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Isla al Sur

Rostros del Varona

ORGULLO DE SER MAESTRA

ORGULLO DE SER MAESTRA

Georgina Veloz Massano afirma que para un maestro revolucionario el aula puede estar en cualquier rincón del mundo donde exista una sola persona que no sepa leer ni escribir.

Texto y foto:
CLAUDIA MONTES DE OCA RIVAS,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

“En el Destacamento Internacionalista Ernesto Che Guevara ratifique mi vocación por el magisterio, comprendí que, para un maestro revolucionario, el aula puede estar en cualquier rincón del mundo donde exista una sola persona que no sepa leer ni escribir. Angola me preparó mejor para la vida y, a la vez, para enfrentar los retos de nuestro sistema de educación”.

Con solo 46 años de edad, Georgina Veloz Massano, profesora del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, tiene para contar grandes historias como educadora cubana. Todo comenzó con aquellos juegos infantiles de maestra y escuelita, que más adelante se harían realidad cuando en la secundaria, decidió optar por la escuela Makarenco y hacerse maestra.

En este centro, formador de grandes pedagogos, Yoya -como todos la llaman-, además de encontrar su primer amor, también asumió cargos importantes en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y enraizó para toda su vida valores como la dedicación, perseverancia, amabilidad y patriotismo. De esa forma, se graduó de profesora de Química con la disposición de enseñar la Tabla Periódica con el amor y la preparación que su profesión exigía.

Era 1980. En ese entonces se desarrolló en Cuba la segunda revolución educacional y Georgina se alistó en el Destacamento Ernesto Che Guevara, la misión fue llevar la luz de la enseñanza el continente africano. Específicamente en Angola permaneció esta educadora cubana hasta 1984: “Me decidí no solo por mi compromiso con la UJC, sino porque me gustaba y lo sentía de corazón.

“Esa experiencia fue mi gran práctica docente. Estábamos en un país lejano, en otro continente, con diferentes idioma e idiosincrasia. Resultó muy difícil, pero poco a poco fuimos adaptándonos. Al principio, nos comunicábamos en lo que llamábamos ‘portuñol’ hasta ir perfeccionándolo al contacto directo con la población. Además de dar clases, teníamos una relación muy bonita con los habitantes, en el horario de la noche realizábamos actividades culturales y juegos deportivos. Fue un trabajo inolvidable, en el que gané experiencias y valores”.

A pocos meses de concluir la misión, Yoya y sus compañeros fueron atacados por un batallón de la UNITA con acerca de dos mil hombres. Este hecho se conoce históricamente como la Batalla de Zumbe, pues fue en el municipio Angolano en que ocurrió.

Al iniciarse el tiroteo, Georgina y sus compañeras fueron trasladas a un lugar seguro. Según ella, en ese instante por su mente pasaron los más disimiles recuerdos, añoraba la presencia de sus padres junto a ella; pero sabía que requería de fortaleza, valentía y decisión. Recordó a Mariana Grajales y sintió que tenía que honrar su memoria.

“La UNITA no logró su objetivo, aunque no contábamos con armas ni fuerzas militares, todos los presentes defendimos aquel pedacito de tierra como propio. Lo más lamentable fue la muerte de tres colegas y cuatro constructores cubanos. Me resultó muy difícil ver morir a mis compañeros, de toda la misión esta es la parte más triste, no logro borrar esas imágenes de la mente.

“Siempre que se habla del papel de los nuestros en África vuelven a mí los rostros de mis colegas que tan valientemente pusieron en alto el nombre de Cuba, esto me marcó mucho. A la experiencia docente se le sumó una militar”.

Al concluir la misión y regresar a Cuba, Yoya recibió la medalla de Heroína de Zumbe, en reconocimiento a la posición asumida en dicha batalla.

-¿Profesionalmente cuanto le

aportó la experiencia en Angola?

Crecí en todos los sentidos de la vida, me hice más revolucionaria, más cubana, y aprendí a valorar en justa medida la superioridad de nuestro sistema educacional.

Para Georgina, el Instituto Varona es su segundo hogar. Comenzó como alumna y transitó por diferentes niveles educacionales, colaboró en la enseñanza secundaria, dirigió un pre pedagógico, ocupó múltiples responsabilidades, además, de alcanzar el título de Máster en Didáctica de la Química y Profesora Auxiliar. Desde hace siete años ocupa el cargo de secretaria general del Comité del Partido y forma parte de dicho organismo a nivel provincial. Continua, también, ejerciendo la docencia y atendiendo trabajos de curso y diploma.

-¿A su juicio, cuales son los

principales retos que enfrenta el Instituto

al llegar a su aniversario 45?

Al calor de la Batalla de Ideas, estamos en constante perfeccionamiento y transformación del proceso docente. Hoy tenemos en la capital más de cuatro mil jóvenes de otras provincias ejerciendo como Profesores Generales Integrales (PGI) de secundaria básica, para suplir el déficit de maestros en ese nivel de enseñanza. El reto es resolver el problema con los propios capitalinos, hacer que los educadores salgan de los mismos territorios, incentivar la vocación por las carreras pedagógicas. Tenemos que poner todo el empeño para que su preparación sea correcta porque, como dijo nuestro Comandante, sin educación no hay Revolución posible.

-¿Cree cumplidas las expectativas

en relación con los PGI?

Sí. Como en todo proceso contamos con jóvenes buenos, regulares y menos buenos, pero es encomiable la labor que están  realizando en las secundarias. Gracias a ellos hoy se puede hablar de un nuevo modelo de educación, son estos muchachos los que lo implementan y, en muchos casos, aportan valiosas ideas para su perfeccionamiento, se preocupan por mejorar las clases, incluso, percibimos cambios favorable en sus hábitos, costumbres e imagen para dar un mejor ejemplo a los alumnos.

Ellos mantienen viva la idea de Fidel de ser los guías de quince pioneros en la enseñanza media y así poder conocer a fondo las características de los alumnos, aunque no todos estos muchachos son perfectos y a pesar que hemos tenido dificultades con algunos de ellos, creo han cumplido las expectativas.

Repito, lo que se impone es mejorar su preparación, y estamos trabajando en el perfeccionamiento del modelo de formación por lo que se han cambiado algunas cosas, entre ellas, el tiempo que empleaban para el auto estudio. También es necesario mantener el vínculo de la escuela con la comunidad, hay que rescatar los valores, buenos modales y conductas, evidentemente deteriorados.

-¿Qué opinión le merece la utilización

de los medios audiovisuales en el

proceso docente educativo?

Es una forma para los PGI de adquirir conocimientos, enriquecer los turnos y profundizar en un contenido determinado. Un profesor no se sustituye con nada. Todos esos instrumentos contribuyen a perfeccionar la labor docente, depende del guía saber emplear correctamente las herramientas y lograr captar la atención del estudiante con ellas. Creo que es uno de los mejores planes puestos en práctica dentro de las transformaciones educacionales.

-¿Por qué cree existe tan poca

disposición de los jóvenes para

optar por carreras pedagógicas?

Pienso que es multifactorial. Hay un elemento importante conspirando y es la falta de conciencia en la familia sobre la importancia y necesidad del maestro. También influyen el periodo especial y las medidas tomadas por nuestro gobierno para ampliar algunos sectores. El de la educación siempre ha sido el más sacrificado y humilde, pero se ha mantenido a lo largo de estos años.

Quizás la juventud no sienta tanto amor por la pedagogía como prevalecía en mi época de estudiante. Los profesores tenemos la misión de transmitir este sentimiento con dulzura y paciencia para poder revertir la situación actual. Nos toca transmitir a las nuevas generaciones el interés por la profesión. Comparto el criterio de que cuando uno llega al corazón de sus alumnos, jamás se olvida.

Hoy los estudiantes optan por diferentes carreras porque quizás perciben otro futuro con mejoras desde el punto de vista económico, salarial. Esta carrera es de mucha comprensión y dedicación, lo cual lleva al éxito. El reconocimiento social también es valido en el empeño, pues cuando los medios de difusión divulgan mensajes alentadores y destacan los ejemplos positivos de nuestra labor, eso es un gran incentivo para los pedagogos.

A Yoya todavía le quedan varios años para jubilarse, pero aún así, confiesa que cuando ese día llegue tendrá que valorar mucho su decisión, porque no puede imaginarse fuera del aula.

“La verdad, no quiero ni he pensado en el retiro, mientras tenga fuerza y aliento seguiré frente al pizarrón, con mis alumnos y mi Pedagógico. Cuando llegue el momento decidiré qué hacer. No concibo estar sin mis alumnos, sin sus comentarios, sin aprender todos los días algo de ellos y viceversa”.

-¿Sabiendo a todo lo que debería

enfrentarse si volviera a nacer,

escogería ser maestra?

Sí y mil veces sí. Yo escogí esta profesión porque verdaderamente lo sentía, amaba y gustaba. No podría imaginarme realizando otro trabajo. Mi vida es el magisterio. Soy feliz dando clases, con el olor a tiza, con mis planeamientos, recorriendo los pasillos y escuchando los comentarios de la juventud. Por eso nunca me he desvinculado de la docencia y mientras tenga fuerzas seguiré al pie del lápiz, la cartilla y el manual. Yo digo, como Martí: “Siento orgullo de ser maestro”.

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Rostros del Varona, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario 45 de la casa de altos estudios pedagógicos.

Ficha técnica:

Objetivo central: Destacar a Georgina Veloz Massano como profesora del Instituto Pedagógico Enrique José Varona y Heroína de la Batalla de Zumbe.

Objetivos colaterales: Profundizar en la vida profesional de esta educadora; Conocer sobre su experiencia internacionalista en Angola; Subrayar su labor como secretaria general del Partido en el Pedagógico y miembro del secretariado provincial.

Tipo de entrevista:
Por sus participantes: Individual.
Por su forma: Mixta.
Por su contenido: De personalidad.
Por el canal que se obtuvo: Directa (cara a cara).

Tipo de título: De alusión a frase literaria.
Tipo de entrada: De cita textual.
Tipo de cuerpo: Mixto.
Tipo de preguntas: 1-Directa, informativa, abierta. 2-De opinión, abierta. 3-De opinión, abierta. 4-Informativa, abierta. 5-Informativa, abierta. 6-De opinión, abierta. 7-De opinión, abierta.
Tipo de conclusión: Opinión de la entrevistada.

EL PRIVILEGIO DE SER MAESTRO

EL PRIVILEGIO DE SER MAESTRO

Marisela Rodríguez Peñate afirma que si volviera a nacer dedicaría nuevamente su vida a la profesión que la cautivó para siempre.

Texto y fotos:
IVAN MORALES MORALES,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Como parte del programa de desarrollo para una cultura integral de nuestro país, surgió en el año 2000 la Tercera Revolución Educacional. Una ley de generación de ideas, como decía el Comandante en Jefe, en que una iba generando a la otra para lograr un todo.

Uno de los pilares dentro de ese proceso son los Profesores Generales Integrales (PGI). Adolescentes que no sobrepasaban por mucho la edad de sus alumnos, pero que tendrían la humana labor de educar y, sobre todo, llevar adelante la tarea de transformar la enseñanza secundaria básica.

Al frente de aquel grupo de “valientes”, como los nombrara Fidel, se encontraba Marisela Rodríguez Peñate, una joven cuya meta principal era lograr que el estudiante se graduara con mejor formación académica, un proyecto de vida definido y mayor sentimiento patriótico.

Primeros pasos

“Nunca pensé dedicarme al magisterio, aunque la vida me fue preparando sin notarlo. Al terminar el preuniversitario quería ser psicóloga, pero obtuve baja nota en el examen de ingreso. Eso cambió mi destino hacia una profesión poco deseada en aquellos momentos. A las pocas semanas de iniciado el curso, empecé a descubrirme como profesora y pude apreciar cuál sería la verdadera vocación a seguir”.

Hay momentos en la vida de toda persona que resultan difíciles de olvidar. La también Doctora en Ciencias Pedagógicas no está exenta de ellos y existe uno en especial que recuerda con orgullo.

“Durante el V Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) en marzo de 1995 tuve la tarea de elaborar, leer y entregar a nuestro Comandante en Jefe, la declaración de todos los institutos pedagógicos del país. En ella se manifestaba una posición firme e inequívoca al lado de nuestra Revolución en pleno período especial, etapa en la cual los jóvenes desempañábamos un rol esencial. Allí pude ver de cerca de Fidel por primera vez, un sueño de mi niñez hecho realidad y que conservo en la memoria con celo”.

El pensamiento martiano la cultivó desde pequeña. Se siente identificada con cada idea y afirma que utiliza sus libros como método de enseñanza. “Lo fundamental es mostrarles el camino hacia las ideas del Apóstol, el resto deben descubrirlos por sí mismos”.

Cuando la comparan con la frase de José de la Luz y Caballero que reza “Instruir puede cualquiera, educar, solo quien sea un evangelio vivo”, se ruboriza, aunque sobre esta afirma: “El magisterio es más que enseñar. Mi misión es educar, y para quienes desarrollamos esta labor, existe una aspiración común, llegar a ser “evangelios vivos”. Ante todo, debemos tener como paradigma convertirnos en personas que más allá de instruir, puedan preparar; personas en quienes el alumno siempre encuentre respuesta a sus interrogantes, no solo referente a la materia impartida, sino sobre la vida en general”.

Profesores Generales Integrales

El 2 de diciembre de 2001 se inauguró la escuela experimental Cosmonauta Yuri Gagarin, ubicada en el municipio habanero de Caimito. La tarea constituyó un reto inmenso, pues si difícil fue iniciar el proyecto, más lo resultó mantener el éxito. Su fundadora y primera directora, Marisela Rodríguez, rememora sobre aquel momento en declaraciones al periódico Granma: “El modelo del Profesor General Integral (PGI) ya no es un proyecto, sino una realidad de la que disfrutan los educandos de secundaria básica. Es la demostración de lo que se puede hacer en el Socialismo”.

Ocho años después de creado el proyecto los resultados varían de una escuela a otra. Para la sociedad cubana existen magníficos ejemplos, aunque también los hay menos buenos.

-¿Cómo aprecia usted la situación

de los PGI en estos momentos?

La idea original de Fidel era preparar a aquellos jóvenes para impartir clases en la secundaria básica. Sin embargo, la familia cubana los enmarcó dentro del rango de profesor general para cualquier enseñanza, y esto trajo como consecuencia un rechazo de la sociedad.

Los PGI son profesores que salen graduados del preuniversitario y comienzan a formarse, y en segundo año inician sus labores como responsables de la educación integral de un grupo de quince adolescentes. Para ello es imprescindible que alcancen una cultura general integral, y así lograr hacer de las clases y relaciones con sus alumnos, hechos interesantes.

Sin embargo, no puedo ser absolutamente optimista y soslayar la realidad, pues existe una situación difícil en su preparación. Son jóvenes que deben dominar a la perfección los contenidos de la enseñanza media. El auto-estudio es una batalla a ganar, elevar la motivación para que empleen más tiempo en esa tarea es una meta trazada. Atendemos sus motivaciones, y trabajamos para que tengan claridad sobre la misión que deberán cumplir.  Hoy tenemos conciencia del problema y se toman medidas paulatinas para resolverlo.

No podemos desesperarnos, este es un período de tránsito natural entre una etapa y otra. Estamos formando nuevos maestros, pero lo primordial es mantener a los que aún siguen en sus puestos.

Aunque todo no es malo, también existen muchachos que a pesar de su corta edad, impresionan por sus resultados. De ellos también se habla, he escuchado excelentes criterios.

La imagen que proyecten en el aula es elemental para que los adolescentes, que hoy son sus alumnos, quieran luego ser pedagogos. El secreto se halla en la dirección del proceso y cómo los preparas para tener una posición de éxito.

-¿Cuáles son las causas que propician

la deserción de profesores

jóvenes de sus puestos?

Esta labor implica dedicación constante y mucho sacrificio, es una carrera de altruismo, de desinterés, se basa en el deseo de hacer en función de la sociedad. Por eso debemos prestar gran atención a la creación de valores en nuestros estudiantes, no solo formarlos como educadores, sino seguir constituyendo una sociedad que respete la profesión y la sienta digna, admirable. Una de las principales características de este plan pedagógico es el fortalecimiento de la relación alumno-profesor-familia.

-¿Tanta masividad no atenta contra el

buen desarrollo del verdadero maestro?

Nos queda solo una opción, hacer grandes formaciones o cerrar las escuelas. No tenemos los maestros necesarios, por tanto, debemos acudir a esa masividad.

-Una mejor selección ayudaría.

Hacia ahí es donde tenemos que llegar, a realizar cada vez una mejor selección, con mayor nivel de preparación y motivación por ser profesores, pero estamos en una situación que nos lleva a recurrir a disímiles variantes. ¿Cómo lograrlo? En estos momentos no es posible en toda su magnitud,  porque no los tenemos.

-¿Por qué ocurre en las

escuelas el rechazo al magisterio?

He reflexionado muchas veces sobre el tema, y siempre llego a la conclusión de que la elección está marcada por los valores de cada persona, su desinterés, altruismo, la decisión de ponerse en función de los otros y sentirse realizado al ver el éxito de sus alumnos. A veces se debe también a una mala orientación, y a la solución de sus problemas personales. Piensan en buscar otras alternativas que desde el punto de vista práctico pueda ayudarles más. 

-¿Cómo aprecia la evolución

de la educación cubana?

Cada tiempo es paulatinamente superior. Asumir en un sistema como el nuestro una enseñanza para la totalidad, implica retos. Esto refleja la evolución de la sociedad en todos los planos, ya sea científico, deportivo o cultural. Mi visión acerca de la educación cubana es amplia, sin estar exentos de dificultades, las cuales nos hacen superiores también. Cada paso que da nuestra Revolución nos lleva a perfeccionar este sector, para erradicar los errores cometidos. Por tanto, te puedo decir que sí evolucionamos, y sobre todo, avanzamos.

-¿Qué significa para usted el Instituto Varona

y cuál es su opinión sobre este como rector

de la educación pedagógica en Cuba?

El Instituto Varona es casi toda mi vida, un centro formador, una fragua. Respeto su historia y las funciones que realiza dentro del país. Docentes de alto prestigio formados aquí, dirigen hoy importantes proyectos nacionales de investigación. Es amplia la colaboración en programas de la Revolución, tanto dentro como fuera de Cuba.

-Con solo 26 años usted obtuvo la categoría

docente de Máster en Didáctica de la Lengua

Materna y recientemente alcanzó la condición de

Doctora en Ciencias Pedagógicas. ¿Se siente

Marisela Rodríguez realizada en su vida profesional?

Soy una persona feliz. Me he propuesto metas y las he cumplido paulatinamente, aunque todavía me quedan más por realizar. Por tanto, te diría que sí me siento realizada, pero no voy a descansar, aún es tiempo de alcanzar nuevos propósitos y completarlos con las ilusiones personales.

-¿Tiene algún mensaje para los

maestros que se encuentran en formación?

Siento una admiración especial por ellos. Respeto mucho a quienes se mantienen en esta labor que conlleva mucho sacrificio y a su vez llena de grandeza espiritual: transiten por el verdadero camino de la profesión, en ella conocerán el privilegio de ser maestro.

En la actualidad, Marisela Rodríguez Peñate se desempeña dentro de la vicerrectoría del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona (ISPEJV). Aunque no lo mencione, en sus ojos se aprecia la nostalgia por el aula. Ese momento de encontrarse frente a los estudiantes e impartir su clase es algo que no olvida.

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Rostros del Varona, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario 45 de la casa de altos estudios pedagógicos.

FICHA TÉCNICA:

Objetivo central: Conocer la opinión de Marisela Rodríguez Peñate sobre el estado actual de los PGI en la sociedad cubana.

Objetivos colaterales: Acercamiento a la personalidad de la entrevistada y a su trayectoria. Ahondar en sus opiniones sobre la educación actual. Recoger sus impresiones sobre el Varona.
                                                                                    
Tipo de entrevista:
Por los participantes: Individual.
Por su forma: Mixta.
Por su contenido: De opinión autorizada.
Por el canal que se obtuvo: Vía directa.  

Tipo de título: De cita textual.
Tipo de entrada: Directa o de presentación.
Tipo de cuerpo: Mixto.
Tipo de preguntas: 1-De Opinión. 2-Directa. 3-Directa. 4-De Opinión. 5-De Opinión. 6-De Opinión. 7-De Opinión. 8-Abierta. 9-Abierta.
Tipo de conclusión: De comentario del entrevistador.

Fuentes consultadas:

Documentales:
Currículo del entrevistado.

Internet:
Agencia de Información Nacional (AIN): Reconocen a profesores de la escuela
experimental Yuri Gagarin. Tomado en: http://www.granma.cubaweb.cu/2007/01/17/nacional/artic16.html. Consultado el 8/03/09.

Nieves, Quesada Aliana y Ana Leyva Dehesa: La escuela experimental Yuri Gagarin cumplió cinco años. Tomado de: http://www.granma.cubaweb.cu/2007/01/18/nacional/artic07.html. Consultado el 8/3/09.

Soluciones para la secundaria básica. Tomado en: http://www.lpp-uerj.net/olped/cined/banco/exibir_noticias.asp?codnoticias=9363. Consultado el 8/3/09.

 

 

PROFESOR DE TREINTA AÑOS… DE EXPERIENCIA

PROFESOR DE TREINTA AÑOS… DE EXPERIENCIA

Alexis Almaguer Zayas ha dedicado su vida a la docencia. En el aniversario 45 de la creación del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, cuenta cómo transcurrieron sus años en la labor desempeñada.

Texto y foto:
JAVIER MONTENEGRO NARANJO,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Después de llegar a Ciudad Escolar Libertad, comencé a buscar al licenciado en Ciencias Pedagógicas Alexis Almaguer Zayas. “El profe de Matemáticas está impartiendo clases por allá”, esa fue la primera pista de su paradero, y al llegar al lugar indicado, me enviaron a otro, y luego a otro. Al fin di con él en el horario del mediodía. “Discúlpame, me compliqué un poco”, dijo al saludarme. Nos dirigimos a su oficina, e intrigado, le pregunté si no iba a almorzar. “No te preocupes -comentó mientras miraba el reloj-, queda tiempo y nosotros los matemáticos hablamos poco”. Por suerte, no fue así.

Almaguer se incorporó en el año 1972 al primer contingente del destacamento Manuel Ascunce Domench, constituido como parte del Plan de Formación de Profesores de la Educación General Media con la responsabilidad de adiestrar los pedagogos necesarios en el país. Hoy, más de treinta años después, funge de Presidente de la Comisión de Matemática del municipio Marianao, la cual atiende todas las enseñanzas: primaria, secundaria, enseñanza Técnica Profesional y educación de adultos. Además, es responsable en esta misma comisión de la asignatura en secundaria básica.

-¿Qué significado tiene

la pedagogía en su vida?

Mi vida prácticamente es la pedagogía. Siempre me he mantenido trabajando como educador y realmente puedo decir que la profesión me marcó.

-¿Siempre pensó dar clases?

Yo no tenía la intención de ser pedagogo. Pensaba ser arquitecto porque en la cuadra donde vivía había uno, entonces todo el mundo hablaba de él, y me sentía atraído por esa profesión.

-¿Por qué dio el paso al

frente para ser educador?

Por necesidades de la Educación y la falta de profesores en los años 70 del pasado siglo. A raíz de la explosión de matrícula en el nivel medio, se solicitó la incorporación de los jóvenes de décimo grado al Destacamento para poder suplir la ausencia de los maestros. Desde ese momento estoy aquí.

-¿Por qué escogió la Matemática

dentro de la pedagogía?

Es una contradicción porque en la secundaria era monitor de Educación Laboral, pero siempre me gustó mucho la Matemática. Tenía una profesora excelente y tuve buenas relaciones con ella; en décimo grado, había un matemático, José Miguel Torriente, muy ocurrente y hacía que a los estudiantes les gustara la asignatura. Tenía iniciativa; yo, sin querer, lo estuve imitando por muchos años. Al final me incliné por la Matemática porque tenía admirables profesores y me gustaba.

-Al graduarse, ¿dónde

realizó el servicio social?

Fui a cumplirlo a una filial del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, en la Isla de la Juventud, la unidad docente Carlos Manuel de Céspedes. Trabajé con los estudiantes de tercero, cuarto y quinto años de la carrera y en un curso para trabajadores en formación de maestros.

-Y después…

Al terminar el servicio social me incorporé al Pedagógico, pero fui ubicado en una filial que tenían en Batabanó y ahí estuve el curso 79-80. Al año siguiente me trasladaron para la filial Juana María Docto, de Güira de Melena, donde trabajé como subdirector docente. Ese año fue la graduación del quinto contingente del Destacamento Pedagógico. Me quedé allí como director tres cursos y definitivamente en 1984 vine para Ciudad Escolar Libertad.

-Usted también ha viajado por

cuestiones de trabajo, ¿cuántas

misiones internacionalistas cumplió?

Dos. La primera fue en Nicaragua. Estuve un curso en la docencia de pregrado y postgrado, con estudiantes y profesores a la vez, una experiencia muy positiva en la UNAM, la Universidad Nacional Autónoma de Managua. La segunda misión en el exterior fue en el año 2000, cuatro meses en Guinea Ecuatorial. Trabajamos en esa ocasión en la formación de maestros.

-¿Qué recuerdos de esas experiencias?

Tanto en Nicaragua como en Guinea Ecuatorial aprecié la situación de extrema pobreza. En Nicaragua veía a los niños de ocho o nueve años vendiendo ciruelas en la calle, sin poder ir a la escuela, para ayudar a la madre a sostener económicamente a la familia. Y en Guinea el subdesarrollo era muy grande. Allí la aspiración de gran parte de la población era poder resolver diariamente la comida.

Hay una anécdota. En Guinea, teníamos un vecino de 18 años, y todas las tardes se sentaba a hablar con los cubanos. Dejamos de verlo por un tiempo, pero al cabo de la semana volvió a aparecer y le preguntamos dónde había estado.

Nos explicó con lágrimas en los ojos que la hija menor de su hermana había fallecido de paludismo, porque al llegar al hospital con ella, de dos años de edad, la mujer había olvidado la cartera, y el doctor no la  atendió por no pagar la consulta. Regresó en busca del dinero y en el viaje la niña murió.

-¿Cómo se vincula a la formación de

Profesores Generales Integrales (PGI)?

Durante el curso escolar 2002-2003, la experiencia de Los Cien Valientes se extendió a todo el país. En la Escuela Formadora de Maestros Salvador Allende se hizo un concentrado de 5 000 estudiantes. Hicieron un llamado para integrar el claustro de los pedagogos que se encargarían de formar a esos estudiantes. A partir de ese momento comencé a trabajar con los cursos emergentes, con los profesores generales integrales de secundaria básica.

-¿Qué es la experiencia de Los Cien Valientes?

En el año 2000, al culminar el bachillerato, más de cien jóvenes se incorporaron al proyecto Los Cien Valientes. Aquel verano, ellos recibieron una intensa preparación en el Centro de Convenciones Pedagógicas de Cojímar, en el municipio de La Habana del Este. El 2 de diciembre de ese año, según las aptitudes demostradas, un grupo comenzó a impartir clases, otro se incorporó a las aulas como investigadores, y un tercer conjunto de estudiantes continuó recibiendo instrucción. En el 2001 la experiencia se extendió a todo el país.

-¿Están preparados realmente

los PGI para ser profesores?

¿El que está en formación en estos

momentos, es el personal ideal?

Hoy el personal que entra a la formación de profesores tiene determinadas insuficiencias, y muchas veces no posee las condiciones mínimas para serlo.

-¿No existen requisitos para

ingresar en las carreras pedagógicas?

Los requisitos deben ser cambiados. Debemos repensar algunas medidas de índole nacional y a nivel ministerial para propiciar la motivación de los jóvenes por las carreras pedagógicas.

Hoy esa motivación no existe, y muchos de los estudiantes que entran a esta profesión presentan dificultades de algún tipo. No obstante, debemos valorar las bases de ingreso a las carreras pedagógicas porque las personas encargadas de formar a la juventud  deben tener todas las condiciones para ello.

-Como usted dijo, el país tiene necesidad

de profesores. ¿A qué atribuye la escasez

de estos y el desinterés hacia

las carreras pedagógicas?

Hay muchos intereses de por medio y la Revolución pasó por un periodo especial que tuvo sus incidencias y afectaciones en todas las esferas de la sociedad y una de ellas es la educación. Hubo mucho éxodo de profesores, por situaciones económicas y el reconocimiento a ellos ha sido disminuido por distintas razones.

-¿Cómo percibe la pedagogía

cubana en estos momentos?

Pasa por un momento difícil, porque hay mucho personal en formación y debemos hacer un esfuerzo grande, por la importancia para las futuras generaciones.

El trabajo pedagógico se debe perfeccionar y hoy se requiere del esfuerzo de los que tienen cierta formación para contribuir con ese propósito. Por eso es tan importante que los pedagogos de más experiencias nos mantengamos para contribuir con los nuevos a que logren los requisitos y continúen con la obra de nuestro país.

-Volviendo a usted, ¿ha pensado dedicarse

a otra área fuera de la pedagogía?

Si me fuera a guiar por exhortaciones de otras personas y de familiares, hace rato lo hubiera dejado. Yo me incorporé al destacamento pedagógico porque había necesidad de profesores. Entonces hoy, en la educación hay más necesidad de maestros. Por mucho que escuche a quienes respeto, sería irracional dejar la docencia en busca de otras profesiones.

-¿Alguna experiencia en particular

en su vida de pedagogo?

Dentro de tantos años de trabajo hay muchas situaciones de grato recuerdo. Lo más significativo es cuando me encuentro con alumnos míos en distintos momentos de mi vida profesional, y me recuerdan. A veces yo no los recuerdos, y ellos a mi sí. Constituye un  gran estímulo.

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Rostros del Varona, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario 45 de la casa de altos estudios pedagógicos.

Ficha Técnica:

Objetivo central: Dar a conocer la labor y opinión de este profesor del Pedagógico Varona.

Objetivos colaterales: Abordar aspectos de su labor pedagógica, su opinión acerca de los PGI.

Tipo de entrevista
Por los participantes: Individual.
Por su forma: Clásica. Preguntas y respuestas.
Por su contenido: De personalidad.
Por el canal que se obtuvo: Encuentro directo.

Tipo de título: Referente al tema.
Tipo de entrada: De peripecia.
Tipo de cuerpo: Preguntas y respuestas.
Tipo de preguntas: 1-Directa. 2-Directa. 3-Informativa. 4-Informativa. 5-Informativa. 6-Informativa. 7-Informativa. 8-Cerrada. 9-Directa. 10-Informativa. 11-Abierta. 12-Informativa. 13-Directa. 14-Informativa. 15-Abierta. 16-Directa. 17-Abierta. 18-Abierta.
Tipo de conclusiones: De comentario del entrevistado.

Fuentes consultadas: Currículo del entrevistado. Documental.

EL ARTE DE EDUCAR

EL ARTE DE EDUCAR

El Doctor en Ciencias Pedagógicas Eddy Sergio Zayas Casalí, lleva más de cuatro décadas de trabajo  dedicadas a la enseñanza de las lenguas extranjeras: “El maestro que no ame la profesión, que no enseñe a pensar a los alumnos, no es útil en la enseñanza.”

Texto y foto:
YAMILET PÉREZ  PEÑA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Caminar por las calles de Ciudad Escolar Libertad es dar un viaje en la historia. Sus antiguos cuarteles, convertidos en escuelas, son escenarios donde el amor, la vocación, el deseo de enseñar y de aprender, se convierten en el quehacer de personas consagradas a una de las profesiones más exigentes: educar.

El Doctor en Ciencias Pedagógicas Eddy Sergio Zayas Casalí, es una de ellas. Profesor Titular y Consultante, imparte clases en la Facultad de Lenguas Extranjeras del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, enclavado allí. Desde hace más de 15 años es ese su espacio y considera la educación superior una parte importante en la formación del ser humano.

“Ser profesor implica una enorme responsabilidad, pues se tiene el compromiso de convertir a un grupo de jóvenes en hombres y mujeres de bien. Es asumir muchos hijos, ya sean buenos o malos, pero a todos hay que adentrarlos en el camino correcto. Fuera de cualquier denominación o definición, para mí la pedagogía es el arte de educar.”

-¿Por qué decidió estudiar magisterio? 

Durante la Campaña de Alfabetización, pertenecí a la brigada Conrado Benítez. Cuando terminó, el gobierno revolucionario ofreció a todos los brigadistas 100 mil becas para diferentes carreras. Entonces, escogí Pedagogía en Lengua Rusa.

Aquello provocó un gran revuelo en mi casa. Mis padres, temerosos de un retroceso al dominio yanqui, no comprendían que quisiera estudiar el idioma de un país socialista. Pero nada de eso debilitó la decisión de convertirme en profesor.

Junto a otros miles de alumnos, inició sus estudios en el Instituto Máximo Gorki, en el año 1962: “Allí recibí las bases de la profesión. En aquel momento no existían las prácticas docentes, sin embargo, impartí clases en una fábrica.”

Una vez graduado, trabajó en La Universidad de La Habana, hasta el momento que viajó a la URSS para consolidar su dominio del idioma. Tras el regreso a Cuba, ingresó al Instituto Técnico Militar (ITM) José Martí, lugar donde laboró durante 20 años: “Aprendí mucho en ese centro, sobre todo la interacción alumno–profesor. Pero mi mayor experiencia fue el hecho de ser civil, hacer vida militar, y formar cadetes, exigiéndole una disciplina basada en riguroso respeto y orden interior.”

-Después de dos décadas de trabajo en el ITM,

¿qué circunstancias marcaron su llegada al

Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona?

Cuando desapareció el idioma ruso producto a la caída del campo socialista, tuvimos que pasar un curso rápido para hacernos Licenciados en Lengua Inglesa; y por eso, en 1991, ingresé al Varona. Dos años después, me pusieron a trabajar en la Facultad de Lenguas Extranjeras (FLEX).

Allí, impartió las asignaturas de Metodología de la Enseñanza de la Lenguas Extranjeras  y Fonética de la Lengua Inglesa. Durante 11 años ocupó el cargo de Vice-Decano: “En esa condición, colaboré en la  elaboración del Banco de posibles temas para los Trabajos de Curso. También realicé, conjuntamente con el profesor Juan Carlos Vega, la confección de las propuestas para las variantes de trabajo de curso  los estudiantes de Melena del Sur.”

El Varona constituye una parte esencial en la vida de Eddy, porque si bien fue profesor de ruso en las FAR, aquí incorporó las herramientas indispensables en la superación como pedagogo; una de ellas fue la Didáctica, ciencia encargada del estudio del proceso de enseñanza y aprendizaje: “En la FLEX se crea una Cátedra en honor a la Doctora Rosa Antich de León, una de las figuras destacadas en la instrucción del inglés como lengua extranjera en Cuba. Aquí  se discuten y  analizan  los problemas en torno a cómo impartir los diferentes idiomas a las nuevas generaciones.

“En esta Cátedra Didáctica de las Lenguas Extranjeras realizamos talleres donde presentamos los resultados por maestrantes y doctorantes, analizamos sus trabajos y demostramos la importancia de sus investigaciones.

“Mi labor aquí consiste en velar el aprendizaje de los estudiantes, comprobando sistemáticamente sus conocimientos con respecto al idioma, priorizando la lengua inglesa.”      

   
 
-¿Cuáles son sus recuerdos sobre

la primera Revolución Educacional realizada

en Cuba, la Campaña de Alfabetización?

Con apenas 16 años fui alfabetizador y brigadista Conrado Benítez.  Primero enseñé en la Sierra Maestra a campesinos de esa zona, en condiciones adversas.

Inclusive, afronté situaciones de peligro debido a los grupos de  contrarrevolucionarios existentes allí. Nunca olvidaré la ocasión en que nuestro local de descanso fue incendiado por los bandidos. Nos dieron un susto de muerte, pero afortunadamente, no sufrimos la pérdida de ningún compañero. A pesar de  esos inconvenientes, no mermó nuestro espíritu, y la decisión de llevar los conocimientos a todos se fortaleció más.

En muchas ocasiones, por la lejanía del hogar, nos invadió la tristeza, pero nunca dudé de mi propósito de educar. Por eso, aunque enfermé de paludismo, continué dando clases en Puerto Padre, Las Tunas, lugar donde vivía. Allí atendí a 11 campesinos.

-¿Qué significación tuvieron para la Educación

Cubana las Revoluciones Educacionales?

Con ellas se dio un paso de avance, pues se logró una mayor cultura en la población, personas que jamás imaginaron leer y escribir tenían en sus manos cuadernos, y profesores a sus servicios dispuestos a  enseñarles nuevos conocimientos.

Por otra parte, a nosotros como educadores se nos asignaron diferentes tareas en contribución con esos planes de la Revolución. Recuerdo que cuando los nuevos proyectos de estudio en secundaria básica, trabajé en la formación de profesores integrales capacitados para impartir todas las materias, priorizando la asignatura de inglés. Esas clases las di en la Facultad de Lenguas Extranjeras.  

Durante la Batalla de Ideas, como pedagogo y Vice- Decano de la FLEX tenía que velar por el trabajo desarrollado por los profesores, en las reflexiones hechas constantemente con los alumnos, producto a la injusta encarcelación de los Cinco Héroes Prisioneros del Imperio. Realizábamos debates con los estudiantes y los educadores respecto a la situación política del país, y asistimos a innumerables marchas del pueblo combatiente por el regreso del niño Elían.

Nunca se desempeñó como tele profesor, pero participó en los programas de Universidad para Todos: “Ayudaba directamente en la confección de las clases que después serían televisadas, y conformé, de conjunto con otros profesores, el Tabloide del Curso de Ingles transmitido en ese programa.”

El profesor Eddy Zayas Casalí ha participado activamente en eventos internacionalistas en Alemania y Polonia, con el fin de resaltar la labor de la Cátedra Didáctica de las Lenguas Extranjeras. El XII Congreso Mundial de Educación Comparada, el Primer Congreso Mundial de Alfabetización, y el Congreso Pedagogía 2005 son ejemplo de ello.

África fue testigo de su  cooperación militar, pues participó como combatiente por la liberación de ese país. En Bolivia, brindó ayuda docente en la lucha contra la ignorancia. De las experiencias pedagógicas y personales, comenta: “En esos países se puede decir que prácticamente no existe un  sistema de educación. Aquí, en Cuba, muchas veces los alumnos subvaloran las enseñanzas, incluso las condiciones de estudio. Ellos no saben en realidad cómo en varios lugares del mundo, niños y jóvenes tienen que trabajar sin descanso para mantener a su familia, y las posibilidades de aprender a leer y a escribir son solo un sueño.

“Estando en Potosí, pueblo de Bolivia, subí a Las Minas, y se me hizo un nudo en la garganta cuando vi a esos hombrecitos entre 10 y 16 años trabajando fuerte para subsistir. Vestían harapos, sus ropas estaban sucias, pasaban hambre y vivían en condiciones infrahumanas. ¿Educación?, creo que no sabía ni su significado.”

Realizó diversos trabajos para el desarrollo de la enseñanza superior, enfatizando en temas relacionados con las lenguas inglesa y rusa: “Mi tesis de graduación consistió en determinar el mínimo gramatical, basado en el aprendizaje de idiomas, para estudiantes universitarios que no fueran de perfil filológico. En la investigación encontré lo específico en el lenguaje que se debía enseñar a un futuro ingeniero.”

Escribió diferentes materiales con el propósito de destacar la importancia del empleo adecuado del lenguaje; además de redactar varios textos dedicados a la instrucción de la lengua rusa: “Realicé otros artículos para las escuelas militares Camilo Cienfuegos y elaboré un libro para carreras técnicas de universidades civiles. Tengo  publicaciones en  las revistas  Verde Olivo y Varona, sobre temas de la enseñanza del inglés y la didáctica metodológica.”

En estos momentos imparte un grupo de maestrías para docentes extranjeros. Desde su cargo de presidente del Tribunal de Cambios de Categorías de Auxiliar a Titular, desempeña disímiles tareas, entre ellas, un nuevo proyecto de investigación. Siempre encamina su labor al fortalecimiento de la calidad del sistema educacional cubano.

“Soy profesor de una maestría de alcance nacional, para pedagogos desde preescolar hasta la Universidad, y atiendo a dos grupos de cuarto año del curso regular diurno, y dos del curso de trabajadores, a quienes les imparto la asignatura  Metodología de la Investigación. Tengo bajo mi tutela a varios aspirantes a Doctores en Ciencias Pedagógicas.”

-Después de ejercer la profesión

durante más de cuatro décadas,

¿qué es para usted la educación?

Como participante activo de la misma, puedo decir que significa, en resumen, mi vida. Esta carrera es la  encargada de moldear al hombre desde las edades tempranas, hasta que se convierte en adulto. Por esa razón, quizás sea la más importante para el funcionamiento correcto de las estructuras sociales y la realización plena del hombre.

La Educación y la Medicina son las profesiones de mayor sacrificio y vocación, ya que nosotros, los pedagogos, tanto como los doctores, tenemos en nuestras manos la vida de las personas.

Soy feliz por lo que hago, y ser maestro no significa una vía para catapultarme hacia otro sector. Estoy orgulloso de llevar 45 años en esta profesión, que los instrumentos de trabajo sean la tiza y el pizarrón, y mi misión formar personas. No veo a la docencia como un medio para vivir, es más que eso,  es el sentido de mi vida, un arte: el arte de educar.

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Rostros del Varona, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario 45 de la casa de altos estudios pedagógicos.

Ficha técnica:

Objetivo central: Dar a conocer el trabajo del doctor Eddy Zayas Casalí en la Cátedra Didáctica de las Lenguas Extranjeras.

Objetivo Colaterales: Labor en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona. Labor en el Instituto Técnico Militar José Martí. Valoraciones sobre el Sistema Educacional Cubano. Proyectos y misiones internacionalistas.

Tipo de entrevista:
Por los participantes: Individual.
Por su forma: Mixta.
Por su contenido: De personalidad.
Por el canal que se obtuvo: Directa.

Tipo de título: De cita textual.
Tipo de entrada: De presentación del entrevistado
Tipo de cuerpo: Mixto.
Tipo de preguntas: 1-2-5, son de exploración; 3-6, son abiertas; 4, es directa.
Tipo de conclusiones: De opinión del entrevistado.

Para la realización de esta entrevista fueron consultadas las fuentes no documentales: Doctora Susana Morejón, directora del Museo de la Alfabetización; Doctora Águeda Maira Pérez, profesora de Español del  Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona; el Master en Ciencias Miguel Francisco Pérez, profesor de Español-Literatura del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona; Licenciada Saida Suárez, profesora de Francés del Instituto.


 

EDUCAR DESDE EL CORAZÓN

EDUCAR DESDE EL CORAZÓN

El profesor Hilarión Francisco Santana de Armas, presidente de la Cátedra sobre la enseñanza de la Matemática y la Informática, es reconocido por su extraordinaria labor en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona (ISEJV), del cual es fundador.

Texto y foto:
LIS L. MORALES SÁNCHEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Hilarión Santana se ha dedicado al magisterio desde hace más de cuarenta años. A pesar de no haber escogido en su juventud esta profesión para ejercerla, dice hoy que ser maestro es una de las mayores satisfacciones de su vida.

Impartiendo clases de Matemática en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona (ISEJV), a partir de su fundación, en la formación de profesores, merece un alto reconocimiento por haber contribuido a la preparación, tanto profesional como humana, de tantas generaciones de pedagogos que han transitado por ese centro educacional, el cual arriba en el presente año 2009 al  aniversario 45 de su creación.

Hilario, como le conocen todos sus compañeros, posee 47 años de ejercicio profesional, de ellos 41 dedicados al adiestramiento de profesores. Fue, además, maestro de la enseñanza primaria y secundaria. Se graduó en 1971 en el Instituto Superior de la Universidad de La Habana como Profesor Secundario Superior de Matemática, pero desde la fundación del  ISPEJV en 1964, se incorporó a esta entidad a impartir clases.

-¿Por qué decide ejercer la profesión?

En aquellos tiempos no estaba realmente motivado para ejercer la carrera, pues me licencié en la Academia Naval del Mariel, en la antigua Marina de Guerra Revolucionaria y no fue hasta 1962 cuando me integré a la Campaña de Alfabetización  como maestro popular.

En el primer Destacamento Pedagógico Internacionalista Ernesto Che Guevara que visitaría Angola en 1978, participó como responsable de la preparación de instructores en la asignatura de Matemática: “Esta fue una tarea acogida con mucho entusiasmo y, sobre todo, con una gran responsabilidad.  Fui sustituido para este viaje, pues me encomendaron el cargo de vicedecano de la Facultad de Matemática donde era necesaria mi colaboración”. 

-¿Qué significado tiene para usted que

la cátedra que actualmente dirige posea

el nombre de la doctora en Matemática

Dulce María Escalona?  

A una de las personas que más he admirado en mi vida es a la doctora Dulce María Escalona, fallecida en 1976. Fue fundadora de este Instituto y, además, su primera directora, tarea que asumió estando jubilada, al triunfo de la Revolución. La Cátedra sobre la enseñanza de la Matemática y la Informática de la que soy hoy presidente, trata de honrarla llevando su nombre. Sus extraordinarias cualidades, sus vastos conocimientos y experiencias influyeron en mí en tal medida que a ella le debo la formación como profesor que tengo.

En 1985 se creó la Cátedra y a partir de ese momento he sido miembro de su dirección, ocupando los cargos de secretario y vicepresidente. Además de la gran responsabilidad que conlleva este deber, tenemos la inmensa labor de convertirla en ejemplo en memoria de la doctora.

Su competencia y capacitación ha sida demostrada a lo largo de su carrera, diversos viajes al extranjero donde han solicitado su trabajo así lo confirman. En las universidades autónomas de Guerrero y de Sinaloa, en 1992, impartió cursos de postgrado de Metodología de la Enseñanza de Matemática. En el colegio de bachilleres de la Universidad de Sonora, México, en 1994, ofreció clases de postgrados de Didáctica de la Matemática. En algunas instituciones educativas de Perú, Colombia y Brasil en los años 1997, 1998 y 1999, respectivamente, ha expuesto talleres de tesis de investigación educativa y asesorado proyectos curriculares.

Posee, además, el título de máster en Didáctica de la Matemática obtenido en 1998, cuya tesis apoyó la validación de la carrera de licenciatura en Educación, en la especialidad de Matemática, donde se evalúa la enseñanza de los procedimientos heurísticos, o sea, la técnica de la investigación del conocimiento, en la formación de profesores en esta materia.  

-En su opinión, ¿qué relaciones existen

entre el estudio de esta ciencia en  Cuba

y en los demás países que ha visitado?

Son dos enfoques distintos de aprender y enseñar esta asignatura en cuanto a, por ejemplo, su conocimiento polémico, orientado a su descubrimiento y profundización. Nuestra instrucción en Didáctica  de la Matemática ha contribuido a un mejor enfoque en su método de aprendizaje, por lo cual, cada curso realizado en el extranjero ha gozado de las mejores acogidas por parte de los estudiantes.

El profesor es socio Emérito de la Sociedad Cubana de Matemática y Computación desde el año 2003 y miembro de la Asociación de Pedagogos de Cuba y de la Comisión Nacional de Matemática del Ministerio de Educación (MINED). Ha recibido diversos reconocimientos en su carrera como educador; algunos de ellos son la Distinción Por la Educación Cubana, otorgada por el MINED en el año 1990; la Medalla Hazaña laboral concedida por el Consejo de Estado de la República de Cuba en el año 2003 y la Orden Frank País de primer grado conferida por el Consejo de Estado en 2008.

“Me siento muy halagado al recibir estas condecoraciones, pues es sinónimo de que es apreciado y valorado mi trabajo, pero tengo la opinión de que esos momentos no solo me pertenecen a mí, ya que ese resultado merecedor de elogios es la consecuencia del trabajo de todo el colectivo de mis compañeros. He tenido la suerte de estar rodeado siempre de personas de una alta excelencia profesional y de mucha riqueza espiritual”.

-¿Le concede al  ISPEJV la posición de organismo

rector frente a los restantes centros del país

en cuanto a la educación pedagógica? 

Conjuntamente a la instauración de este colegio se construyen otros dos: uno en Santiago de Cuba y otro en Villa Clara. El Pedagógico Varona siempre ha mantenido los vínculos académicos con estas escuelas, que ya en la actualidad, cada provincia cuenta con su propia academia.          

        
Debido a nuestro excelente claustro de profesores, al desarrollo científico, técnico y didáctico que hemos alcanzado, a la experiencia y desarrollo acumulados en las técnicas de trabajo referentes a la formación de profesores, es que podría argumentar y confirmar, en mi opinión, que sí, evidentemente posee una actitud regente en la educación para las enseñanzas primaria, media y superior. Esta gran universidad es un ejemplo para sus similares en el resto del país.

En mi criterio personal, el centro es toda mi vida. Aquí permanezco largas horas del día y, además de hacerlo con mucho placer, es donde conocí a personas muy valiosas. Aquí les dedico a mis alumnos todo el amor necesario para que no solo se conviertan en excelentes profesionales, sino que crezcan como hombres de bien. Por eso cada aniversario celebrado es motivo de alegría para los profesores que hemos dejado un pedacito de espíritu en el aula, escenario diario de grandes progresos en el aprendizaje de los estudiantes.

El Doctor Santana ha divulgado artículos en revistas nacionales como son las publicaciones Varona y Educación; y en la Academia, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, en México. Es coautor de materiales docentes para la orientación de educadores, de artículos científicos y del libro de texto de Metodología de la Enseñanza de  la Matemática para los Institutos Superiores Pedagógicos, editado este último en Cuba y en México.

Del Instituto Pedagógico Latinoamericano de La Habana (IPLAC), para la formación de maestros de América Latina y el Caribe es coordinador del diplomado en Educación Matemática y Profesor Principal del curso a distancia de Didáctica de la Matemática.

Ha ofrecido cursos de postgrado a profesores de Matemática de la enseñanza Media Básica y Media Superior, de los Institutos Preuniversitarios Vocacionales de Ciencias Exactas, de los Institutos Superiores Pedagógicos del país y a extranjeros en diferentes temáticas: la fijación en la enseñanza de la Matemática, su comprensión problémica, y la evaluación de su aprendizaje y el Taller de Tesis de la Maestría en Educación.

A partir del año 2001 se incorporó al nuevo proyecto de la Revolución, en el cual daría clases a jóvenes que serían futuros profesores generales integrales (PGI), pues estarían capacitados en todas las disciplinas, excepto en las asignaturas de Inglés y Computación.  

-¿El proyecto sobre la formación de los PGI,

en su consideración, ha satisfecho las

expectativas y necesidades por las cuales

nació, en cuanto a los resultados esperados?

La formación de los PGI es un proceso que no ha concluido, pues todavía es considerable el déficit de profesores, sobre todo en Ciudad de La Habana, con respecto a la cantidad de jóvenes graduados y quienes ya son licenciados. Es esta una de las razones por la cual, estos muchachos imparten clases, cuando aún están estudiando su carrera.

Creo, entonces, que merecen mucho apoyo y todo el auxilio y comprensión posibles, pues fueron ellos quienes decidieron asumir esta gran responsabilidad en ayuda de su Revolución. Sin embargo, aunque quedan muchas dificultades por erradicar, pienso que tenemos logros, pues de los primeros cien graduados o Los Valientes, como se les llamó, algunos actualmente ocupan importantes cargos como responsables de asignatura, directores y subdirectores de escuelas secundarias básicas y subdirectores de los municipios de Educación.

-¿Cómo definiría usted el afán de ser

maestro frente a la inmensa responsabilidad

de educar seres humanos?

A pesar de haber llegado a esta profesión sin vocación, sin haber imaginado que en un futuro la estaría ejerciendo, hoy pienso que nací para enseñar. Un profesor debe ser paciente, tenaz, perseverante y, sobre todo, muy optimista. Y le otorgo especial importancia a esta última cualidad, pues creo que necesitamos depositar mucha confianza en nuestros alumnos para creer que todos ellos son capaces de aprender  correctamente.

En lo personal, me siento muy reconfortado y orgulloso con los triunfos de mis estudiantes. Con cada éxito que ellos adquieran me creo partícipe de esa felicidad, pues sé que mis conocimientos fueron transmitidos debidamente y alcanzado mis expectativas. Al igual que, con cada dificultad que alguno pueda tener,  me hago responsable de ese resultado y allí comienza nuevamente mi labor: educar siempre, no solo en materia de conocimiento académico, sino también para la conformación de una personalidad digna, ejemplar.

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Rostros del Varona, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario 45 de la casa de altos estudios pedagógicos.

Ficha técnica:

Objetivo central: Profundizar acerca de la vida y actividad laboral del profesor Hilarión Santana de Armas, como jefe de la Cátedra de Matemática Dulce María Escalona.

Objetivos colaterales: Conocer sobre sus comienzos en el magisterio. Saber sus opiniones acerca de la educación cubana y la extranjera. Revelar  qué significado tiene en su vida ser maestro y el Instituto del cual es fundador.

Tipo de entrevista:
Por los participantes: Individual.
Por su forma: Mixta.
Por su contenido: De personalidad.
Por el canal que se obtuvo: Encuentro directo (cara a cara).

Tipo de título: Genérico.
Tipo de entrada: Directa o de presentación.
Tipo de cuerpo: Mixto.
Tipo de preguntas: 1-Informativa. 2-Opinión y abierta. 3-Directa y abierta. 4-Directa y abierta. 5-Opinión y abierta. 6-Opinión y abierta.
Tipo de conclusión: De opinión o comentario del entrevistado.

Fuentes consultadas: Documental. Currículo del entrevistado.

 

LA VOCACIÓN DEL MAESTRO

LA VOCACIÓN DEL MAESTRO

José Eloy Moreno González, subdirector de la sede universitaria el municipio Playa, cuenta sus experiencias como alfabetizador en Nueva Zelanda.

YESIKA QUESADA PANTOJA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.     

José Eloy Moreno González estudió lengua Rusa en Moscú, pero se graduó en la Universidad de La Habana. Ha impartido casi todas las asignaturas de la carrera: Lingüística, Metodología, Lexicología, Fonética, Gramática, entre otras. En estos momentos, se desempeña como subdirector de la sede universitaria del municipio Playa. A este profesor le fue otorgada la Distinción por la Educación Cubana.

-¿Qué ha significado en su vida el Instituto

Superior Pedagógico Enrique José Varona?

Para mí es la cuna de la educación cubana, una institución que me perfiló como maestro y me ha permitido brindar un modesto aporte tanto dentro como fuera del país. El magisterio exige gran preparación y el Varona es una gran escuela. Todo el que pasa por allí sale bien instruido para enseñar y para la vida.                 

-¿Cuál ha sido su participación en las

transformaciones educacionales?

En las transformaciones, sobe todo en la enseñanza superior, colaboré en la elaboración del plan C y sus posteriores ajustes, y también en la conformación del actual plan D. Participé en comisiones de elaboración de programas de estudio de lengua rusa y del búlgaro, como jefe de departamento y vicedecano. Dirigí, además, la confección de los planes de Diseño Curicular.

-¿Cómo valora el desarrollo de los programas

de alfabetización Yo sí puedo y su continuación?

La mayor virtud de estos proyectos es que fueron concebidos para adaptarse a cualquier contexto o situación social. Además, no exigen grandes recursos materiales para ejecutarse y dependen de la preparación de quienes lo imparten.

Fueron creados con el objetivo de interesar a las personas. En ellos se asocia la alfabetización numérica con la escrita y la lectura. Esto es algo nuevo, inexistente en otros proyectos y fue idea de nuestro líder, Fidel.

-¿Anécdotas especiales?

Mientras dirigía la Facultad de Lenguas Extranjeras en el Varona, nos visitó una delegación de educadores norteamericanos jubilados; los llevamos a un aula de primer año que no tenía luz, y las mesas y sillas estaban muy malas. Alguien dijo: “No me imagino adónde podrían llegar con todos los recursos”. Uno siente orgullo de saber, de comprobar, que está a la altura de cualquier profesional.

En Nueva Zelanda, mi primera experiencia fue unos alfabetizados que expresaban su agradecimiento. Me impactaron las palabras de un señor mayor que decía sentirse en mejores condiciones para comunicarse con sus hijos: “Antes no les podía explicar muchas cosas porque no sabía, ahora me siento más aceptado”. También conservo la carta de una señora de 70 años que me dice había vivido ciega toda su vida y gracias a nosotros ahora podía ver, votar por quien quisiera y sin que nadie le guiara la mano.

En ese país, para cualquier trabajo hay que llenar planillas, tener licencia de conducción y seguro médico. Hoy día saber leer y escribir es una necesidad que influye en la calidad de vida de las personas.

Lamentablemente, hay algunos gobiernos que no se dan cuenta de esto. En México, por ejemplo, se han aplicado más de 100 programas de alfabetización. La UNESCO decidió no apoyar otro programa que no fuese el cubano.

A Cuba y a Fidel los conocen todo el mundo. Por los días en que el Comandante enfermó, fuimos a visitar el Zoológico de Hamilton. Todo el mundo preguntaba por su salud y nos expresaban su mayor deseo de pronta recuperación. Estas cosas dan aliento y hacen sentir más el orgullo de ser cubano.

En 1990, durante el 7mo Congreso de profesores de idioma ruso, hablábamos en la cola de la cafetería con un ex profesor de la carrera, en la URSS, y detrás de nosotros había unos búlgaros. Nos preguntaron que de dónde éramos. Les respondimos que de dónde creían. Entonces, nos contestaron que los mejores que hablan ruso en el mundo, después de ellos, claro, eran los búlgaros, los checos y los cubanos: “Ustedes son de Cuba”.

-¿Qué diferencia existe entre nuestro

sistema educacional y otros?

Nuestro sistema incluye a todo el mundo y los demás son discriminatorios, incluso los públicos, porque no se atiende al niño con desventajas sociales, ni al que presenta problemas físicos  o alguna enfermedad, la cual  no le permita la asimilación correcta del conocimiento.

-¿Qué siente al saberse participe de

la alfabetización en otros países?

Cuando asistimos a cualquier lugar lo hacemos como embajadores, hijos de este país, lo que significa latinoamericanos en primer lugar. Me siento orgulloso y feliz de colaborar en la educación de todas esas personas.

-¿Qué atributos tiene la educación cubana?

De manera general, existe una cohesión en la calidad de la educación. Desgraciadamente, hay un proceso de éxodo de maestros bien preparados y se está trabajando con profesores en formación en Ciudad de La Habana. El 50 por ciento  de los que trabajan en secundaria, primaria y preuniversitarios son de este tipo.

En la educación superior se han rediseñado los planes de estudio  de las diferentes carreras. Todas han mejorado el diseño de sus programas de enseñanza.

-¿Se siente satisfecho con la

labor realizada  en el Varona?

Sí, me siento orgulloso de lo que he logrado, aunque a uno siempre  le queda cierto nivel de insatisfacción.

-¿Qué es el Diseño Curricular?

Es una disciplina dentro de las ciencias de la educación que se ocupa de la planificación del conjunto de asignaturas impartidas en cualquier nivel de enseñanza, en otros términos, plan de estudios. Incluye los objetivos a vencer por el estudiante, la tesis, las prácticas y los conocimientos necesarios para obtener cierto nivel.            

-¿Cómo ha sido su labor en la

Asociación de Pedagogos de Cuba?

Colaboré con ella en varios eventos al frente del equipo de traducción, como por ejemplo, el IV Congreso Internacional de Educación Comparada, coauspiciado por esta organización. Además, pertenezco a la Asociación Internacional de Profesores de Lengua y Literatura Rusa (MAPRIAL) y soy uno de los cinco fundadores de la red English Lenguaje Teachers Contact Scheme (ELT e CS) en Cuba.

-¿Cuáles son las bases de sus

trabajos investigativos?

La mayoría son resultados de investigaciones relacionadas con los sistemas de ejercicios de las diferentes asignaturas. Entre ellas, un sistema para las asignaturas del ciclo lingüístico y los diferentes  tipos en la enseñanza de ruso en Cuba. Mi trabajo de curso, El campo léxico semántico de translaciones en la lengua rusa contemporánea comparado con el español, en la práctica posee gran importancia, ya que determina un campo léxico gramatical no delimitado en el ruso ni en el español. Es un aporta a la teoría de ese campo en general. Lo presenté en Moscú y fue bien recibido.

-¿En qué publicaciones se

encuentran estos trabajos?

En el boletín Órbita, del Instituto Superior Pedagógico de Leguas Extranjeras (ISPLE), en los libros de Memorias de la Conferencia Nacional de Lingüistas de Cuba y en Internet -en este último tengo siete  publicaciones en un portal digital del proyecto Green Light Learning for Life-, los Folletos del Tratamiento Metodológico destinado al asesor y los Folletos de Ejercicios Complementarios para  módulo 1, 2 y 3, además del Manual del asesor.

-Cómo dirigente…

Yo comencé como segundo jefe de departamento  y después llegué a decano. Ahora soy subdirector de la sede  universitaria de Playa,  pero por seis meses fui metodólogo nacional de idioma ruso.

Dirigir es una tarea para nada fácil, sobre todo, en esta esfera que es intelectual y cada quien defiende sus criterios muy exhaustivamente. Entonces el dirigente tiene que volverse un conciliador, saber reconocer el valor de todas las opiniones  y con mucho tacto demostrarle a cualquiera  que no tiene la razón. Esto solo se logra si tienes un buen equipo de trabajo.

Si algún éxito tengo no es solo mío sino de todos mis compañeros y se debe a la labor del colectivo fundamentalmente. Como jefe aprendí a escuchar los criterios de todos, validos o no, a las personas se les pide lo que puedan hacer, si los sobrecargas, maltratas a la persona. He dirigido colectivos bien preparados, jóvenes y no tan jóvenes, también a personas con más categoría que yo. A esos debes siempre incluirlos, pueden enseñarte mucho. El respeto  tienes que crearlo, si no, en vez de ayudarte obstaculizan el trabajo. No tengo ningún mal recuerdo de mis compañeros.

-Frente al aula…

Soy igual, pero muy cuidadoso al dirigirme a los alumnos. No les doy pie a las falta de respeto aunque a veces bromeo con ellos.

-¿Se siente más realizado siendo

profesor, decano o subdirector?

Siempre es mejor ser profesor porque eso ayuda a prepararte más en lo que conoces y en lo que estudiaste.

-Enseñar, ¿vocación o profesión?

La vocación me llegó en le camino. Me siento satisfecho con lo logrado, cuando veo a mis alumnos que son profesionales consagrados y destacados. Es emocionante ver que alguien te saluda en la esquina y te dice: Profe, se acuerda de mí, yo fui su alumno. Así veo mi pequeño aporte de servir de guía.

Hoy creo que en otra profesión no hubiese aprendido tanto. Un maestro serio nunca deja de estudiar, siempre tiene que estar preparado para lo que le depara el futuro, por eso es necesario estudiar más allá  de la Facultad. Para ser maestro  hay que leer y estar informado y así establecer un diálogo ameno con los alumnos

-Planes…

Debo salir de la sede para terminar mi Doctorado en el Pedagógico, el cual se basa en la colaboración dada en la alfabetización en otros países y la preparación de los asesores que realizarán esa tarea.

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Rostros del Varona, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario 45 de la casa de altos estudios pedagógicos.

FICHA TÉCNICA:

Objetivo central: Destacar la labor de José Eloy Moreno González como parte de los profesores del Varona.

Objetivos colaterales: Resaltar su trabajo en las transformaciones educacionales, así como su labor en los programas de alfabetización Yo sí puedo y su continuación, que nuestro país lleva a cabo para ayudar a pueblos hermanos.

Tipo de entrevista: 
Por los participantes: Individual.
Por su forma: Clásica, de  preguntas y respuestas.
Por su contenido: De personalidad.
Por el canal que se obtuvo: Vía directa.

Tipo de titulo: Genérico.
Tipo de entrada: De presentación.
Tipo de cuerpo: De  preguntas y respuestas.
Tipo de preguntas: 1-de opinión, 2-directa, 3-de opinión, 4-abierta, 5-directa, 6-abierta, 7-informativa, 8-abierta, 9-directa, 10-informativa, 11-informativa, 12-informativa, 13-de opinión, 14-abierta.
Tipo de conclusiones: De comentario del entrevistado.

Fuentes consultadas: Directa: José Eloy Moreno González.

 

“SI VUELVO A NACER, VUELVO A SER PROFESORA”

“SI VUELVO A NACER, VUELVO A SER PROFESORA”

 

 

Josefa Banasco Almenteros, docente del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona y participante en las tres revoluciones educacionales de Cuba, ha encontrado en la educación el sentido de su vida. 

 

Texto y foto:
HOA LY HONG,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Todos ven en ella a una persona simpática y cariñosa. Su caminar rápido, voz alta y cortos cabellos negros hacen olvidar que ya cumplió 60 años. Una permanente sonrisa en el rostro demuestra que es una mujer satisfecha con su trabajo y vida; una de esas personas que ha dejado huella en quienes la rodean y tiene como testigos de su paso por la vida a cientos de estudiantes.

Graduada en Ciencias Biológicas y también Doctora en esa rama, la Profesora Titular tiene más de 38 años de experiencia como docente de esa asignatura. Josefa Banasco Almenteros ha dedicado su vida a tan noble tarea, en la cual se desempeñó como decana de la Facultad de Ciencias Naturales del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona desde 1997 hasta el año 2001.     

Los libros que escribió durante su decanato constituyen una fuente valiosa para el Instituto Varona, y por consecuente, para la pedagogía cubana. En esa área aún se realizan estudios que tienen como fin tributar al desarrollo de nuevos perfiles investigativos en esa área del conocimiento.

Momentos previos a la entrevista pensé que me iba a recibir como a una extraña que interrumpe su espacio y su privacidad, mas mi grado de error fue violentado con un apretado abrazo y un “siéntate, estás en tu casa”.

-Después de terminar sus estudios

de Biología, ¿por qué se

decidió por la pedagogía?

Podía escoger entre varias carreras: Química, Geografía..., pero yo quería ser profesora de Biología, entonces me matriculé en Pedagogía de esta asignatura.

-Usted era una niña cuando participó

en la Campaña de Alfabetización...

Fui alfabetizadora popular en Pinar del Río, a los 11 años. Enseñé a leer y escribir a cuatro personas mayores que vivían cerca de un río, y allí les daba clases todo el día. Lo hice porque era una tarea para los jóvenes y gracia a eso, en 1961 Cuba se declaró Primer Territorio Libre de Analfabetismo en América Latina.

-¿Qué la motivó a incorporarse a cada

uno de los llamados de la Revolución para

apoyar y reforzar el sistema educacional?

La necesidad de maestros en las escuelas. En 1970, Fidel hizo un llamado a todos los jóvenes revolucionarios que quisieran hacerse maestros. Trabajé junto con mi esposo, el Doctor Jorge Lázaro Hernández, y también con la doctora Seida Rodríguez Pino, jefa del equipo, y otros tres colegas. Elaboramos el plan de estudio para el destacamento que iba a estudiar Biología. También redactamos los dos libros de textos de Biología General. Luego dimos clases a esos estudiantes durante los cinco años de la carrera.

Hoy asumimos la tercera revolución educacional. Dentro de la Batalla de Ideas hay muchos programas, pero el que nos atañe es la instrucción de maestros primarios y Profesores Generales Integrales (PGI). Al inicio de esta nueva etapa, yo era decana de la Facultad de Ciencias Naturales y el Rector de la Universidad de La Habana me pidió que dirigiera la unidad de maestros primarios. Durante un año, desempeñé el cargo con 500 estudiantes en la escuela Salvador Allende. Luego volví al Instituto para trabajar directamente con los profesores de primaria y los PGI.

Nunca he estado ajena a las transformaciones que han ocurrido en el campo de la educación. Primeramente por la experiencia, y también por el trabajo. Siempre estoy dispuesta a realizar cualquier actividad a la que se me convoque.

-Ha sido testigo de las tres revoluciones

educacionales ocurridas en Cuba a partir

del triunfo de la Revolución. ¿Qué opinión tiene

sobre ellas en el transcurso de estos años?

Todas las transformaciones del sistema educacional cubano han estado encaminadas a la formación integral de los jóvenes, con el objetivo primordial de mejorar la calidad de la educación, perfeccionar los métodos y estilos de enseñanzas. La educación está dirigida a lograr que nuestros egresados, tanto de la educación media como de la superior, tengan posibilidades de enfrentar cualquier tarea.

-Participó en cursos post-grados en

algunos países como México y Bolivia.

¿Cuál fue su experiencia con

estudiantes de otras naciones?

Fui a impartir maestrías y doctorados. En Cuba he dado diplomados de Pedagogía, Metodología de la Investigación, Filosofía, Histología, Biología General y Zoología.

En México ofrecí varias especialidades en Biología. Voy a contarte una anécdota: para los mexicanos una cosa muy importante es nuestra forma de hablar. Decían que los cubanos lo hacen muy rápido y me pedían que fuera más despacio, porque no entendían. En Bolivia ocurrió algo parecido, un día fui a dar un taller de tesis, y  les dije “en esta página” y no me entendieron porque para ellos “página” es un kilogramo.

Aunque ellos hablan el español, no es el mismo para todos los países hispanohablantes, entonces es difícil adaptarse a cada forma particular, aunque es interesante conocer la idiosincrasia de otros pueblos. Siempre me he sentido muy bien donde he ido y pienso que a ellos les ha ocurrido  igual conmigo.

-Cuba es un paradigma de la educación.

Sus estudios en el extranjero le han

permitido establecer una comparación

en dicho sector. ¿Qué opinión tiene acerca

de la etapa por la que atraviesa  hoy?

Tenemos uno de los mejores sistemas educacionales del mundo, eso no es un secreto para nadie. Es el único gratuito y obligatorio hasta noveno grado porque el Estado se ocupa de que no halla ningún analfabeto, y de que las personas adquieran un nivel determinado para trabajar decorosamente.

El primer día de clases, el estudiante sale con sus libros, libretas y lápices que les proporciona la escuela; los padres solamente tienen que preocuparse por la tarea de sus hijos. En cualquier país del mundo un doctorado cuesta miles de dólares. Aquí, si lo quieres hacer, lo único que se necesita es investigar y lograr buenos resultados. Por ahí andan algunas de las diferencias y ventajas básicas.

-Ha formado a muchos profesionales,

¿qué le han aportado ellos a usted?

Mis estudiantes significan lo más grande en mi vida. Uno comienza a trabajar con alguno u otro despreocupado, desmotivado y trata de inculcarle los valores que exige la carrera de ser maestro. Lo mejor es que al final se ven los frutos. Aprendí mucho de ellos, a veces hacen preguntas que a uno no le pasan por la mente y te ponen a repensar de nuevo.

En ocasiones, al llegar a un centro educacional, encuentras al director municipal, el presidente de un territorio o sencillamente un maestro que formaste cuyos estudiantes respetan y admiran. No hay mayor gratitud que haber puesto un granito de arena en la formación de ese hombre. Significa mucho para mí, es el fruto de mi trabajo.

-¿Cuál es su opinión sobre el trabajo

que desempeña el Instituto Varona?

Desde que se fundó en 1964, ha constituido un centro de grandes tradiciones. Este Instituto es el rector de la pedagogía de toda Cuba, por los profesionales que tiene. Posee excelentes profesores y ha realizado transformaciones revolucionarias a partir del personal docente que aglutina.

Antes del triunfo de la Revolución, había tres institutos pedagógicos: el Varona, el de Villa Clara y el de Santiago de Cuba. Actualmente se han abierto estas casas de altos estudios en todas las provincias de Cuba; pero el Varona se ha mantenido como el centro superior insignia.

El agrupa a grandes pedagogos con quienes se puede contar para cualquier tarea en la formación de profesores. No hay en otro lugar de Cuba profesionales como los de esta Institución. En dos palabras se resumen las vivencias: “gran compromiso”. Compromiso por desarrollar cada vez más el proceso educativo con calidad.

-Usted ha publicado varios libros,

¿en estos momentos tiene

alguno en preparación?

Estoy terminando, junto con otros compañeros, un texto que se titula Historias del desarrollo de las ciencias naturales. También escribimos otro sobre igual tema; queremos terminarlos para marzo del 2009. Son dirigidos a la enseñanza, para los profesores y estudiantes del Instituto que trabajan en dicha área. Ellos responden a un proyecto de investigación, en el cual soy la autora principal. Después, pienso dedicarme a escribir un volumen acerca de las ciencias naturales, apoyándome en los textos anteriores.

-¿Qué significado tiene para usted

haber dirigido ese proyecto del

departamento  de Ciencias Naturales

durante cuatro años?

Esa época forma parte inolvidable de mi vida. Se materializaron mis sueños como pedagoga; además, fue una responsabilidad y un reto enorme, que asumí con muchísimo compromiso y pude desarrollar con más ímpetu gracias a la colaboración de mis compañeros de trabajo. Estoy orgullosa de que hayan pensado en mí para ejercer cargo necesario en la revolución de la educación cubana.

-¿Está satisfecha con lo

realizado hasta ahora?

Considero que he obtenido el mayor logro que se pueda tener en una universidad: ser Doctora y Titular. Mis estudiantes me respetan, tengo muchas amistades. Puedo morir mañana porque estoy satisfecha de la obra que he construido. Y si muero y vuelvo a nacer, vuelvo a ser profesora.

Al leer un libro que publiqué, siento la insatisfacción de saber que pudo perfeccionarse. Un ejemplo clave fue mi tesis de doctorado, la cual revisé varias veces, pero al final todavía hubo cosas que pudieron quedar mejor. El tema era sobre abtelibotos, insectos microatrocolos cultivados en Cuba, dentro de los cuales están los polembolos. No vuelan, saltan y tienen una gran importancia en la fertilización de los suelos. Descubrí 52 especies en la fauna cubana y nueve de utilidad para la ciencia. A pesar de ello, me siento plenamente satisfecha con mi obra en general.

-Usted y su esposo comparten

la misma profesión, ¿cómo se

apoyan profesionalmente?

He aprendido mucho de él, sobre todo en la parte de la metodología y la pedagogía, porque su formación como profesional fue diferente a la mía. Me faltaba vestirme del aspecto pedagógico y con su ayuda lo he hecho. Nosotros siempre nos hemos ayudado mutuamente.

-Ha merecido múltiples reconocimientos,

¿cuál es el más importante para usted?

Cada distinción tiene una significación especial. Para mí, la Medalla Rafael María de Mendive posee mucho valor, porque significa 20 años dedicada a la educación en Cuba. También me enorgullecen la Frank País y la Giraldilla de La Habana. Sin embargo, mi mayor reconocimiento es la de mis alumnos y colegas.
 
-¿Qué ha significado la Revolución

Cubana para Josefa Banasco?

Soy de origen pobre y de no haber sido por la Revolución, no hubiera ido a la Universidad porque mis padres no tenían dinero para pagarme los estudios. Gracias a la Revolución me hice universitaria y he llegado hasta aquí. Hoy soy una millonaria, no por la parte material, sino en el sentido espiritual y afectivo.   

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Rostros del Varona, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario 45 de la casa de altos estudios pedagógicos.
  
Ficha Técnica:
 
Objetivo central: Dar a conocer la figura de la profesora Josefa Banasco Almenteros, y su contribución al sistema educacional cubano.  

Objetivo colaterales: Conocer sus experiencias en la enseñanza, los proyectos que ha realizado y su aporte a la pedagogía.

Tipo de entrevista:
Por los participantes: Individual.
Por su forma: Preguntas y respuestas.
Por su contenido: De personalidad.
Por el canal que se obtuvo: Directo.

Tipo del título: Cita textual.
Tipo de la entrada: De retrato.
Tipo del cuerpo: Clásico.
Tipo de preguntas: 1-Abierta; 2-Abierta; 3-Abierta; 4-Informativa–Abierta; 5-Abierta; 6-Información-Abierta; 7-Abierta; 8-Abierta; 9-Informativa; 10-Abierta; 11-Directa; 12-Directa; 13-Directa; 14-Directa- Abierta.
Tipo de conclusiones: De comentario del entrevistado.

Fuente consultada: La entrevistada, directa y no documental.

 

 

 

UN CABALLERO DE LA GEOGRAFÍA

UN  CABALLERO DE LA GEOGRAFÍA

El porfesor Oscar Rodríguez Díaz asegura que el aula es su vida.

Texto y foto:
CLAUDIA TURCAS GONZÁLEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

“En un lugar de Ceiba….”, podría ser el comienzo de la historia que pretendiera contar la vida de cierto hombre. Tarea algo complicada, pues su personalidad no tiene nada en común con las enérgicas y efervescentes novelas de caballería.

Sus aventuras son eventos para el progreso. Las medallas o condecoraciones obtenidas por batallas contra gigantes y reyes malvados, son premios relevantes y distinciones de Vanguardia  Nacional. El emblema de su escudo no es un feroz dragón, sino una inscripción que dice Geografía. La  bandera triangular que lleva en su mano tiene bordada en hilo dorado una gran “M”,  de Maestro.

Oscar Rodríguez Díaz, Doctor en Ciencias Pedagógicas, Profesor Titular, y Vicerrector de Extensión Universitaria del Instituto Superior Pedagógico Rubén Martínez Villena (ISPRMV), en La Habana, es el eje esencial de mi narración. Faena algo difícil me toca desplegar, pues una persona con esta gigantesca capacidad intelectual no merece un ligero cuento sino un gran libro.

-¿Cómo llega usted a maestro?

Inesperadamente. Estaba en décimo grado y el Comandante Fidel Castro Ruz hizo una propuesta para que los jóvenes se  incorporaran  al magisterio. Confieso que no me uní al instante, yo quería ser arquitecto, pero tenía cierta pasión por la Geografía. Después decidí integrar estas fuerzas educacionales, acción de la cual hoy no me arrepiento.

En aquella época se llevaba a cabo una campaña intensa para lograr la incorporación de la juventud a este proyecto. Eran necesarios muchos maestros, pues hubo en dicho período una explosión de la natalidad y con ello, unos años después, un exceso de matrícula; la Revolución requería de nuestro apoyo. Tomé mi decisión y me incorporé al Destacamento Pedagógico en la especialidad de Geografía.

-¿Qué significó para Oscar Rodríguez

el Destacamento Pedagógico

Manuel Ascunce Domenech?

Años muy bonitos, interesantes. En esa etapa estudié la carrera profesoral dentro del Destacamento Pedagógico. Fue una labor extremadamente fuerte, con gran intensidad en nuestra preparación. Dábamos cuatro y cinco asignaturas en cada semestre y por las noches realizábamos diversas actividades en centros internos.

El plan de estudio era bueno, muy completo. Desarrollaba una relación entre la teoría y la práctica. Tal aspecto contribuyó a prepararnos mejor. Desde primer año se nos asignó un máximo de dos grupos, allí impartíamos clases. Eso amplió la capacidad para asumir los diferentes  niveles, nos formó muy bien.

En esos años estudié mucho, me preparé intensamente en cuanto a la Geografía, la especialidad que escogí. Ella es, y sigue siendo, mi pasión.

-El Instituto Superior Pedagógico

Enrique José Varona (ISPEJV)

cumple 45 años de fundado.

¿Qué simboliza  para usted?

En él me formé, no podría hablar de mi vida como profesor sin  mencionarlo. El Varona es el autor intelectual de la carrera en educación que hoy yo llevo a cabo, fundamentalmente por todo lo que en él aprendí. Allí estudié muchos años y después trabajé como maestro durante 21 cursos escolares. Como pieza principal, él me dio la vida como educador. Le agradezco por mostrarme lo sorprendente de esta carrera.

El Pedagógico desempeña un gran rol en la educación cubana, labor que hay que destacar inmensamente. No se podría hablar de grandes aportes a la misma sin mencionar a dicha institución. Ella es cuna de muchos granitos de arena que aportaron grandeza a nuestro sistema pedagógico.

-Actualmente trabaja en el Instituto

Superior Pedagógico Rubén Martínez Villena,

de La Habana. ¿Por qué se separó el Varona?

Porque para el año 1999 al Pedagógico se le hacía imposible atender,  en cuanto al ámbito educacional, a toda la provincia habanera. Yo, y otros compañeros que procedíamos de municipios de ella, dimos el paso al frente para encargarnos de la docencia.

Comencé en el Villena con cargos institucionales. Fui cuatro años Decano de la Facultad de Ciencias, otros más Director de Relaciones Internacionales y hoy soy Vicerrector de Extensión Universitaria. Asumo  los cargos con el  mayor compromiso y trato de cumplirlos con la mejor eficacia, pero si me dieran la posibilidad de estar frente a un aula dando clases, creo que sería más feliz.

Este Instituto está próximo a cumplir su décimo aniversario con  grades perspectivas. Pero el Varona fue lo mejor para mí, como experiencia formadora y profesional.

-Usted impartió clases de Geografía

en Universidad para Todos.

¿Qué representó tener ese privilegio? 

Inolvidable, una época de mucho esfuerzo, pues esa labor exigía una gran preparación. De igual manera tenía que cumplir con todas las tareas del trabajo y me enfrentaba a un medio totalmente  desconocido para mí. Allí impartí tres cursos, todos relacionados con la Geografía;  el primero de ellos fue un reto, era en vivo. Realmente muy agradable fue esa etapa de mi vida.

Además de participar en Universidad para Todos fui teleprofesor de una presentación del programa Crecer para bien, sobre las maravillas de la  arquitectura cubana. Colaboré como maestro  de la Preparación Metodológica de Geografía para educadores del preuniversitario, también de forma televisiva. Incursioné como guionista de una emisión del programa Muy Cerca de ti, sobre curiosidades geográficas.

-De los programas de colaboración

internacionalista que Cuba lleva adelante,

¿podría hablar acerca de los que fue parte?

Tengo tres salidas al exterior. Entre marzo de 1986 y enero de 1987 integré el claustro de la Universidad Eduardo Mondlane, de Maputo, entonces República Popular de Mozambique. Allí impartí clases de Geografía en la Facultad de Educación a profesores en formación.

En marzo del 2002 me desempeñé  como profesor de un curso de Geografía del Turismo en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, de Tegucigalpa, República de Honduras. En el año 2005, a propósito de actualizar convenios de colaboración entre Institutos Universitarios Franceses y el Villena, visité varias islas del Caribe, experiencia encantadora porque pude observar a poca altura las maravillas geográficas de todas ellas. En verdad, lo disfruté mucho.

-¿Por qué actualmente no imparte clases?

Directamente no tengo grupos de estudiantes, aunque lo desearía. A veces ofrezco conferencias relacionadas con Maestrías en Ciencias de la Educación y varias para la  preparación del claustro de profesores. Me gustaría únicamente estar en un aula, ella es mi vida.

-Usted pertenece a varias organizaciones

de nuestro país, entre ellas la  Asociación

de Historiadores de Cuba, ¿podría hablar

acerca de su participación en las que integra?

Aparte de la Asociación de Historiadores de Cuba, soy  miembro de la Sociedad Cubana de Geografía y  fui diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular en su V Legislatura (1998-2002), la cual me mostró la grandeza de nuestro sistema político. Integré la Comisión Permanente de Educación, Cultura y Ciencia del Parlamento Cubano, también los grupos interparlamentarios de amistad Cuba-UNESCO  y Cuba-Panamá, permitiéndome conocer más estrechamente todo lo relacionado con los vínculos de nuestro país con el resto del mundo.

-¿Podría hablar acerca de sus publicaciones

y de su afición por las letras?

Hay dos cosas que me gustan hacer en mi vida profesional. Una de ellas es dar clases, gozo plenamente estando delante de un grupo de personas en un aula. La otra es escribir, pues soy un lector empedernido.

Mi cosecha literaria cuenta con dos libros, Geografía de las curiosidades es uno de ellos  y  obtuvo el Premio Pinos Nuevos en su segunda convocatoria; ya lleva tres ediciones. Ese texto es el que más me gusta de mi obra como escritor. El segundo se titula Las islas del mundo, fue editado en Colombia  y obtuvo el Premio Nacional Edad  de Oro, correspondiente al año 2006.

De igual forma soy coautor de cinco textos, todos para la educación. Uno de ellos es el Atlas Escolar General y de Cuba, vigente hoy en la enseñanza media. Con algunos folletos, tabloides y ediciones digitales también he colaborado.

-Usted incursiona también en su vida profesional

en el mundo del periodismo. ¿Por qué?

Es cierto, tengo más de 160 artículos publicados en el periódico El Habanero. Todos ellos vinculados a temáticas geográficas. Algunos títulos son Carreteras habaneras, Geografía en la televisión, Escuelas en el campo. ¿Cuál fue verdaderamente la primera?  y varios más. Lo hago no solo por mi afición por las letras sino también porque creo que se debe tratar de aumentar un poco la cultura geográfica de nuestro pueblo. Como colaborador de ese periódico escribí varios sueltos de prensa en la sección De todo un poco.

En la revista Varona, de 1982, realicé un trabajo con el título En marcha hacia el futuro. La nueva vida en el campo. También brindé mi aporte a la Revista Dominical de Radio Reloj, a la sección Correspondencia de la revista Juventud Técnica, y al programa de televisión Entorno.

-¿Qué cree de la nueva generación de profesores?

Cuando yo comencé como maestro también era muy joven, casi un niño. Parte del pueblo no confiaba en nosotros, pero con el tiempo  demostramos lo que podíamos hacer. Estábamos, como se dice, “tiernos” y con muchas ganas de enseñar. Queríamos hacerlo y en primera  instancia concebirlo bien. Por ese motivo confío plenamente en los profesores de hoy.

La profesión no debe escogerse por simple atracción. Tienes que llegar al aula y nutrir a tus alumnos de conocimientos con gran dedicación y  también con mucho afán. La labor de maestro es un  goce personal cada día. Creo que si los nuevos profesores piensan así, nuestra educación va por buen camino.

-¿Seguiría dando su vida a la enseñanza?

Sí. No me cansaría nunca. Yo disfruto la vida como maestro. Ojalá solo pudiera dedicarme a la tarea de dar clases y al estudio de la Geografía. Llegar a ser maestro es para este señor, que aquí ve, lo mejor que le ha pasado.

El Quijote dedicó sus andanzas a luchar por el amor de su adorada Dulcinea, se hizo caballero andante para defender la justicia en el mundo, para siempre hacer el bien y vivir su vida como si estuviera en un cuento de fantasías.

El Amadís de Gaula vivió innumerables aventuras, llevó a cabo grandes hazañas, enalteció los ideales caballerescos y las virtudes de los héroes, tanto así que se convirtió en ejemplo para todas las novelas de este tipo que aparecieron después de su primera publicación.

Oscar Rodríguez Díaz brinda su vida a la pedagogía, trata de brindar su apoyo al sistema educacional cubano, colabora en lo que pueda para tratar de enaltecer el programa de enseñanza de nuestro país y, por sobre todo, no se cansa nunca de agradecer al Instituto Superior  Pedagógico Enrique José Varona, por mostrarle lo maravilloso de la  carrera profesoral. Él es, como los dos grandes personajes, un caballero… de La Geografía.

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Rostros del Varona, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario 45 de la casa de altos estudios pedagógicos.

FICHA TÉCNICA:

OBJETIVO  CENTRAL: Abordar lo que significa el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona para el profesor Oscar Rodríguez Díaz y su trabajo en el Instituto Superior Pedagógico Rubén Martínez  Villena.

OBJETIVOS COLATERALES: Brindar al Pedagógico Enrique José Varona un reconocimiento. Conocer acerca  de su opinión con respecto a la educación cubana en la actualidad. Ir a los aspectos más importantes de su vida, así como su participación en al Destacamento Manuel Ascunce Domenech.

TIPO DE ENTREVISTA:
POR LOS PARTICIPANTES: Individual.
POR SU FORMA: Clásica.
POR SU CONTENIDO: De personalidad.
POR EL CANAL QUE SE OBTUVO: Vía directa.

TIPO DE TÏTULO: Llamativo.
TIPO DE ENTRADA: De presentación del entrevistado.
TIPO DE CUERPO: De preguntas y respuestas.
TIPO DE PREGUNTAS: 1: Abierta; 2: De opinión; 3: De opinión; 4: Directa; 5: De opinión; 6: Directa e informativa; 7: Directa e informativa; 8: Directa e informativa; 9: Directa e informativa; 10: Abierta; 11: De opinión; 12: Abierta.
TIPO DE CONCLUSIÖN: Retomar una idea expresada en la introducción.

FUENTES CONSULTADAS: Oscar Rodríguez  Díaz, Profesor Titular, Doctor en Ciencias Pedagógicas y Vicerrector de Extensión Universitaria del Instituto Superior Pedagógico Rubén Martínez  Villena, La Habana. No documental y directa.