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LAS DOS CARAS DEL FÚTBOL EN CUBA

LAS DOS CARAS DEL FÚTBOL EN CUBA

 

 

El narrador y comentarista de la emisora Radio Rebelde, Luis Alberto Izquierdo, afirma que el fútbol es uno de los pasatiempos más divulgados en el país y que rivaliza en popularidad con la pelota.

 

 

 

Texto y foto:

JUNIOR ALFREDO HERNÁNDEZ CASTRO,

estudiante de primer año de Periodismo,

Facultad de Comunicación,

Universidad de La Habana.

Los hinchas, en las gradas, parecen enloquecer de tanta euforia. Ya casi es la hora. ¡Comienza la fiesta! Son 22 jugadores quienes salen a darlo todo en el terreno de juego. Los entrenadores se abrazan, los capitanes intercambian un apretón de manos. El árbitro comprueba su reloj, se lleva el silbato a la boca, pita fuerte y… ¡comienzan 90 minutos del deporte más hermoso del mundo!

En Cuba, parques y esquinas de calles son ahora los campos de fútbol donde las jóvenes promesas practican regates, pases, centros y disparos. En los barrios, es cada vez más común escuchar acotaciones de madridistas y de culés, de seguidores de La Canarinha, La Albiceleste o La Mannschaft. Sobre la presencia del más universal en el país, expresa su criterio el destacado narrador y comentarista deportivo de Radio Rebelde, Luis Alberto Izquierdo.

Del anonimato al protagonismo

«En los años 60 y 70 del pasado siglo, el fútbol o balompié no tenía la divulgación que posee en la actualidad. Sin embargo, era un deporte bien recibido por el pueblo, a tal punto que los campeonatos nacionales llenaban completamente las instalaciones deportivas. La afición se sentía identificada con sus equipos.

Un factor fundamental en el aumento de la notoriedad futbolera ha sido la propagación televisiva. En la década de 1980, a la difusión de los certámenes mundiales se le unió la transmisión de las principales y más seguidas ligas y clubes del mundo. Desde entonces, se ha expandido como un fenómeno por todo el estado».

-Para nadie es un secreto que la competición más gustada es la Liga Española. ¿A qué se debe esta preferencia?

La inclinación hacia el fútbol ibérico se debe, en gran parte, al trabajo mediático: el Real Madrid y el FC Barcelona son clubes muy representativos a nivel mundial y sus partidos son siempre seductores y emocionantes. Incluso, antes de que en Cuba se trasmitiera la Primera División Hispana, esta tenía seguidores a través de la emisora Radio Exterior de España.

En la preferencia influyen, además, la cercanía histórico-cultural entre ambas naciones, y la trayectoria de varios atletas de la Mayor de Las Antillas en equipos de esta tierra europea, entre ellos, Jesús “Chus” Alonso, quien marcó 56 goles para el equipo madridista.

-A pesar de la gran aceptación por los aficionados cubanos de los torneos internacionales, ¿cuál es la causa de que no sea seguido el Campeonato Nacional?

Dos problemas elementales de nuestro campeonato son la baja calidad y el poco presupuesto destinado a la infraestructura, lo que provoca una nula estimulación del pueblo para asistir a los juegos. Otro impedimento es la escasa divulgación: el torneo de fútbol coincide con competiciones de béisbol, baloncesto, boxeo, y es muy difícil destinar capital para hacer una trasmisión independiente.

A todo aficionado le gusta corear el nombre de su equipo, sentir la pasión por los conjuntos, ver los uniformes con colores atrayentes y apreciar un terreno en buenas condiciones. Aquí no sucede de esta manera.

La realidad es que cuando un fanático visita cualquiera de nuestros estadios, encuentra poca motivación: el campo es prácticamente de tierra, las gradas carecen de techos para resguardarse, y están ausentes los escudos de los equipos participantes. Mientras no convirtamos los torneos en verdaderos espectáculos, la aceptación del público será mínima, y la asistencia a los partidos, pobre.

Desde Cuba hacia el mundo…

“La presencia de jugadores cubanos en el exterior es indispensable para desarrollar nuevos talentos y explotar los que tenemos en la actualidad. Sería igualmente positivo poder traer a integrantes de otras ligas a jugar en la nacional, representaría un crecimiento en el nivel del fútbol patrio.

“Existen en el mundo islas más pequeñas que Cuba, con igualdad de recursos y con menor población, pero con un potencial futbolístico impresionante, puesto que sus deportistas se han insertado en competiciones de otras zonas geográficas.

“Nuestros atletas solo tienen la oportunidad de entrenar aquí, y cuando juegan contra equipos de otros países adquieren alguna experiencia o retroalimentación, pero no produce crecimiento profesional, puesto que se sienten demasiado presionados.

“En los últimos años, logramos resultados satisfactorios en los mundiales sub-17 y sub-20, ganamos la Copa del Caribe en 2012, y estuvimos a un paso de la Final en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014. Tenemos una gran generación de futbolistas que no se desarrollarán de forma completa sus cualidades si solo se desempeñan a nivel regional.

“Recientemente, con la visita del Club Santos Laguna, las puertas han sido abiertas para que algunos cubanos puedan tener protagonismo en la Liga Mexicana.  En la región azteca mejorarían y aportarían mucho más a la selección nacional, para quizás así lograr el sueño de los hinchas: ver a “los leones del Caribe” disputando la Copa del Mundo”.

-¿En la actualidad, la popularidad del fútbol es superior a la del béisbol, deporte nacional?

No se puede dar un veredicto sin haber realizado antes un estudio a fondo. La pelota es nuestro juego nacional y seguirá siendo amada por todas las generaciones de cubanos, pero no hay dudas de que el fútbol ha alcanzado una gran notoriedad en los últimos tiempos, fundamentalmente en los jóvenes.

Son muchos los que ven al balompié como el enemigo público número uno del béisbol, lo cual es totalmente errado. No son para nada antagonistas, y uno no perjudica al otro, sino que ambos son una fuente saludable de entretenimiento y de formación cultural. La inclinación por el primero o el segundo es cuestión de las preferencias personales.

Ojalá pudiéramos hacer muchas más transmisiones, no solo del mejor fútbol mundial y del apasionante béisbol, también del emocionante baloncesto, del implacable boxeo y del sobresaliente voleibol. Que nuestra afición tenga a su alcance el mayor grupo posible de eventos de calidad es lo importante.

Pie de foto: Luis Alberto Izquierdo, narrador deportivo de Radio Rebelde, comparte su criterio respecto al fútbol en Cuba.

Ficha técnica:

Objetivo central: Profundizar en el tema de la creciente notoriedad del fútbol en Cuba.

Objetivos colaterales: Valorar el papel del fútbol cubano en la actualidad. Analizar el impacto que tendría la participación de jugadores cubanos en otras ligas. Comparar la popularidad del deporte rey con el juego nacional.

Tipo de entrevista:

Por los participantes: Individual.

Por su estructura: Mixta.

Por su contenido: De Opinión.

Por el canal que se obtuvo: Conversación directa.

Tipo de título: Llamativo.

Tipo de entrada: De Ambiente.

Tipo de cuerpo: Mixto.

Tipo de preguntas declaradas:

-Para nadie es un secreto que la competición más gustada es la Liga Española. ¿A qué se debe esta preferencia?  (Abierta. De opinión).

-A pesar de la gran aceptación por los aficionados cubanos de los torneos internacionales, ¿cuál es la causa de que no sea seguido el Campeonato Nacional? (Abierta. De opinión).

-¿En la actualidad, la popularidad del fútbol es superior a la del béisbol, deporte nacional? (Polémica).

Tipo de conclusión: De comentario del entrevistado.

Tipo de fuentes: Directas.

NECESIDAD DE UN MODELO COMUNICATIVO CUBANO

NECESIDAD DE UN MODELO COMUNICATIVO CUBANO

A la memoria de Enrique González-Manet, pionero de los estudios sobre  el impacto social y económico de las nuevas tecnologías de comunicación y el nuevo orden internacional de la comunicación. El destacado profesor cubano falleció ayer, 1ero. de noviembre de 2015. Esta entrevista la concedió en 1998 para un trabajo de investigación de Teoría de la Comunicación, en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

IRAIDA CALZADILLA RODRÍGUEZ Y GRISELDA RODRÍGUEZ CASTAÑÉ

La actividad teórica e investigativa en los medios de comunicación masiva no gozaron en Cuba, en ninguna época, de esplendores conceptuales. Antes de 1959, los modelos comunicativos estuvieron en la senda trazada por las escuelas norteamericanas, pero sin llegar a definiciones precisas para un país, un entorno, una historia, una cultura y una tradición diferentes, para un emisor y un receptor cuyas raíces distaban en demasía de la heredad yanqui.

Al triunfo del Primero de Enero, y cuando los medios de comunicación masiva pasaron al nuevo poder, con una esencia clasista cuyo carácter está determinado por el régimen de propiedad estatal sobre estos medios y, por tanto, comienzan a cumplir una función social cualitativamente nueva, identificada y comprometida con la defensa, el avance y consolidación de la Revolución, se hubiera pensado en un despegue definitivo en el estudio de tan importantes fuentes movilizativas por lo sensible de su incidencia en factores económicos, políticos e ideológicos de la nación.

Sin embargo, en 40 años, el desarrollo teórico y la actividad investigativa concreta, aún está por madurar, sistematizarse, tenerse como herramienta imprescindible del trabajo práctico, para cumplir las diversas y específicas funciones que nuestra sociedad demanda y sigue prevaleciendo el voluntarismo a la hora de enfrentar el fenómeno comunicativo y la correlación entre lo que se transmite y lo que recepciona o desecha el destinatario.

En los medios de comunicación masiva en Cuba existen estudios particulares en determinados órganos, pero hay falta de organicidad por ausencia de un centro que cohesione, diseñe y sistematice políticas comunicativas de manera científica.

Por tanto, es difícil definir nuestro modelo en una sola escuela, hecho que de tener una respuesta en estudios teóricos y científicos no nos preocuparía, pues en el último cuarto de siglo el eclecticismo en el campo de la comunicación vincula unas y otras escuelas y paradigmas. La situación crítica se encuentra, justamente, en el no estudio orgánico.

Porque, ¿acaso podemos desconocer -si de escuelas se trata-, que en nuestros medios hay presencia del paradigma informacional con el énfasis en los resultados, la comunicación como transmisión de información y el criterio de eficacia en la cantidad máxima de información?

Por otra parte, también hay espacio para la acción participativa cuando se hace hincapié en el proceso, se establece un diálogo que permite una participación activa, encauzada hacia la reflexión y la problematización.

Ante la ausencia de un modelo -ya sea clásico, autóctono o de interacción-, y a lo cual no se le pudo dar respuesta ni siquiera en el crédito de Teoría de la Comunicación, este equipo de trabajo decidió entrevistar al periodista, profesor e investigador Enrique González-Manet, quien, es necesario aclararlo, tampoco tuvo una definición exacta de la situación.

Enrique González-Manet, experimentado investigador de estas últimas dos décadas, es profesor titular de la Universidad de La Habana, investigador en Comunicación y asesor del Instituto Cubano de Radio y Televisión.

Y es, esencialmente, un pionero de los estudios sobre  el impacto social y económico de las nuevas tecnologías de comunicación y el nuevo orden internacional de la comunicación, asesor de la agencia ALASEI, del Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales, de la revista española FUNDESCO/TELOS, y de la brasileña Política y Comunicación. Es, además, autor de varios textos especializados.

He aquí, entonces, el cuestionario y sus respuestas.

-Antes del triunfo de la Revolución, ¿qué escuela se aplicó en los medios de comunicación masiva, la norteamericana o la europea? Dentro de ellas, ¿qué paradigmas fueron los predominantes?

“Más por mimetismo e influencia comercial y económica, los medios de prensa escrita, radio y televisión, reproducían el modelo norteamericano en género y estilo. Este ascendiente era favorecido por la asociación de anunciantes y agencias publicitarias, cuyas operaciones principales estaban relacionadas con la introducción y venta de firmas y productos norteamericanos. Procter and Gamble, General Electric y General Motors, figuraban entre los principales patrocinadores de programas audiovisuales y los mayores inversionistas en espacios pagados.

“Algunos diarios, como El Mundo, Diario Nacional o Información, acentuaban su similaridad con publicaciones consideradas arquetípicas como el New York Times, Washington Post o el Chicago Tribune, de factura sobria y equilibrada. La prensa llamada “amarilla” o sensacionalista también tenía sus émulos en Cuba. La prensa europea, considerada más académica y literaria, seguía patrones semejantes encabezados por el Le Monde, de París, y el London Times, de Inglaterra”.

-¿Qué se hizo después de la Revolución?

“Los medios de prensa y difusión -cine, radio, diarios y televisión-, fueron el centro de los enfrentamientos políticos e ideológicos entre la naciente Revolución y los intereses intervencionistas y   reaccionarios. Una   lucha   sin   cuartel -esencialmente de clase- se libró en estos medios entre 1959 y 1961, cuando estos instrumentos de la burguesía y el imperialismo fueron nacionalizados o abandonados por sus antiguos propietarios.

“La televisión y la prensa escrita jugaron un papel central en la movilización popular y la formación de una conciencia política antiimperialista. A diario se libraba un duelo entre los medios revolucionarios y los intereses burgueses y reaccionarios, como en el caso del periódico Revolución y El Diario de la Marina. La televisión fue foro y escuela, instrumento de acción y convocatoria, utilizada con frecuencia por Fidel para dirigir el proceso revolucionario. Fue el primer caso en el mundo en el que un dirigente político establecía comunicación inmediata y total con el pueblo, medio al que también se unía la radio. Ni antes ni después, ninguna otra revolución o movimiento social ha hecho un uso tan continuado y efectivo, con tan alta credibilidad, de los medios de información como en Cuba”.

-¿Cuáles fueron las investigaciones con vistas a conocer el impacto sobre los receptores?

“Los resultados de las campañas y acciones de la Revolución a través de los medios no eran objeto de investigación académica o profesional, sino que se medían por la interacción entre estos y la capacidad de respuesta de las masas, cuya apelación -en la mayor parte de los casos- era inmediata, como en el caso del rechazo a la invasión mercenaria de Playa Girón y la Crisis de Octubre.

“No se han realizado estudios de campo, sino investigaciones empíricas y análisis de tendencias vinculados principalmente a la Unión de Periodistas de Cuba, en particular, al Centro de Estudios de los Medios Masivos, cuya actividad se mantuvo durante un decenio, y a la entonces Facultad de Periodismo, de la Universidad de La Habana”.

-¿Cómo se insertó Cuba en el mundo de las investigaciones sobre comunicación?

“Aún no puede decirse que Cuba se ha insertado en el mundo de la comunicación, pues su característica es la discontinuidad y la falta de sistematización. Es el caso del CEMEDIM, en la UPEC; de la ausencia de estudios aplicados en instituciones que agrupan a economistas y sociólogos; de la falta de trabajos de proyección política e internacional por parte de la Facultad de Comunicación y, sobre todo, de la carencia de una política nacional de comunicación que contribuya a priorizar el tema.

“Puede decirse que el esfuerzo más sostenido fue realizado por el ICAIC mediante la organización de seminarios internacionales en el marco de los Festivales del Nuevo Cine Latinoamericano, a los cuales concurrían anualmente investigadores y críticos de prominencia mundial como Herbert I. Schiller, Ignacio Ramonet, Armand Mattelart, Oswaldo Capriles, Patricia Anzola, Rafael Roncagliolo, Fernando Reyes Matta, Fernando Santoro y Octavio Getino, entre otros. Estas actividades se realizaron durante un decenio.

“En la actualidad, el Centro de Investigaciones del ICAIC ha retomado el interés por el tema y dado continuidad a encuentros semejantes mediante el ciclo anual de conferencias y estudios enmarcados en el Universo Audiovisual del Niño. Esta iniciativa cuenta ya con varios folletos y libros que recogen las ponencias e investigaciones presentadas por especialistas nacionales y extranjeros.

“Pese a estas dificultades, ha habido un cierto adelanto que en mucho se debe a la labor mantenida a través de los años por la Editorial Pablo de la Torriente Brau, de la UPEC, para dar a conocer las últimas tendencias del desarrollo informativo y comunicacional, publicar análisis críticos y divulgar textos básicos.

“De gran importancia en esta línea de reflexión profesional y política sobre el carácter contemporáneo de los medios de difusión son las menciones realizadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro, en la conferencia magistral pronunciada en la Universidad de Santo Domingo, y en el discurso de clausura de la UNEAC, en los cuales destacó la importancia de su estudio para comprender los procesos de cambios históricos actuales y los mecanismos del poder transnacional en la era de la globalización. A partir de estas reflexiones, el tema ocupa un lugar de prioridad en la agenda política del país”.

-¿Qué caminos siguieron los periodistas en el orden investigativo?

“La investigación o búsqueda profesional de los muy pocos especialistas que se interesan por el tema obedece a la iniciativa personal, el nivel de experiencia y las posibilidades de acceso a información pertinente. Otro factor es el nivel de competencia y el dominio de idiomas, en particular, el inglés, pues el mayor por ciento de las bases de datos, programas expertos y la información circulada por INTERNET, está en este idioma debido a la hegemonía que sobre este sistema ejerce Estados Unidos.

“Dado que no existe una política de importación de títulos específicos sobre el tema -fenómeno no atribuible al período especial- las búsquedas en nuestro país pueden orientarse a las revistas generales o especializadas, básicamente The Economist, Bussines Week y Newsweek; y a los fondos de la Facultad de Comunicación y el Centro de Documentación de la Oficina de Cultura de la UNESCO para América Latina y el Caribe, sobre todo esta última, que cuenta con publicaciones seriadas y anuales, informes mundiales y de conferencias internacionales”.

-¿Qué pasa hoy en la información y la recepción? ¿Qué paradigmas prevalecen? ¿Qué modelo debe existir en el socialismo?

“Hoy existe una superabundancia de información y entretenimiento a nivel internacional, determinada en gran parte por el control de mercados y la concentración financiera de corporaciones transnacionales gigantes. La transmisión directa por satélite y la distribución por cables de fibras ópticas permiten la oferta de 60 a 100 canales por precios que van de 10 dólares en Guatemala, a 35 dólares en Argentina.

“Estos servicios de 24 horas diarias inundan a los países del Tercer Mundo con programas irrelevantes basados en valores y enfoques a la medida de las sociedades de consumo, para lo cual hace falta tener ojo crítico y capacidad de discriminación. Cada vez, un menor número de empresas mayores dominan el mundo de la información y la comunicación como en el caso de Disney/ABC y Time-Warner/CNN o la World Televison News/Reuter.

“Prevalecen los paradigmas de la espectacularidad, la superficialidad y el entretenimiento, basados en criterios de eficacia comercial y rentabilidad.

“El modelo socialista, por su carácter político, ha de estar basado en la realidad, la utilidad social y los proyectos de desarrollo, en el compromiso con la comunidad. Al mismo tiempo, debe rehuir los enfoques burocráticos y “oficialistas” y apelar a la iniciativa y el talento creador. De lo que se trata es de inducir la participación y la movilización a través de la información, a diferencia del sistema capitalista tradicional, que impone una agenda de temas e intereses basada en el consumo, la comercialización y la empresa privada a partir de la manipulación de la opinión pública.

“En este contexto, es posible hacer desaparecer una noticia o evento, alterar su naturaleza o modificar su significación. Agencias y grandes consorcios convergen en esta estrategia con una asombrosa coherencia. Un ejemplo es la desaparición de las Conferencias Cumbres del Movimiento de Países No Alineados, en las que se reúne un centenar de jefes de Estado y de Gobierno para tomar acuerdos que afectan a las dos terceras partes de la humanidad: para los países industrializados, los NOAL no existen, ni las Cumbres se han realizado nunca. No hay antecedentes de que estas actividades se reflejen o comenten en la prensa y los medios occidentales, aunque son “cubiertas” exhaustivamente por corresponsales y enviados especiales”.

-¿Qué saldos dejaron los seminarios latinoamericanos de periodistas que se organizaron en Cuba y qué instituciones los auspiciaron?

“Pocos seminarios han sido organizados en nuestro país sobre estos temas, en su mayor parte por la Unión de Periodistas de Cuba, el Instituto Cubano de la Industria Cinematográfica y la Facultad de Comunicación.

“De los esfuerzos realizados por la UPEC quedan textos que reflejan las ponencias presentadas, lo mismo que con el ICAIC, que ha logrado ayuda editorial de la UNAM de México y organismos como la UNESCO y la UNICEF.

“Un saldo apreciable ha sido fijar los temas y tendencias críticas de la investigación, aunque poco se ha logrado en términos de sistematización, coordinación de esfuerzos y proyectos de trabajo institucional.

“Ha faltado una mayor conciencia política de estos fenómenos y un enfoque actualizado sobre los procesos de cambio estructural impulsados por las  nuevas tecnologías de comunicación. Tampoco aparecen relacionadas las telecomunicaciones, la globalización y las tendencias de reforzamiento del neoliberalismo, objetivo número uno de la actual estrategia norteamericana”.

-¿Puede señalar los vínculos de Cuba con la UNESCO en relación con la comunicación?

“Cuba participó activamente en el sector de la comunicación de la UNESCO desde 1978, al contribuir, como miembro del Consejo Ministerial de Cooperación para la Información de los NOAL, a la introducción en esa organización internacional del debate sobre el Nuevo Orden Internacional de la Información y la Comunicación (NOIIC), contrario a la doctrina norteamericana del “Libre acceso” y el “Libre flujo”.

“Durante  un  decenio  (1978-1988),  Cuba lideró en los NOAL -conjuntamente Yugoslavia, Túnez, India, Sri Lanka y Egipto-, la ofensiva política del Movimiento por una información justa y equilibrada, y por el derecho a revertir la corriente informativa Norte-Sur. Fue en la II Conferencia del Consejo Ministerial de los NOAL, celebrada en La Habana en 1978, que se acordó politizar el tema de la comunicación en la ONU, trasladarlo de ECOSOC a la Comisión Política Especial, dar al Nuevo Orden un punto permanente en el orden del día y crear el Comité de Información de la ONU, integrado inicialmente por 40 países.

“Cuba sostuvo exitosos debates políticos en la UNESCO, en particular mediante la movilización de los NOAL y el Grupo de los 77, contra todos los intentos y medidas de Estados Unidos y sus aliados por minimizar y despolitizar el tema de la comunicación, y así evitar las acusaciones contra las grandes corporaciones transnacionales que ejercían el control mundial de la información. Durante un largo período (1980-1984), Cuba ocupó un asiento en el Programa Internacional de Desarrollo de la Comunicación (PIDC) de la UNESCO, donde contribuyó a frenar los intentos estadounidenses por reducir o erradicar la investigación crítica y desconocer y rechazar la propuesta de un Nuevo Orden de la Información. Cuba fue también asesora del Presidente del Movimiento NOAL en el sector de la información y la comunicación en la UNESCO y en la ONU.

“Nuestro país también ha colaborado estrechamente con la Oficina de Comunicación de la UNESCO para América Latina y el Caribe, mediante estudios, conferencias y asesorías, durante el decenio mencionado, así como ha participado en la creación de la Agencia Latinoamericana de Servicios Especiales de Información (ALASEI), con sede en México, surgida como un proyecto de la UNESCO entre 1980 y 1988. Igualmente, fue un factor que contribuyó a la conciencia crítica sobre la comunicación a través de su participación directa e indirecta en la elaboración del Informe McBride/Muchas Voces, un Solo Mundo”, cuyas recomendaciones, finalmente, no tuvieron consenso por la oposición de Estados Unidos.

-¿Qué nexos tuvo nuestro país con la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación?

“Nuestro país ha pertenecido a título individual a esa institución, de curso muy irregular y vulnerable desde su creación a inicios de los 80. Del mismo modo, ha pertenecido también a la Asociación Internacional de Investigadores de la Comunicación (IAMCR), con sede en Inglaterra, gracias al financiamiento de la cuota individual por parte de algunos expertos simpatizantes de la causa cubana.

“Con altas y bajas, Cuba ha mantenido contactos con ALAIC y con otras instituciones y organizaciones de América Latina, como IPAL, en Perú; ABPEC, de Brasil; y los centros de investigaciones de las universidades Metropolitana, de México; Central, de Caracas; y la de Bogotá. Estos nexos han sido irregulares, nacidos de relaciones personales solidarias y sin apoyo suficiente de orden institucional por la parte cubana. El tema y las perspectivas de reforzamiento de estas relaciones no han tenido prioridad o respaldo.

“Con el Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales (ILET) hubo una fructífera relación durante su etapa progresista (1977-1982), durante la cual se efectuaron seminarios en su sede de México y se publicaron algunos textos y folletos de especialistas cubanos en su serie de análisis críticos. Un experto cubano formó parte de su consejo asesor. Vinculado a la socialdemocracia sueca y a la Fundación Dag Hammarskjold, ILET reflejó la curva de los tiempos: sus dirigentes, de origen chileno, regresaron al país en la perspectiva de una apertura política y, aunque abrieron oficina vinculada a la comunicación en Santiago, derivaron rápidamente hacia otros intereses. Hoy su director es embajador en la ONU y, el subdirector, embajador en Nueva Zelandia”.

-¿Cuándo aparece, por qué y para qué, el Nuevo Orden de la Información? ¿Qué resultados tuvo y cuál fue su repercusión? ¿Por qué feneció este movimiento?

“El NOIIC tiene sus orígenes en la IV Cumbre de Argel del Movimiento NOAL (1973), cuando se proclama que no puede haber autonomía económica sin independencia informativa. Desde entonces se ha convertido en una de las luchas políticas más apasionantes y poco conocidas de los últimos años, ignorada en gran parte debido a que ha tenido lugar en conferencias, círculos académicos y foros mundiales como la ONU y la UNESCO.

“Aunque fue propuesto por el Movimiento NOAL hace un cuarto de siglo, pese al tiempo transcurrido los fines y objetivos del Nuevo Orden se mantienen más vigentes que nunca antes, entre otras causas, porque la monopolización, globalización y control mundial de los mensajes por parte de las corporaciones transnacionales se ha hecho realidad. Y también porque son más necesarias que antes las políticas públicas de información para garantizar el desarrollo y la soberanía en esta época de transmisión por satélite y distribución por redes de fibras ópticas.

“A lo largo de estos años el NOIIC ha proclamado en dura confrontación con los países desarrollados -principalmente Estados Unidos- el derecho de los pueblos de Asia, África y América Latina, a contar con una información de doble vía, equilibrada y objetiva, frente a la engañosa doctrina norteamericana del llamado “libre flujo”, caracterizado por su direccionalidad Norte-Sur. Este concepto es también una expresión concreta de la “libre empresa” y el “libre mercado” en el sector de la comunicación.

“Estas acciones contribuyeron a la lucha por la descolonización y fortalecieron la convergencia de intereses progresistas en los organismos internacionales, así como el despertar de una conciencia crítica sobre estos temas en los países subdesarrollados, antes no priorizados y hoy considerados como uno de los puntos focales de la agenda mundial.

“De acuerdo con la Declaración Final de la V Conferencia de Ministros de Información de los NOAL (Abuja, Nigeria, 1996), el Movimiento retoma la línea de reafirmación y enfrentamiento que caracterizó la lucha histórica por el Nuevo Orden Informativo. Los ministros acordaron que la lucha por el NOIIC debe intensificarse a pesar del fin de la guerra fría, pues los desafíos y realidades que sustentan el NOIIC siguen vigentes y es urgente reafirmar los principios de independencia, igualdad de oportunidades y progreso social.

“Los  ministros  recalcaron la necesidad de una cooperación Sur-Sur y decidieron considerar seriamente nuevas estrategias para aumentar los recursos de la información a nivel nacional, regional y mundial, y reactivar el concepto del Nuevo Orden en las Naciones Unidas, UNESCO y otros foros internacionales, con el fin de acelerar su instauración, pese a los indicios de un aumento de la agresividad imperialista.

“Aunque está en peligro, el movimiento por un Nuevo Orden no ha desaparecido. Estas son las cuestiones de fondo asociadas a la información y la comunicación. No se trata solo del flujo equilibrado de noticias, de la reducción de tarifas de telecomunicaciones o el acceso a INTERNET.

“Mientras los países subdesarrollados se esfuerzan por fortalecer la soberanía nacional y la autonomía de decisión en este sector estratégico, un nuevo orden corporativo global está siendo construido por las empresas transnacionales con el respaldo político-militar de la administración norteamericana.

“Sin embargo, el NOIIC -más restringido, hostilizado en la UNESCO y en la ONU por Estados Unidos- se mantiene vigente como objetivo estratégico de la lucha por la descolonización informativa, como agente movilizador de la conciencia crítica y como medio de enfrentamiento ideológico”.

-¿Cómo reflejar adecuadamente la información e incidir en una buena comunicación emisor-receptor por parte de la prensa nacional, teniendo frente a las transnacionales y sus poderosos recursos?

“No se trata de más equipamiento para potenciar la difusión, sino de políticas de información, hábitos de recepción y naturaleza de las noticias. El mayor desarrollo de la edición de libros en Cuba -década de los 70- no coincidió con un aumento de la lectura o una mayor fertilización cultural. La mayoría de la población -excepto la de la tercera edad (más de 60 años)- no lee periódicos o solo busca la sección deportiva y de espectáculos. En las colas de los estanquillos jamás aparecen adolescentes o jóvenes adultos.

“Hay que comenzar por definir políticas de información que tomen en cuenta no solo los objetivos sociales a mediano y largo plazos, sino la demanda de un mercado potencial que reclama un mayor espacio para la cultura, la crítica y la comunicación interactiva.

“¿Cómo competir con las transnacionales y sus poderosos recursos? Ante todo, mediante el análisis de su oferta y la naturaleza de su producto y no solo del estudio de sus mecanismos de control, comercialización y distribución. La mayor parte de estas informaciones y mensajes son presentadas en un marco de espectacularidad, sensacionalismo e inmediatez, capaces de despertar la expectación y el interés tanto por el relato en sí como por la técnica de realización.

“Se impone un análisis a fondo de los objetivos del país en términos de cultura, educación y comunicación, para dar paso después al desarrollo y aplicación de estrategias de reafirmación de los valores propios, de modo original, atractivo e interesante. 

“No basta que los fines sean elevados si el mensaje no llega, o resulta aburrido.

“Se requiere tomar en cuenta todos los elementos que sirvan para neutralizar el impacto de la “información” extranjera y desmontar su articulación, pero también ofrecer trabajos que nos identifiquen y satisfagan la demanda de entretenimiento”.

(1998)

LA VIDA ES MIRAR

LA VIDA ES MIRAR

Qué lo inspiro a elegir su profesión, su juventud como estudiante y sus proyectos actuales: acerca de esto y más habla el joven fotorreportero cubano Kaloián Santos Cabrera.

Texto y foto: 
DENISSE MACHADO TABOADA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Kaloián Santos Cabrera es un joven fotorreportero de solo treinta y tres años, que ya desde su época de estudiante era reconocido por su trabajo y tenía secciones fijas en espacios como Cubadebate y La Jiribilla. Cuando lo vimos por primera vez llevaba puesta una atípica camiseta con una fotografía policial de Elvis Presley. Su voz y cadencia poseían un cierto deje argentino, probablemente adquirido durante su estancia en el país latinoamericano mientras realiza su Maestría en Periodismo Documental en la Universidad “3 de Febrero”.

«Yo cursaba Estudios Socioculturales y, por las alas de la vida, me fui a viajar Cuba de mochilero con unos amigos. Decidí entonces empezar a hacer fotos para tenerlas de recuerdo, no para hacer nada con ellas».

Nos mira mientras lo grabamos con cámaras y celulares y los señala con un movimiento de la cabeza. Estamos en la Facultad de Comunicación y él viene a regalarnos sus vivencias.

«Ahora es mucho más común tener un celular con una camarita. Lo mejor a lo cual podía aspirar entonces era a una cámara soviética de rollo. Empecé a hacer esos viajes en el 2002 y esa fue la primera que me compré y, a diferencia de las actuales, no tenía un software remedidor de la cantidad de luz, que si no hay suficiente adiciona un flash automático para poder realizar la foto. Fue necesario comprarme una cámara y esta me costó, nunca se me olvida, siete pesos convertibles, en Holguín. Soy de allá, pero como todo buen oriental que se respete, vine a estudiar a La Habana y me quedé aquí. Ahora estoy en Argentina. Estudié Periodismo en La Universidad de La Habana, mitad Santiago de Cuba, mitad allí.

»Ahí comenzó mi inquietud, cuando empecé a conocer Cuba, a amar el país y a tener mi noción de patria. La patria uno la construye con muchas cosas y una de las que me hicieron amar más mi nación, la obtuve después de haber salido de Holguín, ya de grande.

»Era un chico de ciudad, del asfalto. Iba a las discotecas, pero de ahí no había salido. Venía a La Habana en las vacaciones a ver a mis tíos, pero de verdad conocer una Cuba profunda, experimentar eso que dicen acerca de cómo los cubanos te lo dan todo, incluso el campesino que no tiene nada, observar los paisajes hermosos, la gente solidarizándose con uno, lo empecé a ver después, cuando me decidí a viajar la Isla. Yo sentí la necesidad de escribir eso, pero más que escribirlo, fotografiarlo y, sin proponérmelo empecé a hacer un periodismo muy particular, para mí, no para los medios.

»La fotografía con esa camarita me atrapó y fue un viaje de ida. No sabía si algún día pudiese llegar a vivir de algo como esto y si esa fuera a ser mi carrera, pero supe que de ahí no iba a salir más. No tenía claro lo que quería, pero sí aquello que no quería, y eso era seguir en Socioculturales; lo mío era buscar una forma de aprender, especialmente, fotografía documental, fotoperiodismo, y la vía fue estudiar Periodismo».

Nos habla de su etapa como alumno en la Facultad de Comunicación perteneciente a la Universidad de La Habana. En su tesis sobre el Periodismo Gráfico fungió como oponente el ya fallecido Premio Nacional de Periodismo Liborio Noval. Nos comenta cómo después de su graduación, en el 2008, realizó su servicio social en el periódico Juventud Rebelde.    

«Recuerdo algo que fue una inmensa oportunidad. A los meses de estar ahí se hizo un reportaje grande acerca de un trasplante de riñón. Para mí eso fue un punto máximo; estar dentro y seguir esas historias. Y ese trabajo global, de las cosas expresadas en imágenes y las formuladas en palabras, me enseñó mi primera lección: una imagen NO vale más que mil palabras, la máxima no siempre es acertada, a veces sí y a veces no.

»Mi segunda lección fue que ser profesional no depende de una buena cámara, el profesional es quien está detrás. Hacer buena fotografía es un acto mecánico: velocidad, luz y diafragma. Si sabemos ajustar eso tenemos técnicamente una buena fotografía. Lo difícil en el fotoperiodismo es aprender a mirar. No nos preocupemos por la cámara de diez megapíxeles, preocupémonos por tener algo con qué registrar esa imagen que se nos ocurre, pueda ser una camarita “shopinesca”, como se le conoce popularmente, un celular o la “supercámara”».     

El conmovedor relato visual de Alejandro Quinchú, un joven fotógrafo argentino, fue el primero de los trabajos mostrados al aula de Periodismo de primer año que lo escuchaban en vilo.

«Alejandro ganó con el trabajo hace dos años el Premio World Press Photo, el galardón más importante dentro de este arte. Es muy fácil llegar a un gran acontecimiento donde no había nadie, hacer la foto y tienes la primicia. Ahora, lo difícil es encontrar una buena historia de la cotidianeidad. Su mérito está en que el cuento es el de sus abuelos y en cómo lo armó durante tres años». 

El trabajo muestra los diferentes puntos en la relación de un anciano que cuida a su esposa, quien tiene Alzheimer, hasta que finalmente ella muere. Las imágenes están llenas de un simbolismo espontáneo donde se combinan las desgarradoras escenas de ternura y dolor de una pareja que poco a poco se pierde el uno al otro.

«En el periodismo eso de que tenemos que tratar de mirar: la historia desde afuera está en veremos. Una de las máximas del fotoperiodismo la dijo uno de los grandes, Robert Kappa, el de la Guerra Civil Española. Él fue quien instauró la definición de corresponsal de guerra con “La muerte del miliciano”. Kappa expresó que si sus fotos no son buenas es porque no estuvo lo suficientemente cerca. En mi opinión, por mucho tiempo se malinterpretó esa idea como algo físico, en vez verla como estar involucrado en el hecho».   

Esta máxima está presente en los trabajos de Kaloián en el libro “Con luz propia”, donde se recogen imágenes de su exposición “Cincuenta veces Cuba”, centrada en la enseña nacional.

«Es mi mirada particular, la de un joven cubano, nacido después del triunfo de la Revolución y quien tiene sus grandes felicidades, pero también sus grandes tristezas con su país, volcada hacia lo que sé hacer, realizar fotografía.

«Cuando estaba haciendo mi tesis en el 2008 vi los portafolios de la mayoría de los fotógrafos cubanos aún vivos, de aquellos que cuando triunfó la Revolución salieron a las calles y tuvieron la inmensa oportunidad de fotografiar ese hecho. Viendo las imágenes, me llamó la atención cómo la gente salió a celebrar el triunfo con la bandera cubana, no poniéndola en un pedestal, sino poniéndosela en el sombrero, tatuándosela, haciéndosela un vestido. Decidí mostrar cómo, medio siglo después, todavía se mantiene en Cuba esa mirada acerca del símbolo más allá de todo: más allá de la Constitución, de aquello impuesto en la escuela, de cómo se nos dice que debemos amar y respetar esos símbolos. No es un libro sobre la bandera cubana, es sobre los conceptos que yo fui a buscar de Cuba, donde el hilo conductor es la bandera.         

«Quiero crear sentido con estas fotos, particularmente desde el fotoperiodismo. No busco hacer fotos lindas, pues son, sobre todas las cosas, un medio, una herramienta, a través de la cual quiero hablar, dialogar y, sobre todo, profundizar acerca de las cuestiones preocupantes de la sociedad donde estoy, del país o acerca de los conceptos que me pasan por la cabeza».

Nos cuenta también de Pechito, «un loco lindo», el cual marcó su vida personal y profesional.   

«Durante diez años de su vida vivió en una de las esquinas más famosas e importantes de Buenos Aires, en uno de los barrios más caros. Vivía en un colchón, con un televisor y dos perros, pero era, extrañamente, aceptado por ese estrato social. La gente le daba corriente y cable para que recibiera los canales internacionales. Lo estuve siguiendo por dos años; mi tesis de grado, un documental filmado, se la iba a dedicar a él. De pronto, desaparece. El Gobierno de la ciudad, que es de derecha y quería sacarlo de ahí, se lo lleva supuestamente para un hospital. La gente se tira a las calles y en esa esquina se aglomeran cerca de doscientas personas. Al cabo de dos días lo encontramos en un lugar de la ciudad y a los perros en otro. Apareció en calzoncillos, todo golpeado, deshidratado. Siete días en terapia intensiva y después muere».

Refiriéndose a sus trabajos, expresa: «No me interesa ganar dinero por un proyecto como el de Pechito o como el de las banderas. Para mí, la mayor satisfacción es ser invitado a lugares a exponer, que llamen y me digan: “Queremos publicarte tal historia”, para poder  así darle voz a quienes son  invisibles».

Pie de foto: Para Kaloián Santos Cabrera el mayor premio es poder darle voz a quienes no la tienen.

 

PRESENTAN TRIBUNAL DEL CONCURSO DE PERIODISMO 26 DE JULIO

PRESENTAN TRIBUNAL DEL CONCURSO DE PERIODISMO 26 DE JULIO

MARÍA CARLA O´CONNOR,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

La Habana, 29 de jun (AIN) En la mañana de este lunes fue presentado en la Casa de la Prensa de la capital, el jurado del Concurso Nacional de Periodismo 26 de Julio, que convoca anualmente la Unión de Periodistas de Cuba (Upec).

El tribunal está conformado por profesionales de la prensa de destacada trayectoria pertenecientes a los distintos medios de comunicación con Abel Falcón a la cabeza, periodista de la cadena de radio CMHW de Villa Clara, ganador en múltiples ocasiones de dicho galardón.

Este año concursan 783 trabajos en las distintas categorías: prensa escrita y agencias informativas, radio, televisión, video, fotografía y periodismo digital.

Los asistentes al encuentro dialogaron acerca de nuevas ideas para futuras convocatorias del Concurso, donde resaltó la propuesta de la periodista Iraida Clazadilla, jurado en la categoría de Prensa Escrita, quien propuso abrir un espacio para los estudiantes interesados en participar.

Calzadilla, también profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, recalcó la necesidad de reconocer los aportes teóricos hechos desde el ejercicio de la profesión y que nutren al quehacer periodístico de nuevos enfoques.

Asimismo, Antonio Moltó, presidente de la UPEC reconoció la participación mayoritaria de los recién egresados de la carrera, la calidad de los trabajos presentados por los mismos y dijo: “La vara está alta. El periodismo debe ser útil, necesario y encauzado a donde queremos llegar sin distinción de edades”.

El próximo viernes 3 de julio se darán a conocer los resultados del Concurso en la Casa de la Prensa, sede de la UPEC, sita en la calle 23 esquina I en el Vedado.  

LA HORA DE LA PRENSA CUBANA NO HA LLEGADO TODAVÍA

LA HORA DE LA PRENSA CUBANA NO HA LLEGADO TODAVÍA

Sin tartamudeos ni paños tibios, el Doctor Julio García Luis, Decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, valora la labor periodística en nuestro país.

CAROL MUÑOZ NIEVES Y RODOLFO ROMERO REYES,
estudiantes de primer año de Periodismo,
Facltad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Muy atento nos recibe en su oficina. El cordial saludo es algo innato en este hombre que, con la experiencia de haber trabajado como presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, hoy vela por la formación de las nuevas generaciones de periodistas en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Luego de informarles presentaciones, descuelga los teléfonos para no ser interrumpido. Es en este ambiente familiar donde se inicia una conversación en la que experiencia e ingenio delinean la opinión del Doctor Julio García Luis acerca del periodismo cubano.

-¿Se puede caracterizar a la prensa cubana

como realizadora de un periodismo analítico

y creador o de un periodismo superficial?

Sería injusto incluir a la prensa cubana en esos calificativos. En ningún sentido pienso que es superficial, porque posiblemente es la característica que menos se le podría atribuir. Es innegable que le falta todavía bastante en creatividad, investigación y profundización, pero más que tildarla de superficial, esto le confiere a los temas tratados un enfoque más formal, más propagandístico, más coyuntural.

-¿Y a veces no hay una ruptura entre

la realidad cotidiana y expresión

periodística en nuestra prensa?

 

Ahí radica uno de los problemas mayores del periodismo cubano. La agenda de la prensa no está influida como debiera por la agenda de la gente y sí más influida por la agenda “de arriba”. Es cierto que en todos los países del mundo la agenda de la prensa responde en gran medida a las agendas de los gobiernos, pero esto no es una limitante para que la prensa se alimente con los temas que vienen de la calle. Falta mucho en la agenda nuestra sobre los problemas que preocupan a la gran mayoría de la población cubana.

-Usted hacía referencia hace unos momentos

al espíritu creativo. Al analizar la prensa cubana,

específicamente la prensa escrita, se observan

estructuras y estilos muy similares. ¿Denota esto

falta de creatividad por parte de nuestros

periodistas? ¿Radica en ellos la responsabilidad

de estas deficiencias creativas?

En parte sí, nuestros periodistas pudieran ser más creativos, pero hay mecanismos que han ido frenando sus iniciativas. El periodista está sujeto a regulaciones que tienen que ver con la línea editorial de su órgano de prensa, con las políticas de los periódicos en relación con la cobertura, con los límites de espacio que le imponen en la jefatura de redacción, y todo esto atenta contra la creatividad. Es cierto que los propios periodistas pueden presionar, pueden tratar de ser más agresivos, pero se han acostumbrado a no hacer esfuerzos en vano. Hoy en día el periodista se auto limita y muy raras veces hace algo arriesgándose a que se lo engaveten, porque “ya ese perro lo ha mordido muchas veces”. Así también frena, sin darse cuenta, su capacidad creadora.

-En algunas ocasiones, al hablar sobre la

prensa cubana, se utiliza indiscriminadamente

el término censura. En el prólogo a “Un encuentro

con Fidel”, de Gianni Miná, aparece esta reflexión

de Gabriel García Márquez: “La prensa cubana

es laudatoria y conmemorativa, más parece

hecha para ocultar que para difundir”.

¿Qué opina usted al respecto?

En Cuba no existe lo que se puede llamar la censura en su forma clásica, o sea, esto es cuando un gobierno, en función de sus atribuciones, le impone un censor a un órgano de prensa y le impide al periodista publicar los elementos que van en contra de la ideología del poder censurante. Esta censura, como tal, no existe en Cuba.

En nuestro país existe un mecanismo profesional, un mecanismo de edición, que actúa sobre todo el proceso productivo de la prensa. Se le podría llamar censura, pero en realidad es algo inherente a todos los órganos de prensa del mundo. Mediante un mecanismo, que no es político ni militar, los medios masivos a nivel internacional determinan qué hechos sociabilizar de acuerdo con sus intereses. Desde esta óptica profesional es muy difícil demostrar que la prensa está censurando, pero en realidad toda la prensa censura. En el caso de la nuestra se hace con un mecanismo más cerrado, con menos margen al arbitrio de las direcciones.

-Con todas estas características, ¿cómo se inserta

la prensa cubana en el contexto internacional?

Nuestro periodismo es, sin lugar a duda, el más limpio y el más ético. Esto se debe a la transparencia con que se abordan los temas, ya que la prensa responde a los intereses mayoritarios de la población. Los periodistas cubanos trabajan a partir de valores, sin grandes ambiciones lucrativas. A nivel mundial son los grandes grupos económicos los que controlan a los medios y dominan la opinión pública. Usualmente fomentan un consumo que es banal y superficial, no buscan afirmar una identidad o profundizar realmente en los problemas de la sociedad.

Desde el punto de vista ya netamente profesional no podemos situar a la prensa cubana al mismo nivel de la prensa internacional. Es indiscutible que estamos detrás. El estándar de calidad es superior al nuestro, dan a sus coberturas un tratamiento más riguroso en cuanto a investigación y elaboración. Nuestro periodismo debería, por ejemplo, explotar más las potencialidades de la televisión y de la prensa digital para podernos considerar un periodismo de avanzada.

-Lionard L. Chu, en un estudio sobre el proceso

comunicativo en China, expresó: “La información

sólo es bien recibida (y aceptada) si contribuye

a la ejecución de la política”. ¿En qué medida considera

usted que el periodismo es un instrumento político?

Totalmente. El sistema de prensa es un instrumento que reproduce y fortalece el sistema político. Los modos de articularse con el poder pueden ser variados, en dependencia del régimen, pero no hay duda de que la prensa responde al poder, independientemente de que apoye o no al gobierno imperante. El gobierno es parte del poder, pero cuando se dice poder se incluyen otros términos: el poder económico, cultural. La prensa desarrolla y es parte de ese poder, por lo que responde a él en su expresión más amplia.

-En una entrevista que le ofreciera al periodista

Joaquín Borges Triana, publicada en Juventud

Rebelde el 21 de octubre de 1990, usted expresó:

“Nosotros estamos en un punto en que entendemos

que el modelo de prensa anterior que había en el

socialismo no nos sirve, pero tampoco vamos

a asumir el capitalista. Tenemos que buscar

el nuestro propio”. ¿Logró el periodismo

cubano desarrollar este modelo propio?

Ese modelo socialista al que yo me refería era el modelo dogmático, rígido, de propaganda política que caracterizaba a la URSS y a los países socialistas de Europa del Este. Aunque este modelo no influyó en Cuba de la misma forma en que influyeron otras experiencias soviéticas, tampoco se desarrolló un modelo de prensa que fuera satisfactorio y que superara con creces al modelo capitalista. La prensa cubana se ha visto obligada a actuar en medio de las presiones que nos impone la situación con Estados Unidos, y las propias coyunturas han conducido a que un modelo propio no cuaje nunca. La hora de la prensa cubana aún no llega. La oportunidad para demostrar de cuántas cosas somos capaces en el campo de la prensa y revelar al mundo lo que realmente puede ser el diseño de una prensa socialista no ha llegado todavía.

Diciembre, 2005.

 

LA PRENSA CUBANA ANTE UN CAMBIO DE EPOCA

LA PRENSA CUBANA ANTE UN CAMBIO DE EPOCA

“En Juventud Rebelde debemos acentuar los problemas que impactan en la vida de los jóvenes”, afirma Ricardo Ronquillo, subdirector del diario.

Texto y foto:
MARIO LUIS REYES BETANCOURT,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

En medio del tenso ambiente de una redacción como la del diario Juventud Rebelde, accedió a recibirnos Ricardo Ronquillo Bello, subdirector de este medio, en cuyas páginas, además, ejerce una habitual labor como comentarista. Conversamos sobre los problemas de la prensa cubana actual y sus perspectivas luego del recién finalizado Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba y aunque su discurso se caracteriza por ser muy reflexivo, no esconde el experimentado periodista su pasión al hablar en torno a tales temas.

-Como periodista que ha cumplido diversas funciones

en nuestros medios, ¿qué opinión tiene del

periodismo que se hace actualmente en Cuba?

Tengo una opinión muy crítica del periodismo que hacemos, y no soy el único. En el Congreso de la UPEC traté de demostrar que el periodismo cubano está sufriendo una crisis estructural que tiene distintas dimensiones y, por lo tanto, no podían buscarse soluciones epidérmicas a problemas que estaban muy arraigados, además en un momento especial en el país, porque está produciéndose un cambio en la sociedad como resultado del auge de las nuevas tecnologías y un cambio político trascendental.

Esta crisis, como he dicho anteriormente, tiene distintas dimensiones: económicas, políticas, de credibilidad, del modelo de prensa, lo que no quiere decir que el modelo anterior estuviese totalmente equivocado, lo que pasa es que hay un cambio de época y una época de cambio, ya este modelo no se corresponde con las nuevas circunstancias ni del país ni del mundo. Los medios nacionales han perdido la hegemonía; con el desarrollo de las nuevas tecnologías la gente recibe información por todas partes, entonces no podemos apostar a construir la hegemonía de las ideas revolucionarias como se hacía en el siglo XX, hay que cambiar completamente esas concepciones porque de lo contrario te barre la época.

-Respecto al Congreso de la UPEC hay diversos

criterios; algunos se sienten esperanzados porque

ha sido muy importante lo planteado allí respecto

al perfeccionamiento del modelo de prensa, otros

opinan que es más de lo mismo. ¿Qué usted cree?

El Congreso fue muy importante desde el punto de vista conceptual y  político. En los tres congresos en que he participado se han abordado los problemas del periodismo, pero nunca con tal grado de madurez y profundidad.

Ahora, ese no fue más que un marco en el que la gente propuso hacia donde se debería mover el cambio en el modelo de comunicación del país, ahora hay que concretar ese cambio que es lo más difícil y parte de cambiar las concepciones políticas y mentales que hemos tenido acerca de cómo debe funcionar la prensa.

Estoy satisfecho con el debate por el discurso político, que dijo estar de acuerdo con las apreciaciones expresadas. O sea, hay una coincidencia entre el sector profesional, el político y la sociedad que también exige el cambio. Ahora estamos en una etapa de perfilar definitivamente cómo va a ser ese cambio, Díaz Canel creó un grupo asesor compuesto por periodistas prestigiosos que está haciendo propuestas sobre cuál debe ser el modelo, pero es una transformación estructural, de fondo, y no se puede producir de la noche a la mañana.

Todos parecen estar de acuerdo en hacer una ley de prensa, pero eso hay que construirlo, estudiar otras experiencias, otros modelos, hacer la propuesta, discutirla con los periodistas, con las instituciones, con la sociedad, es decir, son procesos largos. 

-Aún así se percibe en algunos cierto escepticismo…

Este es un sector golpeado por problemas económicos, se ha discutido mucho sobre esto y no se le ha dado solución, lo que ha creado escepticismo entre los periodistas. Se han hecho propuestas de cambio en el pago, pagar por resultados, pero imagino que todo va a ocurrir paulatinamente.

¿Hay lentitud, hay quien no quiere que las cosas cambien? Hay gente que está dispuesta al cambio y otras no, y todas esas fuerzas están interactuando, suponemos que ganen las mejores voluntades, pero no va a ser un proceso fácil, nuestro país vive circunstancias especiales desde el punto de vista político, geográfico, histórico, la complicada relación con EEUU, que destina dinero para subvertir el orden interno, además existe el precedente de la URSS y el este europeo con la glassnot, y todo esto influye a la hora de hacer el cambio.

-¿Qué usted cambiaria en Juventud Rebelde?

Lo primero que quitaría son las sensibilidades que tenemos sobre muchos temas, por ejemplo, me hubiera gustado en estos días hacer reportajes sobre los derrumbes en La Habana, lo abordamos noticiosamente, pero no hicimos un abordaje de fondo y eso tiene que ver con las muchas sensibilidades políticas, económicas, etc. que tiene el periódico y es lo que más pesa en los contenidos.

Hemos tenido una visión por sectores que ha hecho daño, también porque no pocas veces ha provocado que la agenda de las instituciones prevalezca por encima de la agenda pública. Si el periodista atiende sectores crea dependencia de las instituciones del país. Nosotros defendemos la idea de que el periodista no atienda sectores sino temas.

-Cuando se fundó Juventud Rebelde,

el compañero Fidel dijo que este seria

"... un periódico destinado fundamentalmente

a la juventud, con cosas que le interesen a la

juventud, pero que debe tratar de ser un

periódico de calidad y que las cosas que allí

se escriban puedan interesar también a todos

los demás”. A casi 50 años de estas palabras,

¿cree usted que se han cumplido dichas expectativas?

Pudiéramos decir que mucha gente afirma que Juventud Rebelde es el periódico más interesante de Cuba, pero yo creo que este medio como el resto de nuestra prensa está viviendo una crisis estructural, por lo tanto, no hay de que sentirse feliz.

Tenemos que hacer una revisión completa de lo que ha sido esta plataforma, debemos desarrollarnos tecnológicamente, en las políticas informativas, mayor democratización de los contenidos editoriales, acentuar aquellos problemas que impactan en la vida de los jóvenes, que no siempre los abordamos profundamente.

Yo diría que estamos asistiendo a un nuevo nacimiento y este nacimiento tiene que proyectar de forma distinta nuestro modelo de comunicación. Con esa propuesta de Fidel avanzamos durante mucho tiempo, pero la vida nos puso ante un desafío tremendo y hay que enfrentarlo a partir de los cambios que hay que hacer en la prensa en Cuba.

EL TÍTULO EN EL PERIODISMO: PRIMER GRAN GANCHO

EL TÍTULO EN EL PERIODISMO: PRIMER GRAN GANCHO

Iván Morales, joven periodista de la emisora Radio Rebelde, habló a los estudiantes de primer año de Periodismo sobre la importancia del buen titular, tema objeto de su tesis de licenciatura.

PARA ENTRAR CON EL PIE DERECHO. El periodista debe sentirse comprometido con lo que escribe. Debemos acercarnos a la realidad y elaborar títulos que inciten a los lectores a sentirse atraídos por nuestro trabajo, recomendó Iván Morales Morales, periodista de la emisora Radio Rebelde, quien fue invitado para compartir experiencias con el aula de Periodismo Impreso de primer año de Periodismo de la Universidad de La Habana. Morales realizó su tesis sobre la titulación en el periodismo deportivo y no tardó en darse cuenta de lo imprescindible de un buen encabezado en los trabajos. Algunas ineficiencias se han generado a lo largo de los años alrededor de este tema, por esta razón debemos lograr trabajos titulados de forma llamativa, con no más de ocho palabras y con gran intencionalidad, que motive el interés del receptor con solo una primera lectura (Lisandra Aguilar Wong).

EL VAQUERO DE LAS LETRAS. Hasta hace poco más de seis meses estabas sentado en nuestra misma aula, Iván, recibiendo nuestras mismas asignaturas y luchando, desde tu rinconcito, con los mismos miedos y monstruos a los que nos enfrentamos nosotros: las pruebas, los correteos a los entrevistados, la no tan lejana tesis… Te confieso, y creo que hablo en nombre del aula, que un viernes por la tarde, después de una exhaustiva semana, solo quieres llegar a tu casa (aún más añorada si no vives en La Habana) y nadie está para charlas motivacionales, pero tú nos convenciste con tu chispa y lograste mantenernos motivados durante la fugaz hora que duró tu conferencia; más que todo, porque conseguiste que nos identificáramos contigo. De veras que fue interesante escuchar cómo te las arreglaste para tratar en tu tesis el tema de la titulación en los diarios cubanos, sobre todo, en el área deportiva, pero también lo fue reírnos con las historias de tus primeros meses en la radio, siendo el “plancton”, como lo seremos nosotros dentro de poco; e incluso, tu anécdota de cómo te batiste con tu jefa por no saber nada de economía, y la lección que te diste a ti mismo al obligarte a aprender al respecto, cuando lo tuyo era el deporte. Gracias por los consejos para titular: hacer como los vaqueros para enlazar ideas en un buen y breve título, por hacernos pasar un rato tan agradable e instructivo, pero, sobre todo, gracias por hacer espacio de tu tiempo para nosotros. De verdad, ¡vuelve cuando quieras! (Dahomy Darromán Sánchez).

EL TÍTULO SE ROBA EL SHOW. En todos los libros de estilo en las redacciones se hace gran hincapié en la entrada, el cuerpo y el final como las partes fundamentales de una redacción. El inicio, porque es el que motiva al lector a continuar la lectura; el cuerpo, porque trae implícita la situación problemática alrededor de la cual se desarrolla la historia o noticia que estés elaborando; y claro, el final, porque es el que debe dejar al lector complacido y presto a sacar sus propias conclusiones. Pero también la titulación, que es una de las partes más difíciles al escribir, porque lo primero que se lee es el título y si no sugiere ni llama la atención, pues el receptore ni siquiera continúa. De acuerdo con el periodista Iván Morales Morales, el título es quien se roba el show porque es el que ofrece una primera impresión del escrito, por ello nuestra prensa debe mostrar más apego a la imaginación en cuanto a redactar más titulares que impulsen al público a una lectura continua y cautivadora (Irelys Serrano Acosta).

MIRADA JOVEN A LA TITULACIÓN. Graduado hace apenas un año, Iván Morales volvió a la Facultad para comentar a los estudiantes de primero de Periodismo cómo mejorar la titulación, tema que desarrolló en su tesis. Desde una perspectiva muy personal, con tono elocuente y una mirada joven, nos explicó las diferencias entre lo que aprendemos en la Academia, "el deber ser", y lo que hacemos luego cuando trabajamos en algún medio, donde asumimos un compromiso, una responsabilidad social con las personas que nos leen y confían en nosotros. Compartió con nosotros datos sobre su tesis, las investigaciones que realizó, las consultas a los periódicos de diferentes años y cómo el titular se convierte en el gancho, en lo que “más vende" de la noticia. De un modo jovial, nos aconsejó leer varias veces nuestros escritos hasta entender el contenido que abordan, así como resumir en una sola idea lo que escribimos. Aunque lo más importante es lograr los títulos con ingenio y creatividad (Cinthya García Casañas).

QUE LES PONGA TÍTULO IVÁN. Iván Morales sí sabe cómo poner un título. Eso lo demostró en el conversatorio que tuvo con nosotros la pasada clase. Su tesis fue sobre la titulación en la prensa cubana, fundamentalmente en el plano deportivo. Nos puso cada ejemplos que daban pena, pero también habló de otros que estaban geniales, como el de Chuky. Iván vino a demostrar lo que ya la profe Iraida nos había dado en teoría, que si un título no es bueno, no se puede enganchar a ningún lector. Ahí permanecimos tan atentos a las palabras de este periodista que el tiempo voló y se nos fue la hora. Al final, una foto de todos mis compañeros junto a la profe y el reportero invitado, fue la evidencia de que hay muchas maneras de dar una buena clase de periodismo. Yo, personalmente, doy gracias por esta mediante unas líneas y como muestra de gratitud voy a pedir: que les ponga título Iván (José Antonio Rigual).

ENCUENTRO DESDE LA SINCERIDAD. Después de una prueba de Gramática quedan pocas neuronas vivas, más cuando llevas una noche sin dormir y una semana agotadora, y si eso no basta, creo que decir que eran las 4.00 pm de un viernes lo resume todo. No fueron esas circunstancias un impedimento para Iván. Él llegó con la profesora, y parecía uno más entre nosotros. Su rostro joven y vivaz no lucía las secuelas de la prueba de Gramática, pero sí reflejaba las mismas inquietudes que nos asechan a los de primer año. Comenzó bien, hablando de titulaciones y de su tesis. No duró mucho. Su conversación variaba a la vez que daban vueltas las ideas en su cabeza. Cada anécdota, curiosidad y chiste que compartió mostraron la identidad de Iván: un joven preparado, talentoso y con ganas de hablar. Aprendí mucho con él, y no solo de títulos, sino del periodismo en sí. A él las gracias, y a Radio Rebelde, por dejarlo llegar hasta la Facultad (Mónica Lezcano Lavandera).

UN TÍTULO DEFINE SI EL LECTOR LEE O NO UN TRABAJO. A veces, tengo dificultad para titular mis trabajos periodísticos. Termino de escribir, leo y releo las palabras frente a la computadora. No logro encontrar un nombre adecuado para lo que redacto, le pregunto a mis compañeros de grado si les parece bien mi título, lo cambio hasta dos veces, sin conformarme con alguno. Un título define si el lector lee o no un trabajo que hagamos. A esa reflexión me llevó el periodista Iván Morales Morales, cuya tesis de grado fue sobre la titulación periodística, con el diálogo que estableció en el aula de primer año de Periodismo, con nosotros los estudiantes, me di cuenta de lo valiosa que es la asignación de un nombre adecuado a una redacción. Antes me conformaba con un título informativo cuando se me agotaban las ideas, ahora intento buscar uno llamativo, algo diferente que a su vez indique al lector el tema de lo que escribo, no siempre es fácil, pero me esfuerzo no solo por mejorar mis habilidades de redacción, sino también por lograr mejores nombres (Laydis Soler Milanés).

IVÁN REGRESA A LA FACULTAD. En un encuentro dinámico y en el que predominó la verdad encendedora de las nuevas generaciones, Iván Morales, joven periodista de Radio Rebelde, explicó a futuros colegas, cursantes del primer año de esta carrera, la importancia que tiene hoy un comunicador para la sociedad. “La preparación que tenga un periodista o comunicador en general, será definitoria para alcanzar la aceptación del público, porque precisamente el público es el que juzga nuestros trabajos y saberes”, dijo. También abordó sobre su tesis de grado, la cual estuvo vinculada al correcto uso de la titulación en la prensa impresa. Aconsejó, además, que los periodistas de las nuevas generaciones deben exigir su lugar en la medida que se lo vayan ganando, y esto solo se logra con esfuerzo y con una inmensa avaricia por el conocimiento. El encuentro tuvo lugar el día 2 de mayo de 2014, en la sede la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (David Rodríguez Sánchez-Galarraga).

MUCHOS  TÍTULOS PARA IVÁN. ¡Al fin, viernes! Esta semana, si bien no tuvimos que andar La Habana al estilo de Eusebio Leal para contactar con las fuentes del reportaje, sí estuvimos muy tensos por la prueba de Gramática. Una vez que salimos del “tormento”, con caras no muy convencidas y ningunas intenciones de comentar, llegó la profe Iraida. Otro invitado. Otras diez líneas, fue lo primero que pensé, entre tantos trabajos y pruebas que nos trae mayo. Pero enseguida cambie de opinión. Esta vez, el encuentro fue muy dinámico. Que si los títulos, que si las crónicas al Gabo, que si las tesis, que nuestros periódicos. Iván Morales Morales, periodista de Radio Rebelde, alumno de la profe, recién graduado, no ha sido el primero que nos ha dicho y vuelto a decir muchas veces en una hora, que el título es el gancho, es la oportunidad que tenemos para atrapar al lector. La hora prevista se nos fue muy rápida. ¡Una lástima! Se notaba que sabía de lo que estaba hablando. Al final, la foto, dos veces, por precaución: va para el blog de la profe, en Internet, y tenemos que quedar bien; por más que intenté ponerme cerquita de Iván, no pude, otra lástima (Adriana B. Rosa Peralta).

PESCA NO SOLO DEPORTIVA. No sabía que los periodistas tenemos que conocer las técnicas de la pesca. Constantemente nos dicen la importancia del gancho, del anzuelo para atraer. Y es que, desde el inicio de cualquier texto periodístico, con el título, debemos cautivar a los receptores. Sobre eso, Iván Morales Morales, reportero de Radio Rebelde, conversó con los estudiantes de primer año de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. El recién graduado comentó las características de un titular. Expuso que deben ser creativos porque erróneamente se califican como algo mínimo. Aconsejó el valor de no ceñirse en uno específico, sino pensar en varios para escoger el mejor. El visitante señaló que el tema de su tesis fue la titulación en el periodismo deportivo. Para desarrollar la investigación analizó los diarios Granma y Juventud Rebelde, además del semanario Trabajadores. Seleccionó opiniones de profesores nacionales e internacionales. Un ejemplo, Antonio Moltó, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), abordando el tema de la repetición de los titulares y su poca creatividad, expresó que existía, a nivel general, “una desprofesionalización en los medios”. Morales también abordó la significación de mantener la ética profesional con las fuentes: “No puede haber ningún compromiso”, afirmó. Concluyó alertando que no solo en el periodismo deportivo, sino en todas las ramas de la profesión, “un buen título es la clave para el buen comienzo” (Rogmary García Sánchez).

IVÁN Y EL TITULAR. ¿Quien dijo que el titulaje no importa? Posiblemente sea lo más importante si un periodista pretende que lo lean. La profe Iraida Calzadilla siempre hace un gran hincapié en los titulares, tienen que atraer al público. Recuerdo con mucho placer la conferencia de Iván, ex-estudiante cuyo apellido no logro recordar, quien departió de forma excelente con nosotros acerca de los títulos. Pero no fue lo mismo de las clases, él habló de cómo se titula en los medios nacionales, pues sobre ese tema realizó su trabajo de diploma. Fue muy interesante conocer cómo analizó palabra por palabra, literalmente, cada frase utilizada como título. Me demostró que hasta los grandes tienen errores y no todo lo que se hace en los medios es bueno. Para él, mis respetos, pues “ir en contra de la corriente” y analizar lo que nadie nunca ha hecho es una tarea que requiere de mucho valor, me inspira. Espero que cada día haya más intrépidos como Iván, ese ex-estudiante cuyo nombre no logro recordar (Alain Mira López).

LO QUE PENSÉ QUE SERÍA Y NO FUE. La conversación comenzó tratando el tema de la titulación deportiva, asunto abordado por nuestro invitado, Iván Morales, en la defensa de su tesis. Cuando escuché la palabra “deporte”, pensé que no me agradaría la charla, pero lo cierto es que no es bueno adelantarse a los acontecimientos porque, al final, terminó siendo uno de los encuentros en los que más he disfrutado y he aprendido, pues, de título en título, terminamos en un popurrí de cuestiones fundamentales para la carrera en general como la ética en nuestros trabajos, la originalidad, la responsabilidad y el apasionamiento por todo lo que hagamos. Sin duda, Iván cuando hablaba trasmitía esa pasión que, estoy segura, siente cada día cuando llega a la emisora Radio Rebelde, centro donde trabaja hace tan solo un año. Sin obviar lo novedoso de las investigaciones de Iván en una cuestión tan poco estudiada como lo es la titulación deportiva, risas, experiencias y emociones se conjugaron en aquella tarde que prometía ser, por lo menos para mí, un poco aburrida, pero que, por suerte, no lo fue (Mariana Baffil).

TARDE DE TÍTULOS. No puedo contar las veces que habíamos hablado de la titulación periodística, al punto de pensar que no quedaba nada nuevo. Casi dos semestres hablando de lo mismo ya me eran suficientes. Cuando anunciaron que ese sería el tema a abordar por Iván, el invitado de la tarde, pensé que me aburriría un poco. Me imaginaba a un señor mayor, con años de experiencia, indicando en su labor tautológica cuándo deben usarse títulos informativos, genéricos o llamativos. Pueden imaginarse la sorpresa que me llevé al encontrar un joven que habla con “bastante alegría” de cuán malos podían ser algunas veces los encabezados en nuestra prensa, o de la aceptación que podían tener otras. Si mi profesora de Redacción lo escuchara diría, para justificarlo, que es un hablante ideal. Y sí, quizás lo era, porque superó nuestras expectativas de la tarde, se ajustó a nuestra “jerga” y dejó a muchos pensando en cómo lograr un título llamativo, de esos que hagan que “Chucki se ponga diabólico” (Elianys Justiniani Pérez).

LA TITULACIÓN EN UN ENCUENTRO. Iván Morales, joven periodista, visitó hace poco el aula de primer año de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Se reunió con nosotros para explicarnos la importancia que tiene hoy en día la titulación. El tema de su tesis fue específicamente como ponerle títulos a las noticias deportivas, pero nos mostró como esto se puede aplicar a todo el periodismo. Trajo ejemplos de malas titulaciones y de buenas. Logró de una manera amena y bien entretenida explicarnos la importancia de los títulos. Rememoró, al estar en la Facultad, sus días de estudiante y aclaró, además, que debemos aprovechar estos momentos en la Academia porque luego cuando seamos trabajadores de algún medio va a ser muy difícil desempeñarnos en lo que más nos gusta. Se despidió no sin antes tomarse una fotografía con nosotros, que guardaremos siempre como muestra de un buen encuentro (Alianet Beltrán Álvarez).

SIMPÁTICAS ANÉCDOTAS DE IVÁN. Sentados en el aula, no nos queda otro remedio que dar clases hasta casi entrada la noche después de un fatigoso día. Todos tenemos cosas que hacer –ya sea en la beca o en nuestras casas-, sin embargo, debemos permanecer firmemente aferrados a nuestras sillas, imponernos al sueño y no desertar de las clases. Para evitarnos estas sensaciones tan desagradables y poco saludables, deberían cumplir con la ya declarada “única sesión” o, simplemente, traer al aula más seguido a jóvenes periodistas como los que se dan un paseíto por la Facultad ante los pedidos de la profesora Iraida. Esta vez fue el turno de Iván, el muchacho que supuestamente nos fue a hablar del raro (aunque interesante) tema de su tesis: los títulos en el periodismo deportivo en Cuba. Sobre más de una barrabasada cometida en nuestras redacciones nos habló. Pero el fuerte de tan ameno diálogo no fueron aquellos titulares tan graciosos (“Todo es natural, nada es silicona” o “Chucky se puso diabólico”), sino los consejos que nos dio para que pasásemos, con la menor cantidad de contratiempos, los cinco años de la carrera, a la vez que nos advertía cómo era la vida de un recién graduado, de un neófito profesional de la comunicación (Darío Alemán Cañizares). 

VAMOS A REDACTAR UN TÍTULO. El viernes de la semana pasada, nosotros recibimos una conferencia en aula de Periodismo Impreso, con la periodista de Radio Rebelde, Iván Morales. Hay muchas informaciones interesantes que significan mucho para los estudiantes, y este encuentro sirvió para que él explicara cómo se hace un título, lo cual es motivante.  Fue muy interesante porque tuve la suerte de conectar con un periodista que promete ser talentoso. Él compartió con nosotros sus conocimientos mediante ejemplos de grandes periodistas. Creo que esta reunión es un regalo muy bonito para las periodistas del futuro y que puede servir de gran provecho en su carrera. Además, ahora nosotros sabemos cómo se hace una tesis sobre el título periodístico. Ahora tengo el sueño ser una periodista famosa (Nga Tran Thu (Nina).

NECESIDAD CONGÉNITA. Un bolígrafo y algunas hojas virginales pueden ser, además de la información, los rudimentos necesarios para que el más hipotético de los periodistas trabaje, pero en mi caso eso no bastaría. Una taza de café, la fría y pragmática pantalla de la computadora, silencio absoluto y varios minutos de reflexión, pudieran ser también reclamos razonables para construir con palabras la noticia, pero eso tampoco me sirve. Tengo, como necesidad congénita y primeriza del acto de la escritura, la búsqueda y el descubrimiento de un título para las palabras que al ser escritas, como paradoja de su esencia, reclaman un nombre. Quizás por eso me gustó tanto la clase  en la que el periodista Iván….  nos comentó sus venturas y desventuras en el empeño de hacer la tesis sobre la titulación, tema poco abordado desde el campo teórico y bastante azaroso en la práctica. Contó cómo revisando nuestra morgue, la hemeroteca, descubrió cadáveres bastante descompuestos, incluso antes de perder el calor de la imprenta y otros que, aunque muertos, suelen resucitar al ser leídos por lo que de frescura y genialidad que conservarán siempre. Habló, además, del silencio con que algunos respondieron a su trabajo y de la necesidad de que el titulaje sea la esencia de la noticia, para que, como verdadera esencia, seduzca y cautive más por lo que sugiere que por lo que explicita. Así, la tarde del viernes se fue otra vez al ritmo inalterable de las manecillas del reloj y la clase, aunque captada por la lente de la cámara, se quedó también aquí…en estas líneas que la memoria escribe (Jorge Nava Quintero).

¡HAY QUE APRENDER COSAS NUEVAS! En la clase del 2 del mayo, 2014, tuvimos un encuentro muy interesante con el periodista de Radio Rebelde, Iván Morales, quien hasta hace apenas unos meses era estudiante de Facultad de Comunicación. En la conferencia, entendí más sobre la importancia de la titulación y la manera de hacer  una titulación de calidad. Además, Iván nos compartió sobre su experiencia en la emisora Radio Rebelde. Me impresionó que él tuviera que trabajar en la parte de la economía, aunque su deseo sea del deporte y no sabía nada de ese primer sector. Pero al fin, todo salió bien, él trabajó y aprendió mucho, también tuvo las ayudas de sus compañeros del periódico, pero lo más importante es que ahora a él le gusta trabajar y escribe bien en el ambiente de la redacción Nacionales. Un periodista tiene que aprender y saber muchas cosas desde los años en la Universidad, y también es esencial para ser un periodista que pueda trabajar en cualquier medio y en cualquier circunstancia. Tenemos que estudiar mucho para tener un fundamento para la carrera en el futuro (Phuong Vu Lan (Olivia).

UN TÍTULO CUALQUIERA. Nuevamente tuvimos invitado. Es un exalumno y apenas se graduó el año pasado. Incluso, supimos en qué asiento se sentaba, pero lo más importante es que se identifica al máximo con nuestras inquietudes actuales. Vino a hablarnos de su tesis; podría parecer que fue una tarde aburrida, pero para nada. Se olvida de lo que había planificado y termina teniendo una conversación con nosotros como si volviera a ser alumno de la profesora Iraida y un compañero más de los estudiantes de primer año de Periodismo. Su trabajo de graduación fue acerca de la titulación. Lo que podría parecer un tema sencillo, influencia hoy en cómo se percibe la prensa escrita en Cuba y el mundo. Nos cuenta todo por lo que pasó para llevar a cabo el proyecto y finalmente da consejos para realizar esta difícil parte de nuestro trabajo. El tiempo que le dedicamos en nuestra clase se fue corriendo. Nos quedamos con ansias de seguir conversando. Recuerda con alegría el momento de tirarse la foto con el invitado. Se marcha caminando por los pasillos de la sede de FCOM como si no hubiera pasado un año de su graduación. Fue una tarde de recuerdos (Wendy García Marquetti).

LOS  TÍTULOS EN EL PERIODISMO. “Un buen título puede salvar un trabajo”, así comenzó nuestro encuentro con Iván, periodista de Radio Rebelde, invitado el 2 de mayo del 2014 al aula de primer año de Periodismo de la Universidad de La Habana, por la profesora Iraida Calzadilla. Esta vez la conversación giró en torno a los títulos en los trabajos periodísticos. Nunca imaginé que un titulo fuese tan importante en un texto. Para mí los títulos solo embellecían, pero ahora me doy cuenta de que un titulo puede influir en todo lo escrito debajo de él. Iván, realizó su tesis sobre la titulación en el periodismo deportivo, sonará descabellado, pero sin duda, es un tema  muy interesante y polémico. No tardó en darse cuenta de lo imprescindible de un buen encabezado en los trabajos. Nos aconsejó que tuviéramos mucho tacto a la hora de escribir un título para algún trabajo periodístico y que si se nos ocurriera algún día hacer un trabajo con un tema poco común, por muy loco que parezca, que sigamos adelante, aunque todo el mundo diga que no tiene sentido, porque “siempre todo  tiene sentido” (Leanny Vistel Pérez).

UN BUEN PERIODISTA ES UN COMO UN MULTIMEDIA. En la tarde del 2 de mayo, tuvimos una conferencia muy útil por Iván Morales, quien era estudiante de la Facultad de Comunicación como nosotros ahora. Él nos transmitió muchas experiencias logradas durante su trabajo en la emisora Radio Rebelde. Contó sobre su caso, pues le gusta el deporte, pero tuvo que escribir del sector de la economía, en la que no tenía muchos conocimientos. Pero, sobre todo, con la ayuda de sus compañeros en la emisora, Iván aprendió y alcanzó buenos resultados. Nos dijo que para ser un periodista hay que saber mucho y siempre estudiar, especialmente desde el tiempo en la Universidad. A través de este encuentro, tuvimos un punto de vista nuevo: un buen periodista es un como un multimedia, que puede trabajar con sus saberes en cualquier medio (Oanh Dinh Van (Oany).

UNA HABILIDAD PERIODÍSTICA. Un periodista profesional debe tener flexibilidad en su carrera. Esos presupuestos relacionados con el tema fueron presentados por Iván Morales, invitado por la profesora de Periodismo Impreso, Iraida Calzadilla. Aunque es apasionado por el deporte, su trabajo actual es escribir sobre otros temas, por eso nos transmitió sus experiencias bisoñas sobre cómo escribir, entrevistar, arreglar ideas, poner títulos y, especialmente, dar opinión propia. Dijo que nunca podemos olvidar los elementos claves que nos caracterizan como profesionales de la información, entre ellos, los valores noticias, la verdad de nuestras fuentes y el respeto por las mismas (Linh Nguyen Hoai).

NO SIEMPRE VAMOS A HACER LO QUE QUERAMOS. Siguiendo la invitación de nuestra profesora de primer año de Periodismo, Iraida Calzadilla, fue Iván, un joven periodista que ha profundizado sus estudios en el tema de la titulación dentro de la prensa, a nuestra aula de FCOM a hablarnos sobre este tema. Los resultados de una investigación hecha por él, arrojaron que en nuestros medios se trata muy mal este aspecto, títulos mal elaborados, que no dicen nada, que se repiten en el mismo medio, e incluso, por el mismo periodista. Nada, que esto hay que evitarlo y empezar por nosotros, que somos el “futuro”. Además, Iván nos advirtió que no siempre vamos a hacer lo que queramos en esta profesión, por lo que tenemos que adquirir la mayor cantidad de conocimientos a lo largo de la carrera, imaginen, él que siempre fue apasionado de los deportes, lo enviaron en su medio de prensa para los temas económicos (Mario Luis Reyes Betancourt).

LA TITULACIÓN Y SUS RETOS. La titulación periodística es, sin duda, uno de los mayores retos a los que se tiene que enfrentar el periodista diariamente. Existen muchas teorías para realizar un buen título, pero la genialidad del periodista y la destreza que lo acompañan son los mejores aliados. Así narra Iván, un joven graduado de Periodismo en el año 2013, quien dedicó su tesis a este tema. Haciendo uso de un lenguaje joven, el periodista explicó cómo realizó su trabajo y los contratiempos a la hora de realizar su tesis, los que iban desde la aceptación de su tema hasta la bibliografía a consultar. La titulación aún sigue dando mucho que decir, pero sin duda, Iván, como le recordamos todos, marcó con su investigación un punto importante en el arduo mundo de la investigación de estos temas (Claudia Pérez Vila).

HABLAMOS EL MISMO IDIOMA. Cómo no entendernos, si hablamos el mismo idioma. Esa es la lengua de la juventud, cálida y llena de espontaneidad, alejada de los protocolos y enemiga de los papeles por los que guiarse. Esa fue la relación entablada de inmediato, cual sinapsis neuronal, entre los estudiantes de primer año de Periodismo, de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, y el recién graduado Iván Morales, de Radio Rebelde. Al principio, anunció que nos iba a hablar de la titulación, tema sobre el que versó su tesis, pero los entresijos de una conversación entablada entre iguales, lo llevaron a transmitirnos sus experiencias en el sendero que ya él recorrió y que se nos muestra a nosotros como una meta futura (José Manuel Pérez González).
 
TODO TIENE SU PRINCIPIO. El curso llegaba a su fin, lo meses se habían alejado con un miedo comprensible. Cansados de tantas tachaduras en el almanaque, de los momentos compartidos, de los millones de letras descuidadas, las miles de líneas y los cientos de párrafos, nos hicieron recordar que todo, como mismo empieza, termina. Y así, mientras conversábamos sobre las tareas que se nos acercaban y todas la que se iban, la profe nos trae otro invitado. Por nuestras aulas pasaron premios nacionales de periodismo, fotógrafos, antiguos estudiantes, periodistas de Bohemia, Granma, Juventud Rebelde y Verde Olivo. Sin embargo, este intruso tenía algo peculiar. Es de corta estatura, pero todos sus centímetros parecían tener el doble de la energía aconsejable. Hablaba rápido, sin atropellar palabras, pero tirándolas una detrás de otra. Miraba a todas partes como buscando anécdotas o recordando sus días de estudiantes en un aula calurosa como la que ahora detalla con precisión. La conferencia de Iván, como se llama el invitado, demostraba la relevancia de los títulos en los trabajos periodísticos, sus particularidades según los géneros, los cambios sufridos a través de los años en los medios de comunicación cubanos, y los problemas acarreados por esta obsesión con el titulaje, que casi le cuesta la tesis. La disertación venía de la mano de historias, comentarios casi humorísticos, consejos con vocabulario juvenil, gestos de nerviosismo e hiperactividad. “Muchachos, aunque su intención sea captar al lector, no pueden prometer ‘pescao’ en el título para dar ‘pollo’ en el cuerpo”. Esta frase lo resume todo, su posición ante la titulación periodística, su carisma y nuestra sorpresa tras escuchar tales lecciones. La Academia exige cierta objetividad y responsabilidad en el estudio y seriedad durante la exposición de ideas, pero a veces nos demuestra que entre las risas también se defienden posiciones, se respaldan hechos y se culmina una lección pedagógica. A Iván no le hubiera gustado que este texto improvisado no guardara relación con el título, así que vamos a terminar con algo así: digamos que este semestre fue nuestro epígrafe, segundo año será el título, tercero, el lead o la entrada, cuarto, el cuerpo, cuya construcción se aconseja cronológica, pues la pirámide invertida en un curso escolar podría resultar problemática y finalmente quinto año, sería el cierre. Por lo tanto, para lograr un escrito periodístico consecuente, se debe prometer lo que podemos cumplir. La maestría no se adquiere en los predios, pero los deseos de superarse, de sorprendernos, deben aparecer desde el inicio. Debemos querer ‘pescao’, aunque sepamos que todos los fines de mes lo que toca por la libreta es ‘pollo’. Aunque no exista la perfección, trabajemos como si fuera alcanzable (Zulema Samuel del Sol).

APRENDER, REÍR Y DISFRUTAR. "Me siento algo extraño porque no hace ni siquiera un año que estaba sentado en esta misma aula", expresó el joven periodista Iván Morales al iniciar su tertulia acerca de la titulación con los estudiantes de primer año de Periodismo. La conversación se tornó en un intercambio de ideas entre Morales y sus futuros colegas, quienes pudimos aprender, reír y disfrutar de increíbles anécdotas. Con ejemplos y vivencias suyas, Iván nos brindó importantes herramientas para titular de forma atractiva y perspicaz nuestros trabajos. Llegue a él el agradecimiento de cada uno de los estudiantes que con gran placer lo escuchamos y aprendimos de sus experiencias (Rocío Ramos Suárez).

EL TITULAJE EN EL PERIODISMO. Iván Morales Morales, periodista de la radio, nos visitó para hablarnos sobre el titulaje periodístico. Entre otras aristas explicó la necesidad de titular correctamente los trabajos, de adecuar al contenido de la información el tipo de título que favorezca su interés. También comentó la necesidad de aumentar el número de títulos atractivos en nuestros medios nacionales y caracterizó un buen titular como breve y sugerente. En un segundo momento expuso varios ejemplos de buenos y malos titulares. Aseguró que el género en que se escriba un trabajo no es impedimento para utilizar cualquier tipología de las existentes y que de la creatividad del periodista depende el éxito de un título (Walkiria Juanes Sánchez).

TAREA DIFÍCIL. Titular es probablemente de las tareas más difíciles a la hora de hacer un trabajo periodístico, sobre todo, si se están dando los primeros pasos en el mundo de la prensa.  Sintetizar tantas ideas en una línea y, además, hacerlo de forma atractiva, puede convertirse en toda una Odisea. Unos dicen que lo conciben antes del resto del trabajo y otros que después, las opiniones acerca de sus características varían. Es todo un reto, incluso, para los no tan principiantes. Iván llegó hablando de títulos y de deportes. Solo por ello se había ganado la atención de una buena parte del grupo. Pero no bastó con eso y nos contó, explicó, relató y ejemplificó haciéndonos reír y dando una clase completamente diferente, útil y divertida (Ania Terrero Trinquete).

UNA TARDE CON IVÁN. Esta semana nos acompañó Iván Morales Morales, joven periodista recién graduado de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. En los habituales encuentros que la profesora de Periodismo Impreso, Iraida Calzadilla, nos prepara con sus antiguos alumnos, esta vez compartimos experiencias respecto a los títulos con alguien a quien este tema le llega muy de cerca. Dado que su tesis de graduación fue elaborada sobre la base de la titulación deportiva, mucho tenía que contarnos Iván, pero como buen periodista al fin, no solo habló de cómo nombrar un texto, sino que también expuso varias experiencias que atesora ya en su corta experiencia profesional. Con la esperanza de algún día regresar nosotros también a estas aulas una vez graduados, despedimos el diálogo, más que conferencia, que se fue como en un suspiro, así como se acaban de rápido las cosas agradables (Yohandra Portelles Quevedo).

EL ANZUELO DE LAS LETRAS. ¿Qué se puede decir que no se haya dicho del titular? El gancho inicial, la garantía de que te lean o no y, a la vez, un compromiso de no traicionar las expectativas del lector sobre el tema a tratar. Claridad, brevedad y atractivo, son las fórmulas ineludibles para construir un buen título. Todo esto pudimos conocer o reafirmar en la voz de un joven periodista, Iván Morales Morales, que, invitado por la profe Iraida, compartió sus experiencias sobre la utilidad de este componente esencial en la prensa. El hecho de ser un tema de medular importancia y gran desconocimiento a la vez, impulsó a tomarlo como eje central de su tesis de grado. En ella, según nos contó, realiza un análisis exhaustivo para comparar el antes y después de periódicos como Granma y Juventud Rebelde. Reconoció que, sin dudad alguna, persisten muchas deficiencias en la creación de frases llamativas, libres de eslóganes o manidas exhortaciones. Finalizó con útiles consejos ofrecidos por Tomás Lapique acerca del enlace de ideas mencionadas en un texto con el titular y que este podía surgir lo mismo antes de construir la información que después de redactarse (Adiel Guevara Rodríguez).  

 

INTERNET Y SU EFECTO GLOBALIZADOR: LIBRO DE LA ESCUELA MOTIVA ESTUDIO EN UNIVERSIDAD DE LA HABANA

INTERNET Y SU EFECTO GLOBALIZADOR: LIBRO DE LA ESCUELA MOTIVA ESTUDIO EN UNIVERSIDAD DE LA HABANA

Escrito por Extensión Periodismo. Publicado en Académicos, Destacados

Publicado en Julio 21, 2014

Blogcuba Diálogo por Internet con profesor Fernando Rivas fue recogido en el blog de la asignatura de Periodismo Impreso: http://islalsur.blogia.com/

2014/070303-rivas-pone-los-diarios-arriba.php

Los efectos de una sociedad globalizada y del impacto de las redes digitales de comunicación y del conocimiento se  evidenciaron en estos días cuando concluyó el semestre en la Facultad de Comunicación de la Habana, Cuba, y fueron expuestos los resultados de las investigaciones de los alumnos de primer año de la profesora Iraida Calzadilla, en su blog www.islaalsur.blogia.com. Dos de esos trabajos fueron el fruto de sendas conversaciones e intercambio de ideas sostenidas por los alumnos José Antonio Rigual y Mónica Lezcano Lavandera con el profesor de nuestra Escuela, Fernando Rivas Inostroza, a partir de la lectura del artículo de éste denominado “La prensa escrita como documento histórico: cuidado, prevenciones y consideraciones”, publicado en 2009, en el libro “Analizando los medios y la comunicación: teoría y métodos”,  perteneciente a Periodismo PUCV.

La profesora Calzadilla, tras publicar el resultado de dicho intercambio, agradeció la voluntad mostrada ante las inquietudes de sus estudiantes: “Estimado profesor, mediante esta vía deseo agradecer su gentileza al responder cuestionarios de dos estudiantes de Periodismo a quienes les imparto docencia. Sus trabajos publicados en la red son parte de nuestro objeto de estudio, pues particularmente me intereso por la producción teórica latinoamericana. Mi área de investigación es la del periodismo interpretativo -con énfasis en la nota interpretativa-, y el periodismo retrospectivo”.

http://islalsur.blogia.com contiene los trabajos de la asignatura de Periodismo Impreso, desde 2006. A su vez,  el estudiante José Antonio Rigual, quien ha publicado ya algunos artículos para el diario nacional Juventud Rebelde www.juventudrebelde.cu, manifestó: “Primero quería darle las gracias por ser tan cortés y responder a mis preguntas, pues pude terminar con cinco ese trabajo y me lo publicó la profesora en internet. Muchas gracias de nuevo y sepa que estoy en deuda con usted. Un saludo y siga dotando al mundo de sus conocimientos. Que tenga muy buenas vacaciones. Abrazos desde Cuba”.

El texto que motivó las indagaciones de los estudiantes cubanos fue principalmente el párrafo referido a que  “las publicaciones periódicas van dando curso a determinados acontecimientos en sus páginas, las que sirven al deseo ciudadano de estar informados o al tanto de lo que pasa y una vez que su corta vigencia expira se convierten en documentos que reflejan una época y que suelen mantenerse como depósito de un presente que siempre se escapa”.

Sobre esto ambos estudiantes preguntaron:

Para usted, ¿es el periodismo un reflejo exacto de la realidad?

¿Considera que la prensa actual satisface realmente la necesidad informativa de la población?

En su país, ¿de qué tipo de medios (impresos, televisivos, radiales, digitales) las personas consumen más información?

¿Cree que todos los trabajos periodísticos pueden ser analizados como fuentes documentales una vez pasado el momento “caliente” de  la noticia?
¿Qué género facilita mejor una búsqueda de información “fría”?

Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, ¿considera que pudieran perder los medios impresos su valor?

El resultado de este diálogo se puede ver directamente en http://islalsur.blogia.com/

2014/070303-rivas-pone-los-diarios-arriba.php

Tomado de: http://www.periodismoucv.cl/

internet-y-su-efecto-globalizador-libro-de-la-escuela-motiva-estudio-en-universidad-de-la-habana/