LA CASA MÁS ANTIGUA DE LA HABANA
Ubicada en la calle Obispo, el inmueble toma su nombre y parece desafiar el tiempo.
Texto y foto:
David Gallo Sánchez,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de la Habana.
La casa más antigua de La Habana se encuentra en reparaciones por estos días como parte de las acciones de la Oficina del Historiador para recuperar el Centro Histórico de la capital.
Debido a los materiales con que fue construida la vivienda en 1594, está siendo restaurada una de sus partes. El motivo de las obras es el desprendimiento de una viga por no tratar a tiempo una gotera creada por la lluvia. “Ya ha sido reforzada y se trabaja para solucionar la situación”, aseguró Dunia Rodríguez, especialista de la casa.
Tiene en su estructura techo de tejas rojas, dos pisos, tres balcones, patio interior y paredes levantadas con ladrillos de adobe (mezcla de tierra blanca y piedra caliza), unidos y reforzados por morteros de cal y entramados de madera, comentó Norma Ávila Subinat, museóloga del lugar.
La casa debió su construcción a la necesidad de acercamiento al puerto de La Habana, donde se recibían las mercancías. En esa época la ciudad radicaba al sur, pero fue trasladada gradualmente al norte por la razón mencionada.
La edificación se realizó en la segunda mitad del siglo XVI para el español Don Antón Recio, quien fuera Procurador General y Alcalde Ordinario del Ayuntamiento de La Habana. A pesar de las modificaciones sufridas a lo largo del tiempo la vivienda mantiene intacta la estructura original, por lo que es considerada la casa más antigua de La Habana, según investigaciones de la Doctora María Teresa Cornide Hernández.
“En sus orígenes fue uniplanta, pero en el siglo XVII se agregó otro piso con muro de mampostería y techado de tejas rojas. Resaltan en su fachada tres balcones independientes con barandas de madera torneada”, expresó Rodríguez.
Entre los antiguos propietarios de la residencia se encuentran Antón Recio y Castaño, en 1594; Antonio de Hoces Carrillo y Córdoba, 1648; Presbítero Diego Rubí de Zelis, 1714; y Manuel González Piñera, 1841, siendo su hijo el responsable de la reconstrucción que le dio su aspecto actual.
Ha sido ocupada, además, por Juan Antonio Bances y Álvarez en 1881 y la Sociedad Anónima Galidia S.A desde 1951, hasta que a partir de 1968 pasó a la Oficina del Historiador de La Habana.
A lo largo de la historia el inmueble ha tenido diversos usos como vivienda, almacén, cochera, casa de cambio de monedas, sastrería y oficina de comerciante y comisionista. También ha servido como local para la venta de billetes de lotería, café, agencia de negocios y de pasajes, tienda de relojes, salón de limpiabotas y sala de carruajes antiguos.
“Actualmente la edificación está ocupada por la librería El Navío, una vivienda cuyos residentes no han querido desocupar el lugar y un Museo de pintura Mural”, explicó Rodríguez.
En el Museo, único de su tipo en el país, se pueden encontrar fragmentos de pintura mural del siglo XIX procedentes de inmuebles coloniales de la Habana Vieja. Ahí se realizan talleres, cursos de pintura mural y de restauración con estudiantes de arquitectura.
Subinat dio a conocer que la edificación tomó su nombre de la calle en donde se encuentra, llamándose la Casa de Obispo, esto suele confundir a las personas al creer que aquí vivió algún obispo pero, realmente, no es así.
Pie de foto: Fachada de la casa donde se distingue la estructura de su época.
Ficha técnica:
Tipo de título: Genérico.
Tipo de lead: Sumario de Qué.
Tipo de cuerpo: Lead + Pirámide invertida + Dato adicional.
Tipo de noticia: Blanda, directa.
Primer valor noticia: Curiosidad.
Otros dos valores noticias: Actualidad y Cercanía.
Tipo de fuente declarada: No documental: Dunia Rodríguez y Norma Ávila Subinat.
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