objetividad químicamente pura. Hoy se reconoce la significación política incluso de la recogida y formación de las noticias en su aspecto puramente técnico.”

Según  Fidel Rendón, periodista de la Agencia de Información Nacional (AIN) (EP: 2014): “Desde el punto de vista ideológico, en el periodismo la información es considerada por muchos una mercancía, esto se da realmente en aquellas sociedades en las cuales se hegemoniza el mercado, es decir, en las sociedades de consumo, donde la prensa responde a esos intereses y su labor es promover los productos, ya sea directa o indirectamente. En nuestro caso, la labor periodística está encaminada a promover y difundir los logros sociales, económicos, culturales y deportivos, sin dejar de lado la crítica oportuna y constructiva, que aporte soluciones viables a temas cruciales para el desarrollo de la sociedad que edificamos. Debemos ver la tarea del periodista como promotor, crítico y difusor de las problemáticas sociales”.

Los que  ejercen el periodismo  son seres sociales, con una ideología condicionada por el sistema en que se desarrollan, las experiencias, circunstancias y  los contextos. Esto influye en el tratamiento que se le brinda a la noticia sin faltar a la ética y  respetando la  profesión. La forma de mirar el mundo interviene en esta labor. Las redacciones muestran cargas ideológicas que coinciden con la postura del medio o del  periodista.

¿Somos objetivos?

Partiendo de los conceptos filosóficos de objetividad y subjetividad, los cuales expresan que objetivo es todo aquello que existe fuera e independiente de la conciencia del hombre, y subjetivo es lo generado por la mente humana, podemos entender que el periodismo debe por regla ser objetivo, ya que debe ceñirse a la verdad, al hecho tal cual  es, pero como ser humano, el reportero no puede dejar de infringirle su sello personal, proponer soluciones o comentar desde su propia visión, entonces cae en el plano subjetivo. El periodismo debe responder como máximo escalón a la honestidad profesional.

Según Felipe Pena de Olivera, periodista y profesor de la Universidad Federal Fluminense de Río de Janeiro, el verdadero significado de la objetividad está ligado a la idea de que los hechos se construyen de forma tan compleja que no podemos rendirle culto como expresión absoluta de la realidad. Al contrario, es preciso desconfiar de los hechos y crear un método que asegure algún rigor científico al informar sobre ellos. Es respetar la verdad de los sucesos, sin distorsión y contrastarla con la mayor cantidad de fuentes posibles, con rectitud de intenciones.

Víctor Ego Ducrot, profesor de la Universidad de Buenos Aires, afirma: “Partimos de la base de que la construcción del discurso periodístico tiene, por naturaleza, la producción y reproducción de sentidos comunes en la imposición como control social. Por ende, la llamada “objetividad”, en el discurso hegemónico, no es otra cosa que el encubrimiento de determinada visión. Los discursos, en verdad, tienen una parcialidad, un sentido único: convencer a la sociedad de que lo que uno dice tiene validez universal” (Web: 2014).

La objetividad periodística no es reprimida  por la subjetividad, siempre que aquella preste más importancia, como bien dice el escritor Ángel Martínez en su artículo Objetividad-Subjetividad periodística, a los métodos para recolectar la información noticiosa, al compromiso del profesional de la comunicación con su labor social, a la identificación del periodista con los diferentes escenarios posibles de un hecho, en su entendimiento del poder de la información y la influencia de su trabajo en la vida diaria de las personas y en la intención de llegar a ser objetivo, aceptando incluso la utopía que esto representa.

La subjetividad en la labor periodística es una realidad muy difícil de evitar. Al respecto, Doris Calderón, periodista  jubilada de la Agencia  Prensa Latina, opinó: “No podemos evitar ser subjetivos, es algo inherente a los hombres, aunque aún así, no es algo que impide mostrar los hechos  como son, más bien, las experiencias humanas y nuestra condición de seres subjetivos, nos permiten comprenderlos y reflejarlos de la mejor forma”.

Intencionalidad e imparcialidad en la noticia

El hombre actúa por algún objetivo, lo mueven propósitos, fines que lo hacen que produzca en función de algún beneficio, esto es la  intencionalidad, tan cierta e inherente al ser humano como la propia subjetividad, no hay nada que se haga o pretenda que no pase por el filtro intelectual y que, por tanto, no  se conciba con alguna intención. 

Por su parte, Jorge Rivas, periodista del semanario Trabajadores, aclara que la imparcialidad no puede existir. Todo depende del contexto, la sociedad, lugar, sistema en que se desarrolle el periodista. Siempre se parcializa, ya sea a favor o en contra, al opinar o no, cuando omite, porque no opinar es también una manera de ejercer el criterio (EP: 2014).

“En nuestro país, por ejemplo, no somos imparciales, porque el periodismo cubano apoya la Revolución, los periodistas cubanos  tenemos una ideología revolucionaria, porque hemos sido educados en la Revolución. Que en un momento hagamos una crítica, no es que dejemos de defender nuestro sistema, sino que tratamos de perfeccionarlo” (EP: 2014).

En el criterio de la periodista y profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, Iraida Calzadilla Rodríguez, “no somos ni objetivos ni imparciales. Buscamos serlo desde la subjetividad objetivada. Desde la ética. Desde la comprobabilidad de los datos que ofrecemos. Desde la voluntad de entregar la verdad. En el periodismo no hay nada fuera de la intencionalidad. Ella rige todo el trabajo del periodista. Cuando escribimos no solo transcribimos datos. En ese acto estamos trasmitiendo nuestra cultura, ética y cosmovisión del mundo” (2013-2014).

Bibliografía:

Calzadilla Rodríguez, Iraida. Notas de clases. Curso académico 2013-2014. Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana.

Ducrot, Víctor Ego. Entrevista a Víctor Ego Ducrot. En: elcocinologo.blogspot.com.  Consultado: 18/7/2014.

Marín, Carlos. Manual de Periodismo. Editorial Talleres de litografía Ingramex S.A de C.V, México, DF. 2003.

Martínez, Ángel,  La objetividad-subjetividad del periodismo. Blog Unagente. En: www.unagente.com. Consultado: 18/7/2014.

Pena de Oliveira, Felipe. Teoría del Periodismo. Editorial Comunicación Social, ediciones y publicaciones. Sevilla, Zamora 2006.

Periodistas consultados:

Fidel Rendón, periodista de la Agencia de Información Nacional (AIN).

Jorge Rivas, periodista del semanario Trabajadores.

Doris Calderón, periodista  jubilada de la Agencia  Prensa Latina.


 

APRENDER LA NOTA INTERPRETATIVA

APRENDER LA NOTA INTERPRETATIVA

La exposición desnuda de los hechos no conduce a los receptores a la plena comprensión de las noticias.

Texto y foto:
NGA TRAN THU (NINA),
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
La Universidad de La Habana.

Para diferenciar la nota interpretativa de otros géneros periodísticos es necesario analizar características como su diversidad funcional, temática, composición y estilística. En ella, el periodista no solo relata los hechos, sino que pasa a interpretarlos a partir del empleo de múltiples y diversas fuentes.

Karina Marrón González, jefa de Redacción de Nacionales del diario Granma, aborda en un breve intercambio cuáles son las ventajas y desventajas de la misma.

-La profesora cubana Iraida Calzadilla

afirma que la nota interpretativa es una

entrega comunicativa en la que se persigue

transmitir y compartir información en un

hacer colaborativo bidireccional, participativo,

interactivo, alternativo, de construcción de

conocimiento para alcanzar la comprensión

del mundo, ¿cuál es su opinión sobre  ese tema?

La nota interpretativa es aquel texto periodístico en el cual el redactor conduce la interpretación de los acontecimientos de la realidad a partir de la adecuada selección y contrastación de los datos que ofrece, los criterios de las fuentes, los antecedentes, etc.; y no de un análisis explícito de los acontecimientos. Es aquella que le ofrece al lector información sobre los sucesos de modo que no solo pueda saber qué pasó, sino llegar a comprender el por qué sucedió.

Coincido con la profesora en que se trata de un producto comunicativo en el cual se construye el conocimiento bilateralmente, pues el periodista no impone su criterio, sino que aporta los datos, la información precisa para que el lector concluya la interpretación de los hechos.

De esta manera, es el lector quien completa el sentido del producto periodístico. Sin embargo, no se puede perder de vista que es el periodista el que aporta los marcos interpretativos para ello. El modo que es un proceso participativo, interactivo y en cierto modo alternativo, pero donde el que desempeña  un papel clave es el periodista.

Los elementos fundamentales que deben aparecer en ella bien los argumenta de Doctora Iraida Calzadilla en su reflexión, con la cual coincido plenamente. Entre ellos se destacan la interacción, pues la mirada del periodista contempla mayor subjetividad y no se enmarca en un modelo autoritario de construcción noticiosa. Se debe valorar igualmente el elemento cognoscitivo, pues a partir de la competencia interpretativa del autor y de los sujetos que lo ayudan, se establece un puente de comunicación más coherente para la  transmisión y confluencia de los contenidos. Aquí son muy importantes los antecedentes y la contextualización del hecho, además de los aportes que dentro de ese hacer colaborativo puedan brindar los receptores del mensaje.

-¿Qué distingue a este género? ¿Es desconocido?

Lo que lo distingue es la construcción colectiva del sentido del mensaje. El periodista se convierte en una especie de guía que muestra el camino, ofrece los elementos, pero es el lector quien en definitiva procesa la información y llega a conclusiones, es decir, completo el sentido del mensaje. Creo que es desconocido en buena medida. Al menos en Cuba, hay generaciones de periodistas que nunca en su formación académica hablaron del término.

-¿Qué rol desempeñan las fuentes en las

notas interpretativas? ¿Cuáles utilizan más,

las documentales o no documentales?

Las fuentes son esenciales, pues brindan la información, los datos que permiten poner en contexto, contrastar la información ofrecida por otras fuentes. A través de ellas es que se construye el discurso de la nota interpretativa. Es por esta razón que todas las fuentes son relevantes, aunque en lo personal utilizo más las fuentes no documentales.

-¿Qué se debe tener en cuenta a la

hora de hacer una nota interpretativa?

Aunque el criterio del periodista no se explicita en la nota interpretativa, la intencionalidad con la que esta se construye connota sus opiniones. De ahí que es vital pensar bien en ello a la hora de redactar, para hacer una correcta selección de los datos, contraposición de información y de fuentes, de modo que no haya ideas descontextualizadas, inconexas o que le confieran  ambigüedad al mensaje.

-¿Qué diferencia la nota

interpretativa de la informativa?

La nota informativa da a conocer los hechos, la interpretativa te permite interpretarlos, entenderlos. Esa es la principal diferencia. Con eso fines su construcción es también distinta. Unido a ello, hay que añadir la participación de los lectores: en la nota informativa tiene un carácter unidireccional, mientras la interpretativa es más bien dialógica y bidireccional.    

-¿Es importante hacer periodismo

interpretativo actualmente?

Considero que importantísimo. En el mundo actual existe mucha información que está al alcance de los lectores y precisamente por esa abundancia es que el papel del periodista, como una especie de organizador de esos contenidos, es esencial.

Conocer un hecho no es entenderlo y la nota interpretativa, al emplear variados datos, informaciones, poner en contexto, contribuye a que el lector realmente entienda los acontecimientos mucho más porque las valoraciones, los análisis, los realiza él mismo a parir de los que ofrece el redactor.

-¿Cuál es la importancia de la nota interpretativa

y los motivos de su escaso empleo en Cuba?

Piensa que la nota interpretativa es una forma otra de llegar a los lectores y que no solo conozcan los acontecimientos, sino que encuentren las claves necesarias  para entenderlos. Solo a partir de la comprensión de los sucesos, dónde nacen, cuáles son sus proyecciones, etc., es que las personas pueden conseguir valorar y finalmente movilizarse a actuar. Y ello es vital en el contexto informativo actual, donde la sobresaturación de información chatarra le impide a la gente pensar, movilizarse para cambiar  su realidad o cuando menos cuestionarla sobre bases sólidas.

En Cuba, creo que la ausencia de la nota interpretativa pasa por el desconocimiento de los redactores y de quienes los dirigen. Muchos reporteros en ejercicio no hablaron nunca del término durante su información y más que del término, su noción de los géneros periodísticos está atada a la escasa flexibilidad con la que se concebían años atrás.

El sistema de prensa cubano tampoco está diseñado para la nota interpretativa, pues en mi experiencia profesional he visto una concepción paternalista hacia los lectores, no construido para que él complete el sentido del mensaje.

Pie de foto: Karina Marrón González, jefa de Redacción de Nacionales del diario Granma.

LAS EXTENSIONES DE LA NOTICIA

LAS EXTENSIONES DE LA NOTICIA

Tema: Para el profesor norteamericano Mitchell Charnley: “La noticia debe tener no solo extensión, anchura y altura, sino también profundidad y orientación (…) es orientación de causa y efecto basada en la objetividad”.

WENDY GARCÍA MARQUETTI,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

En la actualidad, los medios de comunicación utilizan cada vez más la información brindada por los organismos oficiales, dejando a un lado todo el aporte que pueda brindar otro tipo de fuentes. Este fenómeno podría definirse como el control de las fuentes de información y, por tanto, el control de la información en sí misma.

Cuba no es la excepción, y mientras ofrecemos gran cantidad de noticias, se pierde el uso de diversos tipos de fuentes y, por consiguiente, disminuye la realización del periodismo interpretativo, el cual requiere de múltiples miradas desde diferentes criterios. Este periodismo combina la función de informar con la de interpretar, o sea, se dice lo que ocurre y lo que significan los acontecimientos.

Surge como una necesidad de explicar los hechos. Predomina el por qué y para qué en el hacer periodístico. No solo cuenta la actualidad, sino también intenta explicar e interpretar los hechos y acontecimientos periodísticos. Pretende que el lector conozca de un modo más profundo esa actualidad que le rodea. Lo sitúa en una nueva perspectiva mediante la cual encuentra los juicios de valor situados justo al lado de la narración objetiva de los hechos.

Al respecto, en 1933, la Sociedad Americana de Periodistas y Editores, resolvió: “Visto que, el desarrollo de los acontecimientos nacionales e internacionales que son significativos, complejos y animados se produce más rápido que en ningún otro período de la historia reciente del mundo; y visto que, hay nueva evidencia de que el hombre y la mujer en todos los aspectos de la vida están adquiriendo un profundo interés por los asuntos públicos, resolvemos, que hay consenso en esta Sociedad en que los editores deben dedicar una gran atención y espacio a la explicación e interpretación de las noticias y a presentar los antecedentes del mecanismo y significación de los hechos”.

Para el profesor norteamericano Mitchell Charnley: “La noticia debe tener no solo extensión, anchura y altura, sino también profundidad y orientación (…) es orientación de causa y efecto basada en la objetividad”.

Siguiendo esta línea de pensamiento, Roger Ricardo Luis, periodista y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, plantea: “La práctica del periodismo interpretativo tiene como una de sus “reglas de oro” el uso múltiple y variado de las fuentes. En tal sentido, se hace imprescindible que el periodista emplee con habilidad las fuentes oficiales, así como también las de carácter oficiosas y no oficiales. Es preciso destacar que el periodismo que más se practica en nuestros medios queda en la orilla de las fuentes oficiales y muy pocas veces nada hacia las profundidades de otras voces autorizadas como pueden ser las fuentes de la base”.

Para analizar esta situación debemos partir de la conceptualización teórica. Según los textos del profesor peruano Juan Gargurevich Regal (2006), Arturo Martín Vega (1995), y Margarita Gorz y Pedro Ulloa (1988), teóricos de la Comunicación, una fuente periodística es una persona, entidad, medio, grupo o documento que provee de información al periodista para que este tenga los elementos suficientes para elaborar una noticia o cualquier otro género periodístico.

Los teóricos coinciden en clasificar las fuentes según varios criterios, entre los que se encuentran su cercanía al hecho noticioso y la veracidad de sus declaraciones. También pueden ser oficiales o no, depende de qué nivel de autorización tengan para dar una información, criterio o valoración. Existen otras muchas clasificaciones a las cuales no haremos referencia debido al tema del trabajo.

En la actualidad, las informaciones que desean dar las fuentes oficiales son las que más se dan a conocer, al menos en nuestro país. Por eso, cada vez es más la noticia “mandada a hacer” por la fuente y menos la que el propio periodista desarrolla.

Al respecto, el teórico Mauro Wolf (2014), apunta: "Como se ha dicho antes, esta tendencia no sólo aumenta y ensancha el campo de visibilidad de lo social, sino que también, y es éste el interés desde el punto de vista del newsmaking, hace que la agenda de los centros institucionales más fuertes (grupos, asociaciones centros religiosos, culturales, científicos, etcétera) determine la agenda de los medios".

Pero, dónde queda la información que se recoge del público, esa de interés social. Las noticias que verdaderamente atraen a nuestros lectores son aquellas que representen sus intereses, o sea, donde sean tomadas en cuentas sus opiniones y, por tanto, aquellas personas autorizadas –las fuentes oficiales-, le den una respuesta consecuente a sus problemas o decidan abogar por ideas sociales.

Con respecto a este polémico tema dentro del mundo periodístico actual, Susana Alfonso Tamayo y María Caridad Guindo Gutiérrez, dos jóvenes Licenciadas de Periodismo que desempeñan labores en el periódico provincial el artemiseño, dieron sus impresiones al respecto.

Susana Alfonso reconoce que “cada vez las informaciones son más aburridas y monótonas debido a que solo son utilizadas las informaciones oficiales. Esto resta peso al trabajo que se realiza, pues la población no se siente identificada, no se llega al fondo de las situaciones y no se ofrecen todos los puntos de vista que existen acerca de la problemática en cuestión” (EP, 2014).

Por su parte, María Caridad Guindo agrega que “de esta manera se desperdicia la oportunidad de contrarrestar declaraciones y llegar a las verdaderas causas y soluciones de las situaciones tratadas. Lograrlo requiere de un trato adecuado con las fuentes para que se sientan atraídas por brindar la información” (EP, 2014).

Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho y la valoración del profesor Ricardo Luis, podemos llegar a la conclusión de que en la actualidad prevalece en los medios una desestimación de las fuentes no oficiales. Por tanto, debemos poner en práctica algunas normas básicas en aras de mejorar nuestro periodismo y, por consiguiente, sea más fácil el desarrollo de la interpretación.

Todas las fuentes son importantes y se enriquecen del contraste y la polémica. Todos los implicados en la noticia tienen voz. No puede haber prejuicio entre las “buenas” y las “malas”. Casi siempre se consideran “buenas fuentes” a las oficiales, olvidando que los testimonios de los afectados siempre tienen peso. Hay que establecer un criterio de variedad de la fuente, para no ser reiterativos ni convertirnos en la voz de un organismo o persona.

Nuestro trabajo se nutre de la diversidad y, de esa manera, sustenta su credibilidad. Todo esto no quiere decir que de pronto haya que hacer nuestros trabajos solo con información obtenida de fuentes populares, sino que es necesario un balance apropiado entre las oficiales y las no oficiales, con vistas a realizar un periodismo interpretativo de calidad, ese en el cual se expresen verdaderamente las preocupaciones del público al que se dirige la noticia.

Bibliografía:

Calzadilla Rodríguez, Iraida: Notas de clases de Periodismo Impreso II. Primer año de Periodismo. Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Curso 2013-2014.

Charnley, Mitchell. Estados Unidos. Tomado de las clases de interpretación de Periodismo Impreso II de la  Dra. Iraida Calzadilla Rodríguez, Profesora de la Facultad de Comunicación, Universidad de La Habana.

Gargurevich Regal, Juan: Géneros periodísticos. Editorial Félix Varela. Ciudad de La Habana, Cuba. 2006.

Gorz, Margarita y Ulloa, Pedro: ABC del periodismo, Concepto, México. 1988. En: Banrepcultural. URL: www.benrepcultural.org/

ayuda de tareas/periodismo/conceptos básicos de la disciplina/fuente. Consultado: 6-05-2014.

Martín Vega, Arturo: Fuentes de información general. Trea, Gijón. 1995. En: Banrepcultural. URL: www.benrepcultural.org/ayuda de tareas/

periodismo/conceptos básicos de la disciplina/fuente. Consultado: 6-05-2014.

Sociedad Americana de Periodistas y Editores. Estados Unidos. 1933. Tomado de las clases de interpretación de Periodismo Impreso II de la  Dra. Iraida Calzadilla Rodríguez, Profesora de la Facultad de Comunicación, Universidad de La Habana.

Wolf, Mauro: Los emisores de noticia en la investigación sobre comunicación. Citado por Iraida Calzadilla Rodríguez en Alánimo, la fuente se rompió. 2014, Web.

Periodistas consultadas:

Susana Alfonso Tamayo, periodista de El artemiseño.

María Caridad Guindo Gutiérrez, periodista de El artemiseño.

Profesor consultado:

Roger Ricardo Luis, periodista y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

UN GÉNERO A DESARROLLAR EN EL PERIODISMO

UN GÉNERO A DESARROLLAR EN EL PERIODISMO

Sergio Alejandro Gómez, jefe de la Redacción Internacional del periódico Granma, transmite la motivación e inspiración de los trabajos periodísticos, especialmente sobre la nota interpretativa.

Texto y foto:
VI TRAN KIM TUONG,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Desde la Academia, actualmente se estudia con mucha fuerza la importancia de la nota interpretativa, género llamado a tributar con mayor asiduidad al periodismo impreso, hoy en una suerte de recesión a causa, entre otras cuestiones, de la poca densidad explicativa que se ofrece de los hechos, la ligereza argumentativa y la mirada a las fuentes como declarantes y no como partícipes del proceso mismo de la comunicación.

Sergio Alejandro Gómez, jefe de la Redacción Internacional del periódico Granma y licenciado en Periodismo en la Universidad de La Habana, aporta sus consideraciones sobre la nota interpretativa, a partir del conocimiento adquirido en las aulas universitarias y su experiencia como periodista desde el 2011.

“Es aquella información que prioriza el por qué y el cómo se dan los acontecimientos. La línea periodística tradicional, fundada por las agencias de noticias norteamericanas, con un culto excesivo por una objetividad nunca demostrada, priorizó siempre el qué, quién y cuándo de unos acontecimientos contados al vuelo y sin un contexto.

“En un mundo de sobreabundancia de la información y redes por las cuales las noticias viajan en todos sus formatos a la velocidad de la luz, el paradigma interpretativo es un reenfoque de la función que deben cumplir los periodistas con sus públicos.

“Interpretar y explicar una realidad cada vez más compleja con todos los elementos que un profesional del periodismo puede recopilar, adquiere un valor añadido sobre las noticias que pululan en millones de páginas web y sitios de noticias”.

-¿Cuáles son sus objetivos y

características principales?

Los objetivos son fundamentalmente crear un marco de interpretación con distintas aristas que rodean al acontecimiento para poder entenderlo a cabalidad.

Un ejemplo concreto es que un bombardeo israelí sobre Gaza no es un hecho aislado, sino que forma parte de un conflicto milenario que se exacerbó tras la decisión de las Naciones Unidas, después de la II Guerra Mundial, de crear un estado israelí en territorio palestino. Asimismo, sería necesario destacar la participación que han tenido potencias occidentales como Estados Unidos y Reino Unido en ese proceso.

De la misma manera, casi ningún conflicto en Oriente Medio, ya sea la guerra en Siria o el posible desmembramiento de Irak, se puede comprender sin analizar el papel del estado sionista en la región.

Estos ejemplos, tomados al vuelo, evidencian la necesidad de que la información esté acompañada de un marco de interpretación, que sin pretender ser exhaustivo ni cansón, le dé al lector un referente para comprender la realidad noticiosa.

-¿Qué aspectos se deben tenerse en cuenta

al construirse una nota interpretativa?

En mi opinión, no pretender abarcar la totalidad de elementos que rodean al hecho noticioso, pues se podría llegar a extremos ridículos y a subvalorar la inteligencia de los lectores.

Considero que es mejor centrarse en los aspectos principales y desarrollarlos de la manera más sintética posible, sin que constituya una digresión del objetivo noticioso central.

En ese sentido, también es importante evitar simplificaciones que rocen la opinión o, lo que es peor, intentos descarados de camuflar la opinión con interpretación.

Uno de los puntos fundamentales del paradigma interpretativo es su clara diferenciación de la opinión. Aunque es evidente que la carga subjetiva en este tipo de notas es superior a la de una información corriente, el periodista tampoco debe transgredir el contrato de lectura que ha suscrito con el lector. No se pueden imponer recetas ni consignas.

-¿Qué diferencias y semejanzas

usted establece entre la nota

informativa y la interpretativa?

La principal diferencia es de objetivos comunicativos. La primera tiene como función que el lector reciba los elementos esenciales de un acontecimiento para estar informado sobre él. La segunda posee una aspiración un poco mayor: que el lector no solo conozca lo que ha sucedido, sino cómo ha sucedido, en qué contexto, por qué causa y si es posible que ello vuelva a suceder en el futuro. La semejanza la ubico en que ambos géneros o estilos buscan informar al lector, lo que en diferentes niveles.

-¿Considera que en la nota

interpretativa, el lead es la

presentación de la problemática?

No tengo elementos teóricos para responder esa pregunta con propiedad. Sin embargo, mi corta experiencia profesional me ha demostrado que las recetas son para la cocina y no para el periodismo. El objetivo de una buena entrada es enganchar al lector y ubicarlo lo más rápido posible en lo que va a leer a continuación, aunque no sea de manera explícita.

Sucede con frecuencia que se va más allá de mixturar los géneros y se cae en trampas, como puede ser partir de una noticia clásica y comenzar luego de varios párrafos a integrar los elementos interpretativos. O el peor de los casos que abunda en nuestra prensa, cuando una información tradicional culmina con un párrafo o varios párrafos de abierta opinión, casi editorializada, que el lector no sabe de dónde salió ni a quién o qué se refiere.   

-¿Cómo debe ser en trabajo o el manejo

de las fuentes en la nota interpretativa?

En ese sentido debe ser aún más diverso que el de una nota informativa tradicional. La perspectiva interpretativa reclama una variedad de voces que aporten al discurso y que el lector pueda contrastar para sacar sus propios juicios de valor.

-¿Considera que la nota interpretativa

y los trabajos interpretativos,

de manera general, escasean

en la prensa cubana?

Sí. En primer lugar, porque reclaman un mayor esfuerzo de trabajo de los periodistas, obligados a consultar más fuentes. También la cuestión del espacio con que cuentan los medios impresos, que es mi área, atenta contra un despliegue de un género que “come” líneas para lograr sus objetivos.

La falta de preparación de buena parte de los profesionales y la falta de exigencia desde las políticas y decisores editoriales también pueden ser elementos a tener en cuenta para entender la poca presencia de los trabajos interpretativos en nuestra prensa.

-En el caso de nuestros medios, ¿cuál

es la cobertura o espacio que

tiene este género estilo?

Realmente el espacio está limitado y todavía no existe una directriz editorial, al menos que yo conozca, que le otorgue el protagonismo que merece como factor de cambio para transformar la prensa.

Existen, sin embargo, valiosos intentos de los propios profesionales por ubicar materiales de este género o estilo en los espacios bajo su responsabilidad.

-¿Cuál es la importancia de la nota

interpretativa y su impronta reflexiva

para el periodismo impreso, hoy

cada vez más bombardeado con

informaciones descontextualizadas?

Explicar e interpretar la realidad al lado del lector y no sobre él, como es la visión hipodérmica de la comunicación, implica un profundo ejercicio de honestidad intelectual. Los valores que propone la interpretación son precisamente los mismos que reclama una prensa crítica, antihegemónica, que no se conforme con la visión masticada de las grandes agencias de noticias. Al mismo tiempo, debe ser la base de un periodismo que cumpla con su función de problematizar la realidad más inmediata de sus receptores.

Pie de foto: Sergio Alejandro Gómez, jefe de la Redacción Internacional del periódico Granma.

¿INFORMAR O INTERPRETAR? AHÍ ESTÁ EL PROBLEMA

¿INFORMAR O INTERPRETAR? AHÍ ESTÁ EL PROBLEMA

Tema: Rudens Tembrás, periodista y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, considera que “el periodismo interpretativo es necesario hoy más que nunca. Vivimos en la era de la superabundancia informativa, de la polución, donde contradictoriamente es cada vez más difícil hallar la verdad. Narrar y persuadir son acciones cada vez más distantes, pues los públicos han acumulado experiencias y habilidades para discernir, para no estar de acuerdo. Entonces se antoja un modo de comunicar menos vertical, con un tono menos poderoso, más “democrático”, más abierto a la colaboración de los receptores”.

ALAIN MIRA LÓPEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

A diario las noticias se renuevan de forma dinámica, un minuto puede volver obsoleta la información, pues cada día los medios de comunicación las llevan a los receptores con mayor rapidez, pero, ¿serán estas las que desean leer?


El periodismo interpretativo es un género que “pretende revelar cuál es la significación profunda de la noticia, intenta darle relieve a los hechos poniéndolos en situación. Pone énfasis así en el por qué y en el para qué de los acontecimientos”, según el argentino Alejandro Rost (2013: WEB), profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Comahue.

Para Rudens Tembrás, periodista y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, “el periodismo interpretativo es necesario hoy más que nunca. Vivimos en la era de la superabundancia informativa, de la polución, donde contradictoriamente es cada vez más difícil hallar la verdad. Narrar y persuadir son acciones cada vez más distantes, pues los públicos han acumulado experiencias y habilidades para discernir, para no estar de acuerdo. Entonces se antoja un modo de comunicar menos vertical, con un tono menos poderoso, más “democrático”, más abierto a la colaboración de los receptores”.

O sea, trata de explicar la realidad vista desde el contexto y sus diferentes aristas. Esto provoca un acercamiento de la noticia con el receptor, lo humaniza como dice Neale Copple (1968: 21), “pues es también una forma de humanizar la noticia (…) el medio, a través de los elementos explicativos, se acerca así a sus lectores”.

Este acercamiento se debe a que en la interpretación se observa una situación polémica desde las distintas partes en conflicto, lo cual permite al receptor sentirse identificado con algún bando, interpretar y tomar una postura ante el hecho.

El uso adecuado de las fuentes

Pero hay que tener cuidado con las fuentes, “se deben escoger bien, a veces se colocan en sobredosis y caemos en la reiteración innecesaria y la sobredosis de informaciones sin sentido, debemos buscar las que revelen información para hacer interpretar al receptor”, expresa Joel García León, jefe de la Redacción Deportiva del Semanario Trabajadores (EP, 2014).

Este planteamiento es la línea discursiva de Federico Álvarez, profesor venezolano, Premio Nacional de Periodismo y director de la Escuela de Periodismo de la Universidad Central de Venezuela entre los años 1975 y 1978, cuando dice que “no se trata solo de acumular datos. El periodismo de explicación no pretende apabullar al lector con una masa de información inconexa, sino poner en relación esos datos, busca las vinculaciones que tienen. Y la calidad tiene más importancia que la cantidad. No es un problema de extensión sino de enfoque” (En Rost, 2013).

Este comentario también está muy ligado al exceso de informaciones que abundan en los medios de comunicación. Existen muchas, pero el lector las ve como acontecimientos aislados, no se identifica con el hecho, pues “para que los usuarios o lectores no perciban las informaciones como hechos aislados, sino que puedan comprender el por qué de las situaciones o fenómenos es necesario ir más allá de los hechos, conocer las causas” (Rost, 2013: WEB).

A lo que Álvarez agrega: “Para el tratamiento interpretativo, al contrario que para la objetividad, los hechos aislados carecen de significación y, además, se llama a desconfiar de los hechos simples”.

Pero no por eso las informaciones dejan de ser importantes, Andara acota que “la noticia, como información pura y escueta, es un flash del momento”, son la base del periodismo, de ella se nutre el resto de los géneros, pues si no hay una noticia, no habrá nada que interpretar (2012: WEB).

Según García León, “las informaciones  son bien recibidas por lo usuarios cuando son inmediatas, pero ellos desean que les expliquen lo más profundo posible el por qué de esa noticia y para ello surgió la interpretación”.

Esta, sostiene Rost (2003: WEB), “tiene el objetivo de informar y dar la significación profunda de las noticias. Lo hace a través de elementos de contexto y valoración que ayudan a comprender una realidad compleja” y en la medida que opinen más fuentes, siempre reguladas por el tema, estaremos más cerca de la verdad.

“Busca, mediante la elaboración de reportajes, semblanzas y perfiles, llegar al fondo de la noticia, darle alguna significación, mostrar detalles y antecedentes no mencionados de los protagonistas y del ambiente, situar el hecho en un espacio de tiempo y reflexionar sobre las posibles consecuencias” (Rost, 2003: WEB).

Además, la noticia impone un hecho, tiene un lenguaje con una estructura inviolable, donde no hay espacio para la retórica en función de la persuasión, lo cual sí permite la interpretación, pero sin un tono dominante, le da los argumentos al receptor y lo deja analizar.

La versión de García León es que está regulado por la política editorial, “los periodistas, al final, respondemos a los intereses de nuestro medio y si se nos ordena omitir una fuente, debemos hacerlo, por desgracia así es, ya ahí se pierde la democracia, pues falla la participación de un punto de vista, quizás clave para el trabajo”.

La interpretación en la prensa cubana

Julio Batista Rodríguez (EP, 2014), periodista del semanario Trabajadores, cree que “la velocidad con la que viajan las informaciones de la actualidad obliga a la prensa a hacer más trabajo interpretativos, pues de no hacerlo estarían publicando noticias obsoletas, las cuales el receptor ya conoce”.

Así lo cree Rost (2003: WEB): “Es una de las estrategias que ha asumido la prensa escrita internacional para competir con los medios audiovisuales y sobre todo, con los canales de televisión de noticias. Si la radio anticipa y la televisión muestra, el diario debe explicar”.

Y luego, citando a Neale Copple, agrega: “Si lo que ofrecemos en las noticias principales es apenas un poco más de lo que dio la televisión, entonces nuestra competidora ganó porque es más fácil ver televisión que leer”.

Según García León, de las publicaciones de alcance nacional más conocidas por él, solo el semanario Trabajadores y la revista Bohemia van por la línea de la interpretación por su condición de salir una vez a la semana y una al mes, por ese orden.

Esto obliga a cambiar la tónica de las rutinas productivas establecidas en lo periódicos, siempre a la búsqueda de informaciones, por una más del análisis y la interpretación.

Los diarios como Granma y Juventud Rebelde han ido cambiando sus rutinas en los últimos tiempos, pero aún abunda el exceso de informaciones y muy poca interpretación, lo cual, a la larga, provoca el rechazo de su público a estas informaciones”, agrega García (EP, 2014).

“Entonces, pudiera decirse que el interpretativo es un género completo y una opción que los diarios que aún publican en papel deben usar para mantener sus lectores para ampliar las noticias que ya han recorrido la web”, sostiene Rost (2003: WEB).

En conclusión, si quieren salvar la prensa escrita cubana, deben cambiar esas rutinas productivas que solo crean informaciones y adentrarse más en las de la interpretación, pues los medios audiovisuales son muy dinámicos y “siempre” informarán primero. Sigan este camino y los periódicos serán eternos.

Bibliografía:
  
Álvarez, Federico. La información contemporánea. Editorial: Contexto editores. Caracas. 1980.

Copple, Neale. Un nuevo concepto del periodismo. Reportajes interpretativos. Editorial: Pax-México. México DF, México. 1968.

Andara, Isabel. Periodismo informativo vs Periodismo interpretativo. (Venezuela) En: Desde mi escritorio. URL: http://desdemiescritorioo.blogspot.com/2012/12/periodismo-informativo-vs-periodismo_9.html. Consultado: 09/05/2014.

Rost, Alejandro. Periodismo de Explicación. En Red-Acción. Sitio del Área Periodismo de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. URL: http//red-accion.uncoma.edu.ar/

asignaturas/periodismoexplicación.html. Consultado: 09/05/2014.

Periodistas consultados:

Joel García León, jefe de Redacción Deportiva del semanario Trabajadores.

Julio Batista Rodríguez, periodista del semanario Trabajadores.

 

LA FUENTE PERIODÍSTICA: VERDADERA PROTAGONISTA

LA FUENTE PERIODÍSTICA: VERDADERA PROTAGONISTA

Tema: El argentino Roberto Herrscher, periodista y profesor universitario, asegura que “los periodista solemos tener fuentes, que no son gente, sino expertos, testigos, poderosos o víctimas de estos poderosos. Las fuentes largan parrafadas sin contexto, muchas veces nos tiran sus conclusiones sin contarnos de dónde las sacaron, lazan argumentos sin narrar las historias que hay detrás, y aparecen y desaparecen de nuestros textos sin que podamos verlos, ni olerlos, ni entenderlos. No cuentan ni recuerdan ni reflexionan. Dan declaraciones”.

LINH NGUYEN HOAI,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Para elaborar un trabajo periodístico, generalmente se necesita algo muy importante: la fuente. Esta puede determinar la calidad de la información y hacerla problémica.

¿Qué es la fuente periodística? Como define la profesora cubana Iraida Calzadilla en su libro La Nota: “Ya sea objeto o sujeto, en el medio denominamos fuente periodística a todo lo que propicie, contenga, facilite y transmita información. Sin embargo, será el hombre la fuente de información por excelencia” (2005: 53).

“Las fuentes periodísticas son la base de toda noticia y toda información, los seres humanos son los actores de toda información y el periodista suele acudir a esos seres humanos para saber lo que ha sucedido. Es decir, la noticia, la información, surge de uno o más sujetos que conocen la noticia o la generan”, plantea Luis Sexto, Premio Nacional de Periodismo y profesor de la Universidad de La Habana (ED, 2014).

Los periodistas no siempre están presentes en el momento que se producen los acontecimientos. Sin embargo, en algunos eventos que pueden ser una rueda de prensa o una sesión previsible, los periodistas lo pueden cubrir personalmente para recopilar información; luego utilizará los datos para construir la noticia. Pero en otros casos que son imprevisibles, no pueden hacerlo.

Citando nuevamente el libro La Nota, de la profesora Calzadilla, las fuentes se clasifican en cinco grupos: documentales y no documentales, tradicionales o no tradicionales, permanentes o transitorias, primarias o secundarias y, por último, directas, indirectas o complementarias.

En un trabajo, el reportero puede conservar una gran cantidad de fuentes. Como dice Roberto Herrscher, periodista y profesor universitario argentino, en el libro Analizando los medios y la comunicación: teoría y métodos de varios autores: “Las fuentes largan parrafadas sin contexto, muchas veces nos tiran sus conclusiones sin contarnos de dónde las sacaron, lazan argumentos sin narrar las historias que hay detrás, y aparecen y desaparecen de nuestros textos sin que podamos verlos, ni olerlos, ni entenderlos. No cuentan ni recuerdan ni reflexionan. Dan declaraciones” (2009: 46).

Al respecto, Abdul Nasser, reportero deportivo del periódico Juventud Rebelde, afirmó: “El periodista necesita a las fuentes para poder ahondar en un tema en el que no es experto. Herrscher plantea que las fuentes, aunque ayudan a establecer la información que el informador necesita, no le da el acercamiento que el público prefiere, eso es labor del comunicador”.

Lorenzo Gomis, catedrático en la Universidad Autónoma de Barcelona, expone claramente en su trabajo Teoría del Periodismo – Como se forma el presente: “Las fuentes forman parte de la audiencia. Las fuentes no pueden ofrecer información hasta que establecen contacto con algún miembro de alguna organización de noticias; y esa organización escogerá la fuente si la considera adecuada para su audiencia aún cuando el medio haya escogido por la fuente que quiere transmitir información” (1991: 63).

También al hablar de la importancia de las fuentes, para la catedrática española Mar de Fontcuberta (1993), en su libro La noticia, pistas para percibir el mundo, “un medio sin fuentes es un medio muerto”. Especialmente en la carrera de Periodismo, la fuente es la información. El tema del trabajo es lo principal, y para atribuirlo, se usan muchas más fuentes: de opinión, de noticia, valorativa, de criterio, juicio, etc.

Los periodistas tienen la responsabilidad de reunir todas las informaciones que dicen las fuentes para luego interpretarlas, organizarlas y entregarlas al receptor. Para hacerla bien necesitan un conocimiento grande sobre todo de economía, política, filosofía, medio ambiente, tecnología, ciencia, etc., pero no requieren el saber completo. También deben tener las direcciones, teléfonos o correos de las personas que le puedan brindar información de los acontecimientos.

“Nuestras fuentes son, principalmente, las agencias cablegráficas, los medios digitales, seleccionando la información afín con los criterios, el perfil editorial del medio y la ideología. Se requiere de mucho estudio por parte del periodista para saber donde buscar la fuente y cómo utilizarlas”, anotó Juana Carrasco Martín, jefa del departamento Internacional del diario Juventud Rebelde.

“Como el agua sale de un manantial que al correr se va anchando hasta llegar al mar, ese manantial es la fuente, que conoce la noticia porque la hace o la conoce. Por ello, toda noticia para que sea verdadera, precisa de una fuente. Cuando no hay un según dijo, la información carece de valor. Todo acontecimiento a tratar debe tener esas fuentes para que lo validen y lo respalden”, explica el profesor Sexto.

Por otro lado, la calidad de las fuentes decide la de los trabajos periodísticos, le da la categoría y el nivel de importancia a la información. En el reportaje se exigen muchas fuentes documentales, no documentales, y más importante, las oficiales junto con otras que aportan también los diferentes protagonistas o testigos. Cuanto más criterio, juicio y opinión, más clara la noticia.

Los periodistas nunca deben ser amigos de las fuentes, pues ellas pueden manipularlos y así que se publique lo que ellas desean. Estos no se logran. Se demandan a los reporteros que tienen que mantener una relación de cercanía y  distancia a la vez.

“Muchas veces el  periodista tiene que confirmar lo que dice la fuente o las fuentes. El argentino Herrscher tiene razón al decir con otras palabras que no se puede creer cualquier declaración sin confirmar. Uno debe confirmar si la declaración es verdad. Los datos son lo más importante, pues con ellos se hace la noticia, con datos y no con declaraciones”, asegura Luis Sexto.

En algún caso, si el trabajo necesita declaración, los reporteros deben respaldarlo con datos y decir en qué argumento se basan para exponer eso. Una noticia no puede quedarse con la declaración sin origen y sin valor.

Para terminar, nos damos cuenta de que las fuentes tienen un papel muy importante en los trabajos para transmitir la información que elaboran los periodistas. Puede decirse que es el verdadero protagonista de cada género del periodismo, afecta directamente a la calidad del trabajo y, además, forma el conocimiento de la audiencia cuando lee, ve o escucha.

Bibliografía:

Calzadilla Rodríguez, Iraida: La nota. Pablo de la Torriente. La Habana, Cuba. 2005.

De Fontcuberta, Mar: La noticia, pistas para percibir el mundo. Paidós Ibérica. Buenos Aires, Argentina.1993.

Herrscher, Roberto; Araya, Rodrigo; Elórtegui Gómez, Caludio; Lazcano Peña, Daniela; Rivas

Inostroza, Fernando; Sáez Baeza, Chiara y Pedro Santander, Molina: Analizando los medios y la comunicación: teoría y métodos. Valparaíso. Chile. 2009.

Gomis, Lorenzo: Teoría del Periodismo – Cómo se forma el presente. Paidós Ibérica, Argentina. 1991.

Periodistas consultados:

Abdul Nasser, periodista del Diario Juventud Rebelde.

Juana Carrasco Martín, jefa del departamento Internacional del diario Juventud Rebelde.

Profesor consultado:

Luis Sexto, Premio Nacional de Periodismo y profesor de la Universidad de La Habana.

 

LA CRÍTICA, UN ARMA DE LA REVOLUCIÓN

LA CRÍTICA, UN ARMA DE LA REVOLUCIÓN

 

Tema: El teórico brasileño Adelmo Genro Filho suscribe que “si la crítica, por más amplia y profunda que sea, no contiene el momento concretamente afirmativo, se vuelve diletante y no revolucionaria. Lo negativo sólo destruye efectivamente cuando él mismo se afirma como positividad”.

 

MARIO LUIS REYES BETANCOURT,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Una de las mejores definiciones del concepto crítica es, a mi juicio, la de José Martí cuando sentenció: “La crítica es el ejercicio del criterio” (1963: 151).

Tal explicación martiana se aparta de la común y unilateral connotación de la crítica sólo  como aspecto negativo y la relaciona  con la expresión de las ideas, por lo que, al aceptar el equilibrio de los juicios, concuerda con lo que el teórico brasileño Genro Filho suscribe: “Si la crítica, por más amplia y profunda que sea, no contiene el momento concretamente afirmativo, se vuelve diletante y no revolucionaria. Lo negativo sólo destruye efectivamente cuando él mismo se afirma como positividad” (2010:101).

La crítica, es decir, la manifestación de las opiniones, debe ser equilibrada, y en ella debe prevalecer el ánimo de confrontar ideas y no de imponer lo que pensamos sobre cualquier otra consideración.  Algunas veces ese pensamiento puede discrepar de otros, o aceptar lo que los demás creen, y ha de buscar los elementos positivos del problema que trate, no sólo los negativos.

En el periodismo, junto a la función básica de informar, está también la de emitir criterios, pues el periodista contribuye a la formación de la opinión pública precisamente al valorar los distintos fenómenos. 

Es la crítica una de las funciones más importantes de la prensa, tanto si se dirige a discrepar, señalar defectos, como a ponderar méritos.  En cualquiera de estas acepciones, la crítica periodística ha de realizarse con gran sentido de responsabilidad, especialmente en un periodismo como el nuestro.

Ella puede aparecer en un artículo propiamente dicho, firmado por su autor, o en una sección especial, o también en cualquier género como parte de los razonamientos que merecen determinado problema.

Pertenece la crítica, en cualquiera de las formas en que se manifieste, al llamado periodismo de opinión, lo que no significa que no incluya informaciones relacionadas con lo que se valora. Debe basarse en datos y argumentos fundamentados y convincentes.

Varios autores relacionan a la crítica como género con el análisis, pues con frecuencia ésta puede aparecer con una exposición introductoria que explica detalles importantes referidos al tema que trata. Pero los criterios en cuanto a la crítica como género son diversos. La periodista y escritora cubana, Alicia Elizundia, quien actualmente trabaja como profesora en Ecuador, refiere su opinión:

“Tal y como ocurre con otros géneros, la crítica es vista por algunos como un punto intermedio, en este caso, entre el artículo y la crónica, sin embargo, a mi modo de ver su condición de género está muy bien definida. La crítica requiere de un profesional experto, creativo y con un alto sentido de la ética, que sea capaz de expresar su valoración sin ataduras ni compromisos, y sí con mucha consistencia” (EP, 2014).

En el periodismo, la crítica especializada abarca prácticamente todos los temas: deportivo, económico, política nacional e internacional, siendo la de arte y literatura entre ellos una de las más complejas por las características de los asuntos y sus protagonistas.

La crítica artística y literaria desde los medios tiene necesariamente un lenguaje adaptado a públicos amplios, cuestión que también despierta desconfianza en los creadores que la juzgan, por eso, superficial, por lo que requiere “el oportuno juicio del experto que interpreta y valora” (Vivaldi, 1973:301) y de periodistas altamente conocedores de las temáticas mismas y también especialistas desde el punto de vista profesional

En cuanto a la crítica periodística en general, la periodista Aday del Sol, de la redacción del Portal CUBASÍ, afirmó: “Pienso que debe  ser ética, objetiva y, sobre todo, construida desde la verdad y cimentada sobre la investigación y el conocimiento histórico. No se puede hacer crítica con lagunas u océanos en el tema en  cuestión. No debe el periodista alejarse nunca de la responsabilidad que tiene en los medios para educar. No debe alejarse de la raíz de los problemas y sus causas” (EP, 2014).

Sobre la crítica que necesitamos, opinó que precisamos más que nunca de miradas desde los medios, “requerimos incluso del debate que la interactividad y las nuevas tecnologías permiten establecer entre receptor y emisor para retroalimentarnos como profesionales y cumplir nuestro rol”.

Para concluir, la periodista añadió que nuestra crítica debe dejar de representar el papel segundón o de defensiva que nos ha caracterizado por años, a veces justificado y otras veces no.

En su excelente libro “Revolución, Socialismo, Periodismo”, Julio García Luis, refiriéndose a las funciones universales del periodismo de acuerdo con los valores, fines e intereses de nuestra sociedad, incluía el “opinar sobre asuntos que requieran orientación y esclarecimiento” (2015:31), o lo que es lo mismo, ejercer el criterio, criticar. El destacado profesor consideraba, incluso, que la ausencia de crítica había sido una de las causas principales del desmoronamiento del llamado socialismo real.

Entrevistada al respecto, Esther Barroso, periodista y realizadora de la Casa de las Américas, abundó: “Sin crítica no hay desarrollo posible.  Esa podría ser una sentencia a tener en cuenta en nuestras vidas como periodistas y en general como profesionales. Es como el motor que nos impulsa a mejorarnos y cambiar para mejor lo que nos rodea” (EP, 2014).

Y agregó: “La crítica en la sociedad cubana actual está pasando por una crisis y eso incluye al periodismo. Prácticamente no se hace uso de la crítica como género, ya sea  de arte o literaria; y tampoco aparece con frecuencia como recurso dentro de los géneros periodísticos para abordar críticamente otros aspectos de la realidad circundante”.

Por todo lo anterior, es evidente cuán necesaria, imprescindible, es la crítica para la sociedad que construimos, para formar también ciudadanos capaces de valorar con ética y responsabilidad los problemas de una sociedad y de un mundo cada vez más complejos.

Bibliografía:

García Luis, Julio. Revolución, Socialismo, Periodismo.  La prensa y los periodistas cubanos ante el Siglo XXI. Editorial Pablo de la Torriente, La Habana, Cuba, 2013.

Genro Filho, Adelmo. El secreto de la pirámide. Agencia Venezolana de Noticias. Caracas. Venezuela. 2010.

Martí, José. Cuba, Política y Revolución. Editorial Nacional de Cuba, Editora del Consejo Nacional de Cultura. La Habana, Cuba.1963.

Martín Vivaldi, Gonzalo. Géneros Periodísticos. Editorial Paraninfo, Madrid, España, 1964.

Periodistas consultados:

Esther Barroso, periodista de Casa de las Américas.

Aday del Sol, periodista del Portal Cuba Sí.

Alicia Elizundia, periodista cubana que cumple misión en Ecuador.

 

NOTA PARA INTERPRETAR

NOTA PARA INTERPRETAR

 

Tema: La profesora cubana Iraida Calzadilla Rodríguez afirma que la nota interpretativa es una entrega comunicativa en la que se persigue transmitir y compartir información en un hacer colaborativo, bidireccional, participativo, interactivo, alternativo, de construcción de conocimiento para alcanzar la comprensión del mundo.

 

NGA TRAN THU (NINA),
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Para diferenciar la nota interpretativa de otros géneros periodísticos es necesario analizar características como su diversidad funcional, temática, composición  y estilística. El periodista no solo relata los hechos, sino que pasa a interpretarlos desde la multiplicidad de fuentes que ofrece.

La profesora Iraida Calzadilla Rodríguez afirma que la nota interpretativa es una entrega comunicativa en la que se persigue transmitir y compartir información en un hacer colaborativo, bidireccional, participativo, interactivo, alternativo, de construcción de conocimiento para alcanzar la comprensión del mundo. 

Es decir, el periodista realiza un análisis de los datos, los contextualiza, los relaciona con otros y, posteriormente, efectúa un análisis y concluye con valoraciones que están dadas por las fuentes, pero en las que él también se implica desde una perspectiva indirecta. Se busca, en definitiva, situar los hechos en tiempo y espacio, explicar las causas y sus posibles consecuencias.

¿Que es la nota interpretativa? “La nota interpretativa es aquella que le ofrece al lector información sobre los acontecimientos de modo que no solo pueda saber qué pasó, sino llegar a comprender el por qué sucedió. Es un trabajo periodístico que mediante el contraste de fuentes, su redacción y la disposición de sus argumentos, le permite al receptor interpretar los acontecimientos sin que haya una intervención explícita del periodista en la explicación”, afirmó Karina Marrón González, jefa de Información del diario Granma (EP, 2014).

La nota interpretativa ofrece una visión más amplia de los acontecimientos, trata de explicarlos con sus causas y antecedentes para facilitar la comprensión del lector. Además, brinda argumentos que van más allá de la simple información sin matices; expone la complejidad de un asunto o al menos trata de hacerlo. Como afirma la investigadora Gaye Tuchman, “la interpretación es  una ventana al mundo”.

Yoerky Sánchez Cuéllar, periodista y jefe de Corresponsales del periódico Juventud Rebelde, afirmó que una nota interpretativa es aquella que se desprende de los cánones tradicionales de la noticia, tal como se ha entendido hasta ahora.  Rompe con la estructura clásica de la pirámide invertida y de la respuesta a las seis preguntas básicas e impone al reportero la necesidad de elaborar ideas que presuponen un análisis de la realidad noticiosa (EP, 2014).

“Además, en realidad no nos hemos quitado de encima el concepto de transmisión, infestado con la falsa teoría de la comunicación que comenzó con Shanon, y que hoy pide a gritos un entendimiento con otras disciplinas, porque el periodismo se vale de un acervo milenario”, agrega Ramadán Arcos, periodista de redacción Internacional de periódico Granma (EP, 2014).

“Se debe valorar igualmente el elemento cognoscitivo, pues a partir de la competencia interpretativa del autor y de los sujetos que lo ayudan, se establece un puente de comunicación más coherente, para la  transmisión y confluencia de los contenidos. Aquí son muy importantes los antecedentes y la contextualización del hecho, además de los aportes que dentro de ese hacer colaborativo puedan brindar los receptores del mensaje”, aseveró.

En opinión de Yuniel Labacena Romero, estudiante de Periodismo que colabora con el diario Juventud Rebelde, “la nota interpretativa se funda en ese hacer colaborativo e interactivo, porque si sumamos a eso los nuevos modos de comunicación modernos, con el auge de las TIC’s, donde todos pueden decir lo que sucede a su alrededor, la labor del periodista se convierte en una fuente aglutinadora, pero a la vez reflexiva y de intercambio” (EP, 2014).

Sin embargo, no se puede perder de vista que es el periodista el que aporta los marcos interpretativos para ello. De modo que es un proceso participativo,  interactivo y en cierto modo alternativo, pero donde el mayor peso lo lleva el periodista.

Para el catedrático Abraham Santibáñez, “interpretar, desde el punto de vista periodístico, consiste en buscar el sentido a los hechos noticiosos que llegan en forma aislada. Situarlos en un contexto, darles un sentido y entregárselo al lector no especializado. Esta interpretación debe tratar de prescindir de opiniones personales, basarse en hechos concretos y opiniones responsables que sean pertinentes y sean presentadas en forma amena y atractiva’’ (1983, 81).

El periodista interpreta los hechos siempre basándose en la observación objetiva desde el punto de vista de la verificabilidad. El propósito es analizar los datos, no solo ordenarlos. La información debe ser ubicada temporal y espacialmente. Relaciona la información con antecedentes y proyecta posibles consecuencias.

“Para no pocos profesores y periodistas cubanos, en la nota interpretativa los juicios valorativos los ofrecen las fuentes, de manera que al emitir sus opiniones desde los diversos estamentos de expertos, protagonistas, primarios y secundarios, refuercen el valor de la credibilidad. Si estos juicios proceden del periodista, el sentido editorial toma mayor cuerpo, se oficializa el mensaje”, aseguró la doctora Iraida Calzadilla en La nota interpretativa en encrucijada, publicada en http://www.cubaperiodistas.cu.

No obstante, a pesar de los esfuerzos que se hacen por crear un análisis más dinámico y polémico a través del periodismo y la interpretación, algunos desconocen este género informativo, o por lo menos no lo identifican como interpretación. La nota interpretativa constituye un género muy complicado, pero a la vez muy interesante, pues no solo consiste en un trabajo de escritura, sino que  ahonda en el conflicto mismo.

Periodista estadounidense, Paul White, ahonda al describir al análisis como muy apegado al periodismo interpretativo a partir de la presentación de los antecedentes y el material tangencial que permite al lector llegar a sus propias conclusiones, una vez en poder de los elementos de juicios necesarios. El autor delimita la valoración entendiéndola como la explicación personal y subjetiva de lo que una persona cree que significa la noticia (citado por Charnley, 1971: 436).

“El término o la clasificación de nota o periodismo interpretativo resulta novedoso, al menos para mí. Lo interpreto como la acción que se realiza para ampliar una información (o material noticioso) al añadirle datos que la enriquezcan. Lo anterior se resume en hacer más integral el texto o la información que recibe el lector y que no se circunscriba a presentar lo ocurrido, sino ampliarlo, enriquecerlo, lograr que el lector gane en cultura general”, expresó Evelio Tellería Toca, periodista del semanario Trabajadores (EP, 2014).

“Desde luego, considero que no todas las informaciones pueden ser ciento por ciento interpretativas. Debe tenerse en cuenta el tema y demás elementos, pero siempre que sea posible, debemos lograr que sea  interpretativa”, agregó.

Para la Doctora Calzadilla, el cubano de hoy quiere él mismo interpretar desde lo que recibe en la propuesta comunicativa, a manera de reconstruir su propio “puzle” tomando en cuenta el entramado de todos los elementos.
 

Bibliografía:

Calzadilla Rodríguez, Iraida. La nota. Editorial Pablo de la Torriente. La Habana, Cuba. 2005.

Calzadilla Rodríguez, Iraida. Cuadernos desde el aula. Notas interpretativas (Cuaderno 3). Curso académico 2008-2009. Facultad de Comunicación, Universidad de La Habana. Cuba.

Calzadilla Rodríguez, Iraida. La nota interpretativa en encrucijada. En
http://www.cubaperiodistas.cu. Consultado: 06-06-2013.

Milliet Lesly. Periodismo interpretativo. En: Buenas Tareas. URL: http://buenastareas.com. Consultado: 8 de abril de 2013.

Charnley, Michell. Periodismo interpretativo. Editorial Troquel. Bueno Aires. Argentina. 1971.

Santibáñez, Abraham. “Periodismo interpretativo y nuevo periodismo”. En: books.google.com.cu. Consultado 11 de abril de 2014

Santibáñez, Abraham. “La interpretación como clave periodística”. En: http://fcom.altavoz.net/prontus_fcom/.Consultado 11 de abril de 2014
 

Periodistas consultados:

Karina Marrón González, jefa de Información de Nacionales del diario Granma.

Yoerky Sánchez Cuéllar, periodista y jefe de Corresponsales del periódico Juventud Rebelde.

Yuniel Labacena Romero, estudiante de Periodismo que colabora con el diario Juventud Rebelde.

Ramadán Arcos, periodista de la Redacción Internacional del diario Granma.

Evelio Tellería Toca, periodista del semanario Trabajadores.