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CARLOS LUIS MOLINA LABRADOR, ESA CÁLIDA VOZ

CARLOS LUIS MOLINA LABRADOR, ESA CÁLIDA VOZ

Su estilo peculiar ofrecer cada mañana lo mejor de sí a cada oyente que despierta en compañía de Radio Güines.

MARÍA DEL ROCÍO RAMOS SUÁREZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Considerado como ‘‘uno de los caballeros del radioperiodismo en Cuba’’, Carlos Luis Molina Labrador, ha merecido los premios anuales de Periodismo Económico, Cultural Luis Suardíaz y el muy preciado Juan Gualberto Gómez, que otorga la Unión de Periodistas de Cuba, solo por mencionar algunos. A la radio en Cuba ha dedicado 17 años de su vida.

-La radio cubana cumple 91 años de haber

presentado su primera transmisión continuada.

¿Cuánto cree usted que se ha ganado

y se ha perdido hasta hoy?

Creo que hay de todo un poco. Se ha avanzado mucho porque en Cuba existe un sistema nacional de radio y locución. Surgieron nuevas emisoras, se fortalecieron los contenidos que difunde este medio, sobre todo, se ha nutrido de las nuevas generaciones de graduados y eso otorga cientificidad, da rigor, enaltece el trabajo de la radio.

Hemos perdido también porque a raíz del periodo especial la radio fue uno de los medios más impactados, desde el punto de vista profesional, en el ámbito periodístico específicamente. La radio lo sintió, sobre todo, porque la radio es tiempo, consume mucho espacio y vive del día a día, de la inmediatez. En este sentido, pues hace falta siempre una constancia desde el punto de vista del personal y han entrado a la radio compañeros no graduados en las universidades, en las facultades de Periodismo y, es evidente, las consecuencias son notables.

-¿Cree que escuchar la radio siga siendo

una tradición como lo era años atrás?

Yo creo que sí, que el cubano es muy dado a la radio, que es un medio que tiene una larga tradición en nuestro pueblo. Creo que la gente sigue aferrada a ella. ¿Y por qué? Porque es un medio más íntimo, que le habla al ser humano directamente. Y entonces es esa comunión, esa interactividad, que no se logra mediante sofisticados medios técnicos. La radio es capaz, con mucha humildad y mucha sencillez, de lograr la empatía con el hombre y no la ha perdido, a pesar de todo.

-Para algunos este medio podría desaparecer

ante el avance de las nuevas tecnologías.

¿Qué opina al respecto?

Se ha ido demostrando poco a poco que no es tan así. Hay agoreros, incluso gente muy lúcida como el mismo Alejo Carpentier, que dijo que la radio iba a desaparecer ante la avalancha de las nuevas tecnologías. La televisión no pudo suplantarla, siguió conviviendo con ella. Ahora la era de Internet y de las nuevas tecnologías lo que ha hecho es sumarla a su devenir.

Pienso que es un medio que ha sabido, con mucha ductilidad, aclimatarse a los nuevos cambios tecnológicos, y en lugar de desaparecer, subsiste y aporta lo que de experiencia tiene, que es mucha. La radio es un medio donde se puede hacer arte, Arte con mayúscula. Y por eso Internet lo que está haciendo es incorporarla a su experiencia.

-La periodista Angélica Paredes López afirmó

que ‘‘sin inmediatez la radio languidece’’. ¿En qué

condiciones cree que se encuentre la radio

cubana ante estas exigencias?

La radio exige esa inmediatez, exige que se esté diciendo, casi en tiempo real lo que está sucediendo. Desgraciadamente, no ocurre así. Tenemos muchos problemas todavía en el ámbito periodístico para rescatar esa prominencia que debe tener el hecho. Es necesario decir lo primero, pero también decirlo bien, decirlo con emotividad. A veces en esa exigencia de decir lo primero uno pone en juego muchas cosas, pero cuando el periodista está preparado y cuando el medio lo acompaña, se puede lograr. Hoy se está haciendo mucho para que prevalezca esa inmediatez que tanto agradece el oyente.

-¿Qué debilidades percibe en el

periodismo radial que se hace en Cuba?

Percibo las mismas debilidades que tiene en general el periodismo cubano: frivolidades, ligerezas, falta de investigación. Da la espalda con demasiada frecuencia a temas de la agenda popular que están clamando por debatirse en los medios y que no se hace. Se debe lograr mayor preparación del personal que trabaja en los medios, mayor investigación, que es lo que le da solidez a todo trabajo periodístico.

-¿Cómo valora el radiodocumental,

como género, en nuestro país?

El radiodocumental como género periodístico está reservado para muy pocos. Casi no se ejercita, aparece de vez en vez en los eventos competitivos, o en los festivales de la radio nacional. Es un género muy completo, muy creativo que tiene muchas virtudes porque absorbe toda la gama técnico artista y todas las posibilidades creativas que otorga el medio radial.

-¿Por qué si es un género tan

completo se ejercita tan poco?

Se ejercita poco por morosidad, ligada a ineptitud, falta de conocimiento, y al poco tiempo, pues se prioriza más el día a día que un trabajo creativo. Los realizadores le temen porque exige una investigación previa, una mirada a fondo; y después, de un vuelo creativo alto, que sea capaz de realzar, sin caer en estridencias, evitando, digamos, poses ridículas, pero validando un hecho, un personaje que ameriten una mirada más allá del diarismo.

-¿Cuáles son para usted los

factores necesarios para que sea

efectiva una realización radial?

Tiene que haber detrás un buen realizador, el ser humano es lo primero. Los recursos técnicos están ahí y se ha comprobado. Hay quien dice que en la radio como en la televisión todo está hecho. Lo que pasa es que hay que darle siempre una mirada renovada. Hay que ir con los tiempos, priorizar la creatividad. Tener presente sobre todas las cosas al oyente, que es en primera instancia la persona a quien va dirigida nuestro mensaje y nuestro trabajo.

-Hace alrededor de tres años, en una entrevista,

expresó que ‘‘en la radio las palabras suenan,

no se leen; se escuchan, no se ven; por eso

tienen que ser como campanas”.

Esa sonoridad, esa vibración, esa intensidad, esa belleza del lenguaje oral es la radio el medio idóneo para expresarla. Mira, no es lo mismo escribir para la radio que para la prensa impresa. Las palabras adquieren una resonancia diferente cuando usted las expresa y es por eso que debemos estar preparados para saber decir las cosas, y decirlas bien.

UNA MUJER DEDICADA AL PERIODISMO

UNA MUJER DEDICADA AL PERIODISMO

Vicepresidenta de la Unión de Periodistas de Cuba, Bárbara Doval Martínez ama su profesión porque con ella contribuye a reflexionar por dónde están las posibles soluciones a cada asunto.

Texto y foto:
NGA TRAN THU,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Ser periodista es muy difícil y complicado. Se necesita amor y dedicación. En Cuba hay muchas periodistas con talento y popularidad, entre ellas está Bárbara Doval Martínez, vicepresidenta de la Unión de Periodistas de Cuba, elegida en el Noveno Congreso de esa organización.

-El periodismo abarca un campo muy amplio.

¿Cuál es el tema que más le interesa?

Todos. Me interesa indagar para informar, para orientar, para ayudar a reflexionar por dónde están las posibles soluciones a un asunto.

-¿Usted estudió en Cuba? ¿Puede compartir

algunas de sus anécdotas más especiales

de su vida y en la Universidad?

Estudié Filología en la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. Desde que comencé a trabajar, lo hice como periodista. Primero, en el periódico Victoria, en la Isla de la Juventud, aunque soy de La Habana, y después me vinculé a Radio Ciudad de La Habana. Más tarde en la televisión.

Lo que más me enamoró desde mis inicios en el periodismo fue el contacto con las personas, en su diversidad de opiniones y costumbres, procedencias y experiencias vitales. Mis memorias principales, por supuesto que están ancladas a Cuba donde nací, estudié y trabajo. Pero entre esas memorias especiales como hitos de vida, atesoro mi niñez rodeada del desvelo de mis padres y el momento en que fui madre. Ese primer encuentro con mi hijo nunca lo olvidaré.

De la Universidad recuerdo en especial la pasión con que los profesores enseñaban, y la avidez de los estudiantes por aprender a movernos con facilidad en el mundo de las letras, que incluía llegar a entender hasta los chistes que ellos hacían en clases, y poder reírnos también de lo que decían las intertextualidades.

-¿Por qué escogió este trabajo?

Hacer periodismo es muy difícil,

necesita de muchas habilidades.

Creo que el periodismo me tomó a mí de sorpresa. Estudié Filología porque me interesaba sobremanera ese mundo construido por autores que beben de la realidad. Ese entramado de psicologías y maneras de actuar que nos llega de la literatura me provocó desde niña.

El sabor que destila cada palabra en su relación con las otras también me llamaba la atención. Por ejemplo, recuerdo desde mi infancia, los Versos Sencillos de Martí, justamente por el uso de palabras que me invitaban a preguntar o a buscar un diccionario, como me aconsejaba mi madre.

Fue la vida, al graduarme, que me indujo al periodismo, y desde mi primera entrevista me encantó escudriñar por mi misma, en ese mundo interior que descubre cada ser humano, y eso fue lo que me hizo decir, si vuelvo a nacer, estudio Filología y ejerzo el periodismo.

La dificultad que nos pone el periodismo está en saber interpretar cada acontecimiento, en saber llevar toda esa información de la manera más atractiva, ágil, comprensible, para que ayude a construir opiniones.

Muy peligroso resulta ejercer el periodismo en el mundo, donde se escuchan y se leen constantemente noticias de periodistas asesinados por defender el compromiso de servir a los pueblos .Por suerte, en Cuba no pasa del descontento de quien sea criticado que no puede implicar al periodista. A veces es también difícil que comparezcan ante las cámaras de la televisión, por ejemplo, o que explique el más locuaz o mejor preparado, pero también el periodista debe hacer gala de su profesionalidad y extraer e interpretar la información precisa para facilitarles la vida a las personas.

-¿Cómo mantener este trabajo

vivo con tantas dificultades?

Lo que no tiene dificultad alguna para lograrse, tal vez, resulta menos atractivo, menos defendible a capa y espada.

-¿Cuál es el trabajo que le tomó más tiempo?

Siempre me digo y aconsejo a quienes van llegado al periodismo, que cada trabajo que una emprende es como el más importante, he aprendido que la memoria colectiva necesita que siempre entregues lo mejor de ti, de manera que en el periodismo, el tiempo en lograr algo va sin duda, a un segundo plano, lo más importante son los resultados, el impacto, el alcance de esa obra.

-Para usted, ¿qué significa el periodismo en Cuba?

¿Cuáles son los problemas que afronta?

El periodismo en cada país debe parecerse al país, a su tiempo, a las urgencias y aspiraciones de su sociedad, si no, no es periodismo. Lo más importante es la búsqueda de la verdad que se construye desde muchas fuentes, no hay una sola, no hay quien cuente de manera absoluta con la verdad. Esa es una de las potencialidades que nos exigimos los periodistas en Cuba, en tanto vivimos la era de la instantaneidad, y se produce la noticia y se dispara hacia disímiles direcciones.

Nuestra ética reside en buscar la versión más completa, pero también es un reto, no quedarnos detrás en ofrecer esa primera versión, porque la gente necesita esa información, pero vale mucho, la confiabilidad y responsabilidad del medio que la ofrece. Lo más importante es que el pueblo recurra a sus medios de prensa porque le sean confiables.

-¿Qué disfruta del trabajo de la UPEC?

El trabajo en la UPEC es disfrutable en tanto defiende nuestra misión de servicio público que es el periodismo y el encuentro entre las diferentes generaciones de periodistas en aras de una mayor profesionalidad. Además, porque forma parte de las batallas cotidianas de un pueblo en Revolución. Es el espacio donde se entrecruzan saberes en función de un gremio.

-¿En qué eventos representativos ha participado?

Entre los eventos más importantes han estado las Cumbres de Jefes de Estado celebradas en La Habana. Pero un evento importante también lo es la búsqueda de la información en tiempo de ciclones, en circunstancias totalmente adversas por el peligro que entraña. Otro relevante para mi es la cobertura en tierras africanas a la labor de los especialistas de la Salud Pública de Cuba, en la que participaron como parte de mi equipo, dos estudiantes de Periodismo, en una misión que duró cuatro meses.

-¿Cuáles son sus principales premios?

Entre los premios recibidos como profesional han estado los relacionados con Libre Acceso, el programa que con frecuencia semanal realizo en la TV, por el tratamiento de asuntos de la cotidianidad como el transporte público en La Habana, la higiene de la ciudad, la comercialización de productos del agromercado, el abasto de agua, todos ellosrecurrentes en ese espacio.

Pero he obtenido otros por radiodocumentales o programas de opinión en mi etapa de labor en Radio Ciudad de La Habana, y también en la televisión, por géneros como el reportaje, la crónica o el comentario. Sin embargo, el principal premio siempre es el reconocimiento de las personas con las que una se topa por la calle y sugieren nuevos temas, dicen cómo estuviste en la última emisión y cómo desean que sean abordadas las diferentes cuestiones. Ese es el mejor premio porque es la realización de cada una de las obras entregadas.

-¿Cómo valora su relación como

tutora de estudiantes de Periodismo? 

Mi experiencia con los estudiantes de Periodismo ha sido buena, sin ser profesora en la Facultad, pues en la práctica, especialmente durante mi estancia en el canal de televisión, he recibido a muchos y les he aportado algunas de mis experiencias como profesional y también he aprendido con ellos a realizar algunos análisis interesantes sobre determinados temas.

Siempre llenan con su impronta juvenil, con el desenfado, con la preparación que hoy van recibiendo, con su manera de apreciar las cosas y eso ayuda a construir para ellos y para una, nuevas miradas. En ese sentido, otra de las experiencias gratas fue la de Ghana, en África, en un mundo desconocido y que nos unió como parte de una familia. Allí todos aprendimos, juntos.

-¿Cómo comparte trabajo y familia?

Desde 2008 en el Octavo Congreso de la UPEC, y después ratificada en el Noveno Congreso, en 2013, soy vicepresidenta de la organización que representa a los periodistas. Desde esta misión trabajo en función del gremio y se defiende desde la política, la estrategia y las acciones al periodismo.

Además, continúo ejerciendo desde el programa de televisión, en el Canal Habana, la televisora de la capital del país. Los horarios se entrecruzan, a veces, una quiere extender el día más allá de 24 horas para seguir haciendo cosas, especialmente cuando transcurre una provechosa jornada, una tiene muchas ansias de seguir, lo mismo en el trabajo que con la familia, cuando te salen bien las cosas no quieres que termine la jornada.

Si no obtienes lo que deseas, debes empeñarte para enmendarlo a tu medida. Una debe organizarse y contribuir como parte de una familia, donde todos tenemos obligaciones, aspiraciones, compromisos e intereses, a que todo se pueda cumplir, a que la satisfacción llegue a cada miembro por igual, no es fácil, pero lo procuro desde cada una de mis acciones.

-¿Quisiera que su hijo fuera

periodista como usted?

Mi hijo es aún muy pequeño para predecir qué le gustará ejercer cuando crezca o qué le permitirán sus capacidades. Por el momento, ya realiza entrevistas, es muy conversador y se las inventa en el aire para entablar un diálogo con cualquier tipo de persona, adolescente, joven o niño, o anciano. Si en un futuro le gustara hacer periodismo, por supuesto que le ayudaría porque lo más importante es que la persona sea feliz con la labor que realiza, sentirse útil es vital.

-¿Cuál es el momento más emocionante

que ha vivido como periodista?

Han sido muchos los momentos emocionantes. De mis comienzos en la televisión, en una cobertura en el Aula Magna haber obtenido una respuesta de Fidel, luego de preguntar como parte de una multitud de periodistas. Otra vez,  recibir de sus manos un diploma de reconocimiento por la cobertura realizada durante la batalla del pueblo contra el mosquito aedes aegypti, o recibir consejos de su parte en otra de las coberturas importantes, por ser otra batalla de los cubanos, la reparación de escuelas en el país.

-Si tuviera que conservar solo una de las

historias de las que ha sido

testigo, ¿cuál sería y por qué?

Entre las historias que conservaría está esa ocasión en que dejé de ser periodista y mi cámara y bolígrafos cedieron paso al ser humano. En la cama de un hospital ghanés un niño pequeño, casi bebé, miraba con ojos vidriosos y perdidos por los daños causados por la malaria, como en plegaria a la vida para que no le abandonara. Su madre al lado sin fuerzas ni para llorar se sentía desvalida. Herenia Robel y Elizabeth Palau, dos especialistas cubanas, con total dominio, se enfrentaron a la deshidratación y con paciencia infinita y nuestro equipo de filmación como testigo, con cámara en off, le encauzaron las venas para poder ponerle el suero que le podría salvar.

Tiempo después ya en Cuba, al ver a aquellas especialistas, una holguinera y otra guantanamera me dieron la excelente noticia de que aquel niño se había salvado. De ese momento no cuentan las imágenes, pero cuentan mis vivencias.

-¿Usted tiene un deseo particular

para el periodismo en Cuba?

Mi deseo para el periodismo en Cuba es que se parezca cada vez más a su pueblo, como demandó el Noveno Congreso de la UPEC, y en el mundo que sea cada vez más responsable y constructor de mejores tiempos por venir.

-¿Qué aconsejaría a los

estudiantes de Periodismo?

Lo primero es que aprendan a sentir en la piel del otro. Quien no es capaz de sensibilizarse con los problemas del resto de las personas, difícilmente pueda entenderlos, interpretarlos e informar sobre ellos. Y esa información, entonces sea una historia contada de manera atractiva, con la dosis de humanidad que pueda atrapar al receptor.

UN LIBRO REAL

UN LIBRO REAL

Luis Sexto y Nadia Díaz presentaron el libro Revolución, Sociedad y Periodismo de Julio García Luis a estudiantes de Periodismo, con motivo del aniversario 28 de la Editorial Pablo de la Torriente.

WENDY GARCÍA MARQUETTI,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

La presentación del libro Revolución, Socialismo y Periodismo del ya desaparecido profesor y Premio Nacional de Periodismo, Julio García Luis, estuvo a cargo de Luis Sexto y Nadia Díaz. El encuentro, sostenido con estudiantes de esa carrera en la sede de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, forma parte de las actividades con motivo del aniversario 28 de la Editorial Pablo de la Torriente.

“Los libros tienen un valor polisémico, o sea, tiene una interpretación distinta para el autor y para cada uno de los lectores”, así comenzó Luis Sexto –también Premio Nacional- su intervención. Destacó que el volumen, del que fuera Decano de la Facultad de Comunicación, no es simplemente un libro sino que representa al hombre y periodista que tenía la máxima actitud y aptitud para la profesión que escogió. “Esta obra es una herencia, un legado para todos aquellos que deseen hacer hoy un periodismo de calidad”, afirmó.

Al hablar del texto, dejó claro que era un libro real, pues iba más allá de la mera significación de las enciclopedias. Esta compilación de textos, que en una ocasión conformaron la Tesis de Doctorado del autor, ahora es un manual de obligada lectura para todos los integrantes del gremio periodístico. Sin embargo, es, ante todo, el método de hacer un periodismo adecuado a nuestros tiempos al tiempo que nos mantenemos fieles a nuestra Revolución, al Socialismo. Se defiende el espacio del periodista y que su trabajo no sea una administración del poder, sino partícipe de él; lograrlo es el objetivo, explicó Pablo Noa, por parte de la Editorial.

Los estudiantes se enfocaron en agradecer el volumen e indagaron sobre el hombre del que tanto han oído hablar. Al respecto, su esposa, Nadia Díaz, evocó era un ser humano sencillo al que le gustaba enseñar con bondad y solidaridad, y que ejerció una profesión como se ejerce un oficio, con el corazón. Solo sentía que muchos de los presentes no lo hubieran conocido y les recomendó la lectura del libro como método para conocer a esa persona que vivió cada día para su profesión y la Revolución.

 

PERIODISMO EN EL PODIO

PERIODISMO EN EL PODIO

El ciclo de conferencias “El periodismo no es oficio para cínicos”, realizado en la Fundación Alejo Carpentier, tuvo entre sus invitados a la Doctora en Ciencias de la Comunicación Miriam Rodríguez Betancourt, Premio José Martí.

WENDY GARCÍA MARQUETTI,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Durante las últimas semanas tuvo lugar el ciclo de conferencias “El periodismo no es oficio para cínicos”, auspiciado por la Fundación Alejo Carpentier, ubicado en la Habana Vieja. El evento, en consideración del público asistente, constituyó una clase magistral.

La doctora en Ciencias de la Comunicación Miriam Rodríguez Betancourt, Premio Nacional de Periodismo José Martí por la obra de la vida y reconocida con la Distinción por la Educación Cubana, fue conferencista por partida doble con las charlas acerca de Ryszard Kapuściński y Oriana Fallaci.
Accedió a esta entrevista en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí a solo dos días de concluido el evento.

-¿Cómo estuvo conformado el ciclo?  

El ciclo “El periodismo no es oficio para cínicos”, impartido desde el 22 de octubre hasta el 3 de diciembre, estuvo compuesto por siete conferencias, cinco de las cuales se dedicaron a la vida y obra de grandes periodistas: Ryszard Kapuściński, Oriana Fallaci, Onelio Jorge Cardoso, Orlando Castellanos y Lino Novás Calvo. Los organizadores fueron los encargados de elegir a los conferencistas de acuerdo con la preparación de cada uno con respecto a las figuras escogidas.

-¿Qué motivaciones lo iniciaron?

Esa misma pregunta me la hice yo. La organizadora del evento, la doctora Graciela Pogolotti, directiva del centro, respondió con dos razones: la primera, Alejo Carpentier fue un gran periodista y su presencia en el proyecto estaba implícita por su obra; la segunda, el tema de la prensa ha quedado puesto sobre la mesa en estos últimos tiempos a partir del reciente Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). Yo agregaría un tercer elemento. Existía un vacío en cuanto a los programas  de conferencias dedicados a dicha temática.

-El nombre del ciclo parafrasea el

título de uno de los libros del

polaco Ryszard Kapuściński…

Pienso que la frase de Kapuściński es una definición muy certera de lo que es el periodismo, y por eso creo que hicieron bien en escoger este “lema” a partir de lo que él explica. Es una profesión con una vocación de servicio público que no admite el cinismo en sus filas. Tiene la misión de dar elementos de análisis al lector, ofrecer una determinada valoración de la realidad y dar voz a aquellos que la necesiten.

-¿Qué criterios influyeron en la selección

de los periodistas a homenajear?

Otros pudieron ser seleccionados, la propia Graziella me lo decía. Fue difícil, pero ella lo que quería era una combinación de representantes brillantes extranjeros y cubanos como Onelio Jorge Cardoso, Kapuściński y Oriana Fallaci. Otro hecho importante es que no fueran muy conocidos para los que se inician. La selección estaba constituida por personajes imprescindibles para cualquier estudio del periodismo, lo que determinó que fueran objetos de un estudio más riguroso.

-Las personalidades mencionadas alcanzaron

reconocimiento por trascender las maneras

tradicionales de hacer prensa en su tiempo.

¿Cómo fusionar lo aprendido en la

Academia con ese estilo en

aras de una mejor profesión?

Esos periodistas son casos excepcionales, y lo que vale de sus métodos es revisar sus técnicas, adecuarlas en alguna medida a nuestros intereses y contexto, y utilizarlas en nuestro beneficio. Lo que vale es no querer copiarlos, sino aprender de ellos.

-El ciclo propone a los jóvenes algunas técnicas

para cumplir con la tarea encomendada

por la UPEC en su último congreso,

que es hacer un mejor periodismo.

Sí, pienso que sí, pues les puede dar nuevas consideraciones acerca de cómo desarrollar el trabajo periodístico en general y cumplir con esa meta.

-La mayoría de los asistentes eran muy

jóvenes, estudiantes, ¿qué significó esto?

En primer lugar fue muy satisfactorio, aunque hubiera sido necesaria la participación de más representantes del gremio periodístico. Pero creo que todos se sintieron muy bien por el contacto con ideas nuevas que abren otras perspectivas. Fue un auditorio muy bueno y receptivo. Capaz de hacer preguntas ingeniosas, lo que representaba su interés.

-Debido a la calidad e importancia del

evento, ¿existe posibilidad de continuarlo?

Eso ya estará en dependencia de la programación de la Fundación, lo que sí me informaron es que están abiertos a sugerencias sobre estos u otros temas, dispuestos a ofrecer cursos de postgrado sobre este mismo tópico,  por lo que pienso que tendrá continuidad de una forma u otra.

-¿Está satisfecha con los resultados?

Tuve la oportunidad de conversar con la Doctora Pogolotti al respecto. Tanto la Fundación como los compañeros que intervenimos estamos muy satisfechos. Que pudo ser mejor es verdad, pero creo que es un primer paso importante en cuanto a visibilidad de nuestra profesión y nuestros problemas en un ámbito que no sea ya el del propio sector sino en uno fuera de la institución. 

Pie de foto: La doctora Betancourt impartió las conferencias “El periodismo de conflicto en Ryszard Kapuściński” y “Oriana Fallaci, la ruptura de los cánones”.

UN PINAREÑO EN EL FESTIVAL

UN PINAREÑO EN EL FESTIVAL

El documental Nicolás Slovacevich “El Ruso Pelotero”, es un compromiso moral y ético de mi para con ese linaje, dice José Martínez de Osaba.

Texto y foto:
IRELYS SERRANO ACOSTA,
estudiante de  primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

La inauguración el día cinco de diciembre de 2013 del 35 Festival Internacional del Nuevo cine Latinoamericano en Cuba depara sorpresas para todas las edades y gustos. Comenzó sus concursos en las categorías cinematográficas de largometrajes, cortometrajes, documentales, entre otros, con el mismo rigor de otros años, pero algo lo hace diferente para la provincia de Pinar del Río y es la aceptación por parte del jurado de una obra del vueltabajero José Martínez de Osaba, de 53 años de edad, locutor destacado de Tele Pinar y por primera vez productor cinematográfico.

-¿Cuál fue su musa para esta producción?

Me centré en un trabajo que había hecho siendo comentarista de deportes, pero por problemas presupuestarios nunca lo terminé y las cintas de aquel entonces estaban totalmente arruinadas. Se trata de una deuda de veintitrés años con la familia Slovacevich, un compromiso moral y ético con ese linaje. Es un documental basado en hechos reales.

Simplemente lo reviví, di vida y voz a una historia que se mantuvo en silencio por mucho tiempo, la cual cuenta sobre una familia rusa que vino a vivir a Cuba y se instaló en el municipio de Minas de Matahambre, de la Provincia de Pinar del Río, al occidente del país, me refiero al linaje del pelotero Nicolás Slovacevich, quien nació en Rusia el 28 de diciembre de 1923 y falleció a la edad de 25 años el 28 de mayo de 1949, tras un accidente bajo una de las minas de cobre del municipio de Mathambre.

Los que tuvieron el placer de verlo jugar aseguran que fue un genio en el terreno, comparándolo con el estelar de las grandes ligas Willie Miranda. Tenía propuestas para jugar en los Estados Unidos, pero prefirió no abandonar la tierra minera, a la que consideraba su segunda patria.

-¿Cuál es el título?

Lo nombré Nicolás Slovacevich “El Ruso Pelotero”, quise ser lo más explícito posible para que fuera evidente la importancia que le doy a mi protagonista.

-¿Cuánto dura el documental?

Toda la trama se desarrolla en 42 minutos y 20 segundos. Estoy casi seguro que será bien aceptada por el público hasta el punto de que no se percatarán del tiempo, pues es una historia muy conmovedora desde la forma en que muere el personaje principal hasta el hecho de que no conoce a sus hijos por este cruel motivo.

-¿Qué tiempo lleva ejerciendo como locutor?

Exactamente 23 años, ha sido  como quien dice, una obra de toda la vida. En el 90 fui comentarista deportivo de Tele Pinar, además de otras actividades que desempeñé durante ese período, las cuales dotaron a mi carrera de extraordinarias experiencias. Esta profesión es mi vida, es en lo que soy bueno, me atrevería a decir que es un don que Dios me ha dado.

-Conociendo que ama tanto su carrera,

¿por qué entonces un cambio tan

repentino como de locutor a productor?

Tengo una teoría en la vida que dice: “Al mundo no se viene a ser conformista” y me gusta ponerla en práctica, por ello he decidido experimentar, no solo quedarme con este trabajo, sino también incursionar en otras esferas como la de productor. Además, disfruto plantearme metas, buscar respuestas para lo que parece no tenerla, dirigir, escribir, inventar, entre otras preferencias que me llevan directo a esta faena.

-¿Por qué un documental y no

un largometraje o una película?

Aquí influyen los requisitos que llevan cada uno y las posibilidades que yo tenga como productor. Un documental es mucho más fácil para mí que estos que me mencionabas anteriormente; por ejemplo, en este punto cuenta el presupuesto que poseo para desarrollarlo, las condiciones que puedo crear para una buena toma de las escenas, el posible acceso a material imprescindible para la realización del proyecto, hay muchos elementos en juego. No es una decisión que se tome a la ligera, hay que tener un conocimiento mínimo de lo que se necesita.

-¿Cómo se siente al saber que su obra

participará en el Festival y que competirá

con la de productores ya experimentados?

Este es un gran mérito para mí, además de participar estoy representando a mi provincia a nivel nacional, mi obra está siendo juzgada por grandes cineastas y concursando con otras de personalidades del cine de años de experiencia. No tengo palabras para expresar lo que siento, es una satisfacción tan grande que realmente para comprenderme tendrías que estar en mi misma situación. El saber de productores que estudiaron para ello y no han tenido esta oportunidad, me halaga.

-¿Piensa después de esta oportunidad

permanecer como productor?

Muy independientemente de que gane o no, pretendo continuar con otros proyectos más adelante. Hay uno en especial que me motiva: García Lorca perdido entre los mogotes de Viñales.

LA RETROSPECCIÓN PARA ENTENDER EL PRESENTE

LA RETROSPECCIÓN PARA ENTENDER EL PRESENTE

Cuatro reporteros cubanos en el aula de primer año de Periodismo motivaron a los estudiantes a pensar el pasado desde la perspectiva del conflicto que trae a la actualidad.

LA MEMORIA DEL HOMBRE COMÚN. Entre las hojas amarillentas de los archivos, las fotos antiguas y la oralidad popular quedan aún hechos, lugares y personalidades de la historia  que han pasado sin la gloria mínima de una mención y con la pena de la desmemoria.  A esos que la subjetividad humana ha juzgado comunes e innombrables es preciso desempolvarles el velo del tiempo, para contar el pasado desde la perspectiva de quienes ayudaron a construir la simiente del presente, sin que sus nombres figuren triunfantes e inconmovibles en el mármol de la gloria. El pasado lunes, 24 de marzo del 2014, nuestra aula se convirtió en un espacio de nuevas dimensiones no porque las paredes se ensancharan o contrajeran burlándose de la física, sino porque la palabra, nuestro instrumento de trabajo, cobró largo, ancho y profundidad cuando los periodistas Pedro García, Karlienys Calzadilla, Julio Batista y Emilio Lázaro Herrera vistieron de realidad y vivencias la teoría del periodismo interpretativo y la retrospección, que han puesto en práctica durante su ejercicio profesional y antes como estudiantes de Periodismo. En el encuentro los visitantes lograron cautivar al auditorio, al punto de producir entre los que escuchábamos el mutismo que caracteriza la expectación del descubrimiento. Dichas ya en tono jocoso y como lecciones aprendidas, los periodistas  contaron algunas de sus vivencias en el difícil empeño de quebrar el silencio histórico y construir la memoria del hombre común. Nos convidaron, en fin, al reto de escribir la crónica del tiempo que otros forjaron, sin dejar más rúbrica que el sudor y la sangre de su sacrificio (JORGE YACER NAVA QUINTERO).

HACER EL PERIODISMO…. RESCATAR LA HISTORIA. En el contexto actual se hace imperante la necesidad de rescatar figuras que tributaron en algún momento a nuestra idiosincrasia o investigar acerca de facetas desconocidas de la vida de otras. El periodismo retrospectivo requiere de una vocación permanente de observar para desentrañar hechos, intenta demostrar que la historia no es una retórica sin consecuencia y que debemos asumirla como una continuidad en el tiempo, siempre existirán tanto aspectos ocultos como nuevas aristas debido a que está escrita desde una visión del tema. En el encuentro realizado el lunes 24 de marzo del 2014, en el aula de primer año de Periodismo, de la Facultad de Comunicación de La Universidad de La Habana, con profesionales de este sector que han tenido que ver de una manera u otra con la retrospección, se debatieron asuntos relacionados con este tema que llama a reflexionar por parte de las nuevas generaciones. En todo momento de esta forma de hacer periodismo se debe explotar lo humano que pueda dar credibilidad a los hechos que se narran. Pedro García, periodista de la revista Bohemia, ha tratado de humanizar a los héroes y hechos con sus escritos. Por otro lado, Karlienys Calzadilla, recién graduada y periodista del ICRT, rescató, cuando era estudiante, la historia, condenada al olvido, del pueblo Las Ovas, en Pinar del Río, y demostró lo valioso de enaltecer a algunas personalidades que estuvieron presentes cuando el país más lo necesitó y, sin embargo, no son recordadas ni admiradas. En el diálogo estuvo presente Emilio Herrera, periodista de Bohemia quien cuando era estudiante dirigió su tesis hacia personajes invisibilizados que dieron lo mejor de sí por la Revolución, sin dejar de mencionar que en su trabajo no solo estuvieron reflejados en la estampa de héroes, sino en aspectos dolorosos y ocultos de sus vidas. Además, Julio Batista, periodista del semanario Trabajadores, nos dejó valiosas lecciones acerca de cómo hacer el buen periodismo, de no dejarse vencer y seguir adelante hasta lograr las metas. De eso se trata nuestra profesión, del sacrificio, la entrega y una gran capacidad para observar y no dejar escapar los pequeños detalles, esos que a veces resultan ser los más valiosos y lo que verdaderamente harán conmocionar al receptor (LISANDRA AGUILAR WONG).

DIÁLOGO RETROSPECTIVO. El periodismo retrospectivo se ha abierto a los estudiantes de primer año de Periodismo como una gran incógnita. Ante una constante duda respecto al tema –lo cual no es responsabilidad de las clases recibidas- debido a la inexperiencia propia de los neófitos periodistas, llegaron al aula egresados de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana de la mano de los veteranos profesores del gremio Iraida Calzadilla y Pedro García, quienes compartieron sus conocimientos acerca del tema en cuestión. Kalienys Calzadilla relató los inconvenientes que le acosaron mientras intentaba rescatar la historia de su pueblo. Emilio Herrera deleitó al grupo con sus curiosas investigaciones acerca de singulares personajes de la historia de Cuba. Julio, irónicamente, se refirió a la parte teórica del periodismo retrospectivo, a pesar de haber dicho en un principio que no gustaba de la teoría y sí de la praxis. Pedro García, un periodista que ha dedicado su obra al rescate de la historia desde las páginas de Granma y Bohemia, llenó de curiosas anécdotas la cita. El periodismo retrospectivo cambió su imagen para los estudiantes, quienes se aventuran ya a buscar las historias perdidas y los héroes olvidados (DARÍO ALEJANDRO ALEMÁN CAÑIZARES).

LECCIONES PARA EL PERIODISMO Y PARA LA VIDA. La clase de Periodismo Impreso del 24 de marzo de 2014 se diferenció de las anteriores, pues a las habituales lecciones teóricas se le sumó un conversatorio lleno de experiencias y jovialidad, protagonizado por tres periodistas recién graduados: Karlienys Calzadilla, Emilio Herrera y Julio Batista, quienes estuvieron acompañados por Pedro García, otro colega de la profesión que goza de muchos más años de vivencias. Durante el diálogo hicimos preguntas y conocimos más de cerca el periodismo desde los consejos de Pedro como tener en cuenta  la población a la que va dirigido el mensaje y aplicar la máxima marxista “Dudo hasta de mí mismo”; las experiencias de Karlienys de cómo rescató desde una perspectiva diferente la historia de su pueblo prácticamente desconocido, demostrando que más importante que una batalla son los sentimientos y recuerdos de los hombres que la protagonizaron; las explicaciones de Julio acerca de cómo lograr que las fuentes respondan a lo que necesitamos o cómo encontrarlas donde menos lo imaginamos; y las simpáticas anécdotas de Emilio sobre todo lo novedoso que encontró en nuestra historia durante su tesis de licenciatura y que evidencia cuántas aristas hay de un personaje histórico que no se muestran por desconocimiento o mero mimetismo (MARIANA BAFFIL LEÓN).

CONVERSACIÓN EN RETROSPECTIVA. Antiguos alumnos, periodistas experimentados y jóvenes en el oficio reunidos todos y dispuestos a brindar sus experiencias en pos de lograr un mejor entendimiento del periodismo interpretativo retrospectivo. Así fue el pasado lunes 24 de marzo cuando tuvo lugar la cita en la Facultad de Comunicación, específicamente en el aula de primer año de Periodismo. Estaban allí Karlienys Calzadilla, periodista del Noticiero Nacional de Televisión, Pedro García, historiador y periodista de la revista Bohemia, Emilio Herrera, quien también es periodista de esa publicación, y Julio Batista, del semanario Trabajadores. Durante la conversación explicaron que un trabajo periodístico sobre una problemática marca un antes y un después. Que el periodismo retrospectivo en Cuba es casi inexistente, hay una necesidad imperiosa de rescatarlo. En los medios de prensa cubanos la historia es subvalorada. Ellos han podido  constatar que en la historia del país los subhéroes casi no existen en la prensa, hay que convertir a los héroes de mármol en seres humanos, con sus virtudes y defectos. Explicaron, además, que la historia es el arma ideológica mas importante de esta Revolución y que explotar lo humano en la historia puede dar mucha credibilidad. El periodismo retrospectivo tiene momentos que aún no han sido explotados. Ofrecieron un conversatorio ameno, lleno de anécdotas y muy instructivo (ALIANET BELTRÁN ÁLVAREZ).

LA MITAD DE ESA SONRISA. La tarde del viernes pasado fue una experiencia jugosa, divertida y reveladora para los estudiantes de primer año de Periodismo no solo en lo que respecta a dicha profesión, también en los valores humanos que hay que poseer para ejercerla. Dicha reflexión se desprende de la amena charla entablada entre recién ingresados a la carrera y recién graduados de ella, con quienes la profesora Iraida Calzadilla Rodríguez concertó un encuentro para que nosotros, sus estudiantes, nos familiarizáramos con la técnica retrospectiva a través de una vía cercana y familiar; una vía que comprendiera cuán inexpertos y erráticos nos sentimos al enfrentarnos a semejantes trabajos. Una vía que demostrara que si ellos pudieron, nosotros también podemos. ¿Qué mejor manera de hacerlo que invitando a sus brillantes y comprometidos ex alumnos, quienes acudieron al  llamado abandonando compromisos personales en algunos casos, y en otros trasladándose desde otras provincias para no defraudar a la que antaño tutorara sus tesis? Los egresados nos hicieron partícipes, desde un punto de vista muy particular, de las vicisitudes atravesadas durante la recopilación de información para elaborar sus trabajos periodísticos y, posteriormente, para honrar el nombre de nuestra profesión con uno que ameritara la lectura. Francamente, al mirarlos pensé en cuán diferente debieron ser un lustro atrás, y me vino a la mente la imagen de desesperación y frustración que, al igual que nosotros, debieron tener cuando contaban nuestros mismos años; pero también la seguridad de convertirme en una hábil periodista si al final de este quinquenio logro la mitad de esa sonrisa de triunfo que ellos ostentaban. De veras fue una grata experiencia y me gustaría que se repitiera. Le agradezco sinceramente a la profesora Iraida por la magnífica idea y a ellos por la gentileza de apartar un poquito de su apretado tiempo para darnos cabida (DAHOMY DARROMAN).

EL BUEN PERIODISMO. El periodismo retrospectivo es como una obra cultural, un espejo para reflejar la vida. Su energía es grandísima, pues permite rescatar a miles de héroes y situaciones del pasado (OANH DINH VAN (OANY).

ACUDIENDO AL PERIODISMO RETROSPECTIVO. En la tarde del 24 de marzo jóvenes y experimentados periodistas sostuvieron un encuentro donde se dio referencia de la retrospección. Para Pedro García es importante tener en cuenta la recepción que tendrá el mensaje; Karlienys Calzadilla decidió aventurarse y dar a conocer su pueblo natal; según Julio Batista lo más importante es acercar la historia a las personas; y Emilio Herrera se convirtió en defensor de Zertucha y otros tantos héroes anónimos. Estas son algunas de las vivencias más impactantes de los visitantes en relación con el Periodismo retrospectivo. Tal vez hayan brindado en este encuentro lecciones únicas de periodismo. Por ejemplo algunas de las frases escuchadas en el aula: "El trabajo periodístico marca un antes y un después, mueve corazones, pensamientos; provoca debate y polémica, si no sucede, el periodismo no cumplió su función”. "Hay que darle una voz a quienes no tenían, hacer más humanos  a los héroes de mármol". "Verificar una y otra vez las declaraciones de las fuentes, contraponer ideas, criterios...". El encuentro con periodistas recién egresados de la Facultad y con voces desde la experiencia, genialmente concertado por la profe Iraida, fue la mejor forma de dar a conocer el trabajo retrospectivo y todo lo que desentraña (CINTHYA GARCÍA CASAÑAS).

LA RETROSPECCIÓN EN EL PERIODISMO. Un encuentro entre distintas generaciones mostró a los más nuevos cómo hacer periodismo retrospectivo. No rendirse ante los obstáculos parece ser una de las máximas más importantes. Debemos tratar de forma profesional a nuestras fuentes, nunca engañarlas. Encontrar el punto medio entre la persuasión y el convencimiento es vital si queremos encontrar toda la información necesaria. No se debe sobrestimar ni subestimar a los entrevistados, ellos pueden cambiar en un momento toda la perspectiva del problema. La investigación es vital, sin ella, podemos pasar como tontos ante el público y los compañeros de labor. Una cosa queda clara, este trabajo es complicado. Se requiere de profesionalidad y seriedad para desarrollarlo. Hacerlo bien no solo nos sabrá a gloria, sino que podría cambiar ese problema que hemos decidido tratar. Seguir los consejos de personas que ya han pasado por la experiencia es una buena manera de empezar (WENDY GARCÍA MARQUETTI).

LA ACADEMIA, SIMIENTE. Las horas desfilaron sin recibir un ápice de atención, porque todos nuestros sentidos se enfocaron hacia cada una de las historias; esas que solo son recordadas cuando vienen del corazón de sus narradores. Y es que cuatro de ellos, periodistas de profesión, tomaron asiento en la tarde del lunes en el aula de primer año de Periodismo, de la Facultad de Comunicación en la Universidad de La Habana, para dejarnos huellas sobre la interpretación. La odisea de Karlienys Calzadilla Padilla para lograr rehacer la historia de su pueblo natal, Las Ovas, provincia de Pinar del Río, sobresalía en nuestras calurosas y atentas libretas de anotaciones. La periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana enfatizó en una de las principales funciones del Periodismo, remover corazones, y comentó que ella conoció profundamente la interpretación en una asignatura optativa, pues la enseñanza de dicho género iniciaba en el plan de estudios de la carrera. Asimismo, Julio Batista Rodríguez, destacó la importancia de la selección eficaz de las fuentes de información. Perenne aficionado al deporte, el actual reportero del semanario Trabajadores contó sobre sus difíciles momentos de estudiante universitario y avecinó las espinas a enfrentar en los próximos años en la Facultad. Además, Pedro García conversó sobre sus experiencias junto a nuestra profesora de Periodismo Impreso, Iraida Calzadilla. El veterano miembro de la revista mensual Bohemia, alertó sobre algunos de los problemas presentes en la profesión, por ejemplo, que no se conoce cómo recibe la noticia el lector y qué características posee este. El encuentro lo finalizó con broche de oro, Emilio Lázaro Herrera Villa. El también periodista de Bohemia,  habló con pequeñas dosis de humor sobre las desconocidas anécdotas que nos acercan y enamoran de la historia y en especial de sus héroes. Así, enseñanzas detrás de cuentos, llenaron el poco tiempo de la cita y demostraron que la academia es la simiente de un futuro profesional (ROGMARY GARCÍA SÁNCHEZ).

UN PERIODISMO DESDE EL PASADO. El periodismo retrospectivo muestra una notable ausencia en nuestros medios de prensa. Con esta premisa se introdujo un análisis de experiencias  a partir de la variedad generacional y temática de un grupo de periodistas que asistieron este lunes a un encuentro con estudiantes de primer año de la carrera de Periodismo. A Emilio Herrera, Karlienis Calzadilla, Julio Batista y el profesor Pedro García agradecemos la dedicación por el rescate de patriotas e historias anónimas, muchas veces más bellas e interesantes que las escritas en mármol. Es la búsqueda incansable, con el respaldo de sólidas fuentes, la guía invariable en una profesión que tiene por objetivo la construcción diaria de las realidades sociales. Estamos llamados a romper la inercia editorial en periódicos, radio, televisión, etc. En función de hallar ejemplos imitables en los héroes y no encumbrados e inalcanzables (ADIEL GUEVARA).

EL PERIODISMO RESCATA LA RETROSPECCIÓN. El 24 de marzo del presente año sostuvieron encuentro estudiantes de primer año de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana con periodistas cubanos, donde abordaron el tema de la retrospección en el ejercicio profesional. En esta ocasión, la profesora de Periodismo, Iraida Calzadilla, invitó a compartir con sus estudiantes de primer año a los periodistas Pedro García, Emilio Herrera, Julio Batista y Karlienys Calzadilla, quienes hicieron una breve exposición desde sus experiencias personales sobre la retrospección. Entre los temas tratados destacaron el uso de las fuentes no documentales como una de las más complejas formas de obtener la información. Explicaron la importancia de corroborar sus declaraciones, y de contrastarlas con otras fuentes (documentales y no documentales) para probar la veracidad de sus declaraciones. Compartieron anécdotas que ilustraron la necesidad de una minuciosa investigación para realizar el trabajo con la mayor calidad. Apuntaron que la retrospección requiere de mucho tiempo por su cualidad de historia que continúa “arrojando luces al presente”, como explicó la profesora Iraida Calzadilla. Fue un fructífero encuentro. Quedaron aclarados temas teóricos desde una visión más práctica del periodismo retrospectivo. Conocimos barreras a las que se tiene que enfrentar un periodista que emprende una investigación. Pero la mayor enseñanza fue la importancia de trabajar la historia desde un punto de vista diferente. La profesora Iraida Calzadilla, aboga desde la Academia por rescatar los temas históricos, vistos desde el humanismo de sus personalidades. La realización de trabajos retrospectivos es una de las prácticas que, desde el primer año de la carrera, ofrece a sus estudiantes (WALKIRIA JUANES SÁNCHEZ).

HÉROES DE CARNE Y HUESO. Esta vez el historiador no era el hombre de las canas que busca agitado sus espejuelos de leer, no  era el señor con camisa  fina y lenguaje medido para articular cada oración: esta vez era un chiquillo delgado con zapatillas deportivas que saltaba rabioso al recordar algo que le indignó o reía cuando la ocasión demandaba carcajadas. Así es Emilio: un libro grueso con letras pequeñas que apuesta por los héroes altos de 1.80 y por los de 1.65, por el que recibió 27 impactos de bala y el que curó cada herido, el que tuvo diez mujeres o se emborrachó en la manigua para llenarse de valor. En fin, Emilio apuesta por héroes humanos. Es fascinante ver un joven con tanto cariño hacia la historia, con la inquietud de investigar, de ser útil. Creo que deberíamos predicar ocasiones como aquel encuentro, porque en ellos es donde mejor se aprende: Emilio, quizás sin pretenderlo, me inclinó más hacia la Historia, en unas horas, que varios profesores en muchos años (ELIANYS JUSTINIANI PÉREZ).

SALVAR EL PASADO. Hoy la historia se revela de manera diferente (al menos para mí), ya no es “la misma de siempre”, o el hecho tedioso que estudio desde la primaria. Hoy la historia cobra personalidad, tiene nombre, cuerpo, alma. No se queda en la superficialidad de “lo conocido”, sino que llega a la profundidad de aquello que aún falta por conocer. Hace poco no pensaba así, pero me he dado cuenta que la retrospección es una forma completa de ver la vida. ¿Por qué no indagar sobre el pasado rico en fechas y acciones valerosas, que quedan en la memoria de unos pocos? ¿Por qué no rescatar del olvido a aquello(s) que ha condicionado el contexto en que hoy nos desenvolvemos? No basta con saber de memoria las fechas, ni conocer unos pocos aspectos de la importancia histórica de un hecho relevante. Se necesita más, sobre todo, más interés. Y es precisamente eso a lo que estamos llamados los estudiantes de Periodismo: a entretejer anécdotas y a convertir el pretérito en presente. Parte de ese nuevo afán se lo debemos a la asignatura Periodismo Impreso y al interés de la profesora Iraida Calzadilla de acercar a los “pinos nuevos” a la retrospección. También nos condujeron por ese camino -al participar en un encuentro con nosotros el lunes 24 de marzo- jóvenes periodistas de distintos medios del país: Karlienys Calzadilla, del Instituto Cubano de Radio y Televisión; Julio Batista, del semanario Trabajadores; y Emilio Herrera, de la revista Bohemia; acompañados del talento del consagrado amante de la historia Pedro García, también de la revista más antigua de Cuba.  A ellos les agradecemos el habernos forjado en el interés por salvar el pasado (MONICA LEZCANO LAVANDERA).

EXPERIENCIAS RETROSPECTIVAS. Cómo hacer periodismo retrospectivo es la pregunta que se realizaban a diario los estudiantes de primer año de Periodismo, el hecho de ser aún pichones les impedía volar. La profesora Iraida Calzadilla explicaba “al dedillo” los pormenores de esta especialidad, pero era necesario algo más práctico. El lunes el sol salió para iluminar con su luz a los principiantes, cuatro periodistas, quienes han incursionado en el periodismo retrospectivo, hicieron llegar a los jóvenes muchas de las experiencias en estos trabajos investigativos, muchos de ellos de corte histórico. Los cuatro salvadores fueron los periodistas Karlienys Calzadilla, del Noticiero Nacional de Televisión, Julio Batista, del semanario Trabajadores, y Pedro García junto a Emilio Herrera, ambos de la revista Bohemia. Ellos, con su experiencia,  les obsequiaron a los estudiantes las herramientas para crear una investigación de corte retrospectivo. Contaron cómo saber a quién ver, dónde buscar, a quien entrevistar y los métodos para hacerlo. Les contaron sobre los obstáculos a rebasar durante la búsqueda de información. Lo más interesante del hecho es que se realizó como una conversación entre amigos, rebasó la formalidad y se fundió de confianza. Algo como una conferencia se convirtió en un conversatorio amistoso y para nada aburrido. Este humilde autor quedó encantado con las historias que escuchó, además, consiguió un tesoro muy buscado por él, un libro de historia real y no una fría como en los libro de texto tradicionales. Tras el rastro del silencio, de Emilio Herrera, cuenta la vida de héroes olvidados o subhéroes.  Ejemplares como este acercan al lector mucho más a la verdad y son más entretenidos, nos muestran personas, no dioses, en los cuales ven imperfecciones que no opacan sus perfecciones en la entrega por un ideal. Termino estas líneas con un agradecimiento a estos colegas que compartieron con nosotros y nos tendieron su mano amiga, para ellos toda mi admiración y el deseo de volver a dialogar sobre sus experiencias (ALAIN MIRA LÓPEZ).

PERIODISMO, CARRERA DE INVESTIGACIÓN Y VIAJE.  A veces, sólo investigar no es suficiente, pues puede comprender una o dos situaciones y no más; hay que viajar mucho para colectar más información. El periodismo es una carrera muy necesaria (LINH NGUYEN HOAI).

LA VOZ DE LA EXPERIENCIA. Escuchar los consejos de quien tiene más experiencia es sumamente necesario, pero algunos, como yo, tienen cierto prejuicio a hacerlo, porque consideran que en aventurarse está la clave del éxito, no siempre logrado, pero jugoso si se alcanza, pues el riesgo le da este sabor. Como me incluyo en esa lista, no me pareció especialmente interesante el encuentro que la profe Iraida nos anunció. En este punto gané mi primera experiencia nueva: no crear expectativas negativas basadas en un prejuicio. Y saqué esta conclusión, pues el conversatorio del lunes, 24 de marzo, que no me parecía interesante, lo fue y mucho. El experimentado periodista e historiador Pedro García y los recién graduados Karlienys Calzadilla, Julio Batista y Emilio Herrera nos contaron sus experiencias en un camino tan poco recorrido y olvidado como es el periodismo retrospectivo. Sin sermones que lejos de enseñar, aburren, con el lenguaje fácil de quien conoce lo que dice y ama lo que hace, estos cuatro jóvenes nos compartieron esas historias que ensalzan el camino de todo profesional. Le agradecemos enormemente el gesto de haber venido a compartir con nosotros lo que saben. Estoy seguro que a muchos, me incluyo nuevamente, nos enseñaron un par de cosas nuevas, necesarias e interesantes (JOSÉ MANUEL PÉREZ GONZÁLEZ).

EL BLANCO DE HISTORIAS ESCONDIDAS. El periodismo retrospectivo es sin duda una de las mejores opciones para rescatar la historia muchas veces perdida. Cuando hablamos de historia siempre resaltan las grandes figuras que marcaron el destino del país, pero detrás de cada batalla, cada héroe, cada victoria siempre están los que se quedan en el recuerdo de los momentos que fueron participes, de innumerables acciones que hoy sobreviven por ellos; sin embargo, quedan como lo que fueron: héroes silenciados, patriotas del infortunio. Nuestros pueblos siempre son el blanco de historias escondidas y muchas veces de la gran historia que no conocemos, así sucedió en Las Ovas, donde una Karlienys Calzadilla rescató la historia de su pueblo que se encontraba perdida, nunca investigada en profundidad. Enfocarnos siempre en la noticia, en lo que podemos lograr cuando la damos en el momento indicado y con la precisión necesaria, lograremos hacer un periodismo mas acorde al tiempo en que vivimos (CLAUDIA PÉREZ VILA).

PORQUE RECORDAR VALE LA PENA. Este lunes un grupo de ex estudiantes de Periodismo, graduados en el período lectivo 2012-2013, asistieron a un intercambio planeado por su profesora Iraida Calzadilla, con los nuevos pupilos. Entre risas e historias,  compartieron durante poco más de una hora sus experiencias de la carrera y del tiempo que han trabajado en los medios, como profesionales graduados. Ellos son Karlienys Calzadilla, periodista del Sistema de Televisión, el historiador y periodista de la revista Bohemia, Pedro García, Julio Batista del semanario Trabajadores, y Emilio Herrera, también de la revista Bohemia. Tras el rastro del silencio es el libro que surgió como resultado de la labor de investigación retrospectiva realizada por Emilio durante el quinquenio universitario y resultó fruto valioso que utilizó como tesis, cuyos tutores fueron precisamente la Doctora Iraida Calzadilla y el Licenciado Pedro García, valiosa historia bien contada, a la que hizo alusión Emilio durante casi todo su intervención. Karlienys también contó la experiencia dentro del periodismo retrospectivo al hacer el reportaje investigando la historia de su olvidado pueblo, y es que alguien le dijo una vez que en Las Ovas no había ningún día especial para festejar, y por eso, ella decidió demostrar que no tiene un día, sino todos los días del año para festejar y hoy cuenta que es este uno de los trabajos periodísticos que realizó como estudiante que más satisfacción le causa. Así también el profesor Pedro y Julio hicieron alusión a la importancia de esta variante periodística un tanto olvidada por nuestros medios masivos de comunicación y, sobre todo, en la prensa impresa, alertando el peligro que representa para todo pueblo olvidar su historia. Con la satisfacción que representa ver lo que podremos ser mañana, los pinos nuevos, los pichones de periodistas, agradecieron a todos su presencia, así como el simple hecho de hacerles ver con el ejemplo materializado, lo que puede y debe ser un periodismo verdaderamente profundo y consciente de que su labor retrospectiva es necesaria porque recordar vale la pena (YOHANDRA PORTELLES QUEVEDO).

AGRADECIMIENTO. El hecho de haberme levantado con el pie izquierdo es irrebatible, pero ni rompí un espejo, ni me crucé con un gato negro, ni pasé por debajo de ninguna escalera. Eso sí, indiscutiblemente fue un lunes. Cuando pienso, ¿por qué esa fijación mía con los lunes?, ¿por qué siempre me pesan tanto? Invariablemente me siento Sísifo arrastrando la roca. Tengo que acabar de meterme en la cabeza que para todo viernes hay un lunes como para todo julio un septiembre. Si además le añadimos el calor de nuestro invierno, la guagua que no llega, ahora viene repleta, ¿y si llego tarde y no me dejan entrar? qué estrés. Pa’ rematar, la profesora se siente mal, me cambia de puesto para la primera mesa, y anuncia que la clase va a ser interrumpida por una charla, con unos periodistas cuyos nombres no han sido revelados. Me empiezo a asustar, odio las conferencias clasiconas con mucha teoría y poco entendimiento. Menos mal, ya llegaron, parecen chéveres. Son Pedro García, Karlienys Calzadilla, Julio Batista y Emilio a secas. Pedro nos alerta sobre la recepción que pueden tener los trabajos, las sorpresas que nos llevamos al investigar profundamente dicho tema, o no tan profundamente, basta consultar los resultados de determinada encuesta, eso sí, tenemos que tener claro al publico que están dirigidos nuestros trabajos. Pedro adereza todas estas explicaciones con un fino sentido del humor y las anécdotas de quien ha vivido el periodismo en primera persona durante varios años. Karlienys nos habla apasionadamente de su pueblo, Las Ovas, un lugar olvidado en Pinar del Río que tan siquiera tiene fiestas populares, pero un lleno de maravillas y que llego a imaginar quizá como un Macondo sin magia, aunque repleto de cuentos asombrosos, esta imagen es sin dudas consecuencia de escuchar la historia del hombre y la bandera del 26 de julio, sin dudas digna de la mas prodigiosa imaginación. Julio comenta sobre las fuentes, que se niegan a dar información, que no quieren contar. No han pasado cinco días y ya choqué con la realidad, por lo menos no me cogió desprevenido. También me doy cuenta de lo que indico, los protagonistas del periodismo, al menos del retrospectivo, no somos nosotros, son las fuentes, que triste se torna este oficio de vez en cuando. Faltaba Emilio sin apellidos, el cuarto al bate. De entrada bateó home run, dejándonos boquiabiertos con eso de las redes… Óyeme, una cosa es humanizar al héroe y otra es… Muchas curiosidades históricas traía bajo la manga, muchos son los héroes anónimos que nos fueron descubiertos, sin duda tienen poco espacio en los medios estos temas y, si causan la cuarta parte de interés en los lectores del que causaron en este grupo de Periodismo, no quiero ni pensar en la cola de los estanquillos. Juro que llegué a valorar cambiarme para la carrera de Historia, sin duda siempre fue mi gran pasión y entre Emilio y Pedro la despertaron otra vez. No queda más que agradecer a estos cinco periodistas por ayudarme a olvidar a la roca, a Sísifo y hasta que era lunes y me había levantado con el pie izquierdo (MARIO LUIS REYES).

EL RESCATE DE LA HISTORIA. Uno de los pilares más fuertes en los que se ha sustentado nuestro país para seguir adelante en medio de adversidades, ha sido el estudio de la historia nacional. Pienso que para lograr nuevas conquistas en el futuro debemos recordar lo que otros han conquistado en el pasado. Precisamente a eso nos ayudó el encuentro del pasado lunes con periodistas que gustan del rescate del tesoro más grande de un país, su historia. Oír a los profes hablar de Periodismo retrospectivo, de identidad nacional y de la necesidad de rescatar hechos y figuras de trascendencia que poco a poco han ido quedando en el olvido, es motivador. Charlas como estas incentivan a uno a verse obligado a investigar para conocer, para desarrollar los conocimientos acerca de estos llamados sub-héroes y para resaltar figuras que se merecen un lugar en nuestra memoria colectiva. Ya decía un escritor que por el polvo de los libros de historia de sus bibliotecas se podía medir la cultura de ese pueblo. Ojalá seamos capaces de rescatar esa historia de tantos tan valerosos, con el único fin de ser fieles a la idea martiana de que Honrar honra (JOSÉ ANTONIO RIGUAL DÍAZ).

INTERCAMBIO GENERACIONAL. Este lunes 24 de marzo, un cuarteto de periodistas encabezado por el también profesor de Historia, Pedro García, intercambiaron experiencias profesionales con el grupo de primer año de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Los recién graduados Karlienys Calzadilla, Julio Batista y Emilio Herrera acompañaron al mencionado historiador en una agradable charla de hora y media que sostuvieron con sus futuros colegas de gremio. Los nuevos estudiantes de la Educación Superior no dejaron escapar ni la más mínima anécdota contada por estos periodistas de generaciones precedentes. Los invitados expusieron sus criterios técnicos de la carrera dotando de especial importancia a las fuentes informativas que rigen el trabajo periodístico (DAVID RODRÍGUEZ SÁNCEZ-GALARRAGA). 

UNA HISTORIA RESCATADA, UN PERSONAJE DESCONOCIDO. A ocho kilómetros de Pinar del Río, Las Ovas es un pueblo pequeño y prácticamente desconocido. A Karlienys Calzadilla, le incomodaba una interrogante: ¿Por qué en su pueblo no se hacían fiestas populares?  De sus indagaciones resultó que en ninguno de los 365 días del año había tenido lugar un acontecimiento por el cual  celebrar, según las autoridades del municipio pinareño. Sin embargo, solo con los testimonios de las memorias más antañas,  con dotes de periodista logró reconstruir un pasaje de la historia  cubana en Las Ovas. Emilio Herrera, periodista de la revista Bohemia, por un momento creyó escuchar las locuras de un hombre, quien decía haber visto los detonantes de la explosión del vapor  La Coubre; hasta que se convenció de estar entrevistando a un personaje desconocido que también escribió una línea de la historia de Cuba. El periodismo retrospectivo nos brinda la posibilidad de convertirnos en descubridores de historias enterradas en unas pocas memorias. Cuántos personajes anónimos han muerto sin que en su epitafio esté la palabra héroe, o cuántas pequeñas hazañas no se leen en los libros de Historia de Cuba (ADRIANA B. ROSA PERALTA).   

IMPARTEN PROFESIONALES CONFERENCIA SOBRE PERIODISMO RETROSPECTIVO. Cuatro profesionales de la prensa cubana impartieron en la sede de la Facultad de Comunicación de Universidad de La Habana una breve conferencia sobre el oficio periodístico y su visión retrospectiva de la realidad a los estudiantes de primer año de esa carrera. Pedro Antonio García y Emilio L. Herrera Villa, ambos periodistas de la revista Bohemia, Karlienys Calzadilla, del Sistema de Televisión Nacional, y Julio Batista, del diario Trabajadores, compartieron sus visiones sobre la escasa presencia de los géneros de opinión e interpretación en las publicaciones del país. Los primeros minutos vinieron acompañados de la tensión cotidiana, ellos, nerviosos ante el público y nosotros renuentes a un posible sermón sobre la histórica función de los comunicadores. Sin embargo, para sorpresa de todos, la tarde avanzó entre relatos de las más disparatadas experiencias laborales hasta las más comprometidas. Cada tesis que plantearon los ponentes surgía de una anécdota, de la satisfacción de una faena sacrificada que se disfruta. “Duda hasta de ti mismo”, “No te rindas cuando se cierren las puertas”, fueron algunos de los consejos que le siguieron a cortas disertaciones sobre las estrategias de fuentes en el periodismo interpretativo y la importancia de la investigación en los reportajes retrospectivos (ZULEMA SAMUEL DEL SOL).

UN VIERNES EN LA TARDE. Pasadas las 2:00 pm del viernes me preparaba, junto a mis compañeros, para una charla acerca de la retrospección con un grupo de jóvenes recién graduados de la Facultad. Para ser sincera, entre el cansancio, los deberes y la hora extenuante, el encuentro me parecía un poco aburrido. El tiempo era eterno, el reloj había sufrido un paro en las tres en punto. ¡Llegaron los invitados! La profesora Iraida Calzadilla los presentó uno a uno dejando ante nuestros ojos las imágenes de excelentes profesionales. Esta será la tarde más larga de mi vida, pensé inmediatamente después de la presentación, todo parecía indicar que tendríamos dos horas más de lo mismo. Tres de los presentes fueron alumnos de Iraida y estrenan la profesión, mientras que el cuarto participante, contemporáneo con la profesora, representaba la experiencia laboral en los medios. La primera en hablarnos fue Karlienys Calzadilla, nos contó acerca de uno de sus trabajos, el cual dedicó a la olvidada historia de su pueblo Las Ovas, Pinar del Río, donde logró rescatar el protagonismo de este municipio en las luchas revolucionarias. Luego tuvimos un poco de práctica en voz de Pedro García, primero periodista de Granma y ahora de la revista Bohemia, quien para mayor sorpresa llegó a cautivar mi atención con la problemática televisiva de nuestros días. Sin percatarme, olvidé el reloj, el transporte, la casa y me adentré en el tema. El siguiente fue Julio Batista, quien nos demostró que la carrera no es para conformistas, en la época de universitario, precisamente su trabajo de retrospección convenció a Iraida de hacer algo diferente en la evaluación y obtuvo además de buena calificación grandes resultados con ello. El último, pero no menos importante, fue Emilio Herrera, quien según la profesora se caracteriza por ser callado, de lo cual no dio ni la más mínima muestra. Con Emilio los minutos se fueron volando, en menos de cinco segundos se convirtió en uno de nosotros, nos habló sobre la tesis y su afición por la historia, al principio lo creí un poco loco. Un muchacho que por pura voluntad se la pase estudiando  tradiciones de cientos y miles de años atrás no es algo que se encuentra al doblar de la esquina. Lo que pasa es que él no se detuvo a repetirnos lo mismo de siempre, fue original, evidenció que la vida no es en blanco y negro, que no hay villanos del todo malos, ni héroes completamente buenos, todos somos humanos, y esos personajes de leyenda antes de convertirse en estatuas de mármol fueron personas de carne y hueso. Lo que en un inicio se tornaba tedioso, por la hora, el día, entre otros inconvenientes, se convirtió en una tarde reconfortante y emprendedora, algo para recordar y repetir (IRELYS DE LA CARIDAD SERRANO ACOSTA).

PERIODISTAS APORTAN SUS CONOCIMIENTOS SOBRE LA RETROSPECCIÓN. Pedro García, Emilio Herrera, Julio Batista y Karlienys Calzadilla, periodistas de dos generaciones, tuvieron un encuentro con los alumnos de  primer año de esa especialidad para conversar este lunes sobre el periodismo retrospectivo. Los datos curiosos contados por Emilio Herrera sobre figuras de la Historia de Cuba de la guerras de 1868 y 1895 casi desconocidas, captaron el interés de los estudiantes, además de su forma amena de relatar brevemente cómo rescató a estas personalidades en su tesis de grado. Pedro García, Bohemia, explicó la necesidad de crear un centro de investigación sobre recepción en Cuba, con el cual la prensa de nuestro país podría conocer cómo la población recibe sus contenidos y tener en cuenta a qué personas les interesa un mensaje o no. Julio Batista, de Trabajadores, manifestó que para realizar una indagación retrospectiva es esencial el acceso a las fuentes, buscar los contrastes. El rescate de la historia de Las Ovas, pequeño pueblo en Pinar del Río, fue el tema principal en la plática de Karlienys Calzadilla. Ella mostró la importancia de las fuentes empíricas cuando no abundan las documentales. En este caso, la profesional se apoyó en la información brindada por los ancianos de la localidad y sus familiares para escribir un reportaje sobre los actos realizados por los pobladores en apoyo a las guerras independentistas. El encuentro terminó con una fotografía de los invitados junto a los alumnos e Iraida Calzadilla, la profesora del grupo. Fue un encuentro instructivo y memorable porque aportó a la clase vivencias útiles de periodistas para los que en un futuro ejercerán la profesión (LAYDIS SOLER MILANÉS).

REDESCUBRIR DESDE EL PERIODISMO. Cambiar perspectivas, abrir miradas, bajar a los hombres de los pedestales en donde los ha colocado la humanidad, descubrir a los héroes olvidados… A todas esas misiones y unas cuantas más nos llama el periodismo interpretativo retrospectivo. Pero a pesar de haberlo estudiado antes en las clases del semestre, el encuentro con los periodistas Pedro García, Emilio Herrera, Karlienys Calzadilla y Julio Batista nos sirvió para reafirmarlo con creces e incluso con entusiasmo. Con más o menos años de experiencia, los visitantes recorrieron sus anécdotas, encuentros y desencuentros con este peculiar y poco tratado tipo de periodismo. Para nosotros, periodistas en ciernes, descubrir no solo una forma nueva de ejercer el oficio, sino unos cuantos secretos escondidos entre las páginas de la historia, fue un acercamiento diferente a una profesión que se renueva bastante a menudo, pero que parte de un único principio: informar. Tal vez sea esta la mejor forma de enamorarse de un oficio tan tergiversado. Escuchar a otros enamorados de la profesión, de la investigación, de la interpretación y de paso, de la retrospección (ANIA TERRERO TRINQUETE). 

MÁS QUE UNA CONVERSACIÓN… Nosotros, los estudiantes de primer año de Periodismo, tuvimos la oportunidad de intercambiar con periodistas de la revista Bohemia, el semanario Trabajadores y el Sistema Informativo de la Televisión Cubana, el 24 de marzo. Durante dos horas de conversación, nos enseñaron sus experiencias en la realización de sus trabajos, especialmente notas y reportajes. A través de ese compartir, sentimos el amor por la carrera que escogimos y respetamos a las personas. Podemos conseguir más conocimientos de la realidad y mejorar las habilidades para realizar los trabajos. Sin duda, es una oportunidad preciosa para los estudiantes de Periodismo (VI TRAN KIM TUONG).

ANÉCDOTAS CONMOVEDORAS. El lunes tuvimos una conferencia en el aula uno de la carrera de Periodismo. Me gustó mucho la reunión porque había muchas ideas buenas y también muchas cosas interesantes. Los periodistas invitados hablaron sobre su experiencia en la carrera y como fue su trabajo redactando notas interpretativas. También explicaron sobre el periodismo interpretativo y además ellos comunicaron la experiencia de escribir y hacerse periodista. En la conferencia hubo muchas anécdotas conmovedoras de los periodistas de la revista Bohemia, como cuando fueron a hacer la nota con el líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro. Fueron tiempos muy difíciles, pero las personas eran muy valientes, y amantes de su trabajo. Gracias a la conferencia por regalarnos un testimonio de amor y sacrificio por la profesión (NGA TRAN THU).

IMPORTANCIA DEL PERIODISMO RETROSPECTIVO. El día 24 de marzo tuvimos el honor de conversar con jóvenes graduados de la carrera de Periodismo. Hablamos sobre la importancia del periodismo retrospectivo, que no es más que darle un giro humano a nuestra historia, a nuestros héroes, desmitificarlos y presentarlos ante el mundo como fueron, seres humanos. Es buscar desde el pasado el conflicto latente. Julio Batista, periodista del semanario Trabajadores, habló de cómo hacer un mejor periodismo, que las nuevas generaciones podemos hacer un trabajo valioso. Karlienys Calzadilla, recién graduada y reportera del ICRT, “salvó la historia de su pueblo”. La localidad de  Las Ovas, en Pinar del Río, era un pueblo sin historia y sin fiestas populares. Ella, en una minuciosa investigación, demostró que ese lugar tenía un poquito de historia cada uno de los días del año y que merecía que sus pobladores la conocieran. También, Pedro García, periodista de la revista Bohemia, ha tratado de humanizar a los héroes y hechos con sus escritos, además de dar a conocer a aquellas personas que han luchado por nuestro país y no han obtenido un reconocimiento más mediático por parte de la historia y no son prácticamente recordadas (LEANNY VISTEL PÉREZ).

RESCATAR HECHOS Y PERSONALIDADES  OLVIDADOS. Este lunes, 24 de marzo del 2014, nuestra clase de Periodismo Impreso fue diferente, porque tuvimos un encuentro con periodistas dedicados a escribir sobre la historia de Cuba. Jóvenes y experimentados reporteros de la prensa cubana compartieron más de una hora hablando sobre sus experiencias profesionales. Ellos nos contaron del periodismo retrospectivo y de cómo mediante él se pueden rescatar hechos y personalidades  olvidadas, sin las cuales la realidad sería otra. Explicaron que son muchos los obstáculos  que se deben vencer para encontrar la información y reconstruir los acontecimientos. Destacaron la importancia de contar el pasado de una manera que lo haga cercano a la gente. Fue un encuentro muy agradable (PHUONG VU LAN (OLIVIA).

AL RITMO DE GOOGLE, FACEBOOK Y TWITTER

AL RITMO DE GOOGLE, FACEBOOK Y TWITTER

Evelyn García, jefa de la página web de la Agencia de la Información Nacional (AIN) comenta sobre los cambios que enfrentan los profesionales del periodismo antes los nuevos retos tecnológicos.

Texto y foto:
PHUONG VU LAN (OLIVIA),
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

El mundo está cambiando y esto tiene mucho ver con la aparición de las nuevas tecnologías. Cada día el uso de dispositivos tan inteligentes ayudan al ser humano a comunicarse, mediante la Internet se puede conocer de cualquier tema sin moverse de la casa y la forma de pensar y expresarse cambia. Los periodistas son profesionales que usan mucho las nuevas tecnologías, por eso quisimos conocer lo que representan estas para los que hacen las noticias cada día.

La Agencia de Información Nacional cubana, AIN, es una organización que recoge noticias en distintos lugares de Cuba para enviar lo más rápido posible a sus clientes (emisoras de radio, diarios, revistas, televisoras o portales web). Gran parte de la información de los periódicos en este país es aportada por este medio.

Junto con el desarrollo, han surgido innovaciones de la tecnología que han cambiado la forma de vivir de millones de persona. Los medios de prensa también han sentido el impacto y por supuesto la AIN está entre ellos.

Para aprender más sobre ese tema, preguntamos a Evelyn García, jefa de la página web de la Agencia. Y para estar a tono con esta nueva sociedad informatizada que se refuerza cada día, la entrevista fue vía correo electrónico.

-¿Cuáles son las nuevas características

de la comunicación en Internet?

Internet, nos proporciona varias maneras de comunicarnos, y de llegar a más personas, incluso desconocidas.

Con un básico conocimiento de informática cualquier usuario de la red, puede convertirse en un creador de contenidos, e incluso llegar a ser un líder de opinión en un tema determinado.

Coincido con algunas lecturas donde se plantea que Internet no es un nuevo medio de comunicación, sino un nuevo canal a través del cual puede transitar el tráfico de información de los medios de comunicación ya existentes.

-¿Cuáles son los retos que enfrenta un

profesional de la comunicación con la

llegada de las nuevas tecnologías de

la información y la comunicación (TIC)?

La introducción de las TIC, ha abierto grandes posibilidades para los periodistas, que han tenido que cambiar sus rutinas de trabajo, pero no basta con dotar a las redacciones de computadoras. Hace falta también un cambio en  la organización de estas redacciones y en las competencias digitales de los periodistas.

Conocer y dominar las TIC,  estar al tanto de los cambios que ocurren en Internet, de las nuevas plataformas, redes sociales, web blogs, perfiles de trabajo, Social media Manager. Dominar la tecnología, fotografía digital, celulares, es uno de los retos que enfrenta el profesional de la comunicación en la actualidad.

-¿Qué impacto ha traído a los medios

la llegada de las TIC y cómo se

ha expresado en la AIN?

Las nuevas tecnologías han transformado los productos y servicios ofertados por la AIN, específicamente, hemos crecido con un departamento de radio que inserta sus contenidos en Internet, una redacción digital, con su sitio web, el servicio fotográfico brinda un banco de imágenes, con los principales acontecimientos ocurridos en el país,  un departamento audiovisual y un canal de televisión, lo que  nos convierte en un multimedio.

-¿Qué opinión tiene con relación al trabajo en

conjunto de las redacciones digitales y de otro

tipo en un mismo medio? ¿Cómo se manifiesta

en la realidad de los medios

cubanos y en especial en AIN?

Si se quiere lograr la mayor difusión posible de los trabajos periodísticos, creo que el trabajo en conjunto de las redacciones digitales y de otro tipo en un mismo medio es indispensable.

La página web es la cara de un medio en la red de redes, de ahí que a mi juicio, la labor de estas redacciones debe ser coordinada, pues es a través de las páginas web que las noticias elaboradas por los reporteros del medio llegan a un amplio espectro de destinatarios.

Desde el punto de vista periodístico, los internautas conocen aún más al medio de comunicación, se nutren de él y pueden llegar a convertir los contenidos en virales, siempre y cuando los textos tengan una óptima calidad, y desde una óptica comercial, los usuarios pueden acceder y solicitar los servicios del medio.

En el caso de la AIN, ocurre así. Por otro lado, los materiales creados en esas redacciones de otro tipo nutren los materiales multimediales realizados por la web. Infografías, dossier, sitios especiales, reportajes multimedios, etc., beben de esos trabajos realizados en la redacción cultural, deportiva, etc. Para hacer un sitio especial sobre el Festival Internacional del Nuevo Cine latinoamericano, por ejemplo, se necesita coordinar con la redacción cultural para la elaboración de los materiales.

-¿Cómo influyen las limitaciones tecnológicas

en el campo de la comunicación? ¿Qué

estrategias tiene la AIN para enfrentarlas?

Influyen en que los productos y servicios de la AIN no tengan la calidad requerida. Además, lastra un mayor tráfico hacia el Sitio Web, pues los usuarios no accederán a nuestro sitio si no tiene una estética y funcionalidad requerida. Trabajar con tecnologías y herramientas obsoletas dificultan esto. También la cuota para hospedar nuestros servicios es pobre, lo cual nos obligó a renunciar a años de publicaciones de la web, 14 años, para poder mantener el sitio web online. Desde el punto fotográfico, contamos con cámaras con limitaciones técnicas.

-¿Cómo caracteriza usted a la nueva sociedad

que se construye con el fortalecimiento de las

nuevas tecnologías? ¿Si tuviera que

resumirlo en una palabra?

Tecnológica.

-¿Cuál es el valor que dan los periodistas al uso

de las nuevas tecnologías y qué papel ocupan

estas en la producción periodística de AIN?

Ya no se concibe un periodista que no sepa abrir una computadora, o que no sea capaz de trabajar con una grabadora digital, o que no esté insertado en las redes sociales, para obtener y recibir información, que no sea capaz de gestionar una foto o un audio para su información, al menos así ocurre en la AIN.

 

SANTIAGO ÁLVAREZ, CRONISTA DEL TERCER MUNDO

SANTIAGO ÁLVAREZ, CRONISTA DEL TERCER MUNDO

 

El destacado documentalista cubano recibió el primer Premio Nacional de Periodismo José Martí en 1991.

BEATRIZ LOBAINA, GABRIELA RODRÍGUEZ-LOECHES Y PHU DOAN,
estudiantes de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

 

“A la misma hora en que te daban sepultura escuché,
interminable casete de silencios posmodernistas,
nuestra última conversación y me dije: qué cosa rara
es la muerte si del lado de acá hago maravillas
con tu voz que no acudió al funeral.
De nuevo, gracias, compañero”,
Roberto Rodríguez Menéndez.

Santiago Álvarez Román nació el 8 de marzo de 1919 en la Habana Vieja, en el callejón de Espada, número 8, primer piso. Siempre dijo que hacía un cine que llamó Cine Urgente porque nació en una ambulancia y muchas personas no sabían ese detalle. “Fue sobre las ocho de la noche. Yo soy  Piscis. Si mi madre viviera recordaría el trabajo que costó llevarla al hospital porque en ese momento había una huelga de transporte”, afirmó el destacado periodista.

Desde pequeño fue muy politizado. Su madre había nacido en Salamanca y su padre en Oviedo, España, este último fue anarquista y eso lo hizo seleccionar políticamente hechos que iban a marcar su propia vida.  A la edad de 15 años  inició una hora de Radio por la CMBN y después por la CMBZ, Radio Salas, y lo hizo como director. Empezó a través de la Radio a hacer cine.

A los 19 años, después de estudiar dos años Medicina, se marchó a Estados Unidos donde, según sus propias palabras, vivió en carne propia los estragos del racismo, fue minero, fregador de platos, corrector de pruebas, pulidor de metales y, por último, antes que intentaran reclutarlo para el ejército norteamericano, vendedor de ropa interior de mujeres.

En ese país, Santiago vivió un episodio que lo marcó de por vida: una señora de color cargando a su hijo se subió a un ómnibus, en el que era prohibido que los negros se sentaran delante, él intentó darle el asiento y las personas se escandalizaron y empezaron a protestar. Este suceso lo inspiró para lo que fue en 1965 su documental Now.

Trayectoria

En la década del 50 ingresó en la emisora CMQ. Allí se entrenó como musicalizador de programas televisivos y radiales, en una especie de edición de cortes dramáticos, lo que le permitió captar momentos de creación a través de imágenes auditivas y de esta forma empezar el vínculo con este “tipo de arte” como él decía.

Al triunfar la revolución, con 40 años de edad, dio sus primeros pasos  en el cine  y se sorprende al hacer el noticiero dedicado a la muerte de Benny Moré, “El bárbaro del ritmo’’. “Ahí veo el traslado de mis sentimientos al cine, veo su lenguaje, veo mi emotividad reflejada, lo que sirve para expresarme”, declaró cierta vez.,

Los dos primeros trabajos de Santiago que aparecen en su filmografía fueron codirigidos: Escambray (1961) junto a Jorge Fraga, y Muerte al invasor, al lado de Tomás Gutiérrez Alea. En 1963 realiza su documental Ciclón, colocando a la filmografía cubana en planos internacionales y  en el que se aprecia una notable sensibilidad. Desde ese momento su cine fue toda una proyección imaginativa, una búsqueda constante de soluciones propiamente cinematográficas.

En 1965 realiza su documental Now, nacido de sus experiencias en Estados Unidos, y en el que denuncia la discriminación racial en ese país. En 1968 produce LBJ por la existencia de una situación política triple en ese propio país, es decir, L por el asesinato de Luther King, la B por Bob Kennedy y la J por John Kennedy.

En 1969 vio la luz su documental 79 primaveras, que cuenta sobre las principales figuras de la guerra de la República Democrática de Vietnam, Ho Chi Min y Lyndon Jonson.

La obra de este gran hombre se destacó por la presencia activa del periodismo, el reflejo de importantes hechos históricos, el genial uso del montaje y el empleo de la banda sonora como parte indisoluble de la acción dramática.

Él defendía la importancia del periodismo cinematográfico como enriquecedor del documental y decía “yo informo de acontecimientos a partir de ideas que tengo sobre esos acontecimientos”.

Santiago integró las filas de Partido Comunista de Cuba (PCC), fue asesor del Ministro de Cultura de Cuba, presidente de la Federación Nacional de Cine Clubs y hasta 1986 miembro de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

¿Cómo era Santiago?

Irdelisa Ledón, periodista ariguanabense, al referirse al documentalista expresó: “¿Cómo era Santiago? Recuerdo que todas las veces que lo vi vestía de negro, pero no tenía que ver nada con su alma. Era carismático y creativo, cuando terminaba de realizar un trabajo siempre  sonreía de satisfacción.

“Lo conocí  un día  cuando llegó una caravana con Fidel y Álvarez a la secundaria donde estudiaba. Las muchachas estábamos en un campo lleno de fruta bomba recolectando los frutos. El maestro se bajo del carro y se puso a trabajar junto a nosotras. Al año siguiente, estrenó su documental acerca de la Federación de Mujeres Cubanas, inspirado en aquella mañana en las que las niñas también aportábamos con nuestro esfuerzo a la Revolución”.

Julio Simoneau, fotógrafo y corresponsal de guerra ya retirado, señaló que Santiago era muy dinámico, emotivo, con una imaginación sorprendente y le gustaba respetar a sus compañeros para poder exigirles un buen trabajo. “Siempre era el primero en todas las actividades por muy difíciles que estas fueran”, añadió.

“Trabajando me hice artista, periodista cinematográfico y documentalista”, manifestó el cineasta en una ocasión.

Santiago no hacía guiones para sus documentales y entonces es válido preguntarse: ¿Cómo pudo organizar y ordenar el trabajo?

Simoneau recuerda que no es que no hiciera guiones, porque no hacia el típico y convencional guión, él estructuraba y decidía el montaje de todo el trabajo en el cuarto de edición donde asumía el momento culminante del trabajo mismo a través de la creatividad. De todas maneras llevaba siempre notas en la pre-filmación, en la filmación y en la post-filmación.

Reconocimientos otorgados por trabajos importantes que realizó

--Muerte al invasor (1961), en codirección con Tomás Gutiérrez Alea. Filme notable del año. V Festival de Cine de Londres, Inglaterra, 1961. Premio al mejor programa de conjunto. Festival de Leipzig, RDA, 1961.

--Ciclón (1963). Premio Paloma de Oro en el VII Festival Internacional Cinematográfico. Premio Trofeo de Plata en el Festival Internacional de Cine de Melbourne, Australia, 1965.

--Now (1965). Premio Paloma de Oro en el VIII Festival Internacional Cinematográfico de Documentales y Cortometrajes de Leipzig, RDA, 1965. Certificado al Mérito, XI Festival de Cine, Cork, Irlanda, 1966.

--Cerro Pelado (1966). Premio Paloma de Oro en la categoría de mediometraje en el IX Festival Internacional de Documentales y Cortometrajes de Leipzig. RDA, 1966. Mención Especial al Programa Conjunto, en el V Festival de Cine Latinoamericano de Viña del Mar, Chile, 1967.

--Hanoi, martes13 (1967). Premio de la crítica cinematográfica de la RDA. X Festival Internacional de Documentales y Cortometrajes de Leipzig. RDA, 1967. Premio Paloma de Oro en el X Festival Internacional de Documentales y Cortometrajes de Leipzig. RDA, 1967.

--79 primaveras (1969). Gran Premio Paloma de Oro, XII Festival Internacional Cinematográfico de Documentales y Cortometrajes de Leipzig. RDA, 1969. Premio FIPRESCI, XII Festival Internacional Cinematográfico, Leipzig. RDA, 1969.

--Los cuatro puentes (1974). Premio al mejor filme especial en el Segundo Festival Cinematográfico de Jamaica, 1975. Premio al mejor Director, en el Segundo Festival Cinematográfico de Jamaica, 1975.

--Abril de Vietnam en el año del gato (1975). Trofeo Especial otorgado por el Ministerio de Cultura de la República Democrática de Vietnam, 1975. Premio Organización Internacional de Periodistas, XVIII Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje. Leipzig, RDA, 1975.

--Concierto mayor (1997). Premio Caracol al mejor documental, 1997. Premio UNEAC, 1997.

--La Isla de la música (1997). Premio Especial del Jurado Caracol, 1998. Distinción RAL Programa Latinoamericano para Televisión, 2001.

--Para bailar, La Habana (1998). Premio Chez Monique, 1999. Premio ITEM 2000, Francia, al mejor documental transmitido por vía digital en el año 1999.

Premios por la obra de la vida

A Santiago Álvarez le otorgaron el primer Premio Nacional de Periodismo José Martí en 1991.

“Muchas veces he dicho que ante todo soy periodista, luego cineasta y después soy periodista y cineasta. No nací cineasta, ni artista yo me hice cineasta y me hice artista. En el cine documental está toda la historia de nuestra revolución. Yo lo prefiero por encima de cualquier otro género, porque me siento más periodista que cineasta, y más revolucionario que periodista”, afirmó Álvarez.

Le fueron concedidas también la Orden Félix Varela de Primer Grado, y la Distinción Félix Elmuza, de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). Además del Premio Coral Especial al conjunto de su obra en el X Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y la Paloma de Oro al conjunto de su obra en el Festival de documentales de Leipzig.

El fundador y director del noticiero del ICAIC Latinoamericano fue nombrado miembro de la Academia de Artes de la República Democrática Alemana y maestro perenne de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños.

Legado que dejó el documentalista 

Santiago Álvarez Román no solo le aportó al periodismo cinematográfico cerca de 120 documentales y 600 noticieros, sino que su archivo de imágenes y sonido es un libro de historia abierto que fue realizado por la propia Revolución día a día, cada semana. Ahí están los fotogramas, la música, los muñequitos y las fotografías. El ICAIC fue escuela para una gran cantidad de directores, camarógrafos y editores del Tercer Mundo que vinieron a trabajar con él.

“Pero sin lugar a duda el más grande de sus aportes es el documental NOW,  según los norteamericanos precursor de videoclip. En la época en que lo realizó no existía la música electrónica ni el video clip, el que surgió mucho después. Aquí trabaja el silencio como parte sonora en el documental, método que no se había visto antes en el mundo del cine”, significó José A. de la Osa, periodista del diario Granma.

Álvarez plantea que el cine documental, en sus estructuras tiene una especificidad especial en el elemento dramático. De ahí que se clasifique este estilo de cine documental con el nombre de documentalurgia, lo mismo que hoy dramaturgia.

El revolucionario no descubrió la mesa de animación, pero fue el primero que empezó a utilizarla en el ICAIC con el propósito de desarrollar ideas dentro de un documental. Las personas no sabían qué hacer con esa máquina y él vio que se le podía dar vida a fotos fijas logrando una proyección especial dentro del montaje.

En una ocasión le preguntaron: “Si tuviera la oportunidad de volver a vivir, ¿lo encontraríamos en el cine?”. Él respondió: “No, soy un frustrado de la Medicina. Estudiaría Medicina”. 

El último suspiro

El Gran Brujo de los Andes, como también se le conoce al periodista, falleció en La Habana el 20 de mayo de 1998 a causa del mal del Parkinson, con 79 primaveras, igual que su famoso documental. Su cuerpo yace en el Cementerio de Colón.

Como creador de excepcional sensibilidad, incansable experimentador y comprometido militante de las causas emancipadoras de los oprimidos, Santiago Álvarez ocupa un sitial privilegiado entre los grandes del cine. En palabras de Alfredo Guevara: “Era un imán, cien mil imanes, con milenios del ser, de la cultura toda sobre sus hombros irradiando”.

Anualmente la ciudad de Santiago de Cuba celebra en su honor el Festival Internacional de Documentales “Santiago Álvarez In Memoriam”, dirigido por su viuda Lázara Herrera.